Entrevista a Sergio Rodríguez Gelfenstein, analista internacional venezolano: “Tendríamos que habernos salido de la OEA hace varios años”

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CONTEXTO NODAL: El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, presentó un informe en el que propone la suspensión de Venezuela del organismo regional si no se celebran elecciones generales en el país. Desde el gobierno, denuncian que Almagro está violando las normas de la OEA y que busca generar las condiciones para una intervención extranjera. En tanto, el presidente Nicolás Maduro llamó a debatir sobre la permanencia de Venezuela en la OEA.

Por Nadia Luna – Nodal

Este martes, el Consejo Permanente de la OEA realizó una reunión extraordinaria para “analizar la situación de Venezuela”, que concluyó sin anuncios concretos. En entrevista con Nodal, el analista internacional Sergio Rodríguez Gelfenstein, exdirector de Relaciones Internacionales de la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, habló sobre la postura de Luis Almagro, la reacción del pueblo y la posición del Gobierno ante este conflicto de larga data.

¿Hubo avances en algún sentido después de la reunión de ayer?

En términos jurídicos, es muy difícil que Venezuela sea expulsada de la OEA o que le apliquen la Carta Democrática porque se necesita el apoyo de dos tercios de los miembros y todavía se ve lejano que lo puedan conseguir. En este momento, hay como dos grupos de países. Uno, conformado por 18, que votó a favor de que se hiciera la sesión de este martes. Pero también hay un grupo de 14 países que firmaron una carta con 3 puntos: llamando a elecciones presidenciales en Venezuela, a la liberación de los presos políticos y a respetar la decisión de la Asamblea Nacional, lo cual es una clara injerencia. Las actuaciones del secretario general han desbordado completamente el propio marco institucional de la OEA. En los artículos 112 y 113 de la Carta de la OEA se establecen los deberes del secretario general y allí no hay ningún punto que ampare lo que está haciendo el secretario general. Ese es el alegato que Venezuela presentó en la sesión del lunes, en la cual la canciller Delcy Rodríguez dijo que se iba a estudiar la posibilidad de solicitar la revocación del cargo del secretario general, lo cual también es bastante difícil que ocurra.

¿Desde cuándo viene el conflicto con Luis Almagro?

Esto viene desde el mismo momento en que Almagro asumió como secretario general. Pero yo diría más, Almagro como canciller de Uruguay siempre fue enemigo de Venezuela, incluso se opuso al ingreso de Venezuela al Mercosur y solo se logró porque hubo una orden del presidente Mujica en ese sentido. Hay que recordar que Almagro es un político de derecha que es cooptado en el Frente Amplio pero ha sido toda su vida militante del Partido Blanco en Uruguay. La inquina de Almagro con Venezuela tiene un trasfondo político, ideológico y, a esta altura, no me atrevo a afirmarlo, pero parece algo personal. Algo que ha asumido incluso pasando por encima de la propia institución. El derecho internacional regula el funcionamiento de los organismos multilaterales y cada organismo tiene, además, una Carta. Hay un principio en estos organismos por el cual los funcionarios permanentes se deben a los Estados parte, no al revés. El secretario general tiene que ser cumplidor de un mandato que le dan los Estados parte, aquí está ocurriendo lo contrario, él le está imponiendo a los Estados parte una agenda. Hay una violación a la carta de la OEA.

Ayer hubo una marcha de ciudadanos en contra de lo que consideran una ofensiva de Almagro. ¿Cómo ha sido la reacción del pueblo ante este panorama?

En Venezuela hay un sentimiento nacional muy fuerte que no tiene que ver necesariamente con el chavismo. Los ideales de Bolívar se aprenden en la escuela. Más allá de que se apoyen o no políticas del Gobierno, está muy mal visto que se quieran generar condiciones para una intervención militar y la aplicación de la Carta Democrática a Venezuela puede generar un escenario de una intervención militar de Estados Unidos apoyada por paramilitares colombianos, o viceversa. Además, la violencia no es algo que forma parte de la idiosincrasia del venezolano. El año antepasado cuando el expresidente Obama decretó que Venezuela era una amenaza contra la seguridad nacional de Estados Unidos, las encuestas señalaron más de un 80% de rechazo y el chavismo saca 45-50% en las elecciones. O sea que hubo mucha gente no chavista que rechazó la decisión de Obama. Entonces, una de las razones por las que la oposición recurre al exterior es porque internamente no tiene capacidad de movilización para hacer valer sus puntos de vista. Todas las movilizaciones del año pasado han sido un fracaso.

En todo el período de conflicto, ¿cuál ha sido la posición que ha adoptado el gobierno de Venezuela?

Creo que se ha ido modificando en tanto se ha ido modificando también el paisaje regional. No era lo mismo contar con el apoyo de Brasil y Argentina, que ahora que no se cuenta con él. En algún momento, Venezuela tuvo una posición de mayoría dentro de la OEA que permitía mantener un discurso en contra de la tradición histórica de la OEA como órgano que avalaba todas las intervenciones militares y políticas de Estados Unidos en el continente. Por ejemplo, la OEA fue creada en 1948 y, en el año 54, avaló la intervención militar en Guatemala que produjo centenares de miles de muertos y el derrocamiento del presidente. También avaló la intervención militar en Cuba y su expulsión de la OEA.

¿Qué medidas considera que va a tomar el gobierno de Venezuela de persistir esta situación?

Nosotros vivimos este conflicto desde hace 18 años, por lo cual no es nada nuevo. Aquí ya hubo un golpe de estado en el año 2002, cuando derrocaron a Chávez, y Chávez regreso. La agresión de Estados Unidos ha sido permanente. Lo único que nos queda es prepararnos frente a la posibilidad de una intervención militar porque este es un recurso de Almagro que ya el año pasado demostró su invalidez, pero él ha insistido en recurrir a este recurso. Hoy, con la incorporación de países con los que antes no contaba, pero no le ha permitido llegar a los dos tercios que necesita para expulsar a Venezuela del organismo. Incluso en la carta presentada por esos 14 países, donde piden tres puntos de intervención, dicen que no creen que sea el momento de expulsar a Venezuela de la OEA. Yo siempre he pensado, y lo he dicho cuando el presidente Chávez estaba en funciones, que Venezuela debía salirse de la OEA, porque es solamente un espacio de interlocución con Estados Unidos. Nosotros tenemos espacios de interlocución con otras potencias, como el foro China-CELAC, ¿por qué con Estados Unidos no establecemos el mismo mecanismo, en lugar de el actual, que es asimétrico y Estados Unidos impone las reglas?

Desde esa perspectiva, ¿cuál sería el sentido de que Venezuela permanezca como Estado miembro de la OEA?

No lo sé, nunca lo he entendido. Desde el punto de vista histórico, hubo dos pensamientos que dieron origen a la integración en América Latina: el pensamiento de Monroe, con una idea panamericana, y el pensamiento de Bolívar, que Martí completa cuando incorpora a los países caribeños. Venezuela, que se dice país bolivariano, forma parte del mecanismo mas antibolivariano que puede haber que es la OEA: la concreción de la idea panamericana un siglo después. En cambio, Bolívar, en el llamamiento del Congreso en Panamá que se hace en 1824, no invita a Estados Unidos y llama a la idea de que teníamos que avanzar en un camino de integración propio. Entonces, yo no entiendo cuál es el sentido de que permanezca en la OEA. Claro, salirse ahora no sería recomendable, pero tendríamos que habernos salido hace varios años atrás.

 

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