Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú constata y condena la contaminación de Chevron en Amazonía ecuatoriana

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La Premio Nobel de la Paz en 1992, Rigoberta Menchú, calificó de “condenable” la contaminación petrolera ocasionada por la compañía estadounidense Chevron-Texaco en la Amazonía ecuatoriana, que este miércoles pudo constatar con sus manos, tras sumergirlas sin guantes en una de las piscinas del pozo ´Aguarico 4” en Lago Agrio, provincia de Sucumbíos.

“No hay palabras que puedan narrar un hecho tan repudiable y condenable”, dijo atónita la líder indigenista con las manos llenas de petróleo, ante por los menos una veintena de periodistas de medios nacionales e “internacionales, a quienes expuso que este es un hecho “triste y doloroso”.

“Agradezco a la vida tener la oportunidad de llegar aquí”, señaló Menchú tras recorrer en esta jornada un tramo de la selva amazónica vistiendo su traje multicolor habitual de indígena maya de Guatemala, una gorra y unas botas de caucho color negro.

Expuso que pudo ver “por mis ojos” esta afectación al medioambiente, que, apuntó, “no se hizo con ignorancia” porque se sabía que el daño no se quedaría solamente en este sitio exclusivamente.

La luchadora por los derechos humanos estuvo acompañada de la ministra de Ambiente, Lorena Tapia; el presidente de la Comisión de Biodiversidad de la Asamblea Nacional, Carlos Viteri Gualinga, la asesora del canciller ecuatoriano, Helga Serrano, y una decena de asambleístas nacionales.

Dijo que como “ciudadana del mundo” tiene obligaciones de defender la vida, el agua y la naturaleza y por ello agradece “a la vida” el haber tenido la oportunidad de poder constatar los daños ocasionados por la empresa estadounidense, que operó en la región amazónica de Ecuador, entre 1964 y 1990.

Menchú, quien preside la Comisión de Alto Nivel en respaldo a las propuestas de Ecuador en materia de transnacionales, anunció que encabezará una comisión de personalidades notables del mundo, cuyos nombres no quiso adelantar argumentando que están en conversaciones, para dar apoyo al gobierno ecuatoriano frente a la contrademanda de Chevron-Texaco.

“Ahora los victimarios quieren ser victimarios doble veces”, indicó al referirse a la negativa de la empresa estadounidense a cumplir el fallo de una Corte nacional para que pague 9.500 millones de dólares a los damnificados por la explotación de crudo en este país, entre ellos quienes padecen de afecciones diversas y cáncer, y familiares de personas fallecidas.

Durante los años que operó en Ecuador la compañía Texaco, fusionada con Chevron en 2001, perforó y operó 356 pozos de petróleo y abrió al menos 1.000 piscinas en la selva, donde se arrojaban residuos como crudo, aguas y lodos tóxicos.

Según información del Ministerio de Ambiente (MAE) de este país suramericano, el contenido contaminante de ciertas piscinas era incendiado junto a la vegetación a 200 metros a la redonda. Además, en esta etapa fueron quemados 235.000 millones de pies cúbicos de gas al aire libre. También fueron vertidos en la zona 680.000 barriles de crudo.

cuador llevará el caso contra Chevron-Texaco “hasta las últimas consecuencias”

La ministra ecuatoriana de Ambiente ratificó a la prensa que su país llevará este caso contra Chevron-Texaco “hasta las últimas consecuencias” y dijo que le está haciendo frente a los procesos legales desde distintos espacios, como en el tribunal internacional de La Haya, donde esa empresa está procurando “astutamente y de manera inaceptable” de responsabilizar al gobierno ecuatoriano con la catástrofe ambiental.

“No solamente fue responsable (Chevron-Texaco) por la no remediación, sino por la mala operación; no aplicó los estándares que hacía en otras partes del mundo”, afirmó Tampia tras indicar que su país defenderá hasta el último día los derechos que fueron vulnerados a los ciudadanos.

Por su parte, Viteri Gualinga, manifestó a Andes que no es tardía la decisión del máximo órgano legislativo, que ha estado pendiente y la víspera encargó a la Comisión de Biodiversidad auditar el accionar de la compañía petrolera estadounidense en Ecuador, sino que es parte de un largo proceso iniciado por las comunidades y ahora es que está ocurriendo “esa agresión” este proceso legal contra el gobierno nacional y por ello se están tomando estas acciones.

“La agresión no para; hay tribunales de arbitraje como el de La Haya que están estudiando (el caso) luego de dos semanas de audiencias, de tal manera que estamos en un momento oportuno para contribuir a defender la causa ecuatoriana”, indicó.

Andes

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