Se frustra otro intento de diálogo entre mineros en huelga y el Gobierno

318

Los ministros ya estaban instalados en el Ministerio de Gobierno a la espera de la representación cívica, pero en cuestión de horas Comcipo dio un paso atrás y puso nuevas condiciones bajo el embate de una tormenta de críticas en Potosí por aceptar reabrir el diálogo con ellos.

Cuando todo hacía pensar que las partes no iban a flexibilizar posiciones, el Comité Cívico Potosinista (Comcipo), a media mañana, envió una carta al Palacio con cuatro condiciones para reanudar el diálogo: transmisión ininterrumpida por los medios de comunicación, participación irrestricta de profesionales potosinos, reunión por tiempo y materia y “presencia imprescindible del presidente Evo Morales para la firma de los acuerdos definitivos”.

Al mediodía —a 21 días de que estallara el conflicto por la atención a un pliego de 26 puntos— el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, aceptó el encuentro —que debía comenzar a las 14.00— y en una nota de respuesta dejó claro que el Jefe del Estado solamente iba a recibir “el acta de conformidad”.

Mientras esta misiva era analizada en el coliseo universitario por los cientos de potosinos que se encuentran en La Paz, en Potosí la dirigencia fue blanco de críticas e insultos por flexibilizar la decisión tomada el lunes de hablar solo con Morales.

“q idiotez …..para eso nos sacrificamos tanto????”, escribió en la cuenta del Comité en Facebook Mela Fuertes. “(…) Para eso tanto esfuerzo q acaso no importa nuestro sufrimiento q cobardes como asi de rendirse a la primera (sic)”, comentó Daniela Cruz. “Me parece q Comcipo se estaría haciendo la burla del pueblo potosino tanto sacrificio q s esta haciendo para q se hable con el presidente (…) para q entonces movilizaron al pueblo. POTOSI SE RESPETA tenganlo muy en cuenta Comcipo (sic)”, apuntó María Cordova.

“Ya están forrados sus bolsillos de dólares y su cargo para salir de Comcipo maleantes ratas (sic)”, comentó Wily Torres y de este tenor son las decenas de comentarios dejados en la cuenta oficial del ente cívico.

La decisión también tomó por sorpresa a los dirigentes de la organización en la Villa Imperial. Su secretario general, Emilio Elías, declaró que no fueron consultados. En esa urbe corrió el rumor de que el conflicto había sido solucionado y que iban a levantarse los bloqueos, ante ello Elías tuvo que salir para ratificar la medida y de que el instructivo era claro: hablar con Morales y no con sus ministros.

A las 14.00 los titulares de Gobierno, Carlos Romero; de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; de Obras Públicas, Milton Claros; de Salud, Alexandra Moreira; y de Transparencia, Lenny Valdivia, llegaron al lugar de la reunión y allí aguardaron por los dirigentes durante casi tres horas.

En ese periodo, en el coliseo universitario se redactó otra carta dirigida al Ejecutivo con dos nuevas condiciones y la reiteración de la necesidad de que Morales esté presente y firme las actas de la negociación.  “Solicitamos como mediadores la presencia de la Iglesia Católica, el Defensor del Pueblo y la Asamblea Permanente de Derechos Humanos”, dice parte de la misiva leída por el presidente cívico, Johnny Llally.

“Pedimos la participación de forma de todos los medios de comunicación, estatales y privados, en todo el transcurso del diálogo”, agrega. A minutos de que se cumplan las 17.00 y tras recibir la carta con la contrapropuesta, los ministros abandonaron el Ministerio de Gobierno.

Romero había descartado el lunes la mediación al considerar que no existen partes en desencuentro. “No es que el Gobierno ha dicho que no va a dialogar (…) es simplemente la intransigencia de algunos dirigentes que están inviabilizando el diálogo”, dijo entonces.  Hasta el cierre de esta edición no se conocía si el Ejecutivo aceptaría las nuevas exigencias y se prevé que dé hoy una respuesta.

A diferencia de otros días, ayer en la sede de gobierno no hubo movilizaciones de ciudadanos de Potosí —que hoy cumplen 16 días en La Paz—, quienes permanecieron en el coliseo donde están alojados. Hoy la capital potosina cumple 17 días de huelga general indefinida, con bloqueo de caminos, que ha dejado sin abastecimiento de alimentos a sus 189.652 pobladores.

Anoche se informó que los cooperativistas y mineros asalariados permanecerán en La Paz hasta que se resuelva el conflicto, mientras en Potosí se alista una marcha de mujeres hacia La Paz. Comcipo exige una planta hidroeléctrica, tres hospitales, dos represas, caminos, aeropuerto internacional y otros. El Ejecutivo explicó que de las 26 peticiones, seis están en marcha: o están en proceso (preservación del Cerro Rico, la licitación de hospitales de tercer y segundo nivel, ítems para salud, etc.).

La décima invitación

Recuento

El Gobierno envió ayer la décima invitación a los cívicos para dialogar. Cinco ministros esperaron ayer desde las 14.00 hasta las 17.00. Comcipo dice que desde 2010 —cuando ejecutaron un paro  de 19 días— sostuvieron más de 22 reuniones con autoridades.

Evo apunta a la derecha

Durante la entrega de un campo deportivo en Sapahaqui, La Paz, el presidente Evo Morales apuntó ayer a los partidos de la derecha como uno de los promotores de las movilizaciones que Comcipo lleva adelante en La Paz por un pliego de 26 demandas.

“Solo vienen (los potosinos) a perjudicar a La Paz con falsos intereses. Yo no puedo entender, de verdad hermanos y hermanas, cuando nosotros marchamos, nunca hemos pedido ayuda ni de la derecha, había muy pocos movimientos políticos de izquierda. Ahora piden supuestamente reivindicación social, pero con la derecha, esa derecha que nunca hicieron por los departamentos”, sostuvo el Mandatario.

Morales, quien el sábado tildó de llulla —mentiroso en quechua— al presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Jhonny Llally, exminero y chofer de taxi, vinculó al movimiento cívico con políticos que en el pasado “vendieron la patria”.

“Sí estaría marchando o haciendo alguna manifestación con la derecha… jamás, me daría vergüenza estar con la derecha, haciéndo(me) ayudar con la derecha”, añadió. Por otra parte, la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia volvió a expresar su apoyo al Gobierno, lo mismo que la Confederación de Choferes (Asalariados), movimientos sociales aliados al MAS.

La Razón

Más notas sobre el tema