El Consejo Electoral colombiano abre una investigación contra el jefe de campaña del uribismo en el plebiscito

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CNE investigará a Juan Carlos Vélez por sus confesiones sobre la campaña del “No”

Las horas más oscuras para Juan Carlos Vélez Uribe, gerente de campaña del “No” en el plebiscito del pasado 2 de octubre, están lejos de pasar. Vélez salió del radar de la opinión pública desde el pasado 6 de octubre, cuando en un ataque de sinceridad confesó al diario La República cómo había sido la que, según él, fue la campaña más efectiva y económica de la historia. Vélez llegó a admitir que la campaña tenía como objetivo dejar de explicar los acuerdos de paz con las Farc, y enganchar personas con tergiversaciones sobre el documento. Por este motivo, el Consejo Nacional Electoral (CNE), abrió una investigación en contra de Vélez y demás miembros de ese comité.

Alexander Vega, presidente del CNE, confirmó que fueron evaluadas las diferentes quejas, denuncias y pruebas presentadas sobre lo que el propio Vélez afirmó. Dicha documentación fue entregada al magistrado Héctor Alirio Rojas, quien oficialmente abrió la investigación contra el comité ‘La Paz es de Todos’, que creó el uribismo para hacer campaña por el “No” en todo el país. Rojas confirmó que Vélez será el principal investigado, pero también otras cuatro personas que estuvieron a cargo de la campaña, y que estarían involucradas en el modus operandi que confesó Vélez.

“Él me confirmó que hay apertura de investigación contra los miembros de ese comité, que son cuatro, entre ellos el señor Juan Carlos Vélez, para mirar si hubo posible publicidad engañosa contra el electorado”, aseguró Vega en referencia a la investigación formal que abrirá el magistrado Rojas, y que se basará en el posible desacato de la Ley 1475, en la que están consignadas las reglas de juego para que los partidos y movimientos políticos realicen sus campañas electorales.

¿Y qué pasaría si se comprueba que la campaña incurrió en algún delito? Según Vega, podría incluso anularse el resultado del plebiscito, aunque como el proceso cursará en la Sección Quinta de la Corte Constitucional, en la que su trámite podría demorarse hasta seis meses.

El CNE también confirmó que la demora en el proceso podría darse ninguna de las campañas ha presentado la totalidad de la lista de sus financiadores, para lo cual cada comité municipal, departamental e internacional, tiene hasta el próximo 2 de diciembre. Luego de esto, el CNE deberá remitir una declaratoria y todos los actos administrativos a la Corte Constitucional, en la que además cursa una demanda que solicita que se desvincule el resultado del plebiscito a la implementación del Acuerdo Final de Paz con las Farc que, de ser fallada a favor del demandante, daría al presidente Juan Manuel Santos la posibilidad de refrendar los acuerdos directamente en el Congreso de la República.

Este será el segundo escollo que enfrentará Vélez, a quien inmediatamente después de sus declaraciones le dio la espalda el Centro Democrático, y horas después de reveladas sus palabras sobre la campaña del “No” renunció a la colectividad en la que fue una de las principales fichas, incluso siendo el candidato de Uribe en las pasadas elecciones a alcalde de Medellín.

El Espectador


Gran pacto por la paz pide Uribe, así se cruce con elecciones de 2018

El expresidente y ahora senador, Álvaro Uribe Vélez, insistó este miércoles en lograr un “gran Pacto Nacional por la paz” para sacar adelante el acuerdo de La Habana y anuncia que si ese pacto se da, el Centro Democrático apoyará la implementación en el Congreso.

“La proximidad del debate presidencial no será obstáculo. Nosotros nos comprometemos a trabajar con las otras bancadas en la implementación del Pacto Nacional y a aislar el tema de las controversias que surjan en el debate presidencial”, explicó Uribe refiriéndose a las elecciones de 2018.

El líder del Centro Democrático y uno de los promotores de la campaña del No en el plebiscito solicitó además una mesa técnica integrada por el Gobierno, los delegados del Jefe del Estado, de las Farc, junto a voceros del No.

“Lo que pedimos es un examen desprevenido de las observaciones del No. Todos queremos la paz, lo que nos preocupa es la necesidad de introducir unas reformas a los textos de La Habana”, concluye en su comunicado.

Por su parte, el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, se refirió a las críticas del uribismo que sostienen que el Gobierno no quiere escuchar a los sectores que promovieron sus objeciones a lo negociado.

“Lo que hizo el presidente ayer fue ampliar hasta mañana esa posibilidad de escuchar propuestas, como el de las víctimas de las Farc y escuchamos la federación, y muchas otras propuestas que estamos escuchando”, sostuvo el ministro.

El jefe de la cartera política aseguró que “se tiene que tener claridad es que este no es un proceso indefinido e interminable, este es un proceso que debe tener unos plazos”.

Frente a los cambios que se hagan a los acuerdos como tal, Cristo planteó que se debe esperar el diálogo de Gobierno y Farc para evaluar ajustes. “No es con declaraciones descalificando, ni presiones a la Corte como hemos visto estos días”, indicó.

Cabe señalar, que este jueves los promotores del No, Óscar Iván Zuluaga, Iván Duque y Carlos Holmes Trujillo se reunirán con Enrique Santiago, abogado de las Farc.

El Colombiano


Cita entre voceros del uribismo con abogado de las Farc no se dará

Un primer encuentro entre los líderes del uribismo Carlos Holmes Trujillo, Iván Duque y Óscar Iván Zuluaga, con el delegado de las Farc, el abogado español Enrique Santiago, previsto para este jueves en Bogotá, fracasó anoche, por instrucciones de La Habana.

Aunque la iniciativa de esta reunión había venido del uribismo, como parte de una estrategia suya para avanzar en la construcción de un ‘pacto nacional por la paz’, el jefe de Estado, Juan Manuel Santos, la había autorizado el miércoles.

La reunión habría fracasado por instrucciones de los líderes de las Farc que consideraron “dilatoria” la iniciativa uribista.

El senador Roy Barreras (de ‘la U’) dijo el miércoles en la noche que el Presidente apoyó la cita “en un acto de confianza en busca de la paz”. En un video que Uribe reveló el miércoles dijo que si “se da ‘el pacto nacional por la paz’, el Centro Democrático se compromete a ayudar en la implementación (del acuerdo) en el Congreso”.

Lo que no explicó, pero que EL TIEMPO sí conoció, es que ese apoyo estaría condicionado a que la implementación se haga por medio de la legislación ordinaria, lo que tomaría más de un año, tiempo en el cual la guerrilla quedaría en el limbo jurídico y político, algo que ni al Gobierno ni a las Farc les gusta.

El Gobierno y las Farc consideran que la implementación de lo pactado en La Habana, como reza la enmienda constitucional y el mismo Acuerdo Final, se haga mediante la ‘vía rápida’, que estableció menos tiempos para aprobar leyes y reformas constitucionales en el Congreso.

Como muchos críticos acusan a Uribe de esconder detrás de su debate por la paz un interés en poner Presidente en el 2018, el miércoles dijo que está dispuesto a que el acuerdo con las Farc no sea un tema de campaña.

“La proximidad del debate presidencial no será obstáculo. Nos comprometemos a trabajar con las otras bancadas en la implementación del Pacto Nacional y a aislar el tema de las controversias que surjan en el debate presidencial”, prometió Uribe.

Propuso además que se integre una ‘mesa técnica’ en la cual estén representados el Gobierno, las Farc y los “voceros del ‘No’”.

Antes de conocerse el fracaso del encuentro, el expresidente del Senado, Luis Fernando Velasco (liberal), a quien Uribe le pidió servir de “garante” del nuevo acuerdo, se mostró favorable a esa “mesa técnica”.

Velasco, quien le pidió al ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, que implemente este nuevo escenario, admitió que “no siente toda la confianza en el Gobierno”, pero sugirió que una manera de darle viabilidad es “ponerle un tiempo límite a esa discusión”.

“El Gobierno continúa con toda disposición escuchando voces para construir conjuntamente un nuevo acuerdo. Esperamos que no se utilicen maniobras dilatorias”, dijo Cristo, cuando no se conocía el fracaso del encuentro.

Algo que no le gusta al Gobierno y que mina su confianza en la nueva propuesta es que Uribe envíe mensajes contradictorios.

La semana pasada, cuando en su presencia se cerró el tiempo para recibir propuestas del ‘No’ para reformar el acuerdo de La Habana, Uribe lo aceptó, y calificó el ejercicio como “bueno y constructivo”. Pero el pasado martes, al salir del Capitolio, acusó a Santos de poner un “ultimátum y chantaje que crean más desconfianza” luego de que el mandatario anunció desde Palacio que este jueves se cerraría la última ronda de propuestas para el ajuste.

Por otra parte, el miércoles se conoció una carta enviada por Uribe, Andrés Pastrana, Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordóñez, principales líderes del ‘No’, en la que le exigieron al Presidente responder si está “abierto a los cambios de fondo que demanda el mandato popular o si se limita a recibir documentos a través de sus secretarios para remitirlos a esa organización”.

Aunque anoche, en Ibagué, Santos no se refirió directamente a la propuesta de Uribe, sí afirmó que se buscará “la mejor solución entre las alternativas que ofrecen nuestras leyes y nuestra Constitución”.

Pero, dijo además que muchas de las propuestas de ajuste al acuerdo con las Farc son razonables, otras difíciles pero no imposibles, y otras “inviables porque parten de supuestos inaceptables”.

Fue Uribe quien en las reuniones de trabajo con el Gobierno, donde presentó las propuestas de ajuste al acuerdo con las Farc, la semana pasada, reiteró su posición de que en Colombia no hay conflicto armado.

La tesis sobre la existencia del conflicto armado es una de las grandes diferencias entre Santos y Uribe.

El Tiempo

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