Segunda Vuelta: una nueva elección -Por Claudio Arqueros

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La cantidad de personas que votaron ayer, generó una dispersión de votos que obliga a una segunda vuelta. La campaña que viene ahora debiese incluir una moderación en las promesas y obligará, además, a que se confronten las ideas de Michelle Bachelet y Evelyn Matthei, lo que es bueno para el país, pues se expresarán claramente las diferencias entre ambos proyectos, obligando a la candidata de la Nueva Mayoría a definirse sobre los muchos temas que hasta ahora ha evitado.

Sin embargo, la participación de ayer nos permite también inferir que el clima de polarización impulsado por algunos sectores, y que daba cuenta de una supuesta deslegitimidad de nuestras instituciones, fue el gran derrotado. Lo anterior, porque la experiencia comparada señala que ante mayor descontento con las instituciones, menor es la disposición a participar. Es más, aquellos que en su momento promovieron un clima anti institucional y de descrédito al sistema político, ayer participaron activamente  en calidad de candidatos al Congreso.

Ahora bien,  si se analizan los resultados obtenidos por Bachelet versus la votación alcanzada por los candidatos de su lista parlamentaria,  se puede observar que la adhesión ciudadana está relacionada principalmente con los atributos personales de la candidata más que con un respaldo a la izquierdización de la ex Concertación. Es decir, la diferencia de votos obtenidos entre ella y su lista devela la cantidad de gente que ella logra cautivar en relación a lo que logran los candidatos parlamentarios del pacto Nueva Mayoría. Así entonces, quienes creen que el país quiere izquierdizarse, se apresuran. Quienes son sus adherentes la quieren a ella, con todas sus ambigüedades y equivocaciones, pero no necesariamente quieren izquierdización.

Por otro lado, se equivocaban quienes predecían una debacle en los resultados para la Alianza. Pues, aún cuando la votación presidencial de ayer fue baja en comparación con otras anteriores, de todos modos se pasó a segunda vuelta, contradiciendo los vaticinios que venían desde la ex Concertación.

Pero además debe tenerse en cuenta que el resultado de ayer se enmarca dentro del nuevo contexto del voto voluntario, que no es directamente comparable con los resultados de elecciones anteriores. No obstante, el desafío de Matthei estará en lograr consolidar un mensaje que no se limite a la defensa de una buena gestión.

Ese mensaje debe dirigirse tanto al electorado desencantado, como al de centro, y conquistar, como ya ocurrió en las pasadas elecciones presidenciales, a un electorado que tradicionalmente votó por la Concertación –especialmente la Democracia Cristiana–, pero que no quiere volver a repetir fallidas experiencias de la izquierda más extrema.

Finalmente, más allá de lo que ocurra en el balotaje, debe considerarse que el total de la votación parlamentaria de ayer obliga –en buena hora- a que los grandes temas y reformas que pretendan llevarse a cabo, se logren a partir de acuerdos entre la Alianza y la Nueva Mayoría en  el Congreso, lo que es una muy buena noticia para nuestra democracia.

 

http://voces.latercera.com/2013/11/17/claudio-arqueros/segunda-vuelta-una-nueva-eleccion/

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