Cuatro miradas sobre el proceso electoral en Ecuador

661

Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Los ecos de un tango – Por Álvaro Cuadra

El domingo 22 de noviembre de 2015, Mauricio Macri vencía a Daniel Scioli por un estrecho 51.4 por ciento en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales argentinas. Este hecho marcó el ocaso de más de una década del llamado Kirchnerismo. Es cierto, la historia no se repite, pero, a veces rima… El próximo 2 de abril se realizará la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, donde se enfrentarán Lenín Moreno, candidato del gobierno y Guillermo Lasso, un banquero liberal.

Un candidato heredero de un gobierno populista de izquierdas debe enfrentar a otro neoliberal de derechas. Si bien la composición económica, política y cultural del Ecuador difiere de aquella de la Argentina, no podemos negar que hay circunstancias de ambos países latnoamericanos que, diferidas en el tiempo, poseen un “aire de familia”. Estamos ante una inminente campaña de “alto contraste”

Digamos, por de pronto, que en ambas situaciones hay un evidente desgaste del gobierno saliente. La crisis económica derivada de una caída en los precios del petróleo, sumado a algunos escándalos de corrupción y a un malestar generalizado de los sectores medios, ha opacado muchos de los logros del gobierno actual; generando condiciones adversas a la continuidad de la otrora imbatible revolución ciudadana.

La campaña que se ha iniciado ya con protestas ciudadanas opositoras ante el Consejo Nacional Electoral por el retraso en la entrega de resultados, promete ser tan encarnizada como intensa. Esto se explica, en parte, porque los candidatos saben que todo habrá de resolverse – como en Argentina – por márgenes muy exiguos. La mirada de toda América Latina está fijada en Ecuador, pues en este país se probaría o desmentiría la hipótesis sobre un “fin de ciclo” para algunos, o de “restauración conservadora” para otros.

Por ahora, lo único cierto es que 12.816.000 ciudadanos ecuatorianos están convocados nuevamente a las urnas el próximo 2 de abril para definir si dan continuidad al proceso inaugurado por el presidente Rafael Correa, o bien, se suman a los modelos de mercado imperantes en la mayoría de los países de Sudamérica como Chile, Argentina, Colombia, Perú y Brasil. Como los ecos de un nostálgico tango, quiérase o no, el fantasma de las últimas elecciones presidenciales argentinas recorre los meandros de la política ecuatoriana.

(*) Doctor de la Université Paris-Sorbonne. Paris. France

Alainet


Entendamos bien el momento – Por Abelardo Pachano

La ardorosa defensa ciudadana de los resultados electorales, uno de los pocos pilares que quedan de la frágil democracia ecuatoriana, reconforta el espíritu. Ver el renacimiento de la protesta en las calles de muchas ciudades, capitaneadas por los habitantes de Quito, que no aceptan, como no deben hacerlo, la simple pretensión o intento de manipular el resultado electoral, reaviva la esperanza.

Una vez más se confirma la dependencia de la institucionalidad pública al mandato de quien ostenta el poder. Por más esfuerzos que hace para aparentar una postura digna, responsable y más que nada honorable, su evidente e incontrastable obediencia política, le quita toda credibilidad.

Las tenazas políticas tienen asfixiado al país, cuya mayoría de ciudadanos empiezan a sacudirse luego de 10 largos años de abuso y prepotencia. El miedo da señales de agotamiento y la rebeldía toma su lugar. El gobierno debe entender la complejidad de las circunstancias actuales y evitar provocaciones que podrán derivar en hechos que nadie desea su ocurrencia. Es hora de olvidarse del libreto venezolano. Aquí, los que vivimos somos ecuatorianos.

Hay que leer con cuidado el mensaje dejado en las urnas. Más del 65% de los votantes le ha dicho basta a una forma arbitraria de conducir los intereses nacionales. Es momento además, de dejar atrás, especialmente por parte de todas las fuerzas opositoras, sus diferencias y sumar los esfuerzos por reconstruir los cimientos de una verdadera democracia, sustentada en los principios de la República.

Nadie quiere verse en el espejo, hecho mil pedazos, de Venezuela. Por eso, precisamente vale recordar que los fraccionamientos, las posturas tibias, las indefiniciones, sólo colaboran con el mantenimiento del sistema actual, que entre muchas cosas desperdició una década de extraordinaria bonanza. Hay que tener altura de mira para entender la profunda responsabilidad que cabe para recuperar principios como la honestidad y, las libertades cercenadas. Y aquello, sólo es posible caminando juntos, mediante alianzas temáticas amplias, hechas a la luz del día, que aseguren una razonable gobernabilidad.

Y frente a ese reto político, cuyas complejas articulaciones requerirán de un trabajo de filigrana fina para su reparación, le acompaña una situación económica, tanto o más compleja que la propia política. Campo en el cual, deberá merecer especial consideración la recuperación de los daños sociales evidenciados por la dirección económica actual.

Si no existe una decisión de trabajar juntos, en política y en economía, los días por venir estarán llenos de angustia, en donde puede renacer la violencia y, sin duda, acarrearán más amarguras.

(*) Economista ecuatoriano.

El Comercio


¿Dónde está la izquierda? – Por Sebastián Vallejo

No es muy difícil entender cómo Lenín Moreno obtuvo casi el 40% de los votos válidos. En la última década, la estabilidad de Alianza PAIS como movimiento y partido le ha permitido crear vínculos de identificación con una base de votantes que los tendrá por muchos años más. Los ‘borregos’, como los identifican aquellos que gritan ‘democracia’ mientras un ex Izquierda Democrática busca que Quito ‘arda’ a favor del representante político de la oligarquía financiera nacional. Somos, a la vez, un país con todavía marcadas y profundas desigualdades sociales donde el votante medio se beneficia de la redistribución de la riqueza.

Es decir, el votante medio es receptor neto de los impuestos que pagamos. La redistribución que se ha logrado con el modelo desarrollista de los últimos años, buena o mala, limitada o amplia, sigue captando apoyo de aquellos que no son ni afiliados ni devotos, pero sí beneficiarios de las estructuras que antes no existían y de los servicios que se han ampliado. Pero estas condiciones tienen un techo. Los escándalos de corrupción, los límites del modelo económico, el distanciamiento y el hostigamiento a las bases sociales, y la severa incapacidad de autocrítica, son los obstáculos que los ha alienado de quienes deberían ser sus aliados naturales, y ha creado una brecha infranqueable con aquellos que están del otro lado. Con la segunda vuelta a dos meses, son muchos los espacios que debe ganar Moreno si quiere llevarse la Presidencia.

En este escenario, lo que más llama la atención es el rol de la izquierda. Y no hablo de Alianza PAIS, hace ya algunos años tirando hacia el centro. Hablo de la izquierda crítica, de la izquierda de bases, de la izquierda intelectual, de los movimientos sociales, de los sindicatos, que no han logrado establecer un discurso común propositivo y colectivo, que les permita recobrar ese espacio ideológico que ha dejado Alianza PAIS después de 10 años de desarrollismo. Sorprende, o a lo mejor no, que Moncayo haya dejado a la suerte el voto de la Izquierda Democrática. Sorprende también que dirigentes del movimiento indígena hayan tomado tan poco tiempo para hacer público su apoyo a Lasso.

Una izquierda mejor organizada y propositiva sería una izquierda capaz de recoger ese voto nulo y voto blanco al que deben hablar Lasso y Moreno, pero en el cual existe rechazo para los dos. Sería una izquierda capaz de establecer una crítica sustantiva a AP que la obligue a regresar, negociar, y replantearse el modelo y la política que están llevando a cabo, y que por falta de esa izquierda se ha movido hacia la derecha. Y en este punto, esa izquierda organizada sería el voto dirimente para la segunda vuelta. Es difícil negociar con un gobierno que se ha mostrado más bien intransigente ante los condicionamientos políticos. Las voces más críticas dentro de Alianza PAIS han salido, mayormente, por el distanciamiento ideológico del proyecto original. Pero esto también es política, y ahora hubiera sido cuándo.

Pero esta no es tanto una crítica para la izquierda desorganizada o lo que queda de la izquierda organizada. Al final, Alianza PAIS se tomó esos espacios hace 10 años y su transición política ha dejado mucha confusión. Esto es, más que nada, un llamado a la reflexión. Un llamado para evitar caer, tanto en esa posición donde toda crítica a Alianza PAIS es hacerle el juego a la derecha, como en la peligrosa decisión de darle las riendas de este país al mejor representante de la burguesía financiera y del capital.

En este punto, un llamado tardío, pero cuya reflexión será importante para marcar el futuro, inevitable, de la batalla que nos espera los próximos cuatro años.

El Telégrafo


Fr_ _d_ – Por Betty Escobar

No, no estoy jugando a ‘el ahorcado’, simplemente no completé la palabra en el título de mi columna porque siento que así se define mejor la situación que ha vivido nuestro país en estos últimos días. A medias el fr_ _d_, no al 100%. Por lo menos eso no ha permitido la ciudadanía. Al momento de empezar a escribir este artículo el ente “transparente y democrático” anunciaba que Ecuador debía esperar días antes de conocer el resultado final de las elecciones presidenciales del 19 de febrero (#19F). ¿No se supone que tenían el más rápido, efectivo, infalible y confiable sistema para dar resultados electorales?

El pasado #19F, dentro y fuera del país, los ecuatorianos ejercimos nuestro derecho al voto. En mi caso, luego de votar en Nueva York, regresé a mi casa a esperar los resultados “oficiales”. ¡Ahí empezó el drama! En las redes sociales ya se habían estado denunciando varias irregularidades durante el proceso electoral en Ecuador. La que más me llamó la atención fue el hallazgo de papeletas marcadas en cuatro diferentes provincias. El diario La Hora difundió un video en el que el coronel de la Policía Carlos Zárate confirmaba el incidente. Yo seguía esperando las “cifras oficiales” de aquel ente superdemocrático para saber qué estaba pasando. Cuando dieron el primer informe, todo indicaba que habría segunda vuelta. Más tarde se adelantó el último anuncio de resultados oficiales y se dijo que la información seguiría en tiempo real por internet. Pero la página de dicho ente estuvo congelada por mucho tiempo y sin actualizarse. Ahí empezó mi angustia y la de muchos ecuatorianos.

Las redes sociales explotaron. Los canales de televisión dejaron de hacer transmisiones, solo nos quedaban Twitter y Facebook. Ya la gente no rumoraba sino que confirmaba un intento de fr_ _d _. Muchos empezaron a llegar al ente “democrático” en Guayaquil y Quito. Desde La Gran Manzana me declaré en vigilia y acompañé a esos ciudadanos que valiente y espontáneamente fueron a proteger no solo sus votos, sino el de todos los ecuatorianos. Tuiteros empezaron a postear videos en internet sobre actas encontradas en las calles y sospechosos carros que al parecer se llevaban actas del ente “democrático”. Así transcurrió la madrugada. Más gente salió a las calles y el grito era cada vez más ensordecedor: “¡No al fr_ _d _!”. En la mañana del lunes 20 de febrero, los videos de otras irregularidades seguían saliendo a la luz, como individuos con mochilas con fundas plásticas que contenían actas. Y el ente “democrático” y su presidente seguían sin dar resultados finales. Ya ahí mi sentimiento fue uno de indignación y rabia.

Muchos personajes influyentes hicieron un llamado para seguir saliendo a las calles y no claudicar en la defensa de proteger nuestros votos. La gente siguió firme protestando. Hasta el instante de terminar este artículo, la tendencia “irreversible” de los resultados (con 95% de actas escrutadas), tal como lo dijo el presi de aquel ente “transparente”, indicaba lo que todos ya sabíamos: ¡hay segunda vuelta! Aún no me explico por qué no hicieron un anuncio final de resultados el mismo #19F. Inaceptable. Por favor, Ecuador, siempre atentos a defender nuestros derechos. Nunca permitamos que se burlen de nosotros. ¡No al descaro! ¡No al abuso! ¡No al fr_ _d _!”.

(*) Periodista

El Universo

Más notas sobre el tema