Situación preocupante – Diario Critica, Panamá

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

El mandatario Juan Carlos Varela y su gobierno parecen enredados en su laberinto con el tema de la huelga de los docentes. La paralización de clases ya cumple hoy una semana y no se vislumbra una solución.

Y es que Varela promete cosas y luego no cumple. Reforma el decreto para concretar el pago de los $900 de aumento a los educadores, luego escurre el bulto y cuando se le aprietan las vainas sostiene que los docentes deben cumplir con las evaluaciones previas al desembolso.

Lo fregado de todo es que las autoridades del Ministerio de Educación han sostenido durante dos años cerca de 40 reuniones con los gremios magisteriales y no se pudo resolver el tema para evitar el conflicto.

Así las cosas, las negociaciones están trancadas y todo el mundo sabe que al final el Gobierno perderá en la medición de fuerza con los docentes, que están formados en la lucha y ni la dictadura de Torrijos ni de los militares pudo doblegarlos en sus reclamos.

Aunque parezca grande el aumento de $900 que reclaman los maestros y profesores, lo cierto es que un cabo de la Fuerza Pública gana hoy más que un docente y casi igual a un médico recién nombrado. No es por demeritar a los hombres de uniforme, pero los galenos y el personal magisterial desarrollan mayores estudios y deberían tener un mejor salario.

El jefe del Ejecutivo tiene que meterle atención a un conflicto que se profundiza y pone de manifiesto la incapacidad del Gobierno de bregar con los problemas del país. No sería prudente para la nación ni para el propio Varela viajar al extranjero en medio de la huelga magisterial. La historia cercana está llena de ejemplos preocupantes sobre los desenlaces para gobernantes y la institucionalidad, que han tenido las huelgas de maestros y profesores.

Por ello, frente al conflicto se requieren soluciones y no pretender respaldarse en acuartelamientos de militares y policías.

Critica

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