¿Por qué baja la democracia en Latinoamérica? – El Nuevo Diario, Nicaragua

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Aunque las elecciones son procesos ya establecidos en la mayoría de países de América Latina, el estudio de opinión Latinobarómetro de este año confirma el descenso, desde hace siete años, de la percepción de que la democracia es preferible a cualquier otro sistema de gobierno.

El sondeo mide la opinión de los ciudadanos de cada país latinoamericano y muestra datos desde hace dos décadas. En 2010, 61% de los habitantes de la región consideraba que la democracia era preferible a cualquier otro sistema, pero desde entonces esa percepción ha venido bajando hasta llegar a 53% este año.

En contraposición, ha subido la indiferencia; las personas a quienes da lo mismo que haya democracia o no, representan este año el 25%, 9 puntos porcentuales más que en 2010, cuando eran el 16%.

En Nicaragua también ha bajado ese apoyo a la democracia. Era de 58% en 2010 y está en 40% en 2017. No obstante, Nicaragua está arriba de El Salvador, Honduras y Guatemala.

El mismo estudio refleja el crecimiento de algunas economías y, por ende, deja la interrogante de por qué la mejoría económica avanza mientras la democracia retrocede. Solo el 5% de los latinoamericanos dice vivir en plena democracia y el 72% ve pequeños o grandes problemas en este tema político.

Un caso particular es Nicaragua, donde la percepción del buen crecimiento económico coincide con la aprobación de la gestión gubernamental, 67%, según el Latinobarómetro 2017. En el año 2002, el apoyo al gobierno nicaragüense era de 84%, luego bajó al 30% y empezó a subir en 2010 con el 58%.

En Latinoamérica, el apoyo a la democracia como sistema preferido lo encabeza Venezuela, con 78%, algo comprensible con la historia reciente de ese país, donde el régimen de Nicolás Maduro ha cerrado casi todos los espacios de participación a los ciudadanos.

Un punto importante del Latinobarómetro es la percepción ciudadana sobre los tribunales electorales. Desde 2006 hasta 2017, la confianza en ellos ha caído de 51% a 29%. Donde goza de más confianza es en Uruguay, con 51%. En Nicaragua es del 30%.

Es muy preocupante esa apatía por la democracia, porque el sistema democrático es el que al fin de cuentas puede garantizar el balance y los contrapesos de los distintos poderes del Estado, que junto con la imparcialidad de la justicia y el imperio de la ley, son factores fundamentales para que exista prosperidad sostenible y estable en el mediano y largo plazo.

Es probable que en países donde las economías están creciendo, la gente, al ver la prosperidad, pierda interés en mejorar el sistema político imperante, y olvide que sin democracia verdadera la prosperidad se acaba pronto.

Además, en algunas naciones existen dictaduras vestidas de democracia que terminan confundiendo a los ciudadanos, en el sentido de que estos acaban desencantados del sistema democrático, cuando en realidad la causa de su inconformidad es un sistema dictatorial disfrazado.

Los datos del Latinobarómetro deben ser aprovechados por la sociedad nicaragüense, para que todos juntos ayudemos a promover más conocimiento sobre los valores democráticos, entre niños y jóvenes en las escuelas y entre ciudadanos en general, para que la prosperidad de la que estamos gozando sea duradera dentro de un sistema de justicia, igualdad y libertad.

El Nuevo Diario

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