Paraguay: denuncian complicidad del Cartes en violación de derechos indígenas

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Miembros del pueblo indígena sanapaná, habitantes de la comunidad Xákmok Kásek, sobre la que pesa una orden de restitución de tierras emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, denunciaron este miércoles la «complicidad» del presidente Horacio Cartes en la violación de sus derechos.

«Presidente Cartes, no sea cómplice de la violación de los derechos humanos de la comunidad Xákmok Kásek, está en su mano resolver este caso», manifestaron los indígenas en un comunicado difundido a través de la organización Tierraviva.

Los nativos criticaron la «falta de voluntad política» del actual Gobierno para devolverles sus tierras ancestrales, en cumplimiento de una sentencia emitida por la CorteIDH en 2008.

Explicaron que ya se cumplieron todos los trámites administrativos para la devolución de sus territorios, a excepción de la liberación de fondos del Ministerio de Hacienda destinados a la compra de las tierras, una orden que tiene que ser autorizada por Cartes.

Por tanto, anunciaron que la comunidad se encuentra «en vigilia permanente» y que llevará a cabo «acciones públicas», como cortes de rutas y manifestaciones en los lugares donde se encuentre Cartes, hasta lograr que se haga efectiva la devolución de sus territorios.

También señalaron al mandatario como «único responsable» en caso de que se produzca algún conflicto que pueda poner en riesgo la integridad física de los miembros de la comunidad.

«Los miembros de la comunidad Xákmok Kásek anunciamos que no vamos a ceder en la lucha por nuestros derechos, que permaneceremos y defenderemos con nuestras vidas, si es necesario, nuestro territorio ancestral», afirmaron en el comunicado.

Las tierras de la comunidad Xákmok Kásek, ubicadas a unos 355 kilómetros de Asunción, ocupan una superficie total de 10.700 hectáreas y en 2008 una sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) obligó al Estado paraguayo a restituirlas a los indígenas.

El Estado paraguayo llegó a un acuerdo de compra con uno de los propietarios de los terrenos, que posee la titularidad sobre 7.700 hectáreas del total de estas tierras, ocupadas por la explotación ganadera Estancia Salazar, del estadounidense Roberto Eaton.

Sin embargo, la demora en la compra de las tierras por parte del Estado genera el riesgo de que los ganaderos retiren su oferta de venta del terreno, lo que dificultaría el cumplimiento de la sentencia.

Además de la sentencia que afecta a la comunidad Xákmok Kásek, Paraguay tiene pendientes otras dos órdenes de la CorteIDH.

Una obliga desde 2005 a permitir el acceso libre a sus tierras a la comunidad indígena Yakye Axa, del grupo étnico énxet, y la otra a restituir sus tierras a la comunidad Sawhoyamaxa, del mismo grupo, pendiente desde 2006.

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