Otro revés de PPK y rumores de golpe parlamentario en el Perú – Por Mariana Álvarez Orellana

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

El presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski , con una desaprobación del 77% de la ciudadanía y tras una larga huelga magisterial, tuvo una agitada jornada el último fin de semana, ya que debió definir los cambios de su gabinete ministerial, acosado y permanentemente por la mayoría fujimorista en el Congreso.

En fin de semana el mandatario sostuvo reuniones con miembros de algunas bancadas pralamentarias, entre ellas Nuevo Perú. No se reunió ni con la fujimorista Fuerza Popular ni con el izquierdista Frente Amplio. Mientras, los rumores sobre una salida a la brasileña (un golpe desde el parlamento) es vox populi en Lima.

PPK se quedó con los crespos hechos: tenía toda la gente lista para su viaje a Nueva York, pautados los encuentros con el Banco Mundial y el FMI, la cita con los presuntos inversionistas estadounidenses, su visita a la Casa Blanca y su apretón de manos con Donald Trump, la asistencia a la Asamblea General de Naciones Unidas, pero sus propios errores llevaron a una nueva crisis, y sus planes se diluyeron.

Y le impidieron lo que él esperaba como póliza de seguro: un discurso a favor de la política trumpiana en el mundo, un elogio a los planes de guerra del Pentágono, el remanido ataque a Venezuela. Tenía previsto también ir al Vaticano para invitar al papa a que visitara Perú. El colapso de PPK, el mimado de Washington, estaba a la vista de todos, desde que decenas de miles de maestros invadieran Lima a comienzo de julio.

El detonante fue la censura parlamentaria a la Ministra de Educación, Marilú Martens y el fracaso del presidente del Consejo de Ministros al pedir un voto de confianza al Congreso. Choque entre el Ejecutivo y el Legislativo, que entreabrió la caja de Pandora, con una ciudadanía despreocupada por la crisis.

No le ha sido fácil gobernar a Kuczynski, atacado permanentemente por la mayoritaria bancada fujimorista (71 en 160 legisladores). El 15 de setiembre, el entonces presidente del Consejo de Ministros Fernando Zavala pidió una moción de confianza para su tren ministerial, la que fue rechazada, lo que obligó al presidente a suspender su viaje a Naciones Unidas, para designar a sus nuevos ministros que luego deberán ser ratificados por el legislativo.

Si el Congreso no le da el voto de confianza al nuevo gabinete, el presidente podrá cerrar el Congreso y convocar a nuevas elecciones legislativas.

El sistema de partidos políticos está en crisis completa. El histórico partido socialdemócrata APRA, el Partido Nacionalista Peruano –recientemente con sus ex presidente y primera dama en prisión-, la alianza indefinida ideológicamente de Peruanos Por el Kambio y el izquierdista Frente Amplio dividido, no abren esperanzas de futuro, mientras el tiburón fujimorista los deglute en el Congreso. Fuerza Popular es la que marca la agenda política desde el Congreso y se prepara para dar –desde allí- el golpe.

Los cambios

La segunda vicepresidente de la República y actual congresista, la economista Mercedes Aráoz, presidirá el Consejo de Ministros en reemplazo de Fernando Zavala. Araoz ya formó parte de equipos ministeriales durante el segundo mandato de Alan García, específicamente las carteras de Economía y Producción.

La viceministra de Economía, la economista Claudia Cooper, asumirá la cartera de Economía y Finanzas, en reemplazo de Fernando Zavala. El viceministro de Educación, Idel Vexler, nuevo ministro de Educación en reemplazo de Marilú Martens, educador de profesión, estuvo en el viceministerio de Educación durante los gobiernos de Toledo y García. En tanto que el expresidente del Poder Judicial, el abogado Enrique Mendoza, será el nuevo ministro de Justicia, en reemplazo de Marisol Pérez Tello.

El hasta ahora congresista por Peruanos por el Kambio (PPK), el economista Carlos Bruce, será el nuevo ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS) en reemplazo de Edmer Trujillo Mori. Fue ministro entre los años 2002 y 2005, durante el gobierno de Toledo. Por su parte, el profesor e investigador de Centrum Católica, Fernando D´Alessio, experto en gerencia y liderazgo, será el nuevo ministro de Salud en reemplazo de Patricia García

Las pérdidas de PPK

Durante su primer año de mandato, Kuczynski perdió cuatro ministros, producto de los embates del Congreso con mayoría fujimorista: en noviembre renunció el ex ministro de Defensa, Mariano González, por favorecer a su pareja con un ascenso dentro del organismo. Luego el ministro de Educación, Jaime Saavedra quien tras promover una reforma en pos de la igualdad de género –rechazado por la Iglesia y sectores conservadores- , fue reemplazado por Marilú Martens, autora de una reforma de carrera magisterial, rechazada por sindicatos de profesores estatales.

También debieron abandonar sus cargos los ministros de Transportes y Economía Martín Vizcarra y Alfredo Thorne.

Kuczynski sumó en este año escándalos de corrupción y la mala gestión de catástrofe ante las inundaciones, lo que ha favorecido la estrategia de desgaste permanente del fujimorismo, que si bien perdió las elecciones por escasos votos, pone en jaque permanente al gobierno, pese a sus probadas vinculaciones con el narcotráfico, el lavado de dinero, la malversación de fondos y prácticas proselitistas durante la campaña presidencial.

La sociedad peruana sigue dividida y no ha logrado formar alianzas ni identidades políticas alternativas. El ex presidente del Consejo de Ministros, Pedro Caterino, señaló que el fujimorismo quiere provocar un segundo golpe de Estado, que a diferencia del de Alberto Fujimori en 1992, sería motorizado (al igual que en Brasil) desde el Congreso. Calificó la situación política actual como una “crisis constitucional de respeto a las normas”.

Normas que surgen de una Constitución dictada en dictadura, en 1993, por Alberto Fujimori y su séquito.

Mariana Álvarez Orellana
Antropóloga, docente e investigadora peruana, asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico.

Alainet


No es una ficción. Esto no es “House of Cards”

Es lunes y ya tenemos un nuevo gabinete ministerial presidido por Mercedes Araoz, con figuras allegadas al aprismo y al fujimorismo, luego de la decisión del Congreso de no ratificarle la confianza al que presidía Fernando Zavala.

La jugada de exigir una “Cuestión de Confianza” fue arriesgada, qué duda cabe, pero marca un paso nunca visto en el tiempo que lleva el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.

Sin embargo, ¿por qué hacerlo ahora y no antes cuando la partida de Jaime Saavedra era inminente, o cuando Alfredo Thorne y Martín Vizcarra corrían el mismo destino? ¿Por qué la necesidad de confrontar al fujimorismo cuando los niveles de aprobación popular son tan bajos?

La sentencia del Tribunal Constitucional, que declara inconstitucional parte de la denominada “Ley Antitránsfuga” puede haber sido la carta que el gobierno manejaba para tomar una decisión envalentonada. La posibilidad de debilitar a la bancada fujimorista y quitarle la amplia mayoría, desde lo que sería la fuga de un sector de congresistas liderados por Kenji Fujimori, sería la opción que debió “gatillar” la reacción del Ejecutivo.

Este nuevo gabinete, debe ser refrendado por el Congreso tal como lo estipula la Constitución. Y si el capricho de no aceptarlo persiste, serían capaces de no darle la confianza al gabinete que proponga el presidente. Lo cual dejaría el plato servido para que el mandatario disuelva el Congreso y convoque a nuevas elecciones parlamentarias.

Pero en esta especie de “House of Cards” criollo mezclado con un “Juego de Tronos” de baja producción ¿quién gana?.

Hace cuatro meses, hablábamos de la existencia de un cogobierno que perfilaba un escenario de impunidad producto de los efectos del caso Lava Jato. Ese escenario parece quebrado, toda vez que la actitud de confrontación del Ejecutivo se da cuando en la comisión congresal que investiga el caso de corrupción que viene desde Brasil, empezó a tomar en serio el nombre de Kuczynski.

¿Le conviene a PPK disolver el Congreso? O ¿Es que la cuestión de confianza respondió a una estrategia más elaborada donde Kenji Fujimori y sus posibles congresistas aliados negociarían una alianza para debilitar a Fuerza Popular? ¿A cambio de qué? ¿Del indulto a Alberto Fujimori que es más beneficioso para Kenji que para Keiko y así tener un aíre para continuar con el gobierno?

¿Gana el país con estos enfrentamientos? No. Mientras el Ejecutivo y el Legislativo se pelean en una absurda demostración de fuerzas, las reformas necesarias no avanzan, el proceso de reconstrucción de las zonas afectadas por el “Niño Costero” se demoran, la economía continúa estancada y la demanda social aumenta conforme pasan los meses y no se ve ningún accionar positivo.

Para octubre, ha dicho Araoz, pedirán la confianza al Congreso y que están coordinando con el presidente del Parlamento, Luis Galarreta. Desde el fujimorismo han dejado de lado el discurso de “bravata” y agresivo, olvidaron rápidamente la interpretación auténtica de la Constitución donde exigían que se vayan todos los ministros.

¿Estamos entrando a una nueva etapa del cogobierno por la impunidad o simplemente es una tregua temporal hasta octubre? No se pierda el próximo capítulo de esta serie de intriga política a la peruana.

Otra Mirada

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