La oportunidad perdida de Jimmy Morales – Por Mario Cordero

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Hace tres años, Jimmy Morales iniciaba su campaña política.

En septiembre de 2014, algunos mupis de la ciudad mostraban el rostro de Jimmy Morales con el hashtag #GuateEsMi… El entonces actor intentaba lo imposible: que la gente lo dejara de ver como el comediante que daba vida a Neto y Black Pitaya y lo viera como un político serio.

El 26 de ese mismo mes, Soy502 publicó esta noticia, en la cual anunció que pretendía lanzarse como candidato presidencial, y no como aspirante a alcalde de Mixco, como lo había hecho cuatro años atrás.

Aún faltaba un año para las Elecciones Generales, pero Morales ya soñaba con ganarlas. Recuerdo muy bien sus palabras en esa entrevista:

Tres años después, y tras lograr lo que pocos creían en 2014, Jimmy Morales tiene más posibilidades de pasar como uno de los peores presidentes de la historia. Claro está, aún le ganan por goleada Otto Pérez y Jorge Serrano, por el simple hecho de la enorme corrupción y por no haber concluido sus períodos presidenciales.

El presidente Morales ha tenido algunos aciertos. El primero fue como candidato, al haber ganado la primera vuelta con pocos recursos. Y hubiera ganado la segunda con ese mismo empuje, pero se dejó cooptar por la gente que se quiso subir al barco ganador y que hoy día le representan problemas por el supuesto delito de financiamiento electoral ilícito, del cual este jueves nuevamente lo salvó el Congreso.

Otro de los aciertos, ya como Presidente, de Jimmy Morales, fue haber convencido a gente muy bien preparada para trabajar con él, como Julio Héctor Estrada (Finanzas), Francisco Rivas (Gobernación), Lucrecia Hernández (Salud), mantener a Carlos Raúl Morales (Relaciones Exteriores), Quique Godoy (Aeropuertos, Puertos y Municipalidades), Juan Solórzano Foppa (SAT) y Anabella Morfín (PGN). Sin embargo, los cinco primeros ya no están en su equipo, motivados por las decisiones de Jimmy en torno a la CICIG e Iván Velásquez.

Y el tercer acierto del Presidente fue haber confiado en una política de contención del gasto público, liderada por el mismo Julio Héctor Estrada y que ahora corre peligro de irse por la basura, ante su renuncia y por el chantaje político que va a sufrir el Gobierno en el Congreso para la aprobación del Presupuesto 2018 y otros decretos, incluso con el mismo antejuicio, que los diputados podrán retomar para asustarlo con el petate del muerto.

Con solo haber mantenido la contención del gasto público hubiera sido más que suficiente para un Gobierno cuyo objetivo simple era ser menos corrupto que el anterior. Y no lo logró.

Y así Jimmy Morales cambió su sueño de ser el mejor Presidente de Guatemala por aliarse a sectores oscuros con tal de aferrarse a un poder del cual obviamente no estaba preparado para asumir.

(*) Jefe Editorial de Soy 502.

Soy 502

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