Ministro de Defensa: «La misión de la ONU en Haití no debe terminar ni un día antes ni un día después»

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El ministro de Defensa, Agustín Rossi, dijo hoy que la Argentina es partidaria de que la misión de paz de las Naciones Unidas en Haití «no termine ni un día antes ni un día después de lo que sea necesario, porque no queremos irnos para después tener que volver».

Rossi destacó el compromiso de la Argentina con la paz en el continente al visitar el contingente militar y el hospital argentino de Puerto Príncipe, donde hizo entrega de equipamiento para telemedicina desarrollado por la Universidad Nacional de Rosario.

«No es sólo una misión de paz sino que tiene el valor agregado de que es un país latinoamericano», resaltó.

Rossi indicó que «la ONU es la que marcará los tiempos hasta que la Minustah tenga sus objetivos cumplidos; que Haití esté estabilizado políticamente, que haya un nivel de seguridad ciudadana importante y que se empiecen a notar signos de reactivación económica».

Argentina cuenta con 550 efectivos que participan de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití (Minustah) que están a cargo de ese hospital reubicable de la Fuerza Aérea y el patrullaje de la región de Gonaibes, al norte de la isla.

«Haití es Latinoamérica y eso define nuestro compromiso», indicó Rossi, quien destacó que «Argentina ha desarrollado una capacidad para integrar contingentes conjuntos en misiones de paz, del cual estamos orgullosos».

El ministro de Defensa también remarcó la participación en el contingente nacional de 60 mujeres -la mayor de todos los países- y que todos los miembros civiles y de las Fuerzas Armadas que lo integran lo hacen en representación «no sólo de sus instituciones sino también del pueblo argentino» ante el pueblo haitiano.

El ministro admitió que «no hay coincidencias en las Naciones Unidas, ya que los países centrales intentan que la Minustah no haga la reconstrucción de la infraestructura sino que la hagan las grandes empresas constructoras» que luego deberá pagar Haití recurriendo al endeudamiento internacional.

Haití vive también un complejo proceso político, ya que debe completar la convocatoria a elecciones locales, legislativas nacionales y presidenciales, como exigen todos los países de la ONU, ya que los mandatos de los legisladores se encuentran vencidos y han sido prorrogados para que acuerden.

El presidente Michel Marthelly se encuentra en El Vaticano, donde se reunió con el papa Francisco, quien también pidió que se realicen elecciones libres y se pacifique al país.

El contingente argentino integra la misión de estabilización desde 2004 y su número de miembros llegó a un máximo de 700 efectivos en 2010, luego del terremoto que causó 300.000 muertos sobre una población cercana a los 10 millones, un millón y medio de desplazados y luego desató una epidemia de cólera que si bien disminuyó en la cantidad de víctimas provocadas, aún no terminó de ser erradicada.

El hospital argentino -el mismo que estuvo en Kosovo durante una misión de paz similar en los Balcanes- tiene un nivel de complejidad 2, que le permite intervenir en emergencias, realizar cirugías y cuenta con servicio odontológico y de terapia intensiva.

Argentina mantiene una presencia constante de alrededor del 10 por ciento de los miembros de la Minustah, que en un 75 por ciento está compuesta por efectivos de países latinoamericanos y a cuyo comando operacional se encuentra Brasil, a través del general Edson Pujol. El segundo comandante hasta el mes de marzo es el general de brigada Gabriel Guerrero, del Ejército argentino.

http://www.telam.com.ar/notas/201402/53391-rossi-la-mision-de-la-onu-en-haiti-no-debe-terminar-ni-un-dia-antes-ni-un-dia-despues.html

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