Tierra sin dueño – La Razón, Bolivia

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Este fin de semana, Charagua, en Santa Cruz, se asumió plenamente como Charagua Iyambae, tierra sin patrones ni dueño. Y el gobierno municipal dejó de existir para dar paso a la posesión del primer autogobierno indígena en Bolivia. Este fin de semana se hizo historia. Buena noticia para la plurinacionalidad del Estado y la interculturalidad de la democracia.

Con sus más de 74.000 km2 de extensión, Charagua es, de lejos, el municipio más grande de Bolivia. Esta “inmensidad geográfica”, situada en la provincia Cordillera, alberga cuatro zonas guaraníes (Charagua Norte, Parapitiguasu, Alto y Bajo Isoso), dos centros urbanos (Charagua Pueblo y Estación), dos parques nacionales y un centro de conservación. El territorio, pues, es parte esencial de la identidad de una Charagua que hoy asume un nuevo rumbo como entidad autónoma.

La otra cualidad de Charagua es su diversidad étnico-cultural. Si bien la mayoría de la población se autoidentifica como guaraní, con sus cuatro capitanías zonales, allí también habitan migrantes aymaras y quechuas, hay importante presencia de los karai (en especial hacendados y ganaderos), y existe una de las más robustas colonias menonitas. No en vano se dice que Charagua es “la Bolivia chica”, pues contiene en su territorio una densidad demográfica con el reto de la interculturalidad.

Con esas características, desde este fin de semana Charagua Iyambae será reconocida también como la primera autonomía indígena en constituir formalmente su autogobierno. Lo hizo con arreglo a su estatuto autonómico aprobado en referéndum (septiembre de 2015) y con la elección, acreditación y posesión de las 46 autoridades que, desde hoy, conforman la asamblea autonómica, los órganos legislativo y ejecutivo (con sus seis ejecutivos zonales y el TRI como máxima autoridad del autogobierno).

¿Qué implica este acontecimiento? Para empezar, que el proceso de autonomías indígenas, definido por su complejidad y obstáculos como “la larga marcha” (Exeni), está dando su primer fruto concreto de autogobierno tras siete años desde el referéndum de diciembre de 2009, en el que 11 municipios, entre ellos Charagua, decidieron su conversión en autonomías indígenas. Implica también que finalmente, con liderazgo guaraní, se asume el ejercicio del derecho constitucional a la libre determinación.

Llegar a este primer autogobierno indígena no ha sido fácil. Y lo que sigue es aún más difícil. Las nuevas autoridades de la Autonomía Guaraní Charagua Iyambae tienen el enorme reto de impulsar una gestión pública intercultural que sea diferente, y mejor, a la huella del municipalismo que debe superar. Tienen el mandato y la legitimidad para hacerlo. Toca celebrar este momento histórico y allanar “los caminos que nos llevan hacia el ivi maraei (tierra sin mal) para el yaiko kavi päve (vivir bien)”.

La Razón

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