Con fórmula confirmada, Scioli quedó como único candidato presidencial del oficialismo

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Cuando el reloj aún no había marcado las 7, el kirchnerismo reveló la primera novedad política de un día que amenaza con estar plagado de definiciones: Florencio Randazzo rechazó el ofrecimiento de la Presidente y no será candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires. Por sugerencia de la Casa Rosada, el ministro del Interior y Transporte también declinará su aspiración nacional, por lo que el Frente para la Victoria tendrá un candidato único en las Primarias.

La noticia fue confirmada por el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández: «Florencio ha desistido de participar como precandidato a presidente de la Nación y no ha querido ser candidato en la Provincia por el Frente para la Victoria».

El funcionario aclaró además las versiones que anticipaban la inminente renuncia de Randazzo al puesto que ocupa en la administración nacional: «Yo hablo del tema exclusivamente electoral, pero él va a seguir siendo el ministro de Transporte». Lo que no quedó claro es si será candidato a algo, pero todo indica que no.

El anuncio se convirtió de inmediato en la novedad del día y abrió el interrogante sobre quién será el hombre que representará al kirchnerismo en Buenos Aires, el distrito electoral más grande del país, donde uno de los cuatro postulantes que quedan es justamente el jefe de Gabinete; los otros dos son Julián Domínguez, Fernando Espinoza y Sergio Berni.

En ese sentido, Fernández no fue contundente: «Mi candidatura está firme, pero no pongo por delante esa candidatura. ¿Dónde voy a estar yo? En el lugar que me asigne el proyecto político al que pertenezco, donde me designen, allí estaré». Todo está por resolverse.

Un día de definiciones

La oposición también tiene sus dilemas. El Frente Renovador podría dar certezas sobre su armado político este mediodía. Hay dos incógnitas abiertas: quién será el compañero de fórmula de Sergio Massa y cuál será el nombre bendecido para caminar la provincia de Buenos Aires. La única anotada en ese espacio es Mónica López. A última hora del miércoles había rumores que ponían a otros nombres en la carrera.

El jueves era el día elegido para que el PRO anunciara al compañero de fórmula de Mauricio Macri. Marcos Peña es el dirigente con más apoyo interno, Gabriela Michetti saca ventaja en las encuestas. El ecuatoriano Jaime Durán Barba está convencido de que la senadora es la segunda dirigente del espacio con mayor nivel de conocimiento fuera de la Capital.

Ayer la mesa chica se mostró entusiasmada con el nombramiento de Zannini como vice de Scioli. Decían que la designación polariza aún más las elecciones entre dos visiones de país: la continuidad o el cambio. Con el correr de las horas algunos operadores se animaron a plantear la posibilidad de redefinir la estrategia nacional: no son pocos lo que creen que el líder del partido amarillo debería ir sin competidores a las primarias. El desafío es complejo porque Ernesto Sanz y Elisa Carrió no parecen predipuestos a bajarse de la carrera presidencial.

Hay otras incógnitas que podrían permanecer abiertas hasta el sábado a las 23:59, límite que tiene los partidos para presentar sus nóminas de postulantes. ¿Cristina Kirchner será candidata? ¿Máximo juega en Buenos Aires o en Santa Cruz? ¿Axel Kicillof se anota para el Congreso? ¿Qué pasará con todos los candidatos que se habían dado el baño de humildad?

InfoBae

Con una reunión en Casa Rosada, Scioli y Zannini oficializaron la fórmula

El secretario legal y técnico habló con los medios: dijo que aceptaba con orgullo la postulación pero se la atribuyó a Cristina Fernández. Luego, sostuvo que el bonaerense «es la continuidad del camino». El gobernador pidió a los periodistas que no lo subestimen.

Las piezas del rompecabezas empezaron a acercarse y el esquema de candidatos y listas con el que el kirchnerismo enfrentará las PASO ganó ayer en claridad. Horas después de que Daniel Scioli anunciara que Carlos Zannini sería su candidato a vicepresidente, los integrantes de la fórmula –que todo indica que serán la cabeza de la boleta única con la que se presentará el oficialismo- mantuvieron un encuentro que, de manera simbólica, da el puntapié a la campaña electoral. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, evaluaba anoche su futuro político luego de la decisión de la presidenta Cristina Fernández.

«Acepto con orgullo el pedido de la presidente y acompañaré a quien fue vicepresidente de Néstor Kirchner», dijo Zannini al ingresar ayer a la tarde Casa Rosada. En su primera definición quiso dejar en claro que fue la mandataria la arquitecta de la fórmula y vinculó adrede a Scioli con el primer kirchnerismo de Néstor.

Más allá de la confirmación, el funcionario –siempre esquivo a la exposición- mostró cierta veta de candidato y dialogó unos minutos con los periodistas que lo esperaban. El secretario de Legal y Técnica venía de Olivos, donde había sido parte de la larga reunión que mantuvieron Cristina y Randazzo.

Al ser consultado sobre la representatividad de la fórmula, Zannini –con una frase que sonó a slogan de campaña- dijo que «Scioli es la continuidad del camino» y que aceptó el ofrecimiento del mandatario bonaerense porque «es una manera de complementar la fórmula». Después, ya en su despacho en la planta baja de la Casa de Gobierno se dedicó al rol que históricamente tuvo: la ingeniería electoral. Durante dos horas atendió a los dirigentes del oficialismo que llegaban para ultimar los detalles del cierre de listas que culminará el sábado cuando se conozca todo el entramado de candidaturas.

Desfilaron el secretario general de la CGT, el metalúrgico Antonio Caló; el gobernador de Chubut, Marín Buzzi; el senador Miguel Ángel Pichetto; el titular del PJ y gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner y el santafesino Omar Perotti. También pasó por el despacho el apoderado del PJ, Jorge Landau, quien llevaba en su carpeta los nombres de los concejales que el kirchnerismo postulará en cada distrito.
Mientras la Casa Rosada era un ir y venir de dirigentes y operadores, la presidenta siguió desde Olivos los detalles del armado electoral. Los funcionarios, en cambio, ensayaron una voz coral para celebrar la fórmula Scioli-Zannini. El jefe de Gabinete Aníbal Fernández, afirmó que el proyecto político del FPV «requiere de hombres y mujeres que sean custodios a esa propuesta»: «Zannini es un ejemplo contundente de esa capacidad para custodiar una discusión de esta característica.» Después, evitó hablar sobre el futuro político de Randazzo y dijo que él seguía siendo candidato a la gobernación bonaerense.

Pero la sorpresa la dio Scioli cuando, minutos después de terminar un acto en Avellaneda, anunció que iría hasta la Casa Rosada para mantener una reunión con su compañero de fórmula. Llegó con cinco secretarios pero sin fotógrafo: la foto del binomio se hará esperar un poco más. Al término del encuentro, que duró 45 minutos, dijo que había sido la «primera reunión de planificación».

«Quiero llevarle confianza a los trabajadores y a los empresarios. Que la gente tenga la tranquilidad de que este espacio es el más coherente y el más confiable», sostuvo ya en rol de candidato. Al ser consultado sobre si temía que Zannini hubiera sido designado como el custodio de su gestión, el bonaerense respondió con su historial de kirchnerista: «¿Todavía me subestiman? Hace doce años que me dicen esas cosas y se van a equivocar una vez más. Siempre la misma cantinela.» Consciente de que la fórmula dejó a Randazzo sin mucho margen para negociar, evitó hablar sobre el futuro político del ministro: «No insistan.

No voy a decir nada por respeto a él y a las aspiraciones políticas de todos los compañeros.» Antes de dejar la casa de Gobierno, dejó las disputas internas y disparó contra el candidato presidencial del PRO, Mauricio Macri: «Tengamos cuidado con los que repiten que se necesita un cambio porque eso hoy es hacer marcha atrás».

Tiempo Argentino

 

 

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