Peña Nieto recibe a los reyes de España y acuerdan relanzar relaciones bilaterales

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La primera visita del rey Felipe VI a México marcó un cambio en el tono del discurso, que por primera vez no parecía dirigido a un subordinado, sino a un igual. Fue un discurso que marcó un cambio generacional, declararon funcionarios del gobierno federal que asistieron a la recepción que se ofreció a los monarcas en el Campo Marte.

Diplomáticos de larga data que han vivido este cambio no pudieron evitar las comparaciones entre el discurso del entonces rey Juan Carlos en sus visitas a México durante el sexenio salinista y las del rey Felipe VI, destacando no solo su cordialidad y afecto, sino el matiz de cercanía, que subrayó a lo largo de su alocución el propio presidente Enrique Peña Nieto.

Desde que su majestad fue proclamado rey de España ha sido un símbolo de unidad y esperanza para su pueblo; ha sido, también, un referente de renovación y confianza para Europa. Su preparación y visión corresponden a los nuevos desafíos de nuestro tiempo. Estoy seguro de que con su liderazgo fortalecerá la proyección e influencia positiva de España en el mundo, le dijo el mandatario mexicano.

Felipe VI devolvió el gesto. Las relaciones de España con México son de una importancia capital, no sólo porque somos socios estratégicos y porque nuestros intercambios se producen en infinidad de frentes y ámbitos; son importantes porque se han ido formando a lo largo de una experiencia histórica y cultural común muy amplia.

La recepción en el Campo Marte fue cuidada hasta en sus detalles más mínimos. Inclusive en los ensayos, los elementos del Ejército Mexicano designaron a un militar de estatura similar a la del rey Felipe VI para que hiciera el pase de lista a la guardia de honor, en esta ceremonia que se había dispensado en este sexenio solamente a los presidentes de China, Francia y Colombia. Carlos de Icaza, subsecretario de la cancillería, había definido en una sola palabra el encuentro: reciprocidad

Peña Nieto hizo votos por la renovación entre México y España de una alianza por el futuro que nos compromete. Felipe VI subrayó la trascendencia de esta visita a los Estados Unidos Mexicanos como destino de nuestro primer viaje de Estado al continente americano. Así nos lo ofrecieron, así lo apreciamos y quisimos también; y así lo quiere el gobierno español.

Tras destacar los lazos culturales entre ambas naciones, el Presidente de México recordó que hay más de 5 mil empresas con capital español en territorio nacional, que generan empleos y están decididas a crecer con México. Inversiones presente en sectores claves para impulsar el crecimiento económico, como los servicios financieros, el desarrollo de infraestructura, las telecomunicaciones y las manufacturas.

Mientras que Felipe VI dijo estar convencido de que esta visita servirá para que 170 millones de mexicanos y españoles podamos comprobar, nuevamente, lo mucho que tenemos en común, la fuerza y la vitalidad de nuestras relaciones.

Luego una serie de conversaciones privadas, Enrique Peña Nieto y Felipe VI, acompañados por sus esposas, comieron también en privado, en una terraza de la residencia oficial. La cena de Estado se ofreció en el patio central de Palacio Nacional, algo que el protocolo reserva para las ocasiones especiales y un hecho que Felipe VI agradeció desde su primer discurso. Por todo ello, pero sobre todo, porque nos sale del corazón, permítame, señor Presidente, que acabe con un emocionado: ¡que viva México!

La Jornada

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