CELAC y UE firman compromiso en la lucha contra el cambio climático

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La UE y la Celac sellaron este jueves su compromiso en la lucha contra el cambio climático, al cierre de una cumbre en la que coincidieron en pedir el fin del embargo a Cuba y se mostraron divididas respecto a Venezuela.

“Insistentemente se trató el tema del cambio climático (…) Todos acogimos la propuesta de que en diciembre en París tenemos que llegar a acuerdos vinculantes”, dijo el presidente protempore de la Celac, el ecuatoriano Rafael Correa, en referencia a la cumbre climática de la ONU (COP21).

“Pronto será un problema para todos, de supervivencia para la propia humanidad”, aseguró Correa al cierre de esta cumbre que recibió durante dos días a 61 países de la UE y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

“Juntos podemos tener un impacto global en las negociaciones sobre el clima”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

En el mismo sentido el líder peruano, Ollanta Humala, afirmó que se trata de un “tema fundamental” y pidió que se siga “avanzando en la consolidación del Fondo Verde” que será alimentado por los países ricos a partir de 2020 para inversiones y transferencia tecnológica.

América Latina y las islas del Caribe es una de las regiones más expuestas al calentamiento del planeta y el presidente colombiano Juan Manuel Santos recordó que el fenómeno El Niño, que corre el riesgo de agravarse en el segundo semestre del año, “tiene mucho que ver con el calentamiento climático”.

En el frente político, los dos días de conversaciones estuvieron marcados por Cuba y Venezuela.

En la declaración final, los países pidieron el fin del embargo de Estados Unidos a la isla comunista, aunque se mostraron divididos sobre las sanciones de Washington a Venezuela.

Los latinoamericanos, entre ellos la presidenta brasileña Dilma Rousseff y Correa, cerraron filas en torno al gobierno del presidente Nicolás Maduro y reclamaron la derogación del decreto que define a Venezuela como una amenaza para Estados Unidos.

Los europeos, no obstante, que han mostrado su preocupación por el encarcelamiento de políticos opositores en ese país y lo que consideran una política de violación de los derechos humanos, se opusieron a unirse al llamamiento.

Finalmente, tras intensos debates entre bambalinas, ambos bloques acordaron mencionar en la declaración final las sanciones de Estados Unidos a Venezuela, recordando la condena de la Celac, de la que los europeos sólo “toman nota”.

El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, se desmarcó de la declaración común, recordando “su posición”, y dijo que “el futuro de Venezuela está en el diálogo, la democracia y la libertad”.

Ambos bloques sí acordaron pedir juntos el fin del embargo estadounidense a Cuba, tras el histórico acercamiento entre ambos países anunciado a fines de 2014 por Barack Obama y Raúl Castro, ausente en la cumbre.

“Esperamos que se tomen todos los pasos necesarios hacia un rápido final del embargo” estadounidense contra Cuba, indica el texto, que se felicita de las negociaciones en curso entre La Habana y Washington.

En Europa, las relaciones con Cuba están marcadas por la llamada “posición común” de la UE de 1996, impulsada por el entonces jefe del gobierno español José María Aznar, y que desde entonces supedita el diálogo bilateral a los avances en la isla en materia de derechos humanos y libertades.

En abril de 2014, La Habana y Bruselas empezaron a negociar para poner fin a esa “posición común” y alcanzar con la UE un Acuerdo de Diálogo Político y de Cooperación, que incluye aspectos comerciales y de cooperación pero también la espinosa cuestión de los derechos humanos.

Por su parte, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se llevó ayer de la cumbre UE-Celac la garantía del fondo europeo que había pedido para financiar el posconflicto con las FARC, y el apoyo de ambos bloques a un diálogo cuanto antes con el ELN.

Hubo un “apoyo unánime al proceso de paz”, resumió Santos, satisfecho, al cierre de la cumbre de dos días que reunió a más de 40 jefes de Estado y de gobierno de 61 países de ambos bloques.

“Respaldaremos los esfuerzos del presidente Santos para que se logre una paz duradera en Colombia”, destacó en el discurso de apertura el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk.

Europa anunció que trabaja en la creación de un fondo fiduciario para apoyar la fase posconflicto, que, según el colombiano, está a punto de ser aprobado, a falta de los “últimos trámites legales”.

“Todavía no se puede determinar una cifra [de dinero] específica” pero “muchos países han dicho que van a aportar» una contribución al fondo, cuya sede estará en Bruselas o Colombia, dijo Santos.

Los Andes

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