Canciller condena pretextos de EEUU para dañar la normalización de las relaciones

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El canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, denunció ante la prensa internacional (en el Club Nacional de Prensa de Washington) los pretextos de naturaleza política empleados por Estados Unidos para retrotraer las relaciones entre los dos países a la época de confrontación.

Explicó que durante los últimos meses se ha dilatado el desarrollo de acciones de cooperación de salud, se han cancelado los viajes de decenas de grupos de visitantes estadounidenses y calificó de irrespetuoso el lenguaje más reciente sobre y hacia Cuba, que retoma la retórica hostil de la guerra fría.

El gobierno estadounidense ha responsabilizado directamente al gobierno cubano (de los supuestos ataques sónicos a los funcionarios de su embajada en La Habana) aun cuando no han podido presentar pruebas, dijo el Canciller. Aseveró que el gobierno cubano no tiene responsabilidad alguna.

Desde que las autoridades cubanas fueran avisadas –enunció– insistieron en la importancia de contar con la participación efectiva de las agencias especializadas de EE.UU.

Luego, sostuvo, se convocó a numerosos expertos de la comunidad científica cubana; se adoptaron medidas de protección adicional; se hicieron peritajes en los lugares donde supuestamente ocurrieron los incidentes y se realizaron entrevistas a los cubanos residentes en áreas vecinas.

Pero esto es algo sin precedentes, opinó, y meditó: ¿por qué no se reportó oportunamente?

El gobierno de EE.UU. solo envió agencias especializadas después de cuatro meses. ¿Por qué? ¿Por qué la información suministrada a Cuba ha sido limitada? Los investigadores cubanos no han tenido acceso a las personas «afectadas», puntualizó.

Falta –insistió– una descripción detallada. No se sabe siquiera si estos diplomáticos llegaron a Cuba enfermos… ¿Por qué hay especulaciones que no se basan en información y pruebas
concretas?

En ese sentido apreció que las autoridades cubanas han llegado a la conclusión de que no hay pruebas de que existiesen estos daños notificados por funcionarios en Cuba; ni hay nada que sugiera que estos daños hayan sido durante su estancia en la Isla…

¡Es muy extraño!, dijo.

Incluso, indicó: ¡No existe una tecnología para seleccionar a una persona para que sea blanco de ataques sónicos!

Los diplomáticos y sus familiares realizaron viajes de placer fuera de nuestras ciudades, además. ¿Entonces por qué Cuba tiene que responder por esto? El gobierno cubano está dispuesto a continuar el diálogo y está comprometido a continuar la investigación, reiteró.

Sin embargo, destacó que EE.UU. no debe continuar politizando este asunto que puede llevar a una escalada y retroceder los avances en las relaciones bilaterales entre ambos países.

Puntualizó que en Cuba se ha desarrollado una investigación profunda, abarcadora, multidisciplinaria que confirma que no ha ocurrido un incidente específico de ninguna naturaleza que pueda presentarse como causas de los problemas de salud de los diplomáticos norteamericanos y reiteró la disposición de trabajar de conjunto con la parte estadounidense para llegar a los mejores diagnósticos y las diferentes razones que pueden haber provocado estos incidentes de salud.

A continuación sostuvo un intercambio con la prensa.

La corresponsal de la agencia Prensa Latina preguntó si había habido alguna explicación por parte de las autoridades estadounidenses de por qué no dan información, teniendo en cuenta que Cuba ha reiterado la falta de colaboración de estas para esclarecer los hechos. Además, indagó si se conocía de próximos viajes de estadounidenses para continuar las investigaciones

Bruno Rodríguez Parrilla refirió que Cuba comparte la preocupación por las afecciones de salud de diplomáticos y sus familiares, y evaluó que los intercambios producidos hasta ahora han sido útiles, pero el gobierno estadounidense no ha compartido información… Cuba no tiene problema con la verdad –enfatizó– y lo que defiende es que no se utilicen pretextos políticamente motivados a fin de echar atrás las relaciones.

A la pregunta de ABC News de que si el canciller cubano estaba acusando a EE.UU. de mentir, él contestó que no ha ocurrido ningún ataque, ningún acto deliberado ni accidente específico, si el gobierno de Estados Unidos cree lo contrario, invitó a que brinde evidencias.

Estamos en toda la disposición de investigar a fondo, pero estas afecciones de salud pueden no deberse a un mismo hecho –explicó–, no ha sido posible comprobar la secuencia de exámenes que hayan llevado a los actuales diagnósticos; ¡no nos han suministrado información médica elemental!

Agregó que es imposible que una causa explique la diversidad de síntomas y signos médicos que han notificado los diplomáticos.

Acerca de los funcionarios canadienses que también han reportado incidentes similares, indagó la representante de NPR, quien se interesó por si habían tenido alguna reunión con ellos en Washington.

Al respecto, el Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba manifestó que los canadienses sí han notificado incidentes, pero está en marcha una acción conjunta entre ambos países. Es notable la diferencia entre las irreflexivas e infundadas declaraciones de los estadounidenses. Con Canadá no ha ocurrido así, mantenemos buenas relaciones diplomáticas, sostuvo, y añadió que los visitantes de ese país continúan llegando masivamente a la Isla.

Rodríguez Parrilla contó a la prensa, a partir de una pregunta de Los Ángeles Times, que hace un mes visitó al secretario de Estado Red Tillerson con el propósito de mantener un diálogo y cooperar en la investigación, pero los resultados fueron infructuosos, reseñó.

»El FBI ha realizado cuatro periodos de investigación en nuestro país y hasta ahora no ha presentado conclusiones ni hipótesis, ni ha dicho que tenga evidencias. Habría que preguntarse, si todos los involucrados no han encontrado ninguna evidencia, ¿por qué algunos en la Casa Blanca y el Departamento de Estado insisten en culpar al gobierno de Cuba?» cuestionó.

Televisión Española dirigió su atención a la opinión del canciller en cuanto a que la administración de Trump quisiera poner en crisis lo avanzado con la de Obama. Sobre el particular Bruno Rodríguez dijo que aunque él nunca había usado la palabra crisis, sí ha habido un serio retroceso en la relación bilateral. Trump está satisfaciendo a un grupo reducido de personas de origen cubano, manifestó el Canciller. Hemos escuchado planteamientos de otros miembros del gobierno con carácter injerencista, cuyo interés es dañar lo logrado.

Acerca de si el gobierno de Trump ha utilizado todos estos sucesos para orquestar una campaña y revertir el proceso de acercamiento indagó la agencia EFE, a lo cual Rodríguez Parrilla reiteró que quien confirma que ha habido actos deliberados, miente deliberadamente. Confirmó que se están utilizando estos supuestos daños de salud con motivación política.

Afirmó que las relaciones entre los dos países empezaron a retroceder el 16 de junio pasado, cuando el presidente Trump decidió endurecer el bloqueo contra Cuba.

El gobierno estadounidense ni sus agencias especializadas han aportado pruebas, respondió el Canciller ante una interrogante de Telesur; mientras que The Washington Post pidió precisar a qué se refería el Ministro en sus declaraciones de que si los EE.UU. continuaban actuando de esta forma se llevaría a una escalada.

El Canciller valoró que el gobierno de EE.UU. ha anunciado un cambio de política para recrudecer el bloqueo, lo cual desaprueba la comunidad internacional como se demostró el miércoles en la ONU; y la mayor parte de los electores estadounidenses considera obsoleto. Constituye también una violación de los derechos humanos de cubanas y cubanos, que ha provocado aislamiento en América Latina y en el mundo como demostró la votación.

Agregó que ha sido infundado, irreflexivo y políticamente motivado el hecho de prácticamente desmantelar ambas embajadas en Washington y La Habana.

Asimismo, confirmó que las medidas han aumentado los costos y hacen más inviables los viajes.

Aseveró Rodríguez que con el recrudecimiento de estas medidas y las restricciones de viajes de estadounidenses a Cuba se dañarán más los intereses de ambos países, de ambos pueblos a los lados del Estrecho de la Florida.

«No veo razón alguna en que las diferencias políticas entre gobiernos afecten a las personas», sostuvo.

Por último, dijo, «anticipo que de seguir este curso las relaciones bilaterales, se deteriorarán más» y reiteró la voluntad del gobierno cubano de continuar el diálogo de manera respetuosa aun a pesar de las diferencias.

Granma


Acuerdo entre Cuba y compañía de EEUU para equipamiento agrícola

La compañía norteamericana John Deere y la entidad cubana Maquimport, del Grupo Empresarial de Comercio Exterior, firmaron ayer un acuerdo para la validación de equipamientos agrícolas en Cuba, y con vistas a la posible venta de esos insumos posteriormente.

En el contexto de la XXXV Feria Internacional de La Habana, FIHAV 2017, Charlie Stamp, vicepresidente de la firma estadounidense, y Aner Pérez, director general de Maquimport, rubricaron el instrumento jurídico que se concreta luego de un trabajo sostenido entre ambas partes y otras entidades cubanas de la agricultura.

A la ceremonia asistieron directivos de John Deere Financial, entidad con la cual se negocia la firma de un acuerdo financiero, que dará cobertura a las ventas futuras de esos equipos, entre los que se incluyen tractores y otros instrumentos de uso en esa importante rama de la economía.

Stamp informó a la prensa que el primer envío llegará a mediados de noviembre para su prueba y validación, en correspondencia con las condiciones y prácticas agrícolas cubanas en la producción lechera, granos, verduras y frutas.

Agregó que ello contribuiría al incremento en la disponibilidad de instrumentos empleados en el sector agrícola, prioritario en la alimentación.

El representante norteamericano especificó que las negociaciones con Cuba, con más de un año en curso, han sido en total transparencia con el Gobierno de su país, al tener licencia del Departamento del Comercio, y se mostró satisfecho con el retorno de su compañía a la Isla luego de más de medio siglo.

Las leyes del bloqueo impuesto por Washington a La Habana desde hace casi 60 años sancionan a empresas, tanto de EE.UU. como extranjeras, que mantienen relaciones comerciales con la mayor de las Antillas, y les prohíbe el suministro de equipos, insumos y productos que contengan un 10 por ciento de componentes norteamericanos.

Desde el primero de abril de 2016 hasta marzo de 2017, el sector agrícola cubano registró una afectación de 260 millones 549 mil 564 dólares, a causa de esa política extraterritorial.

Unas 16 firmas norteamericanas de diversos sectores asisten a FIHAV 2017, muestra de la confianza del empresariado de ese país en el mercado cubano, y en contraste con el recrudecimiento del bloqueo por la actual administración estadounidense.

ACN

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