Trabajadores de la región celebran y se movilizan en su día

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En diversos países se conmemora esta fecha con marchas y protestas en las que los trabajadores piden desde ajustes salariales hasta el respeto de sus derechos.

INCIDENCIAS:

En países de América Latina las celebraciones por el Día del Trabajo iniciaron desde muy temprano con marchas por las calles.

En Colombia, cientos de personas marcharon por las calles de Medellín y Bogotá. Hasta el momento no se han reportado enfrentamientos con las fuerzas del orden.

En cambio, en Chile en una marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) se informó que frente al edificio de la Universidad Católica se produjeron los primeros incidentes entre los participantes a la marcha y un grupo de encapuchados, quienes se agarraron a palos y golpes.

La tensa situación se inició luego que un grupo reducido de desconocidos comenzara a hacer desmanes en el lugar, lo que provocó la reacción de los encargados de seguridad de del acto, que conmemora el Día del Trabajador.

En Cuba, en la Plaza de la Revolución de La Habana, encabezados por el presidente Raúl Castro se unieron para marchar a favor del socialismo representantes de la construcción, educación, ciencia y deportes, comunales, comunicaciones, ciencia, civiles de la defensa, turismo, transporte, administración pública y de los restantes sindicatos, acompañadas por vecinos de cada municipio de la capital.

Más de 50 mil jóvenes trabajadores, estudiantes y combatientes fueron los últimos en marchar, en lo que fue una histórica jornada, que como cada año deviene la mayor movilización de pueblo de la nación.

DÍA DEL TRABAJO EN AMÉRICA LATINA

El Día del Trabajo se celebra hoy en todo el mundo. En América Latina se conmemorará esta fecha con marchas y protestas en las que los trabajadores pedirán desde ajustes salariales hasta el respeto de sus derechos, actos en los que incluso estarán algunos gobernantes, especialmente los de tendencia de izquierda.

Las celebraciones por esta fecha iniciaron ayer en algunos países como Nicaragua, donde se realizó un acto con trabajadores públicos que encabezó el presidente Daniel Ortega.

Entre tanto, el mandatario boliviano, Evo Morales, marchará el jueves en La Paz junto a dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) y sindicatos afines a su Gobierno, tras decir ayer que «la mejor forma de festejar ahora ya no es nacionalizando, sino industrializando».

Se prevé que este año no habrá protestas, pues el Ejecutivo y la COB lograron un acuerdo para subir un 20 % el salario mínimo, hasta 206,8 dólares, que será ratificado mediante un decreto hoy.

A su vez, esta jornada en Colombia llega en un contexto de agitación social por la huelga de sectores del campo en la que, desde el lunes, reclaman al Gobierno el cumplimento de lo pactado en los acuerdos que pusieron fin a las protestas del año pasado.

Además, sindicatos y partidos de izquierda convocaron a manifestaciones para protestar contra los tratados de libre comercio firmados por Colombia.

En Uruguay, el sindicato único del país, el PIT-CNT, realizará un acto cerca al Parlamento, al que se espera que acuda el presidente José Mujica. Pese a su cercanía con el Gobierno, reclamará por mejoras salariales, la reforma del sistema de salud y un mayor presupuesto para la enseñanza.

En Cuba, se vivirá la tradicional movilización en la Plaza de la Revolución de La Habana, donde está previsto que medio millón de personas acudan a un desfile «combativo, masivo, disciplinado y compacto», según la Central de Trabajadores de Cuba (CTC).

El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, encabezará una celebración a la que asistirán representantes de organizaciones gremiales como la Confederación de Trabajadores de México.

Otros grupos como la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y el Sindicato Mexicano de Electricistas, próximos a la izquierda y muy críticas con el Gobierno, convocaron a una manifestación que culminará en el Zócalo capitalino.

En Paraguay, una manifestación denunciará el incumplimiento de las leyes laborales, la alta tasa de desempleo, la inflación y para pedir la derogación de la ley que permite las Alianzas Público Privadas. Algunos sindicatos mantienen una mesa de negociación con el Gobierno, después de realizar el pasado 26 de marzo la primera huelga general contra el presidente Horacio Cartes.

En Panamá, los principales grupos sindicales marcharán para reivindicar mejores salarios y un menor costo de la canasta básica de alimentos, en medio de un ambiente de crispación laboral que incluye la huelga que adelanta el sector de la construcción, que ha paralizado obras como las de la ampliación del Canal de Panamá.

En Costa Rica, sindicatos marcharán hasta la Asamblea Legislativa para entregar un documento a los nuevos diputados que inician labores ese día para el periodo 2014-2018, en el que pedirán eliminar el veto a una reforma laboral de la presidenta Laura Chinchilla, quien se opuso al considerar que legaliza las huelgas en sectores claves como la salud, el agua y la Policía.

Con peticiones salariales y para resolver el déficit en el sistema de pensiones, en El Salvador se han anunciado al menos dos marchas, mientras que en Honduras, en las manifestaciones se protestará contra el alto costo de la vida.

En Guatemala, la marcha por el Día del Trabajo tendrá como mensaje principal la petición de libertad sindical y que se respeten los derechos laborales.

En Chile, la principal actividad será una marcha convocada por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), cuya presidenta, Bárbara Figueroa, la consideró el inicio de la construcción «de un nuevo tempo» para el mundo laboral.

A su vez, la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) se reunirá en el centro histórico de Lima para reiterar sus críticas al modelo económico «neoliberal» del Gobierno de Ollanta Humala y exigir «medidas efectivas» contra la delincuencia.

La principal reivindicación sindical en las diferentes manifestaciones previstas en Brasilserá la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. Esta celebración se produce en medio de las amenazas de algunos sindicatos, entre ellos el de agentes de la Policía Federal, de paralizar sus actividades durante el Mundial de fútbol en caso de no obtener aumentos salariales.

En Venezuela, para mostrar su apoyo al «presidente obrero», como los oficialistas se refieren a Nicolás Maduro, la Central Bolivariana de Trabajadores (CBT) informó que unos dos millones de trabajadores desfilarán por Caracas.

Con motivo del Primero de mayo, Maduro anunció el martes un incremento del 30 % del salario mínimo, algo que podría ayudar a paliar la difícil situación económica del país, donde la inflación anual ronda el 60 %.

Tras la huelga general en Argentina del pasado 10 de abril convocada por las alas opositoras de las dos centrales obreras del país, para este jueves la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) pedirá ante la sede del Parlamento, entre otras, un 35 % de aumento salarial.

En Ecuador, las centrales sindicales y el Gobierno saldrán a las calles de Quito, cada cual por su lado, en una jornada en la que se abrirá el debate sobre un nuevo código normativo para el sector.

Por su parte, este Primero de Mayo sorprende a los trabajadores dominicanos enfrentados con los empleadores, quienes promueven la eliminación de las prestaciones laborales para supuestamente incentivar la creación de empleos de calidad y mejorar la productividad.

http://www.larepublica.pe/01-05-2014/dia-del-trabajo-asi-conmemoran-en-america-latina-esta-fecha-especial

Latinoamérica celebró con matices el 1º de Mayo

En los países de la región con gobiernos de centroizquierda los principales actos se realizaron en apoyo a los procesos en marcha. También se manifestaron las fuerzas opositoras. En el resto, la calle sirvió para amplificar los reclamos cotidianos.

Con diferentes actos se celebró ayer el Día del Trabajador en América latina. En Venezuela, y ante una gran concentración de trabajadores simpatizantes, el presidente Nicolás Maduro preguntó qué haría la clase obrera si un día se levantara con la noticia de que el presidente constitucional de la República fue depuesto de su cargo. “¿La clase obrera reconocería otro gobierno? ¿La clase obrera seguiría trabajando para otro gobierno? Ahí entraríamos en esos momentos, en esos caminos (en los) que le toca a los pueblos decidir qué hacer”, señaló el mandatario. Además, miles de simpatizantes chavistas marcharon por Caracas para agradecer al presidente un aumento del salario mínimo otorgado el martes. La oposición se concentró en otro sector de la capital para protestar por la crisis económica. Unos 3000 manifestantes envueltos en banderas venezolanas y portando pancartas con referencias a la inflación, la escasez de alimentos y la inseguridad marcharon al son de pitos y cornetas por el este de la ciudad, feudo de la oposición.

Para encarar la inflación, que roza el 60 por ciento anual, la más alta de Latinoamérica, Maduro anunció esta semana un aumento del 30 por ciento en el salario mínimo, que se ubica en 675 dólares mensuales al cambio oficial de 6,3 bolívares por dólar y apenas en 60 dólares a tasa de mercado paralelo. “No es normal que se duerma en los supermercados para hacer una cola por alimentos” o “No queremos un aumento de mentira, cuando los precios son de verdad”, fueron los slogans que blandieron los opositores en las pancartas.

Por su parte, Maduro respondió a las preguntas lanzadas por él en el acto central por el Día del Trabajador. “La clase obrera tiene que tener claro, yo estoy seguro qué harían ustedes, estoy muy seguro qué haría la clase obrera y estoy muy seguro qué haría la fuerza armada nacional bolivariana si algún día pretendiera imponerse un régimen fascista, pinochetista, proimperialista”, indicó. Y dijo estar seguro de que si algún día el imperio impusiera en Venezuela un régimen proimperialista, la clase obrera petrolera no produciría una gota de petróleo más para la oligarquía y el imperialismo. “Estoy seguro de que el pueblo decretaría una huelga general y se iría a la insurrección cívico militar”, aseguró.

En Brasil, la Central Unica de Trabajadores (CUT, mayor organización sindical del país) respaldó, en un acto en San Pablo, al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, que anunció ayer un aumento de 10 por ciento a un subsidio mensual que reciben 36 millones de pobres y una futura disminución de la carga del impuesto que grava los sueldos. Los anuncios de Rousseff fueron criticados durante el acto, también en San Pablo, de Fuerza Sindical, la segunda central obrera del país, y por el principal precandidato opositor a la presidencia, el socialdemócrata Aécio Neves, quien opinó que reflejan “la desesperación de un gobierno acosado por sucesivas denuncias de corrupción”.

En Uruguay, la central sindical única PIT-CNT, en su tradicional marcha por Montevideo, reconoció que desde 2005 (cuando accedió al gobierno el Frente Amplio) a la fecha, hubo cambios sustanciales en las relaciones laborales, aun cuando “no hay nadie en el país que tenga el programa de la clase obrera”, dijo el secretario ejecutivo, Gabriel Molina. En Chile, la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) manifestó su apoyo a las reformas impulsadas por el gobierno de Michelle Bachelet, pero advirtió que vigilará que se cumplan. “Somos y seremos los más leales con las transformaciones que Chile demanda y los que más presionaremos para que se cumpla el programa de gobierno”, dijo la presidenta de la CUT, Bárbara Figueroa.

En Paraguay las organizaciones sindicales celebraron por separado. La Central Nacional de Trabajadores (CNT), que asiste al diálogo con el gobierno instalado tras la huelga general del 26 de marzo, compartió una misa con el ministro de Trabajo, Guillermo Sosa, y paralelamente denunció despidos de trabajadores por sus actividades sindicales y subcontrataciones y tercerizaciones que violan los derechos laborales.

“Denunciamos a los dirigentes entreguistas que construyen la mesa de negociación”, afirmó Eduardo Ojeda, presidente de la Corriente Sindical Clasista (CSC) que organizó su propio acto, mientras otras agrupaciones realizaron una concentración frente al Panteón de los Héroes, donde descansan los restos de algunos ex presidentes paraguayos.

En Bolivia, el presidente Evo Morales encabezó una marcha multitudinaria que terminó en la plaza principal de La Paz, donde firmó el decreto que oficializa los aumentos concertados con la Central Obrera Boliviana (COB), de 10 por ciento para los sueldos en general y de 20 por ciento para el mínimo nacional, que pasa de 1200 a 1440 bolivianos (unos 220 dólares).

En Perú, cientos de trabajadores del seguro estatal de salud Essalud protestaron en Lima contra el gobierno del presidente Ollanta Humala por los “malos manejos” que atribuyen a ese organismo y la Confederación General de Trabajadores (CGTP) tenía previsto realizar una concentración en el centro de la capital contra el modelo económico y en reclamo de medidas efectivas contra la criminalidad.

En Cuba se efectuó el tradicional desfile multitudinario en la plaza de la Revolución, en La Habana, donde el presidente Raúl Castro reiteró críticas a Estados Unidos y la adhesión al gobierno de Venezuela, pero no hubo anuncios de parte de las autoridades ni reclamos de los manifestantes. En Colombia, las centrales obreras enar-bolaron la consigna “Por la paz, por el trabajo decente y por la vida digna”, y en Ecuador rechazaron un proyecto de reforma del Código Laboral impulsado por el gobierno y que, según el presidente Rafael Correa, fue pensado “en función de las necesidades de los trabajadores”.

 

http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-245289-2014-05-02.html

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