Obama adelanta que su viaje a La Habana es una oportunidad para avanzar en la normalización y gobierno cubano reitera que el bloqueo es el principal obstáculo

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El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que su visita a Cuba a finales del próximo mes de marzo será una oportunidad para seguir avanzando en la normalización de los nexos entre ambos países.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que su visita a Cuba a finales del próximo mes de marzo será una oportunidad para seguir avanzando en la normalización de los nexos entre ambos países.

“Me reuniré con el Presidente Raúl Castro para discutir cómo continuar normalizando las relaciones, incluido hacer más fácil el comercio, el acceso a Internet de los cubanos y la apertura de negocios propios”, dijo este sábado el mandatario durante el discurso semanal que difunde la Casa Blanca.

“Cuando Michelle (Obama) y yo vayamos a La Habana el mes entrante, será la primera visita de un presidente de Estados Unidos a Cuba en casi 90 años”, recordó respecto al profundo simbolismo de la visita, cuya confirmación ha ocupado titulares en la prensa de todo el orbe.

El último mandatario norteamericano en ejercicio que estuvo en la Isla fue Calvin Coolidge en enero de 1928, cuando llegó a La Habana para dar un discurso durante la 6ta Conferencia Internacional de Estados Americanos, en plena dictadura de Gerardo Machado.

Obama explicó que este paso se basa en la decisión que tomó hace más de un año de comenzar un “nuevo capítulo” en la relación con Cuba.

El pasado jueves la Casa Blanca confirmó las intenciones del mandatario estadounidense, sobre las que se había especulado desde hacía varios meses.

En La Habana, la directora General de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, ofreció declaraciones a la prensa y dijo que Obama será bienvenido por el Gobierno y pueblo cubano con la hospitalidad que los caracterizan.

“La mejor manera de hacer avanzar los valores e intereses estadounidenses y la mejor manera de ayudar al pueblo cubano a mejorar sus vidas, es a través del intercambio, normalizando las relaciones entre nuestros gobiernos e incrementando los contactos entre nuestros pueblos”, dijo Obama.

El mandatario reconoció los avances que se han registrado en el último año. “Hoy, la bandera estadounidense ondea sobre nuestra embajada en La Habana, y nuestros diplomáticos interactúan con más amplitud con el pueblo cubano”.

Añadió que más estadounidenses visitan Cuba que nunca antes en los últimos 50 años, lo cual está forjando nuevos lazos y amistades que están acercando a ambos países. “Y cuando comiencen los vuelos directos y los ferries, incluso más ciudadanos nuestros tendrán la oportunidad de viajar y trabajar juntos y conocerse unos a los otros”.

“En ambos países, hay un apoyo abrumador respecto a esta nueva relación”, refirió.

Las compañías estadounidenses están comenzando a hacer negocios en Cuba, dijo el presidente, ayudando a nutrir las empresas privadas y dándoles nuevas oportunidades a los emprendedores cubanos.

A pesar del restablecimiento de relaciones, las leyes vigentes del bloqueo han entorpecido la materialización de la inmensa mayoría de los acuerdos concretos en materia económica y comercial.

La actual administración ha aplicado tres rondas de medidas ejecutivas en enero y septiembre del pasado año y en enero del presente, pero el grueso de las políticas de agresión se mantienen vigentes y hacen inviable la aplicación de lo aprobado.

“De la misma manera que cuando me reuní con el presidente Castro el año pasado, hablaré cándidamente sobre nuestras serias diferencias con el Gobierno cubano, incluyendo los temas de democracia y derechos humanos”, dijo Obama.

Interrogada por Granma en torno a este asunto el pasado jueves, Vidal explicó que, en efecto, ambos países tienen diferentes concepciones, como mismo existen en otros temas y que Cuba está abierta a dialogar con el gobierno de los Estados Unidos sobre cualquier tema, incluyendo los derechos humanos.

Al respecto hemos tenido intercambios sobre la base del respeto, igualdad, reciprocidad y sin la intervención en los asuntos internos, aseguró la diplomática cubana, al tiempo que destacó las experiencias positivas y exitosas que tiene la Isla para compartir en este campo.

El mandatario precisó que durante su estancia en Cuba se reunirá con miembros de la sociedad civil y emprendedores y hablará directamente al pueblo cubano.

“Nos vemos en La Habana”, concluyóObama en español en un mensaje al pueblo de Cuba.

Granma

Obama aseguró que existe apoyo abrumador a la nueva relación con Cuba

En su tradicional discurso sabatino a la nación, Obama expresó su confianza en que su visita a La Habana, anunciada para los dìas 21 y 22 de marzo, contribuirá al avance de las metas comunes entre ambos gobiernos.

Enfatizó que hay un apoyo abrumador a la nueva relación con Cuba, la cual ha sido criticada principalmente por el ala más conservadora del Partido Republicano, en especial los pre-candidatos republicanos a la presidencia Ted Cruz y Marco Rubio.

Dijo que dialogará cordialmente con sus anfitriones cubanos   temas como democracia y derechos humanos. El gobierno cubano dijo el jueves que también tiene opiniones sobre el tema con respecto a Estados Unidos.

Creo que la mejor manera de promover los intereses y valores estadounidenses, y la mejor manera de ayudar al pueblo cubano a mejorar su vida, es a través del compromiso, mediante la normalización de las relaciones entre nuestros gobiernos y el aumento de los contactos entre nuestros pueblos”, añadió el mandatario.

El presidene Obama no hizo referencia al tema del bloqueo económico, financiero y comercial contra la isla.

A continuación el mensaje íntegro del Presidente:

Buenos días a todo el mundo. Esta semana es oficial. Voy a Cuba.

Cuando Michelle y yo vayamos a La Habana el mes que viene, será la primera visita de un presidente estadounidense a Cuba en 90 años. Es una ampliación de la decisión que hice hace más de un año de comenzar un nuevo capítulo de nuestra relación con el pueblo cubano.

Creo que es la mejor manera de avanzar los intereses y los valores de los Estados Unidos, y que la mejor manera de ayudar al pueblo cubano a mejorar sus vidas es a través de “engagement”, normalizando las relaciones entre nuestros gobiernos y aumentando los contactos entre los dos pueblos. Siempre he dicho que el cambio no le llegará a Cuba de un día para otro. Pero mientras que Cuba se abre, eso creará más oportunidades y recursos para los cubanos de a pié. Y estamos viendo algún progreso.

Hoy, la bandera estadounidense vuela sobre nuestra embajada en La Habana, y nuestros diplomáticos están ahora interactuando más ampliamente con el pueblo cubano. Más estadounidenses visitan a Cuba que en cualquier momento durante los últimos 50 años: familias cubanoestadounidenses, estudiantes estadounidenses, maestras, voluntarios humanitarios, comunidades religiosas—todos estableciendo nuevos lazos y amistidades que acercan a nuestros países. Y cuando resuman los vuelos y ferries directos, nuestros ciudadanos tendrán la oportunidad de viajar y trabajar juntos y conocernos.

Epresas estadounidenses comienzan a comerciar con Cuba, ayudarla a desarrollar empresas privadas, y dándoles a los empresarios cubanos nuevas oportunidades. Con los nuevos hotspots (puntos de acceso) de Wi-Fi, más cubanos están en línea para obtener información del mundo. En ambos países hay apoyo abrumador para esta nueva relación. Y en Cuba, por la primera vez en medio siglo, hay esperanza para un diferente futuro, especialmente para los jóvenes cubanos que tienen tanto talento y potencial extraordinario esperando para ser liberado.

Mi visita será una oportunidad para seguir avanzando. Me reuniré con el Presidente Castro para conversar sobre como seguir normalizando las relaciones, incluyendo facilitando el comercio y haciendo más fácil para que los cubanos tengan acceso al internet y monten sus propias empresas. Como hice cuando me reuní con el Presidente Castro el año pasado, le hablaré francamente sobre nuestras serias diferencias con el gobierno cubano, incluyendo sobre la democracia y los derechos humanos. Reafirmaré que los Estados Unidos continuará defendiendo los valores universales como la libertad de expresión, asamblea y religión.

Tendré reuniones con miembros de la sociedad civil cubana: hombres y mujeres valientes quienes le dan voz a las aspiraciones del pueblo cubano. Me reuniré con empresarios cubanos para aprender como los podemos ayudar a montar nuevas empresas. Y hablaré directamente con el pueblo cubano sobre los valores que compartimos y como podemos ser socios mientras que trabajamos para el futuro que quieren.

Aún estamos en los primeros días de nuestra nueva relación con el pueblo cubano. Es una transformación que tomará tiempo. Pero estoy enfocado en el futuro, y confío que mi visita avanzará las metas que nos guian: promover los intereses y valores estadounidenses y un mejor futuro para el pueblo cubano, un futuro de más libertad y más oportunidad.

Gracias a todos, y al pueblo cubano. Nos vemos en La Habana.

Radio HC

Cuatro mitos que desmonta el viaje de Obama a Cuba

La noticia, que le ha dado la vuelta al mundo primero como un rumor y luego ratificada por la Casa Blanca, desmonta algunos de los principales mitos originados durante más de medio siglo de distanciamiento y confrontación.

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, confirmó este jueves que viajará a Cuba a finales de marzo y se convertirá así en el primer mandatario en ejercicio que visita la Isla vecina en cerca de 80 años y también en hacerlo a la Cuba revolucionaria.

La visita sería un paso importante en el proceso iniciado el 17 de diciembre de 2014 y que sin dudas se convertirá en uno de los mayores legados en política exterior de la actual administración demócrata.

La noticia, que le ha dado la vuelta al mundo primero como un rumor y luego ratificada por la Casa Blanca, desmonta algunos de los principales mitos originados durante más de medio siglo de distanciamiento y confrontación:

1. Cuba viola los derechos humanos

Este es el mantra de quienes pretenden justificar como una cruzada filantrópica la política de agresión que se inició en 1959 ante el avance de una Revolución socialista en su propio patio y que continúa con los mismos objetivos políticos aunque cambien los métodos.

Ha sido tanta la propaganda que se ha emitido al respecto por todas las vías posibles, especialmente después del colapso del campo socialista, que incluso ha permeado la realpolitik posterior a los anuncios del 17 de diciembre del 2014.

2. Obama ya ha hecho todo lo que puede

Desde que el demócrata Bill Clinton firmó en 1996 la Ley Helms-Burton, el presidente de los Estados Unidos perdió la capacidad de poner fin al bloqueo contra Cuba, pero el Ejecutivo de entonces fue lo suficientemente astuto como para dejar un margen de maniobra.

El viceasesor de la Casa Blanca en Seguridad Nacional, Ben Rhodes, quien formó parte de las negociaciones secretas con La Habana que llevaron a la normalización de relaciones, confirmó este domingo en Washington lo que viene defendiendo la parte cubana desde el principio: Obama tiene facultades ejecutivas para hacer mucho más de lo que ha hecho hasta ahora.

Durante un evento organizado en el Instituto de la Paz en la capital estadounidense por el Consorcio Cuba, al cual tuvo acceso la prensa cubana acreditada, Rhodes aseguró que la administración Obama valora otros cambios regulatorios extra que se puedan hacer dentro de los marcos de la ley actual.

Todavía no hemos logrado conectar nuestra nueva política hacia Cuba con las transformaciones que vive ese país para que se solidifiquen los negocios y haya un impacto en las personas, dijo. “Eso es lo que quiere el presidente”.
“Queremos abrir cuanto más sea posible y creemos que todavía es posible hacer más”, añadió. “Eso crea un momento para la irreversibilidad”.

3. Los cambios hacia Cuba tienen un alto costo político

Los analistas debaten sobre si el límite del presidente es el costo político, la preocupación de ir en contra de la ley o su estrategia para desmontar el sistema político y social cubano.

El Presidente Barack Obama tiene la base de apoyo para seguir desmontando el bloqueo, el principal obstáculo de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, le aseguró el miércoles en Washington el ministro cubano de Comercio Exterior y la Inversión Ex­tranjera, Rodrigo Malmierca, a su homóloga estadounidense, Penny Pritzker.

“No somos ingenuos, dijo Malmierca, sabemos que todo esto (el desmontaje del bloqueo) plantea problemas políticos para la administración, especialmente en un año electoral. Pero hay un fuerte apoyo no solo en la sociedad norteamericana, sino en el Congreso, y por miembros de ambos partidos, para continuar avanzando”.

Al igual que los anuncios del 17 de diciembre, la noticia de que Obama viajará a Cuba ha tenido una acogida mayoritariamente favorable.

Es difícil imaginar otras decisiones del gobierno norteamericano que alcancen un criterio unánime tan favorable en el globo.

4. El poder omnipotente de la ultraderecha de Miami

La defunción de la tesis de que la ultraderecha de Miami, especialmente los legisladores de origen cubano, tenían totalmente secuestrada la política de Estados Unidos hacia Cuba, comenzó a desmoronarse cuando los presidentes Obama y Raúl Castro anunciaban al mundo que estaban dispuestos a avanzar en la normalización de relaciones.

A pesar de que esos mismos congresistas y senadores permanecían en el poder, la comunidad cubana en Florida y en especial Miami sufrió transformaciones radicales.

Con dos cubanoamericanos aspirando a la nominación presidencial en las primarias republicanas, ambos opuestos al acercamiento con Cuba, este viaje de Obama de cara al escenario electoral es, cuando menos, una prueba de la fuerza que aún conserva la Casa Blanca para manejar la política exterior de Estados Unidos.

“Podría tener sentido antes, pero Cuba está cambiando”, dijo Rhodes respecto al bloqueo a los miembros del Consorcio Cuba, tras reconocer que muchos cubanoamericanos radicales habían logrado evolucionar.

Citó el ejemplo del exsecretario de Comercio, Carlos Gu­tié­rrez que asumió la presidencia del Consejo de Negocios Estados Unidos-Cuba. Quizá nada ilustra mejor las transformaciones ocurridas en los últimos años que la historia de este empresario de origen cubano, que dirigió la trasnacional de alimentos Kellogg´s y terminó siendo parte de la administración de George W. Bush y la Comisión de Asistencia a una Cuba Libre, el injerencista organismo encargado de dirigir una supuesta transición política en la Isla.

Los estadounidenses viajan, dijo Rhodes, y ven que los cu­banos quieren la mejoría de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Mencionó incluso una encuesta de un diario estadounidense que habla de un 95 % de apoyo al deshielo de las relaciones.

“Por qué en nombre del pueblo cubano abrazar».

Granma

Ministro cubano Malmierca cumplió intensa agenda en Washington

El ministro cubano del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, cumplió la semana pasada una amplia agenda de actividades en la capital estadounidense, donde reiteró que el bloqueo constituye el principal obstáculo en las relaciones bilaterales.

El titular llegó el domingo en visita de trabajo por el Aeropuerto Internacional Dulles, acompañado por una delegación de directivos y empresarios, y regresó a La Habana la víspera, tras participar en varios eventos y dialogar con autoridades, políticos y hombres de negocios.

Malmierca sostuvo aquí encuentros con los secretarios de Estado, John Kerry, Comercio, Penny Pritzker, y Agricultura, Tom Vilsack, el Representante Comercial de Estados Unidos, Michael Froman, el gobernador del vecino estado de Virginia, Terry McAuliffe, y el presidente de la Cámara de Comercio, Tom Donohue.

Asimismo, conversó con representantes de compañía norteamericanas interesadas en acceder al mercado de la mayor de las Antillas.

En la Cámara de Comercio, el visitante y la delegación de la isla participaron en una sesión del Consejo de Negocios Estados Unidos-Cuba, entidad creada para impulsar las oportunidades de intercambio y remover barreras en el acercamiento, a partir del anuncio de los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, en diciembre de 2014, de avanzar hacia la normalización de los vínculos.

También instaló, junto a la secretaria Pritzker, la segunda reunión para el diálogo regulatorio, un mecanismo bilateral dirigido a discutir el alcance y las posibilidades de comercio ante las medidas ejecutivas dictadas por Obama para modificar el bloqueo, las más recientes de ellas divulgadas a finales de enero.

El intenso programa del ministro, el primero en su cargo que viene a este país en décadas, incluyó además un discurso en la inauguración de la primera conferencia del Consorcio Cuba, una iniciativa que sirve a empresarios y académicos estadounidenses de plataforma para conocer mejor a la isla.

Otra de las actividades del titular fue un intercambio de trabajo con la coalición Engage Cuba, organización comprometida con el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a la nación caribeña por más de medio siglo, que continúa en plena aplicación pese a los 14 meses de aproximación.

Durante su estancia en territorio norteño, Malmierca reiteró que el cerco representa el principal obstáculo para las relaciones La Habana-Washington.

En ese sentido, reconoció los tres paquetes de acciones ejecutivas emitidos por Obama para flexibilizarlo, aunque los consideró insuficientes, porque se mantienen las prohibiciones esenciales del bloqueo, convertido en ley desde 1996, lo cual requiere una decisión del Congreso para su total desmantelamiento.

Sabemos que debe actuar el Congreso y somos conscientes del impacto político del tema, pero el Presidente tiene facultades para ir más allá, dijo en uno de los foros a los que asistió, acompañado de directivos del Ministerio de Comercio Exterior, la Cancillería, el Banco Central, la Cámara de Comercio y entidades de Cuba.

Obama tiene la prerrogativa de anular las prohibiciones del uso del dólar estadounidense en las transacciones de la isla, del acceso de productos cubanos al mercado norteamericano y de la posibilidad de que las compañías de este país inviertan en la isla.

Tanto Malmierca como las autoridades anfitrionas con las cuales conversó, ratificaron el interés de avanzar en las relaciones bilaterales.

Los secretarios Pritzker y Vilsack admitieron que el bloqueo constituye un obstáculo que debe removerse.

Por su parte, la vicepresidenta para las Américas de la Cámara de Comercio, Jodi Bond, advirtió que el cerco coloca a las compañías de Estados Unidos en desventaja respecto a otras en el planeta, a la hora de acercarse a un mercado prometedor como el de la isla.

Bond calificó de histórica la estancia de Malmierca aquí y destacó el inédito hecho de que coincidieran dos visitas de alto nivel, por la presencia en Cuba del secretario norteamericano de Transporte, Anthony Foxx, quien firmó en La Habana con su homólogo, Adel Yzquierdo, un acuerdo para regularizar los vuelos directos entre los dos países.

El jueves, durante la jornada final de trabajo de la delegación antillana, la Casa Blanca anunció que Obama viajará a Cuba el 21 y 22 de marzo, noticia que recorrió el mundo.

Según el asistente y asesor en materia de Seguridad Nacional del Presidente, Ben Rhodes, la visita del mandatario busca hacer irreversible el proceso en curso para la normalización de los vínculos bilaterales.

Estamos muy estimulados, nada puede ayudar más en el acercamiento que este viaje a La Habana, subrayó.

(Escrito por Waldo Mendiluza).

Radio HC

Malmierca: El principal obstáculo en este proceso es la persistencia del bloqueo

Intervención del Ministro cubano del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, en la primera conferencia del Consorcio Cuba. Washington, D.C., 18 de febrero de 2016.

Distinguidos copresidentes del Cuba Consortium Group

Distinguida Secretaria de Comercio Penny Pritzker:

Distinguidos participantes:

Mis primeras palabras las dedico a saludar a los anfitriones del Grupo Consorcio Cuba y a agradecerles por propiciar este espacio de encuentro para abordar temas que inciden en las relaciones bilaterales entre nuestros respectivos países.

El peso de 50 años sin vínculos diplomáticos, en los que se han mantenido estrictas y absurdas prohibiciones en todas las esferas del ámbito económico y comercial, nos motivan a desarrollar espacios que nos permitan dar a conocer y compartir nuestra visión del momento actual en que se encuentra la relación entre Cuba y Estados Unidos. Eventos como el que nos reúne en el día de hoy, favorecen este propósito.

La histórica decisión, anunciada el 17 de diciembre de 2014 por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama, de restablecer las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba, marcó el inicio de un proceso intenso y complejo, basado en la voluntad política de ambos gobiernos de avanzar hacia la normalización de las relaciones.

El principal obstáculo en este proceso es la persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos contra mi país; que incide en todas las esferas de la vida de nuestra nación; y que en votaciones efectuadas en la Organización de Naciones Unidas durante 24 años consecutivos, ha sido objeto del rechazo creciente de la comunidad internacional, tanto por las afectaciones que impone al pueblo cubano, como por su marcado y abarcador alcance extraterritorial.

El presidente Barack Obama ha manifestado públicamente su desacuerdo con esta política que considera fracasada, y en los 14 meses transcurridos desde el anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, ha aprobado varios paquetes de medidas que modifican aspectos de las restricciones al comercio y a los negocios en general, en el ámbito bilateral.

Consideramos que son medidas positivas, en la dirección correcta; pero lamentablemente insuficientes, por lo limitado de su alcance.

Permanecen vigentes aspectos medulares de esta política. Si bien la eliminación completa del bloqueo corresponde al Congreso de los Estados Unidos por la existencia de leyes que lo sustentan, muchos elementos de ellos, de carácter esencial, podrían ser modificados por decisiones del Ejecutivo, que, de ser implementadas, crearían un ambiente mucho más propicio para avanzar hacia la normalización de nuestras relaciones.

Me referí específicamente a tres posibles medidas:

  •     el levantamiento de la prohibición del uso del dólar estadounidense en las transacciones internacionales de Cuba, que complica extraordinariamente nuestro comercio con empresas de todo el mundo;
  •     la apertura del mercado estadounidenses a las exportaciones cubanas, que nos permitiría establecer un verdadero intercambio comercial y operar bajo normas y prácticas más a tono con el comercio internacional; y
  •     la autorización a empresas norteamericanas a invertir en Cuba en otros sectores más allá de las telecomunicaciones.

Permítanme explicarles que mi país está inmerso en un proceso para la actualización de su modelo económico, que con el apoyo expreso de la sociedad cubana estamos diseñando para elevar la eficiencia económica en todas las esferas.

Queremos que las conquistas sociales alcanzadas en los últimos 50 años en la salud, la educación y otras esferas, se mantengan y desarrollen progresivamente, para proveer cada vez mejores condiciones de vida y bienestar a nuestros ciudadanos. Nuestro objetivo es construir un socialismo próspero y sostenible.

Para un país pequeño como Cuba, sobre el cual pesa un bloqueo económico de tal alcance y duración, avanzar hacia el desarrollo económico y social constituye un gran desafío.

Para lograrlo, cabe preguntar ¿qué estamos haciendo en Cuba hoy?

En el año 2011 fueron aprobados los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, cuyo proyecto inicial fue objeto de análisis y debate a todos los niveles de la sociedad; y dio por resultado un documento enriquecido con las propuestas y opiniones de la población.

En el área de las relaciones económicas internacionales, tenemos intercambio comercial con más de 75 países y empresas establecidas en Cuba procedentes de todos los continentes. Además, hemos definido como una prioridad la diversificación de los vínculos para no ser dependientes de ningún mercado en particular..

En los últimos 25 años Cuba ha transformado la estructura de su economía de forma tal que actualmente los servicios generan más del 60 % de los ingresos por exportaciones. Hemos pasado de exportar materias primas a vender bienes y servicios de alto valor agregado.

Es uno de los resultados de lo que constituye nuestra mayor fortaleza, el desarrollo del capital humano que el país ha formado durante décadas, con la implementación de políticas que colocan al ser humano en el centro de todos los procesos.

Ese componente del capital humano, es también una fortaleza para impulsar otra actividad fundamental para el desarrollo económico del país, que es la Inversión Extranjera.

Desde 1995 disponíamos de una ley de la inversión extranjera dCuba, Economía, Estados Unidos, John Kerry, Relaciones Cuba Estados Unidos, Rodrigo Malmiercae alcance amplio y flexible en sus términos; pero con una concepción mucho más limitada que en la actualidad.

Por esa razón, en marzo del año 2014 fue aprobada la Ley Nº 118 de la Inversión Extranjera que, acompañada de las políticas y normativas para su implementación, ofrece incentivos más atractivos a los potenciales inversionistas.

Hemos calculado que para sustentar un crecimiento anual del Producto Interno Bruto acorde a nuestras metas de desarrollo, se requiere que ingrese al país un monto superior a los 2 mil millones de dólares cada año.

Esta Ley estuvo precedida de la creación de la Zona Especial de Desarrollo Mariel; un área de 464,5 km2 alrededor de uno de los mejores puertos de aguas profundas de la costa norte de Cuba, donde se ha instalado una terminal de contenedores equipada con la tecnología más moderna en su tipo, administrada por una empresa de reconocimiento internacional en esta rama.

La posición geográfica de Mariel facilita el acceso a los puertos de la costa sur de los Estados Unidos, lo que en un escenario sin la existencia del bloqueo, le permitiría funcionar como un puerto de trasbordo de cargas, en beneficio del comercio internacional.

Cuba tiene suscritos acuerdos bilaterales de complementación económica con muchos países de la región de América Latina y el Caribe, que prevén preferencias arancelarias, válidas para los bienes producidos en territorio cubano que ingresen a esos mercados.

En ese sentido, el desarrollo de proyectos con capital extranjero, tanto en la Zona Especial de Desarrollo Mariel como en el resto del territorio nacional, tiene una fuerte vocación exportadora.

En noviembre de 2015, fue lanzada la cartera de oportunidades de negocios de Cuba para el año en curso, que abarca 12 sectores priorizados para la inversión extranjera y contiene 326 proyectos con sus correspondientes estudios de factibilidad, listos para su puesta en marcha.

En los sectores priorizados por Cuba, existe un vasto potencial para la realización de negocios bilaterales con empresas de los Estados Unidos.

Un ejemplo válido es el sector de la energía, en sus dos áreas, el uso de fuentes renovables de energía y la prospección y explotación de petróleo y gas, particularmente en Zona Económica Exclusiva del Golfo de México.

También la inversión en la agricultura, que abriría una forma novedosa de relación con el sector agroindustrial estadounidense, que tan activo ha sido abogando por el levantamiento de las restricciones al comercio con Cuba.

Y no menos importante es el sector de la biotecnología, donde la industria cubana cuenta con importantes resultados en la producción de productos para la salud humana y otros usos. Entre ellos, vale destacar el Heberprot-P, producto exclusivo en la cura de las úlceras del denominado pie diabético, que permite evitar las amputaciones en el 98% de los pacientes con esta afección.

Podría seguir mencionando ejemplos de otras oportunidades para el desarrollo de negocios beneficiosos para empresas de ambas partes, pero no quiero abusar de su tiempo.

De nuestra parte, solo resta reiterar la voluntad política de mi gobierno de avanzar en el camino hacia la normalización de las relaciones bilaterales, sobre la base del respeto mutuo.

Muchas gracias.

U.S. Institute of Peace, Washington, D.C., 18 de febrero de 2016.

Radio HC

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