La Cepal advierte sobre la pérdida de la diversidad en la región por la contaminación

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La pérdida acelerada de la biodiversidad afecta a la región

La pérdida de la biodiversidad, cambios en el uso de la tierra, el crecimiento urbano y la contaminación son los retos fundamentales en los que debe trabajar América Latina y el Caribe para preservar su ambiente.

El informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indicó que por efectos del cambio climático se ha deteriorado el estado de conservación de aves (pinzón Cochabamba de los Andes bolivianos, el perico de frente roja en Costa Rica y Panamá, y la paloma de tierra de ojos azules en la sabana Cerrado de Brasil).

La población de anfibios también ha sido afectada, ya que su piel actúa como un factor de control para muchos procesos fisiológicos, incluyendo las tasas de consumo de oxígeno, la frecuencia cardíaca, la locomoción, el balance de agua y la digestión.

Así se constató que la primera puesta de huevos de la rana bermeja y de los sapos comunes se adelantaron entre 8 a 9 días. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, en la región se dan drásticos cambios en el uso de la tierra a través de actividades que contribuyen a la degradación del suelo: agricultura mecanizada, sobrepastoreo, expansión urbana, exploración petrolera, explotación forestal y minería. Además hay aumento notable de la población y, en consecuencia, de los hábitos de consumo que tienen incidencia directa con la contaminación ambiental.

“El crecimiento urbano es uno de los factores que más compromete la calidad del aire por el consumo de energía y el transporte en las ciudades. La población urbana aumentó en más de 35 millones entre 2010 y 2015”, mencionó la ONU. La situación ecuatoriana Ecuador es el único país que, a partir de la Constitución de 2008, consideró a la naturaleza como sujeto de derecho para que se respete integralmente su existencia y la regeneración de sus ciclos vitales.

De acuerdo con información del Ministerio del Ambiente (MAE), es la segunda nación de América Latina en proteger sus ecosistemas (33,26% de su superficie).

“Gran parte de este porcentaje está dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas constituido por 11 parques nacionales, cinco reservas biológicas, una geobotánica, nueve ecológicas, cuatro reservas marinas, 10 refugios de vida silvestre y otros sitios más”, señala la fuente.

El año pasado se activó el Plan de Acción REDD+l para la protección de los bosques, sobre todo los nativos, que cubren el 51,2% de la superficie del territorio nacional.

Para ello se presentó un estudio, el cual cuantificó que 2,2 millones de hectáreas de bosque natural fueron perdidas en el país (entre 1990 y 2014). De acuerdo con ese informe, la deforestación bruta total fue de 97.917 ha a nivel nacional, por lo que las autoridades de ese momento reconocieron que es notable el deterioro de la biodiversidad nacional. Las provincias con mayor deforestación fueron: Esmeraldas, Guayas y El Oro (en la Costa); y Morona Santiago y Sucumbíos (Amazonía).

Ecuador tiene como meta reducir su tasa de deforestación a cero hasta el 2020. Para eso impulsa planes de reforestación de bosques nativos a nivel nacional. Con el Programa de Incentivos a la Conservación Socio Bosque, en 2015, se logró conservar 1.5 millones de ha de bosques y páramos nativos.

Además se reforestaron 150.000 ha. Para disminuir la contaminación ambiental, el MAE inició en 2016 el proyecto ‘Ecuador Recicla’ con modelos de recuperación y aprovechamiento de residuos sólidos y el impulso a una cultura del reciclaje.

Hasta el año pasado se recuperaron 4.763 millones de botellas plásticas y 1,5 millones de neumáticos fuera de uso. A mayo de este año, los importadores entregaron a los gestores ambientales 849.418 equipos móviles. Mientras que en 2015 se puso en marcha la campaña ‘Ponte pilas recoPila’, con el fin de recolectar las baterías usadas a nivel nacional (hasta la fecha recogió 2,5 toneladas de pilas incluidas las recargables).

El acuerdo ministerial 022 del Ministerio del Ambiente, creado en 2013, establece que el productor debe acopiar el 5% de pilas usadas, con respecto al total de las expuestas en el mercado.

El mundo se iluminará de color verde

Con el lema “Conectando a las personas con la naturaleza”, el 5 de junio se recordará a nivel mundial el medio ambiente y, por ello, espacios insignes del continente serán iluminados de verde. Entre ellos el biomuseo de Panamá.

Lo mismo ocurrirá con los rascacielos Empire State (Estados Unidos) y Burj Khalifa (Dubái), el Cristo Redentor en Río de Janeiro (Brasil), las cataratas del Niágara (Estados Unidos y Canadá) o el Museo del Louvre (Francia).

“La totalidad de nuestra vida moderna, con sus teléfonos inteligentes y rascacielos se basa en los frágiles sistemas de la naturaleza”, enfatizó el director ejecutivo de ONU Medio Ambiente, Erik Solheim, quien reiteró que es imprescindible la conciencia humana para frenar todo el daño a la naturaleza.

“Hoy esas bases tambalean, socavadas por el cambio climático causado por el hombre, la deforestación y la extinción de especies. Ni los grandes progresos tecnológicos nos podrán salvar si destruimos y contaminamos nuestra fuente de vida”.

Alrededor del planeta se desarrollarán cientos de eventos para impulsar los esfuerzos por la conservación de la naturaleza. En Brasil habrá el simposio “Ecos de Río 92” para analizar los desafíos ambientales, 25 años después de la Cumbre de la Tierra.

Además, en la represa Itaipú, la más grande del planeta, se desarrollará un seminario internacional (en Paraguay).

El Telégrafo

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