“Los golpes blandos ya se pusieron en práctica en el continente en países como Honduras y Paraguay. Ahora, la misma metodología, que no necesita a las Fuerzas Armadas, se está utilizando aquí en Brasil” – Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

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En Brasilia, Nobel Pérez Esquivel dice impeachment es «golpe»

El premio nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel aseguró ayer que la presidenta Dilma Rousseff, con la que se reunió en Brasilia, es víctima de un «golpe blando».

Pérez Esquivel afirmó que el «golpe» tramado en Brasil comparte la misma «metodología» del que se llevó a cabo en Paraguay en la destitución de Fernando Lugo, y en Honduras, donde Manuel Zelaya fue derrocado en 2009 cuando promovía reformas constitucionales que la ley le impedía.

«Los golpes blandos ya se pusieron en práctica en el continente en países como Honduras y Paraguay. Ahora, la misma metodología, que no necesita a las Fuerzas Armadas, se está utilizando aquí en Brasil», dijo Pérez Esquivel.

El premio Nobel señaló que la nueva técnica golpista consiste en el «uso de los medios de comunicación para generar descrédito» y después en la «expulsión de la presidenta», reelegida el pasado octubre para un segundo mandato por un estrecho margen. A su juicio, «ese golpe interrumpe el proceso democrático» y supondría «un retroceso muy grande para el continente».

El argentino afirmó que su compatriota el Papa Francisco está «preocupado» con lo que sucede en Brasil y con otros «retrocesos democráticos» del continente. La visita de Pérez Esquivel se produce en una semana crucial para la presidenta brasileña, ya que el Senado ha comenzado a debatir si existen méritos jurídicos para iniciar un proceso legislativo con miras a la destitución de la mandataria.

El pleno de la Cámara alta deberá votar a mediados de mayo si respalda el juicio político y, en ese caso, Rousseff será separada del cargo durante los 180 días que puede durar el proceso y sería sustituida durante ese período por el vicepresidente Michel Temer, quien completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019 en caso de una destitución.

Brasil 247

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