Dossier especial: diversas opiniones sobre la reforma energética

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Reforma energética abre acceso a riqueza por 3 billones de dólares -Por Gilberto López y Rivas

Con la aprobación de la reforma energética las empresas privadas nacionales y extranjeras tendrán acceso a una riqueza en reservas de hidrocarburos que equivalen al menos a unos 3 billones (millones de millones ) de dólares, según estimaciones del consultor, académico e investigador José Luis Apodaca Villarreal.

Es importante recordar que en sólo seis años (2006-2011), los ingresos excedentes, es decir aquellos adicionales a lo presupuestado, sumaron un billón 190 mil millones de pesos, de los cuales los derivados de los derechos petroleros representaron poco más de 50 por ciento.

El también ex director de la División Golfo de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) explicó que los cálculos más conservadores indican que México posee reservas probadas de crudo por 14 mil millones de barriles. En hidrocarburos de lutitas (shale), las existencias de crudo en México son de 13 mil millones de barriles adicionales, y las de gas natural de 545 billones de pies cúbicos.

Apodaca Villarreal, también miembro fundador de la Fundación Sesgo, organización no gubernamental que promueve el análisis cultural y científico desde una visión crítica, dijo, que estas reservas en conjunto significan una renta potencial de 3 billones dólares.

Recordó que en los últimos dos sexenios las empresas trasnacionales que trabajaron por cuenta de Petróleos Mexicanos (Pemex) ejecutaron contratos por 200 mil millones de dólares en proyectos para extraer crudo. Con la reforma energética multiplicarán sus ganancias por un factor de cinco.

De acuerdo con la propia reforma energética, se estima que en México más de 50 por ciento de los recursos prospectivos del país se localizan en la cuenca del Golfo de México profundo, lo que equivale a un potencial adicional a recuperar de 29 mil 500 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, volumen de hidrocarburos superior a la reserva original total de Cantarell.

Con base en los estudios geológicos y geofísicos realizados hasta la fecha, y de disponerse de la tecnología, el entrenamiento técnico, la experiencia operativa, los recursos financieros requeridos y una mayor capacidad de ejecución, se anticipa que podrían identificarse ahí campos con volúmenes importantes de hidrocarburos, sustancialmente mayores a los que se estiman en tierra y en aguas someras.

Según otros datos, nuestro país cuenta con abundantes reservas de gas natural convencional que rondan el orden de los 61 billones de pies cúbicos.

Además, la iniciativa, documento base para la reforma energética, cita a fuentes de la Agencia Internacional de Energía, que afirman que México cuenta con la tercera reserva más grande en el mundo de gas de lutitas que aún no se han explotado, con aproximadamente más de 600 billones de pies cúbicos.

Cabe señalar que durante los últimos 30 años Pemex ha cumplido puntualmente con la función de sostener el equilibrio fiscal del gobierno, antes que procurar la seguridad energética o el desarrollo industrial del país.

Sin embargo, en los hechos, a Pemex se le ha obligado a sostener el flujo cotidiano de las finanzas públicas, debido a que ninguna otra fuente fiscal ha querido ser desarrollada adecuadamente y no existe alternativa para compensar un eventual faltante petrolero; pese a ello, Pemex mantiene una situación altamente competitiva, de acuerdo con la propia información oficial.

Bajo costo de producción

Pemex se mantiene como el quinto productor mundial de petróleo, es también el quinto exportador y las reservas mexicanas se ubican en el decimotercer lugar mundial; los costos de extracción son los más bajos: 6.84 dólares por barril frente a 7.55 de Statoil, 9.55 de Exxon o 13.62 de Petrobras.

Sus ingresos antes de intereses, impuestos y amortizaciones (EBITDA) pasaron de 71 mil millones de dólares en 2008 a 88 mil millones en 2012; durante los últimos tres años ha mantenido un promedio de inversión de 22 mil millones de dólares, mientras que empresas como Exxon o British Petroleum realizan inversiones globales por 36 mil millones de dólares; además, el pago de su deuda ocupa 6.4 por ciento en proporción de su capital de operación, por lo que resulta muy discutible la afirmación de que carece de recursos para afrontar nuevos retos.

Desde el punto de vista tecnológico, Pemex Exploración y Producción ha mostrado tener resultados sobresalientes: Según información divulgada por la Presidencia de la República, en octubre de 2012 se logró perforar con éxito el pozo Supremus-1, a 2 mil 900 metros de tirante de agua, que se ubica dentro de los récords mundiales de profundidad.

Por otra parte, en Chicontepec, el uso de perforación horizontal y el fracturamiento múltiple en pozos demuestran que es posible tener una alta rentabilidad y que es posible aprovechar estos yacimientos que constituyen unas de las mayores reservas probadas del país.

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/12/13/economia/035n1eco

 

México y la reforma de PEMEX – Por Rafael Cuevas Molina

México se constituyó en un referente mayor para América Latina cuando, en los albores del siglo XX, una revolución agraria y nacionalista puso las bases de la nación moderna mexicana.
La Revolución Mexicana de 1910 tuvo varias vertientes, la más radical de ellas seguramente la agrarista de Emiliano Zapata, que con profundas raíces en los sufridos campesinos desposeídos, luchó por una reforma agraria que diera tierra a quien la trabaja.
La institucionalización de la revolución, después de 1917, encaminó el proceso hacia otros rumbos, sobre todo cuando el aparato gubernamental fue copado por grupos de la burguesía nacional, corporativos y mafiosos que, a través del PRI, se mantuvieron en el poder prácticamente todo el siglo XX.
A pesar de ello, en México prevaleció un nacionalismo que le hizo tener voz propia en el concierto latinoamericano. Este se expresó en distintos espacios: en las artes, por ejemplo, en donde a través del muralismo creó un espacio simbólico asociado a los explotados, la lucha por su liberación y “lo propio”. Igual pasó en la música, con autores como Silvestre Revueltas, o en la literatura.
En la década de 1930, en el período presidencial de Lázaro Cárdenas, ese nacionalismo llevó a la nacionalización del petróleo y, posteriormente, a la creación de la compañía petrolera que manejó su producción y comercialización, PEMEX.
Ésta se constituyó en todo un símbolo de un México que, a pesar de estar a la par de los Estados Unidos, mantenía posiciones propias, dignas, muchas veces desentonantes con el dictum del imperio. Un caso relevante fue la decisión que tomó respecto a Cuba, cuando la OEA la expulsó de su seno, y todos los países latinoamericanos, sumisamente, rompieron relaciones con ella. En esa ocasión, solo México mantuvo su postura de no romper relaciones, y mantuvo vínculos cordiales con la Revolución Cubana.
En el año 2000, el largo monopolio del poder político ejercido por el PRI fue roto por su eterno rival, el derechista PAN. El arribo al poder político del PAN constituyó una ruptura, pero también la continuidad de un proceso que ya venía experimentándose en el país desde mediados de la década de 1980.
Fue una continuidad porque se subió al carro de la implementación del modelo neoliberal que ya había iniciado el PRI, y que había tenido como uno de sus momentos estelares la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Estados Unidos y Canadá, y que entró a regir a partir del 1° de enero de 1994.
Fue una ruptura porque, hecho a un lado el PRI, que por sus raíces históricas seguía guardando algunos pruritos nacionalistas, se entronizó en el país un gobierno abiertamente de derecha, que dejó de lado las tradicionales posturas pro latinoamericanistas y nacionalistas.
El camino que, en la década del 90 tuvo un momento estelar con la firma del TLCAN, se profundizó, y en ese camino que, como todos los que lo han seguido en el mundo, lo llaman “de modernización”, se encontraron con PEMEX.
PEMEX se transformó en objetivo fundamental. Para poder “modernizarlo”, es decir, privatizarlo y distribuírselo entre los buitres que lo rondan hambrientos por el botín que significa, hicieron, también igual que en todas partes del mundo en donde se han privatizado estas grandes empresas nacionales, todo lo posible por hacerla ineficiente y quebrarla. De esa forma se justifica la necesidad de entregarla a quienes sí van a saber sacarla del hoyo en el que se encuentra.
Ha sido un proceso largo que está conociendo sus momentos finales. Esta semana que termina el Congreso mexicano ha votado afirmativamente la reforma a PEMEX, y pronto empezará la rebatiña para repartírsela. Es una vuelta de tuerca más que incluye otras reforma que van en el mismo sentido. Todavía no se han apagado los ecos de las protestas de los educadores que fueron, también, reformados.
Quien lleva a cabo estas reformas es una alianza entre el PRI y el PAN, cuyas cúpulas partidarias constituyen, en la práctica un solo gran partido que está entregando al país al mejor postor.
Ese es el futuro que espera a los países que los Estados Unidos, en la reconformación de su poder en América Latina, ha aglutinado en la Alianza del Pacífico. Póngase atención y se verá que lo mismo hace, cada quien en función de sus particulares circunstancias, Guatemala, Honduras, Costa Rica, Colombia o Perú.
Claro está que la oposición a estas medidas ha sido muy grande en México, y seguramente crecerá en el futuro. A ese país le esperan años turbulentos.

De cuando el petróleo y la electricidad eran nuestros -Por Gabriela Rodríguez R.

Tal vez Adolfo López Ma­teos fue el último estadista al frente del Poder Eje­cutivo, el último que amaba a su pueblo y que actuó como servidor público, el primer presidente elegido por las mujeres mexicanas y quien nacionalizó la industria eléctrica. La nueva publicación escrita por un descendiente directo de López Mateos y tataranieto de El Nigromante,Emilio Arellano, es un texto sin desperdicio que da luz al lector en medio del sombrío momento que nos rodea (Adolfo López Mateos, una nueva historia, Editorial Planeta, México, 2013).

Quien gobernó México de 1958 a 1964 fue heredero de un gran linaje liberal: sobrino nieto de ideólogos de la Reforma, del último hijo de Ignacio Ramírez, El Nigromante, de José María Sánchez-Román, de Jesús González Ortega y del padre moral de los periodistas, Francisco Zarco Mateos. Primo del poeta zacatecano Ramón López Velarde, Adolfo quedó huérfano de padre a edad temprana, cuando la familia vino a menos por un fraude que hicieron a su madre al enviudar, Elena Mateos Vega, cuyo representante legal fue nada menos que Antonio Díaz Soto y Gama, el abogado de Emiliano Zapata. Por necesidad, López Mateos empezó a trabajar a los 16 años como administrador de una librería, donde ganaba 20 pesos mensuales. Fue cuando empezó a inquietar a la familia por sus ideas socialistas, algunas inspiradas en el general Tomás Garrido Canabal, el azote de los curas de Tabasco, a quien conoció y trató a esa temprana edad.

Sus carreras como abogado y político corrieron juntas: colaboró en la reforma agraria al lado de Lázaro Cardenas, fue secretario del Partido Nacional Revolucionario y en 1952 fue secretario general del partido que cambió su nombre a Revolucionario Institucional. Después de ser senador y secretario del Trabajo llegó a la Presidencia de México, e integró su gabinete con notables mexicanos: destacamos a Javier Barros Sierra en Obras Públicas, a Antonio Ortiz Mena al frente de la Secretaría de Hacienda, cuando México alcanzó un crecimiento de 78.7 por ciento anual; la excepción fue nombrar como secretario de Gobernación a Gustavo Díaz Ordaz –nadie es perfecto–: entonces hubo represión al movimiento ferrocarrilero. En esos tiempos se colocaba a intelectuales con prestigio moral al frente de la Secretaría de Educación Pública. Ahí designó a Jaime Torres Bodet, quien creó la Comisión Nacional de los Libros de Texto Gratuitos y libró batallas campales contra los conservadores, con apoyo del magisterio y de la esposa del presidente, por la defensa de la educación pública y laica. La maestra Eva Sámano de López Mateos mostró gran capacidad de mediación política al neutralizar a los conservadores de la época. Ella no fue una muñeca de porcelana que adornaba a su marido: además de colaborar en la política educativa, ella se ocupó personalmente de la creación del Instituto Nacional de Protección a la Infancia, el antecedente del DIF actual, y tuvo la idea de los desayunos escolares en las escuelas públicas, que por decreto y hasta la fecha elevaron los niveles nutricionales de la niñez mexicana. Los libros de texto aseguraban la eficiencia de la educación laica y gratuita, pero sobre todo buscaban consolidar la igualdad y el derecho a la educación pública con base en el magisterio, textualmente considerado por el presidente como un ejército de evangelizadores laicos en permanente lucha contra la ignorancia. Entonces era semejante el nivel de aprovechamiento en escuelas públicas y privadas.

Con intelectuales, pintores y poetas López Mateos construyó una política social y cultural que sólo podía comprender un hombre de gran cultura: creó la Universidad Autónoma del Estado de México, la unidad habitacional Tlatelolco, el Instituto Politécnico Nacional, el Museo Nacional de Antropología, el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. Sus ideas sobre el mercado laboral se apoyaban en los conceptos deEl Nigromante: El trabajo no es una mercancía, es un atributo de la dignidad de las personas, el trabajo es capital dentro de las empresas. Cuando surgió el conflicto entre Cuba y Estados Unidos se pronunció del lado de la nación caribeña. Durante la estancia en México de Fidel y Raúl Castro los apoyó con dinero y medicinas. Cuenta la leyenda urbana que el ex presidente se escapaba al parque de Miraflores a platicar con Fidel Castro y con el Che Guevara.

El 27 de septiembre de 1960, al nacionalizar la industria eléctrica, después de referirse a la claridad de los preceptos en los artículos 27 y 28 constitucionales, esta fue la oratoria de López Mateos:

Pueblo de México: les devuelvo la energía eléctrica, que es de la exclusiva propiedad de la nación, pero no se confíen porque en años futuros algunos malos mexicanos identificados con las peores causas del país intentarán por medios sutiles entregar de nuevo el petróleo y nuestros recursos a los inversionistas extranjeros. Ni un paso atrás, fue la consigna de don Lázaro Cárdenas del Río al nacionalizar nuestro petróleo. Hoy le tocó por fortuna a la energía eléctrica. Pueblo de México, los dispenso de toda obediencia a sus futuros gobernantes que pretendan entregar nuestros recursos energéticos a intereses ajenos a la nación que conformamos. Una cosa obvia es que México requiere de varios años de evolución tecnológica y una eficiencia administrativa para lograr nuestra independencia energética; sería necio afirmar que México no requiere de la capacitación tecnológica en materia elécrica y petrolera. Pero para ello ningún extranjero necesita convertirse en accionista de las empresas públicas para apoyarnos.

http://www.jornada.unam.mx/2013/12/13/opinion/031a2pol

 

¿Privatización de Pemex para la guerra de EE.UU. contra China? -Por Alfredo Jalife-Rahme

Después de su fallido intento de guerra en Siria y sus acumulados fracasos bélicos durante una generación desde Afganistán hasta Irak, (Estados Unidos) pasó a una feroz contraofensiva en los ámbitos financiero, mercantil y energético donde el “México neoliberal itamita” es literalmente deglutido por la principal apoteosis geopolítica del siglo de Washington hasta ahora.

Los movimientos financieros de Obama son muy significativos: acaba de invitar al ex gobernador del Banco Central de Israel, Stanley Fischer, a ser vicepresidente de la Reserva Federal para colaborar con el secretario del Tesoro, el israelí-estadounidense y ultraortodoxo religioso Jacob Joseph Lew.

Se profundiza el eje financiero Casa Blanca/Wall Street/Banco Central de Israel cuyo ex gobernador Jacob Aharon Frenkel (http://www.muckety.com/Jacob-A-Frenkel/641.muckety) exhibe perturbadores nexos con la aseguradora AIG y el banco lavador Wells Fargo/Wachovia ( The Guardian, 3/4/11).

AIG (http://www.muckety.com/American-International-Group-Inc/5000105.muckety) implicada en el pestilente doble cobro de seguros del 11/9 (Bajo la lupa, 26/9/0422/12/0422/06/05, y 5/06/13) se cuece aparte.

Por cierto, Frenkel fue detenido en Hong Kong por el robo de una maleta en una tienda, según el rotativo israelí Haaretz, 7/8/13. No cabe duda: la cleptomanía es adictiva.

Las guerras son ya geoeconómicas, geofinancieras y geomercantiles en las diversas regiones del planeta.

Nada menos que Robert Zoellick, anterior presidente del Banco Mundial, visualiza al TLCAN, del que fue su arquitecto, como la piedra estratégica de toque de un “núcleo de Norteamérica para la economía global que pudiera rivalizar a los ascendentes poderes como China”, según reporta Shawn Donnan del Financial Times, 2/12/13). Aquí se encuentra una de las claves geopolíticas de la “reforma energética” entreguista/masoquista de Peña/Videgaray/Aspe (Ver Bajo la lupa, 11/12/13).

En el Banco Mundial han despachado los planificadores de la estrategia de EE.UU., como Robert McNamara (ex secretario del Pentágono), y Paul Dundes Wolfowitz (ex subecretario del Pentágono).

Según Zoellick, la triada EE.UU./Canadá/México “deberá moverse hacia adelante para asegurar que Norteamérica asuma tal papel” (Nota: rivalizar con China), con el fin de tener una “posición unificada (sic) en la diplomacia global y en los debates económicos”.

La idea estratégica de Zoellick radica en que los tres países de Norteamérica, de casi 500 millones de habitantes, son “autosuficientes en energía (¡súper-sic!)”, con una “infraestructura integrada y manufacturas y servicios industriales interconectados y una política exterior común (¡súper-sic!)”.

Sin duda, el doble talón de Aquiles de China son los alimentos y los hidrocarburos, pero le faltó a Zoellick enunciar el proyecto de una “divisa común de Norteamérica”, de acuerdo con el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés; http://www.americanfreepress.net/html/cfr_making_moves.html) y del canadiense Instituto Fraser (http://oldfraser.lexi.net/publications/critical_issues/1999/amero/).

En la geoestrategia metamercantilista de Zoellick, “Norteamérica estará bien posicionado para rivalizar (¡súper-sic!) con los mil 300 millones de chinos” en la “era del megarregionalismo (¡súper-sic!), que significa también la era del imperativo estratégico en comercio”. ¿Entrará el “México neoliberal itamita” a una guerra –sea comercial, financiera, cibernética o militar, o multidimensional– contra China y al lado de EE.UU.?

Zoellick delineó su nueva estrategia para contener a China, en el marco de la “Doctrina Obama” del “pivote”, en la Universidad Baylor Texas en Octubre (http://es.scribd.com/doc/191367450/Zoellick-20131015) y adjudicó su linaje a la genealogía estratégica de Otto von Bismarck, a quien Donnan califica de “astuto político prusiano del siglo XIX y arquitecto de la unificación alemana”.

Ambos, Zoellick y Donnan soslayan la defenestración de Bismark y la posterior desintegración de Alemania como consecuencia de sus dos guerras mundiales.

El banquero Zoellick, hoy miembro del influyente CFR, pertenece a la cúpula del poder de EE.UU.: anterior director de Goldman Sachs, subsecretario de Estado, presidente del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), accionista de la mafiosa gasera Enron y profesor de seguridad nacional en la Academia Naval.

El TLCAN –firmado en 1986 y formalizado en 1992 en el contexto de la caída del Muro de Berlín y de la disolución de la URSS– es ahora empujado a un nivel superior en la coyuntura de la guerra multidimensional que avizora EE.UU. contra China (http://www.dodbuzz.com/2013/12/12/call-made-to-congress-for-china-war-) y a la que empinan al “México neoliberal itamita” totalmente absorbido al esquema estratégico de “Norteamérica”, pero sin mexicanos, y próximamente a ser insertado al Comando Norte después de haber sido incrustado al cibercomando mediante la polémica “Ley Telecom”, cuando todas las rutas del neoliberalismo –de PRI, PAN y los elementos antinacionales del PRD– convergen en la “Nueva Roma” de EE.UU.: “Norteamérica”.

La pertenencia de Canadá y México al proyecto de la Asociación Transpacífico de 12 miembros (TPP, por sus siglas en inglés) y a la Asociación Transatlántica de Inversiones y Comercio (TTIP, por sus siglas en inglés) facilita las cosas a los dos océanos que domina la poderosa marina de EE.UU., que se da el lujo de proyectarse hasta Sudamérica mediante la Alianza del Pacífico (miembros “latinos”: México, Chile, Perú y Colombia) con el fin de contener al BRICS: primordialmente a Brasil y a China.

Donnan reseña que en la agenda jerárquica comercial de EE.UU. “yacen tales dos potenciales tratados comerciales regionales” que “son vendidos (sic) con la capacidad de propinar un golpe (¡súper-sic!) estratégico” –el cual, a mi juicio, va con dedicatoria a China.

Pese a las apariencias, la reunión de cancilleres del TPP en Singapur, que no concluyó en ningún acuerdo, está a punto de dar un golpe sonoro para su próxima concreción ( ABC News, 12/12/13).

De hecho, Donnan decreta la irrelevancia de la OMC, pese a su reciente logro unificador: “en realidad no se encuentra más en el centro de la agenda comercial global de negociaciones, y ahora vivimos en una era del megarregionalismo (¡súper-sic!) en lugar del multilateralismo”, lo cual refrenda la tesis de mi libro Hacia la desglobalización (Jorale Editores, 2007).

La globalización se desglobaliza y los grandes del mundo tripolar geoestratégico (EE.UU./Rusia/China) se reparten sus respectivas esferas de influencia, cuando Brasil se ha quedado un tanto rezagado en Sudamérica debido a la brutal contraofensiva de EE.UU. (v. gr. la Alianza del Pacífico) y la guerra financiera contra la plaza bursátil de Sao Paulo).

EE.UU. se está quedando con todos los recursos estratégicos de “Norteamérica” entre los que destaca su flagrante apartheid contra los mexicanos (nativos y migrantes) y, en particular, su control financierista de la dupla Peña/Videgaray que padece el “síndrome de Estocolmo”.

Un día de estos los mexicanos nos enteraremos que “Norteamérica (EE.UU./Canadá/México)” declaró la guerra a China.

http://www.telesurtv.net/articulos/2013/12/17/privatizacion-de-pemex-para-la-guerra-de-eu-contra-china-8833.html

 

La Reforma Energética es una victoria cultural del PAN con votos del PRI, afirma Gustavo Madero -Por Marco Antonio Martínez

La Reforma Energética, que hoy será promulgada por el Presidente Enrique Peña Nieto, es una victoria cultural del Partido Acción Nacional (PAN), dijo ayer el dirigente panista Gustavo Madero Muñoz. “Es una victoria cultural que con los votos del PRI se hayan aprobado las ideas, las propuestas del PAN. La más elocuente será la que próximamente se promulgue, la Reforma Energética donde se quedará atrás en el pasado la visión del nacionalismo revolucionario que apostaba al desarrollo, económico, político y social a través de empresas monopólicas de Estado. Esta visión quedará superada, erradicada una vez que se promulgue la Reforma Constitucional”, avizoró Madero. El presidente panista, quien no estará hoy en Los Pinos en la firma de la promulgación de la Reforma Energética por un compromiso que atenderá en su estado, Chihuahua, expresó su satisfacción por las reformas aprobadas este año, como la educativa, de telecomunicaciones, la del Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI), la política y la energética. “Todas tienen un origen, un antecedente y un ADN que se puede rastrear en las plataformas, iniciativas y programas del PAN”, aseguró. El primer año del Presidente Peña Nieto dejó mucho que desear para los mexicanos y su único logro ha sido tomar la agenda reformadora, consideró. “Que por cierto es un logro compartido, no es iniciativa del Presidente  Enrique Peña Nieto esta agenda, ni tampoco el Pacto por México, pero el desempeño de su administración ha quedado mucho a deber a los mexicanos en materia de seguridad, de crecimiento económico y de ingobernabilidad”, expuso. Dijo que estos problemas deben ser atendidos a inicios del próximo año y el gobierno federal ya no tendrá pretexto para demorarse. “Ya no tendrán excusas, ya no tendrán ningún pretexto que esgrimir con la falta de aprobación de la agenda legislativa. Hasta su Reforma Fiscal que nosotros no compartimos pero que ellos propusieron quedó aprobada por los votos del PRI y el PRD. Tendrán todo el dinero, los recursos mayores de la historia de un gobierno federal, contarán con enormes cantidades de dinero de deuda y un manejo de estos recursos para impulsar el crecimiento, la economía y combatir la desigualdad”, señaló. También se refirió al Pacto por México, instrumento que seguirá el próximo año porque hay un documento con 106 compromisos firmados. “Creemos que levantarse de la mesa como el PRD lo está haciendo simplemente libera al PRI y al gobierno de una responsabilidad que no queremos liberarle y es el cumplimiento de todos y cada uno de los compromisos firmados; no se firmó para cumplir cinco, 10 ó 20, sino 95 compromisos originales y 11 del adendum y el PAN estará insistiendo en que se le de cumplimento cabal a cada uno de ellos”.

http://www.sinembargo.mx/20-12-2013/850433

La nación-pueblo ante el atraco neoliberal -Por Gilberto López y Rivas

Coincido con Adolfo Gilly en su apreciación de que las reformas recientes a los artículos 25, 27 y 28 significan la destrucción de la Constitución de 1917 y la transición a un México sin ley, un vuelco de dimensiones históricas y un golpe de mano ( La Jornada, 13 de diciembre de 2013). De hecho, el único artículo fundamental de esa Carta Magna que aún queda sin modificaciones dictadas por las corporaciones trasnacionales y el gobierno de Estados Unidos es el 39, que a la letra asienta, y hay que reiterarlo: La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

Claro que el artículo 39 mantiene una secuencia con los artículos 40 y 41 constitucionales. En el primero se establece que es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república federal, representativa, democrática y laica; mientras que en el segundo, la soberanía nacional-popular es restringida en su ejercicio por los poderes de la Unión y de los estados, cuyo acceso a los ciudadanos, en sus ramas ejecutivas y legislativas, en los hechos, es posible exclusivamente a través de los partidos políticos, que de esta manera detentan el monopolio de la representación popular y, por ende, nada menos que el monopolio de la soberanía nacional.

Pero, ¿qué sucede –como es el caso– si el poder público ya no dimana o procede del pueblo ni lo beneficia en modo alguno porque se ha ido conformado una élite política parásita, cínica y corrupta que, a contrasentido, opta por renunciar a la rectoría económica del país y entregar a potencias extranjeras y grupos privados la soberanía nacional sobre territorios, playas, recursos naturales y estratégicos? ¿Qué ocurre si la República deja de sercosa pública y se trasforma en una oficina otorgante de contratos, licencias y concesiones? ¿Qué pasa si un grupo de oligarcas apátridas decide, como política de Estado, lo que más conviene a su beneficio y al de sus patrones, y con ello da al traste con cualquier tipo de representatividad democrática? Esto es, si las contrarreformas neoliberales rompen con el pacto social de la Constitución de 1917 y convierten a los poderes constituidos en autoridades de traición nacional, ¿cómo puede el pueblo alterar o modificar la forma de gobierno?

Para Cuauhtémoc Cárdenas la respuesta a este interrogante, en lo que se refiere a la llamada reforma energética, está en la consulta vinculante que respalda, con innumerables candados, el artículo 35 de la misma Constitución, que podría llevarse a cabo en julio de 2015 (La Jornada, 14 de diciembre de 2013); esto, siempre y cuando la correlación de fuerzas sociales y políticas se imponga sobre los aparatos legislativos, electorales y judiciales que intervendrían en dicha consulta, controlados actualmente por la mafia neoliberal. Resultaría un ejercicio estéril llevar a cabo una consulta regulada, sancionada y monitoreada precisamente por los mismos actores que participaron en el golpe contra México. En todo caso, la emergencia nacional no puede ser enfrentada sólo en el marco de un formalismo jurídico, especialmente cuando son las propias autoridades las que rompen con el estado de derecho y el pacto constitucional. No fue una casualidad que junto a las reformas estructurales, la maquinaria legislativa aprobara nuevas leyes antiterroristas y de regulación de manifestaciones públicas, igualmente antidemocráticas y represivas. Miguel Concha documenta el conjunto de estas reformas, como la Ley de Manifestaciones Públicas del Distrito Federal, las modificaciones al artículo 29 de la Constitución, las cinco leyes para ampliar los alcances del delito de terrorismo, la propuesta del Código Nacional de Procedimientos Penales, todo lo cual configura un entramado legal que lleva a un Estado que de manera paulatina institucionaliza la censura y la mordaza, mediante la excepcionalidad del derecho penal, la interpretación restrictiva de los derechos humanos, la arbitrariedad en la vigilancia de los ciudadanos, y el uso excesivo de la fuerza (La Jornada, 14 de diciembre de 2013). El grupo dominante vislumbra una profundización de las resistencias de los sectores que ya están siendo afectados por reformas como las laborales-educativas, y por aquellos que resultarán perjudicados con las energéticas y, por esta razón, criminaliza al máximo e intenta nulificar los derechos a la protesta y la movilización social.

El polo político en torno al 39 constitucional debe conformarse a partir de la más amplia unidad de los veneros patrióticos y progresistas que se articulen a partir de un programa mínimo claramente definido en función de los intereses nacionales y populares, y que, paralelamente, responda al conjunto de las luchas y resistencias heterogéneas y diversas que se están llevando a cabo en todo el territorio. El despojo a la nación y el asalto a la República se llevan a cabo no sólo en el traspaso de los energéticos a las corporaciones privadas nacionales y extranjeras: esas mismas empresas ya han invadido todos los ámbitos del territorio nacional, tanto urbanos como rurales. Recordemos siempre que la ocupación neoliberal es integral, como integrales deben ser los movimientos contra-hegemónicos. Debemos prepararnos para una contienda de largo aliento y de alcances históricos, como los que marcaron las gestas independentistas y contra los invasores extranjeros, la Guerra de Reforma y el movimiento armado iniciado en 1910. Vivimos tiempos de indignación y de coraje al ver cómo festejan los canallas sus degradantes triunfos, al constatar la soledad de hombres y mujeres que se retrotraen al mundo de lo familiar-privado al no encontrar caminos atinados y creativos para la insurgencia cívica-ciudadana. Es responsabilidad de todos y todas poner en práctica las formas de lucha más adecuadas y desarrollar instancias unitarias como la Unidad Patriótica por el Rescate de la Nación.

 

http://www.jornada.unam.mx/2013/12/20/opinion/029a1pol

 

La Reforma necesaria -Por David Penchyna Grub

La hora de la discusión energética ha llegado. Más allá del disenso válido y las naturales diferencias de la democracia, existe un consenso fundamental: México no puede postergar más la transformación del sector energético. Las premisas económicas quedaron atrás, pero han prevalecido los dogmas políticos. La realidad global en la oferta y demanda de energéticos es otra, pero para algunos México puede seguir haciendo lo mismo. El escenario cambió, pero nos aferramos a interpretar el papel de siempre.

Aunque parezca una obviedad, el primer paso para aprobar una reforma energética, es creer con firmeza que podemos cristalizarla. Han sido muchos los años de disenso estéril y verdades a medias. Disenso que nos costó tiempo; verdades a medias que exigen una verdad completa: podemos imaginar un México más próspero y justo a partir de la reforma necesaria.

La reforma necesaria y no solo la posible. La que apremia en el sector, y no la que abarate sus alcances en aras del espejismo de la unanimidad. Hoy no hay un milímetro para el conformismo o el cálculo timorato; hay que dar la batalla por una reforma energética útil, profunda, trascendente, histórica.

Los legisladores estamos obligados al debate honesto y transparente. Quien quiera poner sobre la reforma intereses personales o electorales, será juzgado con severidad por los ciudadanos de hoy y del mañana.

Para garantizar ese debate y construir la reforma necesaria, debemos estar conscientes del suelo que se pisa:  las modificaciones a la ley —necesariamente constitucionales— atraen resistencias políticas, sociales e idelógicas. No podemos discutir un tema tan importante para el desarrollo nacional, si no se le elimina el componente casi teológico que muchos han querido proporcionarle. La nación no demanda revelaciones, sino resultados. El petróleo es un recurso ligado a la soberanía solo si es aprovechable. La nación no necesita dogmas, y la mejor defensa posible de la riqueza energética, radica en explotarla para el beneficio público.

La acción de gobierno del 18 de marzo de hace 75 años no fue la primera en aras de ganar terreno en materia de soberanía. Sin embargo, sí fue la más emblemática y efectiva para la sociedad y el Estado. Los ciudadanos sabiendo que los linderos de la independencia económica y política se habían ensanchado, el Estado, capaz de financiar el desarrollo y la edificación de instituciones en el largo plazo.

Lázaro Cárdenas asumió el riesgo y aceptó de la historia el papel de estadista. La consecuencia de sus decisiones permitió a México potenciar el desarrollo y hacer del petróleo un puente entre lo que podíamos ser, y lo que queríamos ser como país.

En el Siglo XXI, de cara a nuestros hijos y a nuestros representados, el reto es exactamente el mismo: potenciar el desarrollo para hacer de todo el sector energético ese puente entre el país que somos, y el que queremos construir.

El desafío es idéntico en circunstancias distintas. El diagnóstico es conocido por todos: Urge una reforma que transforme nuestro aprovechamiento de hidrocarburos, electricidad, gas y energías limpias. De no implementar cambios estructurales, México será un país estructuralmente deficitario en energía, pues aunque es un país con una abundante renta petrolera, esta no puede ser explotada de manera efectiva. Por otra parte, el mercado mexicano del petróleo presenta muchos problemas con la industria. Cada vez resulta más complejo acceder al mismo y al mismo tiempo más caro. Nuestro principal problema yace en el hecho de que la nueva exploración y la nueva tecnología requerida para poder explotar yacimientos en aguas profundas.

En ese marco, es evidente que necesitamos una reforma que permita  maximizar la producción y la explotación de las reservas, potenciando la inversión pública y privada, privilegiando el contenido nacional. En el Grupo Parlamentario del PRI le tomamos la palabra al Presidente Enrique Peña Nieto: ni PEMEX, ni el sector energético se privatiza o vende. Como legislador, le tomo la palabra al ciudadano común y corriente: una reforma energética que impacte favorablemente en el bolsillo, financie el futuro y nos permita mirar a los ojos a las generaciones que siguen.

En la clase política sobran pregoneros de lo que no se puede hacer en materia energética. Imaginemos lo que sí puede hacerse con valor, voluntad y audacia:

Abrir el sector energético de México a la competencia y a la inversión pública y privada, nacional o extranjera.

Crear industria en segmentos que por las características de Pemex constituyen recursos energéticos inexplotados: aceite de aguas de profundas; aceite y gas de lutitas (Shale); petróleo pesado y recuperación de campos petrolíferos.

Una nueva estructura organizacional de Pemex. Es necesario mejorar la toma de decisiones, así como sus reglas de gobierno corporativo. Como patrimonio de los mexicanos, Pemex debe administrarse con la mayor eficiencia, honestidad, transparencia y rendición de cuentas.

Alentar la ética corporativa y la responsabilidad social. El compromiso de Pemex no tiene que ser solo con la rentabilidad, también lo es con el progreso y el bienestar social incluyente. Sus operaciones e instalaciones deben procurar el desarrollo integral de las comunidades donde se ubican.

Pemex debe ser uno de los ejes centrales en la lucha contra el cambio climático, desarrollando energías renovables y promoviendo el ahorro de energía.

Pemex debe incentivar el desarrollo de cadenas de proveedores nacionales.

Pemex debe suministrar los insumos energéticos que demanda nuestro crecimiento económico. La demanda crece, y no así nuestra capacidad para abastecerla.

Fortalecer su capacidad de inversión y desarrollo tecnológico. Es indispensable transformar a Pemex en una empresa pública, de carácter productivo, que se conserve como propiedad del Estado, pero que tenga la capacidad de competir como una empresa de clase mundial.

La reforma es sinónimo de seguridad energética. México será dependiente, importador, testigo, de un mundo que ya recorre el camino de la transición energética.

Sobre la electricidad es conveniente explorar la alternativa de pasar de un esquema que limita la participación privada en la industria eléctrica, a uno nuevo que la promueva en beneficio de la economía nacional, de las familias y las fuentes de trabajo. Estoy convencido de que para que esto ocurra, debemos preservar la rectoría del Estado, solo que ahora con instrumentos más modernos y eficaces.

La reforma de la industria eléctrica —ligada estrechamente a la explotación de gas con nuevas tecnologías— es tan importante como el tema petrolero. Es preciso que hagamos lo necesario para que México tenga la industria eléctrica vigorosa que necesitaremos en los siguientes años, y para que los próximos gobiernos cuenten con más recursos para impulsar el desarrollo social del país, que es lo que más nos interesa a todos.

México está obligado a discutir, por tanto, una reforma que garantice su seguridad energética si no quiere convertirse como ya lo hemos apuntado en un importador de energía. Según diversos estudios académicos para que México sea energéticamente seguro no es necesario que produzca todo su consumo energético, sino que pueda acceder a las fuentes de forma eficiente, permitiendo así un mayor crecimiento económico. Para alcanzar este objetivo, el país debe considerar todos los mercados energéticos.

Una política energética efectiva es necesaria para reconciliar los objetivos de proveer energía a precios accesibles con el crecimiento económico y la sostenibilidad. El fomento de la eficiencia energética y el uso sostenible de la energía son elementos clave de dicha política, no solo porque impulsan la competitividad, sino porque pueden contribuir a un crecimiento verde e incluyente.

La política en buena medida es de secuencia y circunstancias y en ese sentido, siempre serán bienvenidas las propuestas que sumen al debate serio, responsable e informado que nuestro país nos demanda. Lo que sí es inevitable, es revisar a nuestra industria energética para maximizar la renta, para que sin perder la propiedad y la rectoría económica del Estado mexicano, podamos alcanzar mayor productividad, mayor competencia, tarifas más competitivas, mejores empleos, sobre todo aprovechar —por el bien de todos— la renta en la seguridad energética que merece nuestro país.

Es evidente que la política es compleja, pero como profesionales no podemos abstraernos de negociar, construir y acordar. En buena medida el Pacto por México nos ayudará estoy seguro para seguir logrando entendimientos y coincidencias. Creo que los tiempos del Poder Legislativo se van dando en la posibilidad de los acuerdos, y por eso saludo y doy la bienvenida a las iniciativas que hoy están presentadas y a las que en un futuro no lejano habrán de plantearse. Los legisladores que dictaminaremos en las comisiones legislativas, estamos obligados a procesar un debate en el que cada quien manifieste su visión sobre el tema y que construyamos en definitiva una reforma que identificando coincidencias y acuerdos, mejore la calidad de vida de la gente.

Los mexicanos todos, debemos imaginar un México más próspero y justo a partir de aprobar la reforma energética necesaria y útil que requiere nuestro país. En este sentido creo que no hay espacio para el conformismo, al contrario, es momento de dar la batalla por convertirnos en un país exitoso, incluyente, dinámico y competitivo. Hoy, de cara a la nación, no aplica la aprobación de la reforma posible, hoy se nos exige aprobar la reforma necesaria.

La reforma energética necesaria es aquella que atiende una premisa fundamental: el futuro nos alcanzó hace tiempo. Aprobar la reforma energética es lo mínimo que podemos hacer para colocar a nuestro sector al nivel de sus potencialidades, y a México a la altura de su destino.

http://www.newsweek.mx/index.php/articulo/5629#.UrQzyfTuLvw

 

Reforma necesaria, pero… -Por Miguel A. Rocha

Ya se hizo. Las reformas en materia energética es constitucional, sólo falta promulgarla y eso podrá ocurrir máximo el viernes cuando la firme y publique el jefe del Ejecutivo. Los medios serán saturados de publicidad como un festejo a algo que en verdad, sí es histórico, para bien o para mal, según el punto de vista con que se mire.

El hecho debe valorarse pues fue algo que se negó al menos a tres presidentes, además que la más reciente reforma al 127 constitucional, se le dio una puñalada al campo, a millones de campesinos temporaleros, ejidatarios que se quedaron sin créditos, sin tierra, sin forma de vivir.

Fue a partir de esa reforma hace 20 años que Carlos Salinas de Gortari firmó nuestra dependencia alimentaria, donde sólo ganan los grandes productores exportadores, pero los mexicanos de a pie, estamos obligados a comprar el 40 por ciento de nuestra comida en el extranjero y esa tendencia, va en aumento.

Bueno, tan se desmanteló el aparato de apoyo a los campesinos con la venta de ANDSA, Boruconsa, ANAGSA, Pronase, Ferronales, desaparición de fideicomisos cañeros, centros de investigación, créditos de Banrural, precios de garantía, subsidios e insumos básicos para la producción como los fertilizantes donde Fertimex surtía al mercado nacional y llegó a exportar incluso a China, agroquímicos fosfatados.

Se creó el Tratado de Libre Comercio que beneficia a los grandes productores estadounidenses y a muy pocos mexicanos, pero no se acabó la pobreza en el país, por el contrario, se hizo forma de vida para más de la mitad de la población, crecieron las “asimetrías” (así las calificaba el profesor Carlos Hank) entre ricos y miserables. Muchos campesinos abandonaron la tierra, se fueron del país a ritmo de 500 mil personas al año.

Claro eso era otro boleto, hoy con la reforma, van a llover los capitales, sobre todo extranjeros para generar empleos, riqueza de la que todos nos vamos a beneficiar, incluyendo a quienes pondrán los dólares para explotar el petróleo, recurso no renovable que tarde o temprano se va a agotar, máxime si se le ordeña masivamente.

Con ello también las petroleras internacionales, aseguran su abasto de petróleo crudo para transformarlo en todos su derivados, incluyendo gasolinas, con lo cual, también tienen garantizado el mercado de consumo sin salir del país, aquí, en México.

Este es el punto, como no generamos combustibles ni derivados de petroquímica básica o secundaria suficientes para el abasto nacional y el de las mismas trasnacionales que ya están instaladas, pues tendremos que seguir comprando los que se elaboren con petróleo mexicano fuera de aquí, en las plantas de las grandes petroleras.

Eso implica que la promesa de que van a bajar los precios, algún día, de los combustibles y derivados, resulta una entelequia porque siempre el pretexto para subirlos fue empatarlos a tarifas internacionales y terminar con el subsidio que implica la importación, especialmente de gasolinas.

Entonces si los precios internacionales se mantienen arriba, sobre todo en el país que siempre nos toman  de referencia, es decir, Estados Unidos ¿Cómo esperar que bajen en México si no tenemos capacidad de refinación y nuestra petroquímica, la que aún controla Pemex, es casi chatarra?

La reforma era necesaria, lo marca el mismo sentido común, no se puede ir contra las tendencias internacionales, pero ¿para qué ofrecer lo que no se tiene para justificarla? No obstante, veremos.

http://www.unomasuno.com.mx/?p=12446

 

Fundamentos de la Reforma Energética -Documento del Gobierno de México

http://cdn.reformaenergetica.gob.mx/explicacion.pdf

 

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