Reforma energética: más de 2,7 millones de firmas buscan impulsar consulta popular

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El dirigente del partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Andrés Manuel López Obrador, entregó ayer en el Senado 2 millones 712 mil 285 firmas de ciudadanos que solicitan una consulta popular acerca de la reforma energética, durante un acto en que se dio un desencuentro entre él y el presidente de esa cámara, el perredista Miguel Barbosa Huerta.

Acompañado por otros integrantes de la mesa directiva del Senado, Barbosa salió del salón donde se efectuó la entrega protocolaria de 136 cajas con las firmas recabadas en favor de la consulta y, fuera del recinto, declaró que el líder de Morena había cometido una grosería y faltado al respeto a ese órgano del Poder Legislativo, ya que realizó aparte su propio evento político.

Antes del acto protocolario, López Obrador pronunció un discurso durante el cual calificó de traidor a la patria al presidente Enrique Peña Nieto yemplazó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a resolvercon independencia la solicitud de consulta, ya que de lo contrario el Poder Judicial estaría cometiendo un golpe de Estado.

Al final de la entrega de la documentación, López Obrador rechazó haber desairado al presidente del Senado y no quiso abundar en el tema.

Barbosa declaró que estaba muy molesto por la actitud de López Obrador y los integrantes de Morena que lo acompañaron, ya que ofendióal Senado porque hizo su propio evento y los dejó esperando, a él, al vicepresidente del órgano legislativo, el priísta Arturo Zamora, y a otros integrantes de la mesa directiva que acudieron a recibir los documentos.

Falla de logística

Los senadores Manuel Bartlett y Layda Sansores, del PT, así como los perredistas Fernando Mayans y Adán Augusto López, quienes acudieron al acto con López Obrador, rechazaron los señalamientos de Barbosa. Coincidieron en que el problema fue que las salas 5 y 6, donde se llevó a cabo la entrega de firmas, fueron separadas en dos partes.

En una, la de la parte delantera, estaba Barbosa en medio un alto templete para fotógrafos y camarógrafos, y atrás las 136 cajas con las firmas. A este último sitio fueron conducidos López Obrador, Martí Batres, Claudia Sheinbaum y el ingeniero Javier Jiménez Espriú por personal de resguardo parlamentario.

Incluso en ese lugar había un micrófono y Martí Batres tomó la palabra. Cuando Barbosa se dio cuenta, pidió al secretario de servicios parlamentarios, Arturo Garita, que indicara a López Obrador y demás integrantes de Morena que el acto se realizaría adelante, que ahí los estaban esperando. El tabasqueño les dijo que aguardaran.

Después de Batres hablaron Sheinbaum y Jiménez Espriú. Luego, López Obrador respondió a la petista Martha Palafox, integrante de la mesa directiva, quien acudió también a llamarlo, que en un momento irían con Barbosa.

Sansores consideró que el error fue que no había nadie de la mesa directiva fuera del Senado, como ocurre con los invitados, para conducir a López Obrador al sitio que se había elegido para realizar la entrega de la documentación.

Barbosa insistió en que el protocolo ya estaba acordado y consistía en que él, flanqueado por López Obrador y Martí Batres, recibiera las firmas y luego hablaran quienes quisieran.

El perredista aclaró que el trámite se desahogó normalmente, ya que Arturo Garita fue el encargado de recibir los documentos, que serán enviados de inmediato al Instituto Nacional Electoral.

Los coordinadores de PRI y PAN, Emilio Gamboa y Jorge Luis Preciado, respectivamente, deploraron lo ocurrido y acusaron a López Obrador de no respetar a las instituciones.

El panista dijo que el tabasqueñodio la espalda a la mesa directiva, que lo estaba esperando para recibir los documentos.

La Jornada

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