Bolivia: Evo Morales preside el Consejo de Seguridad de la ONU y alerta sobre una crisis mundial del agua
En la ONU, Evo plantea decálogo del agua y reparte El libro del Mar
«Debemos trabajar para tender puentes más que muros”. Con esa frase del papa Francisco, ayer, el presidente Evo Morales inició su discurso en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), en el que planteó un decálogo sobre el derecho de acceso al agua para preservar la vida y la paz en el mundo.
El presidente Morales también aprovechó su visita a Nueva York, sede del Consejo de Seguridad de la ONU, para entregar El Libro del Mar a los representantes de los países miembros de esa instancia. En el documento se explican las razones de la demanda marítima contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Un día antes, el lunes, el mandatario denunció ante el foro mundial sobre océanos en la ONU, los graves daños económicos que sufre Bolivia por el «injusto enclaustramiento” al que es sometido y demandó, además, el apoyo de la comunidad internacional para impulsar un «acceso real y soberano (al mar) incluso” para los países sin litoral.
La pasada jornada, en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, Morales fue más conciliador. En su discurso explicó que el agua es garantía para preservar la paz y la seguridad, pero que ese hecho está en riesgo porque se está atravesando «una crisis del agua, que se intensificará en las próximas décadas”.
Informó que desde 1947 se han producido 37 conflictos entre Estados relacionados a la problemática del agua.
En ese marco, el Primer Mandatario demandó a los Estados «realizar un manejo responsable e integrado de los recursos hídricos en todos sus niveles, incluyendo aquellos transfronterizos al amparo del principio de cooperación”.
«Sin agua no hay vida y hoy somos 7.000 millones de personas explotando las mismas fuentes de agua disponibles; un recurso finito, vulnerable y tan escaso que sólo nos queda administrarlo razonablemente”, afirmó Morales, quien dijo que en la etapa neoliberal se privilegió el lucro del agua.
Asimismo, el Jefe de Estado indicó que alto porcentaje de las aguas dulces son compartidas por más dos Estados, y que no siempre hay acuerdos sobre su naturaleza y propiedad, generando condiciones de conflictividad.
Según datos de la ONU -dijo Morales- existen 276 cuencas fronterizas en el mundo, 60 en África, 68 en Europa, 46 en América del Norte, 38 en América del Sur. De estas cuencas, 256 son compartidas por dos o cuatro países, 20 cuencas por cinco o más países.
De acuerdo al Primer Mandatario esta situación, sumando los efectos climáticos, «han expuesto nuevas crisis que generan nuevas tensiones locales, regionales y globales, que ponen en riesgo la estabilidad de la paz y la seguridad de las naciones”.
Es así que Morales planteó 10 alternativas de solución para evitar una crisis o un enfrentamiento entre Estados por la tenencia de agua. Entre ellas está que «el agua dulce disponible, que se encuentra en muchos depósitos compartidos internacionalmente, su aprovechamiento debe fundarse en oportunidades de colaboración, integración y confraternidad entre los pueblos, no de conflictos sobre su naturaleza de propiedad o sobre sus usos”.
Sin nombrar a Chile, Evo Morales dice en la ONU que negociar es una obligación
«Donde fluye el agua debe fluir la paz»: sin mencionar a Chile pero defendiendo la negociación para resolver conflictos, el presidente boliviano Evo Morales concluyó así el martes su discurso en el Consejo de Seguridad de la ONU, que su país preside en junio.
Morales advirtió sobre la «crisis del agua que se intensificará en las próximas décadas» en el planeta en una sesión del Consejo dedicada a discutir la diplomacia preventiva y las aguas transfronterizas, al margen de la primera Conferencia mundial sobre los Océanos que se celebra esta semana en la ONU.
Y sin mencionar ni una sola vez el conflicto con Chile por una salida al mar, aseguró que «los Estados, como reza la carta de las Naciones Unidas, tienen la obligación de buscar soluciones a sus controversias a través de la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos como los buenos oficios».
Bolivia perdió sus 400 km de costa en el océano Pacífico en una guerra contra Chile a fines del siglo XIX. Desde hace años busca forzar a Chile a negociar una salida soberana al mar en la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Chile respondió con otra demanda en la misma instancia por el uso de las aguas del sistema hídrico Silala, ubicado en la zona del altiplano andino entre Bolivia y Chile.
Morales desató el lunes la ira de Chile al hablar el lunes en la Conferencia sobre los Océanos del «derecho humano al mar» que en su opinión debe incluir un acceso al mar «real y soberano» para los 32 países del mundo que no lo poseen.
También se quejó de los cientos de millones de dólares que pierde su país por los paros de transporte en Chile y por no tener un acceso marítimo propio.
La cancillería chilena consideró en un comunicado «lamentable e impropio» que Morales utilice la tarima de la ONU para hablar de lo que Chile considera asuntos de la agenda «bilateral».
Los dos países carecen de relaciones diplomáticas desde 1978.
Chile – Canciller Heraldo Muñoz denunció ante la ONU «permanente agresión» de Bolivia
El canciller Heraldo Muñoz denunció ante la ONU la “permanente agresión” de Bolivia luego que el presidente Evo Morales utilizara la Conferencia sobre Océanos de la organización para reclamar un acceso soberano al mar.
El mandatario aprovechó la posición de Bolivia en la presidencia del Consejo de Seguridad para insistir en la sede sobre “el derecho humano al mar” para 32 países que están enclaustrados y defender la vía de la negociación para resolver conflictos.
“Dialogar en serio siempre Chile ha estado dispuesto”, pero los bolivianos “han optado por hacer una demanda en la Corte de La Haya y su actitud es de permanente agresión”, indicó el ministro de Relaciones Exteriores durante una conferencia de prensa en la sede de las Naciones Unidas.
Junto con ello apuntó que “para hablar de diálogo hay que tener mínimas condiciones”. En su opinión, Bolivia se ha enfrascado en “llamados para la galería” y en un “discurso ofensivo que le resta total credibilidad a los supuestos llamados al diálogo”.
Durante la jornada, Evo Morales dirigió una sesión del Consejo de Seguridad dedicada a discutir la diplomacia preventiva y las aguas transfronterizas, instancia en la que afirmó que “donde fluye el agua debe fluir la paz”.
Sin mencionar directamente el conflicto con Chile, aseguró que “los Estados, como reza la carta de las Naciones Unidas, tienen la obligación de buscar soluciones a sus controversias a través de la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos como los buenos oficios”.
Ya durante este lunes el jefe de Estado había pedido un acceso al mar “real y soberano” para los 32 países del mundo que no lo poseen en la primera Conferencia mundial sobre Océanos que se celebra esta semana en la ONU.
También se quejó de los cientos de millones de dólares que pierde Bolivia por los paros de transporte en Chile y por no tener un acceso marítimo propio.
A partir de ello, la cancillería chilena tildó de “lamentable e impropio” que Morales utilizara dicha ocasión para “instrumentalizar” su pedido de una salida al mar. En su cuenta Twitter el canciller Muñoz dijo que el reclamo de Bolivia fue un “abuso”.