Los cien años del “puente del mundo”: el Canal de Panamá cumple un siglo de vida

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Los panameños celebran este viernes, 15 de agosto, con orgullo, los 100 años del Canal de Panamá, una vía interoceánica que une al océano Atlántico con el Pacífico, acortando distancias y dinamizando el comercio mundial.
Esta gran obra de ingeniería reconocida a nivel mundial, que surgido de la audacia de partir en dos el estrecho istmo americano para construir un paso acuático que uniera el mundo, entra en su segunda centuria administrado por panameños, en plena expansión y consolidado como hazaña histórica de alcance universal.
El intento pionero de construir el Canal, por donde en la actualidad pasa el 6 % del comercio mundial, fue de los franceses a partir de 1880 y duró casi 20 años, primero de la mano del condeFerdinand de Lesseps -que no era ingeniero- y la Compañía Universal del Canal Interoceánico, que se hundió por un escándalo financiero en 1889.
De la Compañía Universal se pasó a la Nueva Compañía del Canal y los franceses retomaron y avanzaron significativamente los trabajos de excavación guiados por el ingeniero Phillipe Bunau-Varilla, pero, a través de éste, terminaron vendiendo sus derechos de construcción a Estados Unidos por 40 millones de dólares.
El esfuerzo de los franceses, y en especial la astucia de Varilla para convencer al naciente imperio estadounidense de que se decidiera por una zanja interoceánica por Panamá y no por Nicaragua, sirvió a Washington para terminar con éxito el canal entre 1904 y 1914, con un costo cercano a los 400 millones de dólares.
Durante los diez años en que Estados Unidos construyó el Canal, trabajaron en la monumental obra más de 56.000 personas, la mayoría de caribeñas, pero también italianos, griegos, chinos y unos 7.000 españoles gallegos, de los que murieron más de 5.600 por fiebre amarilla, malaria y accidentes.
El Canal está bajo soberanía plena de Panamá desde el 31 de diciembre de 1999 por los tratadosTorrijos-Carter, que también acabaron con la presencia militar estadounidense en Panamá.
Si por los frutos se ha de medir, la administración panameña del Canal de Panamá ha multiplicado por cinco en 15 años el total de 1.878 millones de dólares aportados por la vía interoceánica a los habitantes del país centroamericano en los 85 años que estuvo bajo el control de EE.UU.
En estos tres lustros, los panameños han emprendido además, y financiado con 5.250 millones de dólares, la construcción del tercer juego de esclusas que duplicará la capacidad del Canal a partir de 2016.
A sus cien años, por las aguas del canal han transitado más de un millón de barcos, tanto militares como mercantes.
Celebración
Este 15 de agosto se celebrarán los 100 años del Canal de Panamá con un espectáculo que reunirá a 150 artistas panameños, en la gala musical.
«Será un espectáculo cargado de pasión y energía que contará la historia del Canal de Panamá desde una óptica diferente», señaló la productora de la gala, Madelaine Leignadier, en una conferencia de prensa.
Leignadier indicó que el evento durará 50 minutos, dividido en cuatro actos, en los que se narrará los acontecimientos más relevantes de la vía interoceánica, a través de imágenes, canciones, bailes e intervenciones grabadas de algunos personajes que son parte de esta historia.
Dijo que será el escenario «más grande» construido para un espectáculo televisivo en Panamá, con una extensión de 120 pies (36,6 metros) de largo, dentro del Centro de Convenciones Figali.
Leignadier no quiso ahondar mucho más sobre el espectáculo, porque será «una sorpresa» tanto para los invitados asistentes como para quienes lo vean en una cadena de televisión, en la que participarán empresas locales y del exterior.
Además de los músicos Rubén Blades y Danilo Pérez, también participarán los cantantes Sandra Sandoval, Yomira John, Luis Arteaga, Ricardo Velásquez, Juliette Roy, Ricardo y Alberto Gaitán, Alejandro La Grotta, Gretel Garibaldi y Manuel Corredera, entre otros.
También estarán presentes los ballet Nacional y Centenario de Panamá, el grupo de percusionistas de Ricaurte Villarreal y la Filármonica Musicalion, en una producción especial para conmemorar los 100 años de la apertura del Canal que tendrá música original y arreglos adaptados del director panameño David Choy.

Signo y destino de una nación

Los 80 kilómetros del Canal de Panamá, que une a los dos océanos, ha servido desde hace 100 años para abrir paso al comercio mundial. A partir del año 2000, cuando la administración pasó a manos panameñas, la vía ha sido uno de los motores de la economía. En 14 años aportó $8 mil 590.9 millones al Estado, y en los últimos 20 años invirtió más de $7 milmillones, de los cuales $5 mil 250 millones corresponden a su ampliación, que empezó en 2007.

Desde el 15 de agosto de 1914, cuando se inauguró el Canal con el paso del Ancón, hasta el 30 de julio de 2014, por él han transitado un millón 55 mil 212 buques. Se espera que con el inicio de operaciones de la ampliación, a principios de 2016, la vía acuática se plantee retos.

“Más que servir de tránsito de mercancías, Panamá debe aprovechar el valor de la ruta para agregarle valor a la carga”, destaca el exadministrador Alberto Alemán Zubieta.

 

http://www.prensa.com/impreso/panorama/signo-y-destino-nacion/375675

 

Centenario del Canal de Panamá con sabor agridulce

Debía ser la celebración de un triunfo de la ingeniería asociado íntimamente con el nacimiento dePanamá como país independiente.
El festejo el viernes del 100mo aniversario del Canal de Panamá, no obstante, sorprende a la nación sumida en dudas en torno a su capacidad para aprovechar al máximo la expansión del paso con otro proyecto monumental considerado vital para el futuro de la vía interoceánica. La iniciativa ha sido golpeada por sobrecostos, huelgas y una posible competencia a la vuelta de la esquina.
El Canal, que en su momento revolucionó el comercio mundial y cuya construcción cobró la vida de miles de trabajadores, ha ido perdiendo relevancia al no poder admitir los barcos «post-Panamax», de gran calado que se usan ahora.
Muchos de ellos cambiaron de ruta y prefieren ahora usar el Canal de Suez, que es mucho más grande.
A esto se suma la posible competencia de un canal a través de Nicaragua. La Asamblea Nacionalde ese país aprobó la iniciativa el año pasado y le entregó una concesión a una firma china. Ese proyecto, sin embargo, está todavía en pañales.
Panamá que, alentada por Estados Unidos, se independizó de Colombia para construir el canal y asumió su control pleno en 1999, tomó el toro por los cuernos y encaró una expansión de 5.250 millones de dólares.
Pensaban tener lista la obra para el 15 de agosto, día del centenario, pero a raíz de las demoras, una disputa por presuntos sobrecostos por 1.600 millones de dólares, que paralizó las obras de ampliación en febrero, una huelga de obreros de dos semanas ocurrida en mayo, la nueva obra estaría lista en el mejor de los casos a principios de 2016, según las autoridades del Canal.
«El proyecto de ampliación sigue siendo vulnerable a los retrasos derivados de las relaciones laborares problemáticas y conflictos respecto a los sobrecostos», afirma Diego Moya-Ocampos, analista senior para América Latina de la consultora internacional IHS Country Risk.
El presidente Juan Carlos Varela, quien asumió el 1 de julio, aspira a convertir a Panamá en un centro logístico mundial e incluso propiciar un tercer proyecto colosal en el canal, con la construcción de un cuarto carril de esclusas, ante la posible competencia que pudiera representar un canal por Nicaragua.
«Tenemos que terminar la ampliación, esa es nuestra misión fundamental», señaló el ministro del canal, Roberto Roy. «Después que terminemos, entonces, tendremos un canal competitivo, un canal de verdad, no un canal imaginario. Vamos a recuperar carga y tránsito que ahora mismo estamos perdiendo hacia el Canal de Suez», que también planea una expansión.
En los últimos dos años, grandes líneas navieras como Maersk de Dinamarca y Evergreen de Taiwán han dejado de hacer tránsitos con buques de 4.000 y 5.000 contenedores entre Asia y la costa Este de Estados para utilizar el Canal de Suez, por el que pasan barcos con más del doble de la carga que puede recibir el Canal de Panamá.
Esas pérdidas han sido paliadas con la llegada de nuevas rutas más cortas y clientes sudamericanos, aseguró en una entrevista el administrador del canal, Jorge Luis Quijano.
Desde que el canal pasó a manos panameñas el 31 de diciembre de 1999, los administradores lo manejaron con una visión comercial y de manera eficiente, lo que produjo inyectando a las arcas estales 8.500 millones de dólares desde que fue entregado en diciembre de 1999.
Cuando era manejado por Estados Unidos, esos aportes solo fueron por 1.800 millones.
Panamá celebra el centenario aunque sin grandes actos o la presencia de líderes mundiales. Aunque el viernes habrá una romería a los millares de trabajadores muertos durante la construcción de la vía y se celebrará una gala en la que se presentará el cantautor panameño de salsa Rubén Blades.
De acuerdos con cálculos de la época, casi 30.000 obreros murieron durante la construcción del canal principalmente a raíz de malaria y la fiebre amarilla causada por mosquitos del trópico. Las muertes, en su mayoría obreros de las islas de las Antillas, se dieron mayormente durante el período en que el proyecto estuvo en manos de una compañía francesa, entre 1881 y 1886.
La aventura francesa quebró y Estados Unidos compró los derechos del proyecto con el fin de terminarlo, para lo cual auspició el movimiento separatista panameño de una Colombia que había rechazado antes un tratado con los estadounidenses para proseguir la construcción por la que era entonces una provincia bajo jurisdicción colombiana «olvidada» y con la gente en condiciones«infrahumanas», de acuerdo con Quijano.
Estados Unidos, que antes había enfocado sus estudios en la posibilidad de construir un canal porNicaragua, obtuvo la concesión a perpetuidad de la ruta panameña y una amplia zona de 8 kilómetros (5 millas) a cada lado de la zanja. Esto creó sendas fricciones con los panameños, incluso con episodios de enfrentamientos violentos que empujaron a la larga un tratado entre ambos países para la transferencia de la vía.
Panamá también heredó de la construcción del canal grandes infraestructuras viales, portuarias y zonas edificadas, además, de que se libró de las enfermedades tropicales que devastaron a buena parte de la masa de trabajadores canaleros.
El canal le aporta en la actualidad a las arcas del Estado 1.000 millones de dólares al año, aunque las actividades relaciones con la vía representan casi el 20% del Producto Interno Bruto del país.
Quijano admitió que hubiese sido interesante tener el proyecto de ampliación listo en el año del centenario, aunque asegura que «sabíamos desde un principio que un proyecto tan complejo como éste no necesariamente se iba a terminar» en el marco de la histórica fecha.
«La realidad es que en nuestro centenario lo que podamos honrar es lo que hicieron todos estos trabajadores en la construcción del canal; muchos vinieron desde lejos, dejaron sus vidas en la zanja para darnos lo que tenemos hoy», destacó.
Muchos habitantes de poblados aledaños a la zanja, que estuvieron bajo control de las autoridades civiles y militares de Estados Unidos, quieren ver culminada la ampliación para ver pasar los buques gigantes.
«Este hubiese sido el momento para festejar esa obra, que necesitamos todos urgentemente», dijo Carlos Bennett, un taxista turístico de 60 años, del poblado de Paraíso, cercano a una de las esclusas y desde donde se ven pasar los barcos de cerca. En este lugar se mantienen vestigios de la antigua presencia estadounidense, como una estafeta de correo y un viejo caserón de madera con varios cuartos en que habitaron obreros y militares norteamericanos solteros.
«Panamá tiene que exigirle a los constructores extranjeros que se dejen de pleitos y nos entreguen la obra (ampliada) el otro año», agregó Bennett, nieto de un extrabajador en la construcción del canal que emigró desde Islas Vírgenes británicas. «No podemos darnos el lujo de quedar como incapaces ante el mundo».
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