Perú: en encuentro nacional, campesinos exponen experiencias en incidencia política para elaborar agenda nacional

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¿Cómo las mujeres y hombres que trabajan la tierra pueden combatir los problemas que los asechan? Con esta premisa se desarrolló en Lima el Taller Nacional para la Incidencia en Políticas Públicas organizado por la Confederación Nacional Agraria – CNA. Esto con miras a fortalecer la capacidad de incidencia de las bases regionales y constituir una agenda nacional que represente las principales demandas y propuestas de los agricultores, campesinos y pueblos indígenas del Perú.

La actividad, realizada los días 11 y 12 de setiembre, inició con charlas temáticas sobre la situación de la agricultura familiar, los recientes paquetazos ambientales y su riesgo para la seguridad jurídica territorial, y la importancia de la identidad cultural. Luego las mujeres y hombres líderes de las bases de CNA hicieron un informe del trabajo de incidencia política que vienen haciendo en sus regiones.

Necesaria capacidad de gestión y propuesta

Con esta dinámica los delegados pudieron conocer las demandas y propuestas que están haciendo sus pares regionales. Hubo coincidencia en las problemáticas de contaminación de sus principales fuentes hídricas, acaparamiento y despojo de tierras y territorios para actividades extractivas, y pérdida de cultivos y semillas por contaminación y desastres climáticos.

Para muchos fue gratificante escuchar que a pesar de sus dificultades orgánicas, muchos gremios han iniciado procesos de incidencia que ya les viene sumando frutos. Edwin Humareda, presidente de la Liga Agraria de Cañete, informó que luego de haber reconstituido su organización elaboraron de forma participativa una agenda agraria provincial que fue presentada al Minagri. La agenda incluía temas prioritarios como el colapso de drenes a raíz del terremoto de 2007, la competencia desleal a raíz de importaciones, asesoramiento para planes de negocios, proyectos de irrigación, entre otros. «La liga ha apostado por mostrar la importancia de la pequeña agricultura, porque no solamente se habla de un pedazo de tierra, también es mano de obra, es economía, es alimentación», concretó.

Destacó también la labor de la federación Rumimaki Puno, cuyo líder, Mariano Condemayta, viene encabezando la coordinación del Pacto de Unidad de las organizaciones indígenas de Puno. En conjunto, estas organizaciones están impulsando se instale la Gerencia Regional de Pueblos Originarios y Comunidades Campesinas del en el Gobierno Regional que resulta de una extensión del Grupo de Trabajo de Políticas Indígenas que integra el Viceministerio de Interculturalidad con las organizaciones indígenas del país, entre ellas CNA. «En Puno, nosotros trabajamos en alianza con otras organizaciones, replicando lo que hacen nuestros representantes nacionales. Ya estamos a puertas de tener institucionalidad indígena que será positiva para nosotros», relató Condemayta. La experiencia de buscar alianzas para causas comunes también fue vertida por la campesina de Junín Rosalía Clemente, quien contó que la ordenanza regional de Soberanía y Seguridad Alimentaria, que lograron hace algunos años, ya está en etapa de reglamentación gracias al trabajo conjunto con otras organizaciones sociales.

Por su parte, los dirigentes moqueguanos y huanuqueños describieron las limitaciones que han experimentado al momento de buscar respaldo de las autoridades. «Hemos querido nos apoyen los municipios para fortalecer los proyectos productivos que tenemos sobre agricultura sostenible y soberanía alimentaria, los cuales venimos desarrollando por nuestra cuenta satisfactoriamente, pero no nos han considerado por no haberlos apoyado en su campaña política y han priorizado favorecer a sus allegados. Sin embargo hemos podido ocupar espacios en el gobierno regional como consejeros de coordinación agraria» relató Lorenzo Figueredo, presidente de la FADITH.

Ya en su turno, Apurímac y Amazonas, informaron de logros concretos que han conseguido a favor de la protección de sus medios de vida. Mediante documentos presentados al gobierno regional, la FARA – Apurímac ha logrado la reforestación de bosques y el abastecimiento de abono a los campesinos; mientras que la FANOR – Amazonas, en alianza con las rondas campesinas, lograron que los municipios de Cajaruro y Jamalca declaren intangible sus bosques y montañas y se prohíba las concesiones en cabeceras de cuenca respectivamente.

En su momento, las dirigencias de Ucayali, Ayacucho, Cañete y Apurímac coincidieron en la importancia de tener espacios destinados al acojo de los campesinos y pequeños productores. «Nuestros locales tienen que ser espacios donde se formen y capaciten los agricultores, deben encontrar allí oportunidades de un desarrollo integral, donde incluso los jóvenes se sientan cómodos», expuso Yrma Vivas, lideresa de FADU – Ucayali.
Espacios públicos que deben ser aprovechados

​Los delegados de Moquegua, Puno, Apurímac, Cañete y Amazonas valoraron el aporte a la visibilidad de su trabajo que hacen gracias a los programas radiales. «Hemos puesto en agenda local y regional temas como seguridad y soberanía alimentaria, si las autoridades no le dan importancia a estos temas, a nuestros compañeros campesinos tenemos que informarles. Hemos también enfatizado y apoyado la agenda nacional como la derogación de la Ley 30230 y el Decreto 001-2015 EM emprendida desde CNA. Esto nos ha servido para mostrarnos ante el público y las autoridades con nuestras propuestas», relató Segundo Alarcón, dirigente de la FANOR – Amazonas.

En su intervención el líder Lorenzo Figueredo, remarcó la importancia de la movilización social para poner en agenda pública sus problemáticas. «Nosotros decidimos acatar la convocatoria del Paro Nacional de los Pueblos (22-06-15) y en el camino se sumaron frentes de defensa y los estudiantes. Gracias a ellos hicimos fuerza para llevar a cabo el paro y allí encontramos alianzas y agendas comunes para trabajos futuros. Además los medios locales nos dieron cobertura, al día siguiente del paro estábamos en los diarios con nuestro pliego de reclamos y eso fue positivo», aseveró el campesino. Acción que también fue respaldada por Lucio Flores de Moquegua, quien informó que viene conformando un frente de defensa que está denunciando la contaminación de las fuentes de agua destinadas al consumo humano y la agricultura, y que ya ha logrado reunirse con la ministra de Energía y Minas y su gobierno regional.

Carlos Milla, presidente de la FADA – Ancash aseveró que muchas incidencias emprendidas como las movilizaciones han resultado prejuiciosas para los dirigentes. «A mí me han denunciado por participar de manifestaciones, peor aún si es en contra de la minería, nos están persiguiendo. La derogación de la Ley 30151, ley que criminaliza la protesta social tiene que ser también parte de nuestra agenda de incidencia», enfatizó.

Por otro lado, la participación y el fomento de ferias campesinas y agrícolas fueron expuestas como estratégicas y necesarias para que los gremios campesinos sean reconocidos en el espacio público frente a las autoridades y otras organizaciones sociales afines.

Hacia una agenda integral de CNA

Lo vertido en los dos días de trabajo alimentará la propuesta de agenda nacional que CNA viene construyendo y sistematizando. Por el momento esta incluye 4 ejes temáticos y uno transversal: Identidad y Autodeterminación, Agricultura Sostenible y Soberanía Alimentaria – ASSA, Seguridad Jurídica de Tierra y Territorio, Cambio Climático y el Fortalecimiento Institucional.

​»La idea es que sobre estos grandes temas se planteen acciones que organicen mejor nuestros procesos de incidencia. Para nosotros es gratificante saber que nuestros hermanos y hermanas de la regiones no se quedan con los brazos cruzados y que tienen mucho que aportar al trabajo nacional, y eso nos fortalece.» Puntualizó Antolín Huáscar, presidente de la CNA.

Lo planteado será aprobado en una próxima reunión a inicios de octubre por motivo del 41º aniversario de la fundación de la Confederación Nacional Agraria – CNA.

Participaron también del taller delegaciones de Cusco, San Martín, Loreto y Arequipa.

CLOC-VíaCampesina


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