Cuba: discuten campesinos su responsabilidad con la alimentación del pueblo

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Cerca del 75 por ciento del programa de alimentación en Cuba depende de cuanto puedan producir los campesinos, advirtieron autoridades de Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP) en Cienfuegos, durante la Asamblea de Balance, previa al XI Congreso de esa organización, realizada en la Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Mártires de Barbados, en la comunidad de Rancho Luna.

En tal sentido, los resultados de la cooperativa sureña, aun cuando clasifican como favorables en la producción de carne y leche, todavía devienen insuficientes a la hora de satisfacer las necesidades reales de la gente. Otro tanto ocurre con las hortalizas, pues en los cultivos de tomate y boniato se incumplen los compromisos productivos.

Según Alberto Coto Pérez, presidente de la CPA, «los rendimientos aquí son aceptables, y para aumentarlos debemos trabajar más. Por eso resulta necesario fortalecer nuestro desempeño en la aplicación de la ciencia y la técnica, mejorar la calidad del suelo, sobre todo en las áreas que carecen de riego. De hecho, pretendemos poner en funcionamiento un nuevo sistema de riego compuesto por cinco enrolladores, para cubrir alrededor de dos caballerías de tierra.

«El objetivo es incrementar la producción global. Este año debemos llegar a los 32 000 quintales, y para 2015 nos hemos propuesto un plan de 38 000; ello unido al propósito de diversificar nuestros cultivos, especialmente los frutales».

Hacia 1988, la «Mártires de Barbados» alcanzó un rendimiento productivo superior a los 100 000 quintales, aunque contaba entonces con 16 caballerías más de tierra. La situación actual no es igual, incluso las lluvias recientes de octubre afectaron buena parte de las siembras.

Por otra parte, la fuerza de trabajo de la cooperativa, integrada por 108 asociados, deviene inestable. La mayoría de los jóvenes se marchan en busca de mejores oportunidades, aspecto ampliamente debatido por los delegados al encuentro.

«Los muchachos no permanecen con nosotros porque no tenemos viviendas. Y ellos se casan, tiene hijos…, forman una familia. Entonces es lógico que busquen un trabajo capaz de gratificar sus intereses», señaló Mileydis Terencio Ramírez.

«Pasa que lo primero que hacemos cuando llega un joven es darle una guataca. Eso constituye un error, no puede ser así. Debemos hallar otra manera de implicarlo en el quehacer de la CPA», expresó Wilfredo Arias Arias.

Sobre la inserción de la mujer en la agricultura, solo seis féminas se vinculan directamente a la producción en la «Mártires de Barbados», circunstancia determinada por las atractivas opciones del Turismo en Rancho Luna y la carencia de un círculo infantil en esa zona, que ofrezca a las madres un lugar seguro para el cuidado de sus niños.

Las dificultades con los insumos repercuten de forma negativa en la labor de los campesinos, unas veces condicionada por los altos precios, la mala calidad, y otras por la falta de gestión para garantizar una asignación estable.

«Ahora nos entraron 20 pares de botas. ¿Qué representa eso para 108 trabajadores? En ocasiones tenemos que trabajar descalzos. Al hombre lo estamos estropeando. Nosotros no queremos DVD, pero necesitamos machetes, limas…», dijo Arias Arias.

Si bien el debate nada resuelve, al menos deja entrever los problemas que aquejan a un sector, el campesinado, a cargo de la alimentación del pueblo. Así lo reconoció Rafael Santiesteban Pozo, presidente de la ANAP en Cuba: “Hoy discutimos cómo aumentar la producción y lograr un impacto positivo en la disminución de los precios, y en la sustitución de importaciones”. Entonces, solo falta que esas discusiones no tengan bajos rendimientos.


Cinco de Septiembre

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