Colombia: las Farc proponen tregua bilateral y Santos nombra ministro del posconflicto

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“Sin mezquindades ni cálculos políticos, ya deberíamos estar en el cese bilateral de fuegos”. Ese fue el mensaje que entregó la guerrilla de las Farc desde La Habana, Cuba, en el que además propuso al Gobierno entrar en una ‘tregua bilateral previa’ como paso gradual al cese de fuegos bilateral y definitivo.

“Queremos salvar el proceso, queremos desescalar el conflicto, queremos ver el inicio de las transformaciones sociales que permitan superar la miseria, la desigualdad, la carencia de democracia para que reverdezca la fraternidad; queremos alcanzar la paz”, agregó la guerrilla en el comunicado leído a la prensa por el jefe negociador de la delegación de las Farc, ‘Iván Márquez’.

La guerrilla señaló que han suspendido los ataques a las unidades militares del Estado y contra la infraestructura pública y privada con el fin de buscar un acuerdo final.

“La actitud del gobierno de avanzar en el desarrollo de iniciativas unilaterales sobre aspectos que como la refrendación, la implementación de acuerdos, o los mecanismos de verificación de un posible cese bilateral de fuegos, deben ser consensuados en la mesa de conversaciones, tal y como establece el acuerdo general de La Habana”, agregó el documento.

Por otra parte, las Farc indicaron que han estado evadiendo acciones en su contra y que el cese al fuego unilateral, iniciado a mediados de este año, no ha sido tenido en cuenta por el Estado.

“Pareciera ser –dicen las Farc– que cada gesto que la insurgencia hace para amainar los dolores de la confrontación, es interpretado como debilidad por la contraparte”.

El grupo armado indicó que han hablado con países garantes, tratando de buscar fórmulas que impidan desenlaces que pongan en riesgo las conversaciones.

¿Cuál es la diferencia entre una tregua y un cese bilateral?

Desde el inicio de las negociaciones ambas partes han hablado sobre la posibilidad de iniciar un cese bilateral de fuegos. Dicho cese implica que ambas partes detendrían la confrontación armada, a lo que le seguiría una concentración de las tropas guerrilleras en ciertos puntos de la geografía nacional. El cese bilateral, como su nombre lo indica, es realizado por ambas partes e implicaría un desescalamiento del conflicto armado.

Llegar a este punto significa la mayor prueba de confianza para las dos partes pues se trata de no atacarse y mantener la negociación con miras a la pronta firma de un tratado. Por lo tanto, es clave en este proceso la participación de veedores internacionales que verifiquen que se cumplan las características del cese bilateral establecido.

Por otro lado, la tregua no necesariamente indica la terminación de un conflicto. De hecho, las Farc ya han declarado varias treguas en el pasado, algunas de ellas solo duraron 30 días, como la del 15 de diciembre de 2013; luego retomaron las hostilidades.

En este sentido, una tregua es un paréntesis en la confrontación y establece un periodo fijo en el cual se pausan las acciones armadas. Una vez esta concluye se retoman las hostilidades y por lo tanto no hay un desescalamiento.

El Tiempo

Santos nombró a Rafael Pardo ministro del posconflicto

Dos semanas después de haber sido derrotado en las elecciones a la Alcaldía de Bogotá, Rafael Pardo fue notificado sobre su reingreso al Gobierno Nacional.

El presidente Juan Manuel Santos decidió nombrarlo ministro consejero para el postconflicto. Los derechos humanos y la seguridad. El anunció lo hizo el jefe de Estado a través de su cuenta de Twitter.

Pardo (Bogotá, 1956) volverá al gabinete del presidente Santos después de haberse desempeñado como ministro de Trabajo entre octubre del 2011 y junio del 2014, y lo hará tras una intensa campaña política por el segundo cargo más importante de elección popular en el país. El dirigente liberal fue derrotado por Enrique Peñalosa, por lo que su nombramiento podría entenderse como un premio de consolación de
Santos a uno de los cercanos que tuvo aspiraciones políticas en las pasadas elecciones.

La nueva misión de Pardo es diseñar la pista de aterrizaje de los acuerdos de paz en el terreno, algo que no le resulta ajeno. De hecho, al dirigente bogotano se le conoció en asuntos ligados a la paz y la reinserción de desmovilizados.

Pardo fue llamado a dirigir el Plan Nacional de Rehabilitación (PNR) al iniciar el gobierno del Presidente Virgilio Barco en 1986 y consiguió liderar desde allí diversos proyectos en los sectores rurales más golpeados por la violencia. Posteriormente, en 1988 el presidente Barco lo nombró Consejero Presidencial para la Paz, funciones en las que lideró los procesos de paz con los grupos guerrilleros M-19, EPL, PRT y el Movimiento Armado Quintín Lame, que condujo a la desmovilización y reinserción civil de más de 5.000
excombatientes.

A la luz del decreto que creó este ministerio, Pardo tendrá dos funciones específicas. Primero “articular la visión de conjunto del Gobierno sobre el posconflicto” y segundo “asesorar al Presidente de la República en la formulación, estructuración y desarrollo de las políticas y programas relacionados con el posconflicto”.

Dos funciones complejas, que falta por verse si para desarrollarlas, el nuevo integrante del gabinete tendrá recursos suficientes y si sus funciones no se cruzarán con las de otros funcionarios del orden central.

Por allí pasó el general (r) Óscar Naranjo, que no contó con un presupuesto amplio, y sus tareas no quedaron definidas. De hecho, muchas veces se pisaba las mangueras con el alto comisionado Sergio Fajardo y con el ministro de Defensa (en ese entonces Juan Carlos Pinzón).

Pardo recibe una dependencia acéfala desde hace cinco meses, con una oficina en la Casa de Nariño a la que acuden muy pocos funcionarios, y con una agenda ambiciosa. Es la segunda oportunidad del gobierno para un ministerio que se presume de alta trascendencia para el presidente Santos, quien se la encomendó a uno de sus socios políticos, quien fuera jefe único del Partido Liberal, y al que decidió no abandonarlo a pesar de la derrota en las urnas.

Semana

Las Farc piden asignación directa de curules en el Congreso

Las Farc anunciaron este sábado una serie de propuestas para su transformación en movimiento político, tras la firma de paz con el Gobierno, en la que incluyen la participación en el Congreso y “protección constitucional” frente a la extradición.

La guerrilla propuso, a través de un comunicado, la asignación directa de curules en el Congreso de la República durante al menos dos períodos, así como en Asambleas Departamentales y Concejos Municipales.

Además plantearon la necesidad de desarrollar «economías del común» para contribuir a la «reconstrucción de la base productiva del país» y al mejoramiento de las condiciones de vida y trabajo de la población más pobre.

En tercer lugar, proponen apoyar los procesos organizativos sociales que provean de servicios de salud, trabajo, vivienda y seguridad social a «todos y cada uno» de los integrantes de la guerrilla.

Estas condiciones para el paso de la guerrilla a movimiento político se inscriben en las diez «propuestas mínimas» reveladas por las Farc en octubre pasado, que incluyen, entre otras medidas, la creación de un «plan nacional» para el fin del conflicto y la «reconciliación» en Colombia.

El Tiempo

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