Mineros de Potosí cumplen 20 días de paro y dicen que sólo dialogarán con Evo

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Ayer, a 20 días del inicio del conflicto y tras 14 jornadas de protestas en La Paz, ni el Gobierno ni Comcipo cedían posiciones.  El Ejecutivo descartó la mediación y acusó a los cívicos de proyectar la toma de la plaza Murillo y la voladura de torres de energía.

“Una mediación es aceptable cuando hay dos partes en desencuentro (…). No es que el Gobierno ha dicho que no va a dialogar (…) es simplemente la intransigencia de algunos dirigentes que está inviabilizando el diálogo”, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero, en referencia a iniciativas de la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo e incluso de la Central Obrera Boliviana.

La Paz vivió ayer una nueva jornada de tensión y caos vehicular ocasionados por la movilización de los cooperativistas mineros que arribaron en la mañana para reforzar las protestas con las que Potosí exige atención a un pliego regional de 26 puntos y marcharon haciendo detonar cachorros de dinamita.

Por la tarde, los mineros sindicalizados tomaron la posta. Debido a su presencia, la fuerza pública blindó la plaza Murillo, donde se halla el Palacio Quemado, con seis anillos de seguridad y cuatro carros Neptuno, uno de ellos de la Policía Militar.

Miles de potosinos se encuentran en La Paz apoyando las demandas del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), de las que 14  son competencia gubernamental. Además, anoche residentes de este departamento en al menos cuatro ciudades efectuaron manifestaciones de apoyo a su región.

Decisiones. La mañana del lunes una reunión ampliada del directorio del Comcipo en la Villa Imperial decidió mantener inalterable el paro indefinido que hoy cumple 16 días; reiterar la solicitud de dialogar con el presidente Evo Morales y no con sus ministros —con los que sostuvieron conversaciones desde noviembre del año pasado— y denunciar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la “represión policial” en La Paz.

“Solo nos iremos después de hablar con el Presidente”, dijo a media tarde el principal dirigente de Comcipo, Jhonny Llally, a quien por la mañana el ministro Carlos Romero acusó de bloquear el diálogo y ocultar información porque —según él— la noche del domingo 13 organizaciones estaban de acuerdo con dialogar con los ministros y diez insistían en hablar con Morales.

La dirigente Wilma Mamani admitió que el domingo hubo discrepancias y que dirigentes de un sector —no precisó cuál— quisieron ir al diálogo, pero sus bases les llamaron la atención.

Sin embargo, la decisión de mantener inalterables sus pedidos fue tomada en una reunión en Potosí, que fue transmitida por radios potosinas y donde no hubo voces a favor de retomar las conversaciones con los ministros. El Ejecutivo envió nueve notas invitando a la dirigencia a reanudar el diálogo con los ministros, suspendido desde el 14 de junio, que respondió con misivas en la que pide audiencia con Morales.

Comcipo exige la construcción de un complejo y una planta hidroeléctrica, tres hospitales, dos represas, un paquete de caminos, tres fábricas (de vidrio, de cal y de cemento), energía eólica, aeropuerto internacional, preservación del Cerro Rico, traslado de las oficinas de la Comibol a la Villa Imperial y otros.

Acusaciones. El Ejecutivo explicó que de las peticiones que le competen, cuatro son ejecutadas (relleno del Cerro Rico) o están en proceso (la licitación del hospital de tercer nivel será lanzada en 60 días; dotación de 158 ítems para salud desde el 1 de agosto y el hospital de Llallagua, cuya licitación fue lanzada).

Dos fueron rechazadas: la instalación de una cementera en Coroma y el aeropuerto internacional, aunque en este último caso se ofrece su ampliación. En el resto o no hay financiamiento o no hay fechas de inicio de obras y en algunas faltan estudios o proyectos a diseño final.

Y mientras el cruce de declaraciones continuaba, por la tarde, mineros asalariados intentaron ingresar a la plaza Murillo y bloquearon la Mariscal Santa Cruz. Por la noche, el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, en rueda de prensa acusó a  los cívicos de promover actos violentos.

“Se tiene conocimiento de que hay un grupo al interior de los movilizados en La Paz que se está organizando para ingresar en la noche a la plaza Murillo y lo están queriendo hacer a cualquier precio”, dijo. Para él, los manifestantes buscan la confrontación para conseguir heridos y bajas. “En Potosí, otro grupo estaría interesado en destruir las torres eléctricas. Lamentamos muchísimo aquello”, añadió.

Ante estas acusaciones, La Razón buscó a Llally y al vicepresidente de Comcipo, Marco Pumari, quienes no respondieron las llamadas. Quien sí lo hizo fue el secretario general, Miguel Elías, que las desvirtuó. “Aquí se sacaron tres resoluciones, pero nada de toma de torres, seguramente Pérez (las) está propiciando”.

Huelga en La Paz sufre dos bajas

Medidas

El senador Edwin Rodríguez, de Unidad Demócrata, y el diputado Grover Huanca, de Unidad Nacional, que estaban en huelga hace diez días, levantaron ayer la medida y por la tarde solo quedaba Gonzalo Barrientos.  El presidente de Comcipo, Jhonny Llally, pidió a los tres políticos que depongan su medida porque desprestigiaba su movilización.

Muñoz descalifica insinuación

AFP

El canciller chileno, Heraldo Muñoz, calificó ayer de “surrealista” la declaración del presidente boliviano, Evo Morales, quien denunció una supuesta intromisión desde Chile en el conflicto potosino. “Francamente, las afirmaciones que ha hecho el presidente Morales respecto a estos acontecimientos en Potosí, me parece una situación surrealista”, dijo en rueda de prensa. El Canciller se refirió de esta manera a las sospechas lanzadas por Morales el domingo de que “algunos chilenos” estarían alimentando una huelga en la región de Potosí, para opacar la reciente visita del papa Francisco a Bolivia y su respaldo a la demanda marítima.

“No sé de verdad quién estará detrás de algunos cívicos de Potosí, yo puedo entender que están ahí algunos chilenos usando para confundir este mejor momento que está viviendo Bolivia gracias a la llegada del Papa”, afirmó Morales.

Ironía. “Lo único que espero es que a Bolivia le vaya bien en los juegos Panamericanos para que, si le va mal, no culpen a Chile de ese resultado”, comentó Muñoz, haciendo una analogía con el evento deportivo que se disputa actualmente en Toronto, Canadá.

Las relaciones bilaterales se mantienen en tensión luego de que el Papa manifestara su esperanza de un diálogo entre Bolivia y Chile, y no considerara injusto el anhelo boliviano de tener una salida soberana al mar.Chile negó sentirse presionado por las declaraciones formuladas por el Pontífice. Bolivia demandó a Chile en 2013 ante la Corte de La Haya para que cumpla sus compromisos de negociar una salida soberana al mar.

La Razón

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