Comienza a llegar el equipo de la ONU que hará la verificación del fin del conflicto

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500 observadores de ONU verificarán el cese el fuego

La ONU confirmó ayer la llegada a Colombia de los primeros observadores de su misión para verificar el alto el fuego y anunció que un segundo grupo viajará al país a principios de julio.

La primera tanda, de 23 observadores, llegó a Bogotá esta semana después de que el pasado jueves los negociadores de paz del Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) firmaran en La Habana un acuerdo sobre el «fin del conflicto».

Los expertos proceden de Argentina, Bolivia, El Salvador, Guatemala, México, Paraguay y Uruguay, según detalló hoy un portavoz de Naciones Unidas Farhan Haq.

Estos observadores se sumaron a un grupo de unos 20 efectivos civiles que ya se encontraban en Colombia para preparar el establecimiento de la misión, explicó Haq.

Un nuevo grupo de observadores llegará a principios de julio y, con ello, la ONU estará en disposición de comenzar sus actividades de control y verificación tan pronto como se firme el acuerdo final de paz y el cese del fuego bilateral entre en vigor, dijo el portavoz.

La embajadora de Colombia ante la ONU, María Emma Mejía, ya había adelantado hoy la llegada de los primeros observadores y había estimado que la misión estará compuesta finalmente por unos «350 observadores, militares no armados y unos 150 civiles principalmente de los países de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac)».

Mientras Naciones Unidas prepara la operación sobre el terreno, Haq dijo que el representante especial para Colombia, Jean Arnault, está trabajando activamente en las discusiones de La Habana sobre la implementación del alto el fuego.

El Heraldo


Farc sostienen que si pierden el plebiscito no volverán a la guerra

Carlos Antonio Lozada, delegado de las Farc en los diálogos de paz en Cuba, aseguró que si los colombianos votan en contra del plebiscito –ideado como el mecanismo para refrendar los acuerdos– la guerrilla no volverá a la guerra.

Lozada, quien hace parte de la subcomisión técnica para el fin del conflicto, encargada de conducir a la guerrilla al fin de la rebelión armada y dar el paso definitivo a la vida política legal, se declaró confiado de que los colombianos, así como finalmente lo hizo las Farc el pasado jueves, respaldarán el mecanismo que les permitirá decidir si están de acuerdo o no con el acuerdo final que se logre en La Habana.

“Nosotros estamos esperando el pronunciamiento de la Corte (Constitucional). Estamos seguros de que va a ganar el pronunciamiento masivo del pueblo colombiano refrendando los acuerdos, pero si gana el no, no significa que eso tenga que dar al traste con el proceso, porque la paz como derecho síntesis no puede llevarnos a tomar esa decisión de seguir con una guerra tan dolorosa”, manifestó el delegado de las Farc, quien participó en un informativo pedagógico promovido por la guerrilla.

El anuncio del acuerdo sobre el punto del fin del conflicto del pasado jueves marcó a su vez el inicio del camino en la discusión del sexto y último punto de la agenda: Implementación, verificación y refrendación.

Una instancia que no sólo tiene que ver con las delegaciones de paz de Gobierno y guerrilla en La Habana, sino que también involucra al Congreso, donde se deberán tramitar muchas de las leyes que le darán piso firme a la paz; la Corte Constitucional, que deberá decidir sobre muchas de esas normas —de hecho ya estudia el plebiscito como mecanismo de refrendación—, y la ciudadanía, que finalmente decidirá en las urnas.

El Gobierno empeñó hace meses su palabra comprometiéndose a que los colombianos tendrán la decisión final respecto a los acuerdos de paz con las Farc en Cuba. Aunque había cierta distancia entre las partes sobre cuál debía ser el mecanismo de participación ciudadana, el jueves quedó establecido —en el acuerdo— que ambas partes acogerán el que avale la Corte Constitucional. Dicha afirmación tiene dos importantes implicaciones. (Lea: Guiño al plebiscito: Farc aceptan que Corte Constitucional defina cómo se refrendarán acuerdos de paz)

La primera, es que las Farc están aceptando la jurisdicción de la Corte, es decir, están haciendo un reconocimiento a una de las cabezas del poder judicial en el país. En el Estado al que hasta esta semana no reconocían, dejan ahora la potestad de definir, nada más y nada menos, que la forma en que los colombianos se pronunciarán sobre las negociaciones de paz. Esa es una buena noticia.

Pero la segunda, significa que el Gobierno terminó ganando el pulso sobre el mecanismo a utilizar. Desde hace muchos años, las Farc venían pregonando que los acuerdos de paz a los que llegasen con algún gobierno, fuera el que fuera, deberían terminar en una asamblea constituyente. Ya no solo dejaron atrás esta petición, sino que terminan admitiendo que se haga a la manera planteada por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos.

Así se desprende de los anuncios hechos durante la ceremonia del jueves en La Habana, Cuba, concretamente, de las palabras del delegado de Noruega para el proceso de paz, Dag Nylander. El diplomático explicó los alcances del pacto para preparar el fin del conflicto en Colombia, que incluye el cese al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz.

“El Gobierno y las Farc van a sanear diferencias al tema aludido en la agenda para terminación de conflicto, la Corte Constitucional será quien decida sobre los alcances de ley estatutaria para refrendar los acuerdos firmados”, indicó.

Nylander explicó que el acuerdo está dirigido a brindar protección y seguridad a todos los habitantes del territorio nacional; medidas de protección a las colectividades, los movimientos y organizaciones sociales y de derechos humanos en los territorios.

El Espectador

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