Reunión clave en Montevideo para destrabar la crisis del Mercosur

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Contexto Nodal
Según la normativa del Mercado Común del Sur (Mercosur), “la Presidencia del Consejo se ejercerá por rotación de los Estados Partes y en orden alfabético, por períodos de seis meses”. A finales de julio, Uruguay traspasó la presidencia a Venezuela, sin embargo los gobiernos de Brasil, Argentina y Paraguay no lo reconocen.

Los coordinadores del Mercosur se reunieron este martes en Montevideo en busca de fórmulas para destrabar la crisis surgida por el traspaso de la presidencia pro témpore del bloque, en un encuentro que terminó sin anuncios oficiales.

Hubo “bastante coincidencia” entre Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, dijo el vicecanciller paraguayo Rigoberto Gauto a periodistas al término del encuentro, aunque evitó dar detalles sobre alternativas que se manejan para superar el impasse y se limitó a decir que elevarían informes a los cancilleres.

Gauto insistió en la “vacancia” de la presidencia pro témpore y sostuvo que los trabajos en pro de acercar el bloque sureño a otros grupos de países como la Unión Europea y la Alianza del Pacífico continuarán a pesar de la falta de un coordinador reconocido por los socios al frente del Mercosur.

En una reunión similar a comienzos de agosto, participaron representantes de Uruguay, Argentina, Brasil y Paraguay, pero estuvo ausente Venezuela, que tampoco participó del encuentro de este martes.

El Mercosur atraviesa una de sus peores crisis desde su fundación en 1991, solo equiparable a la que generó la suspensión de Paraguay en 2012 luego de un juicio parlamentario que destituyó al presidente de izquierda Fernando Lugo.

Entonces, en una cumbre presidencial incompleta, Uruguay, Argentina y Brasil resolvieron el ingreso de Venezuela como miembro pleno.

Por orden alfabético, en julio de 2016 Venezuela debía asumir la presidencia rotativa del grupo, desde donde coordinaría por seis meses la agenda del Mercosur. Pero Brasil, Paraguay y Argentina se oponen.

El canciller brasileño, José Serra, dijo lisa y llanamente la semana pasada que su país considera que “Venezuela vive bajo un régimen autoritario, no democrático” y argumentó que “un país que tiene presos políticos no puede ser un país democrático”.

“Venezuela no va a asumir el Mercosur, eso es seguro”, remató el ministro brasileño.

Paraguay de su lado, pidió a Venezuela que libere a los opositores presos y acusó al gobierno de Nicolás Maduro de querer bloquear el Parlamento -de mayoría opositora- a través de la Justicia.

Argentina en tanto, quiere un gobierno colegiado del Mercosur hasta que asuma la presidencia en enero próximo, mientras su presidente Mauricio Macri ha sido muy crítico de la situación de derechos humanos en Venezuela.

Uruguay es el único socio que quiere que Caracas asuma la presidencia y acepta la decisión de Maduro, que se proclamó al frente del Mercosur una vez que Montevideo dejó la presidencia, aunque el resto de los socios no lo reconocen ni aceptan las decisiones que adopte.

Maduro acusó a Argentina, Brasil y Paraguay de formar “la triple alianza de torturadores de Suramérica”, calificó al gobierno interino brasileño como “una dictadura impuesta”, tildó a Macri de “fracasado” y al gobierno de Horacio Cartes en Paraguay de “oligarquía (…) corrupta y narcotraficante”.

República


Gauto: «Venezuela estaba invitada e infortunadamente no ha venido»

Paraguay, junto a Argentina y Brasil, es uno de las naciones del bloque que se opone a que Venezuela tome la presidencia del Mercosur

El viceministro de relaciones económicas e integración de la Cancillería paraguaya, Rigoberto Gauto, dexpresó este martes en la capital uruyuaya que se extrañó “un poquito” a Venezuela en la reunión de coordinadores del Mercosur, a la que el país caribeño no envió ningún representante.

“Venezuela estaba invitada e infortunadamente no ha venido. La extrañamos un poquito, hubiera sido bueno tenerla entre nosotros para hablar de los temas que se plantearon”, expresó Gauto a la prensa en un receso de la reunión.

El diplomático paraguayo no confirmó que su país haya traído una propuesta para deliberar una vía alternativa de conducción del bloque económico integrado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela, aunque especificó que la reunión está enfocada en “fortalecerlo aún más y orientarlo hacia los caminos que realmente tiene que transitar”.

“El consenso en este ámbito es fundamental. Tenemos sin embargo que tener en cuenta la situación y encontrar caminos que nos lleven a soluciones definitivas”, aseguró Gauto sobre la ausencia venezolana.

Además de Gauto, en la reunión participa, el subsecretario para asuntos de América Latina y el Caribe de Brasil, Paulo Estivalet de Mesquita; el representante de la cancillería uruguaya Gabriel Bellón y la secretaria de relaciones económicas internacionales de Argentina, Cristina Boldorini.

Esa misma jornada, Venezuela, a quien por orden alfabético le correspondería tomar el relevo de la presidencia del Mercosur, comunicó que asumía el mando, pese a la oposición de la mayoría de los países miembros y sin que se llevara a cabo una instancia de traspaso, como la habitual cumbre de jefes de Estado del bloque.

Venezuela ya está ejerciendo la presidencia de forma activa y la semana pasada la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, viajó a la India para evaluar la expansión del acuerdo de libre comercio sellado desde hace varios años entre el Mercosur y el país asiático.

El objetivo del encuentro de hoy en Montevideo es dar una salida a esta crisis además de analizar el estado del cumplimiento de las obligaciones de Venezuela en su proceso de adhesión definitivo al Mercosur, después de que pasado 12 de agosto se acabara el plazo para que incorporara gran parte de la normativa del bloque.

El Periodiquito


Parlamento de Paraguay declara rechazo a que el gobierno de Maduro asuma la Presidencia del Mercosur


Almagro y una crítica indirecta para Vázquez y Nin Novoa

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, arremetió nuevamente contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela en una dura carta abierta dirigida al opositor preso Leopoldo López en la que habla de violaciones a los derechos humanos, torturas, y la intención de los herederos del chavismo de quedarse en el poder a cualquier costo.

Además en su misiva Almagro apoyó la decisión de Argentina, Paraguay y Brasil de no reconocer la presidencia pro témpore del Mercosur por parte de Venezuela, en contraposición con la postura del gobierno uruguayo de intentar pasarle el mando al país caribeño.

«Hoy en Venezuela no hay democracia ni Estado de derecho», escribió Almagro. «La existencia de presos políticos», a quienes «tortura», según el funcionario, «es absolutamente incompatible con un sistema democrático», reafirmó.

Esta es la segunda vez que Almagro escribe una carta abierta presionando al gobierno de Maduro, tras una publicada en setiembre del año pasado dirigida al excanciller Elías Jaua. A su vez, en mayo de este año había publicado un comunicado de prensa en el que calificaba a Maduro de «dictadorzuelo». Almagro impulsó además por esas fechas la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, aunque finalmente fracasó en el pleno de la organización que dirige.

El excanciller uruguayo dijo en esta oportunidad que el gobierno «desconoce la separación de poderes» y al Parlamento, controlado desde el año pasado por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Indicó, además, que «quiere desconocer el derecho constitucional de la gente a revocar a su presidente», tal como impulsa esa coalición con un referéndum que el Consejo Nacional Electoral ha demorado para intentar mantener al chavismo en el poder. Si la oposición lograra llamar a una consulta pública sobre la continuidad de Maduro antes del 10 de enero de 2017, fecha en que se cumplen cuatro años del mandato iniciado por Hugo Chávez antes de morir, y venciera, habría un llamado a elecciones anticipadas. Si se hiciera un referéndum con posterioridad a esa fecha el presidente designaría a su sustituto.

«Analizo una y otra vez el tema y estoy convencido de que no quedan razones jurídicas, políticas, morales o éticas para no pronunciarse y condenar a un gobierno (a esta altura con características de régimen) que se ha deslegitimado a sí mismo», continuó Almagro.

Según el funcionario de la Organización de Estados Americanos, la población venezolana es «víctima de la intimidación», lo que configura a su criterio «el corolario de una gestión ineficaz de gobierno, que procura mantener el poder negando al pueblo la posibilidad de decidir mediante el voto».

De acuerdo a su visión, quitarle la posibilidad al electorado de revocar a Maduro es el «golpe final al legado político de Chávez», e «intentar eliminar a la oposición y a las voces disidentes es fiel reflejo de la ignorancia de los tiranos».

Almagro también cuestionó la presunta corrupción existente en ese país y apañada por el Palacio de Miraflores. «Hoy no se juzga la corrupción, te han juzgado a vos por hacer política», señaló.

López –perteneciente al ala más confrontativa de la MUD en contraposición al sector moderado del excandidato presidencial Henrique Capriles– fue encarcelado en febrero de 2014 tras ser acusado de incitar a la violencia y provocar la muerte de 43 personas en una manifestación contra el gobierno que había tenido lugar en Caracas días antes y que terminó violentamente.

En setiembre del año pasado fue condenado a casi 14 años de prisión y, de acuerdo a la sentencia, su participación en esas muertes estuvo dada por llamados a través de redes sociales a manifestarse contra el chavismo.

López «no utilizó los medios apropiados establecidos en la Constitución para que sus demandas fueran atendidas, sino que utilizó el arte de la palabra para hacer creer en sus seguidores que existía una supuesta salida constitucional» para la renuncia de Maduro, aseguró la Justicia.

El Observador

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