¿No volveríamos? ¡Volvimos! (Venezuela) – Por Antonio Ecarri Bolívar

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Como los adecos tenemos la suficiente cultura política para comprender la dialéctica de los hechos históricos, nunca se nos ocurriría decir la elementalísima, superficial y ridícula frase de “los chavistas no volverán”, porque pueden volver si es que nosotros desarrollamos una política equivocada y ellos ponen en marcha las rectificaciones que aún no se otean en el horizonte.

Aquel estribillo de “no volverán” quedó convertido en agua de borrajas, porque el pueblo venezolano obstinado de un modelo de planificación central, conculcador de las libertades públicas, espantador de capitales que arruinó la nación, volvió su vista hacia quienes estuvimos cuarenta años haciéndolo infinitamente mejor, porque fueron, al decir de Manuel Caballero, los mejores años de la historia de Venezuela. No podemos decir que la altísima votación de las fuerzas democráticas se debió solo a esa percepción, pero sin dudas contribuyó, en algún grado, a la decisión mayoritaria del pueblo expresada en las últimas elecciones.

AD tiene la experiencia suficiente para saber que en algún momento volveríamos a ocupar posiciones de relevancia en el cotarro político vernáculo, pues tenemos una historia de dirección política de la sociedad cuyo balance nos favorece largamente, por lo mucho que hemos aportado en nuestros 74 años de actividades en el gobierno y en la oposición.

Cuando nos vimos forzados a recurrir a la violencia para asumir el poder, con la Revolución de Octubre de 1945, no fue para perpetuarnos en el gobierno, sino para enseguida convocar, por primera vez en la historia, elecciones democráticas y así devolverle la soberanía al pueblo conculcada desde el comienzo de nuestra vida como nación y darle carta de ciudadanía a las mujeres, a los analfabetas y a los jóvenes, los que hasta ese momento no existían para la toma de decisiones fundamentales del país.

Cuando los militares felones derrocaron el gobierno democrático de Rómulo Gallegos, nos fuimos a la clandestinidad, asumiendo nuestra responsabilidad histórica y ofrendamos, en esos diez largos años, la vida de nuestros más destacados dirigentes como Leonardo Ruiz Pineda y Alberto Carnevali, entre muchos otros. En aquel momento, de persecución y exilio, los adoradores de la dictadura decían que los adecos más nunca volverían al poder. Diez años después no solo volvimos sino que reconstruimos la Venezuela democrática, soñada por nuestro pueblo, de la mano de ese gran estadista que fue Rómulo Betancourt y cuya obra fue continuada por Raúl Leoni.

Cuando Gonzalo Barrios perdió las elecciones con Rafael Caldera, también volvimos a oír el estribillo de “los adecos no volverán” y al quinquenio siguiente volvimos con Carlos Andrés Pérez. Luego nuestro próximo candidato sería Luis Piñerúa Ordaz y al perder las elecciones frente a Luis Herrera, apareció otra vez el famosos estribillo del “no volverán” y fue cuando Rómulo con su clarísimo sentido de la oportunidad, recordando la frase del general Douglas MacArthur, lanzó la consigna que se hizo famosa: We will come back. Y volvimos con Jaime Lusinchi y repetimos con CAP II.

La defenestración de Pérez por múltiples factores, incluyendo nuestros propios y gruesos errores, nos condujo a la más larga penitencia oposicionista que lleva ya 17 años. Hugo Chávez dijo que freiría la cabeza de los adecos en aceite, para significar que pretendía acabar con el partido del pueblo. No pudo Chávez, con todo su carisma y el barril de petróleo a más de 100 dólares, acabar con nosotros, pero popularizó la consigna del “no volverán”.

Si Chávez no pudo acabar con AD, ¿le pasaría por la mente a algún ser normal que este remedo de caudillo mermado, quien por ahora se mantiene en Miraflores, iba a lograr lo que su jefe no pudo?

No volverán, nos gritaba el lumpen que acompaña a Maduro, pero no solo volvimos, sino que como dijera Claudio Nazoa: “Volvimos con el jefe de los arrechos”.

Antonio Ecarri Bolívar. Político venezolano. Vicepresidente de Acción Democrática

El Nacional

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