Entrevistas a los tres principales candidatos

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Sebastián Piñera: “La izquierda piensa que son los únicos que tienen legitimidad para gobernar”

En la misma semana en que la Presidenta Michelle Bachelet salió en defensa del legado de su gobierno, el ex mandatario Sebastián Piñera contraataca señalando que un claro signo de la desaprobación de la actual administración es su posición en las encuestas. Con el mismo énfasis llama a quienes creen que es necesario un cambio de rumbo a que no “pierdan su voto en opciones que no tienen ninguna posibilidad”.

La semana pasada, en Reportajes, la Presidenta Michelle Bachelet dijo que su gobierno había sido mucho mejor que el suyo en todas las áreas. Su comando replicó que la Mandataria había escogido desconocer la realidad. ¿Le parece que la Presidenta ha optado por intervenir en la campaña?
Más importante de lo que piense la Presidenta o piense yo es lo que piensan los chilenos, y los chilenos que ya se hicieron un juicio respecto de este gobierno. Por algo, el 80% de los chilenos piensa que Chile está estancado o retrocediendo, casi lo inverso de lo que pensaba cuando dejamos nuestro gobierno. Pero, además, hay indicadores objetivos. Por ejemplo, cuáles son las cinco principales preocupaciones de los chilenos. En crecimiento, creación de empleo y mejoramiento de los salarios este gobierno está andando a un tercio de la velocidad del nuestro. La delincuencia está avanzando y no retrocediendo, otro contraste. En salud, el acceso medido por las listas de espera está creciendo, nosotros terminamos con las listas de espera. En educación, logramos mejorar la calidad de la educación de la prueba Simce y hoy día está estancada. En materia de oportunidades y protección para la clase media, nuestro gobierno dio más oportunidades y más protección. Por tanto, la afirmación de la Presidenta no refleja la realidad. Pero no quiero polemizar con la Presidenta. La motivación de esta campaña no es el pasado, es el futuro, es proponerles a los chilenos un gran proyecto para que Chile sea un país desarrollado, sin pobreza, con oportunidades y seguridades para todos en ocho años.

Más allá de las cifras, no pocos señalan que el verdadero legado de Bachelet estará marcado más bien por un cambio político-cultural. ¿No encuentra que allí hay un punto?
Este gobierno ha logrado cosas importantes, dentro de ellas los esfuerzos en materia de transparencia y probidad. Pero ¿cómo se debe juzgar a los gobiernos? No se los debe juzgar por la cantidad de malas reformas que hacen. La reforma tributaria frenó el crecimiento, la inversión, la innovación, el emprendimiento. La reforma laboral frenó la capacidad de crear empleos y transfirió el poder desde los trabajadores hacia los sindicatos. La reforma educacional tiene a la educación estancada y enfrentando una verdadera crisis. A los gobiernos hay que medirlos por lo que mejoran y aportan a una mejor calidad de vida de las personas. Sin duda, lo que queremos es un gobierno muy distinto al actual. Nuestra principal motivación es que Chile sea un país más unido, más respetuoso, más tolerante y que considere a todos en sus derechos y también en sus deberes.

Las reformas que ha mencionado se consideran derechos adquiridos para los chilenos, al punto que parte de su campaña es asegurar que estos cambios no van a ser reversibles en un eventual mandato suyo…
Cómo va a ser un derecho adquirido un país estancado, que no crece, que no crea trabajo, que no mejora los salarios. Cómo va a ser un derecho adquirido una reforma laboral que les quitó a los trabajadores su derecho a decidir y lo transfirió a las cúpulas sindicales. En otros frentes usted tiene razón. Quiero ser muy claro: no le vamos a quitar la gratuidad a ningún estudiante, venimos a poner y no a quitar patines, venimos a igualar hacia arriba y no hacia abajo. Pero las reformas tributaria, educacional y laboral tienen fallas estructurales que las vamos a corregir.

La Presidenta tiene un punto cuando señala que los cambios que ha promovido no van a poder ser eliminados de un plumazo…
Los malos cambios, las malas reformas, vamos a intentar mejorarlas. Los buenos cambios, los vamos a mantener y fortalecer. El gobierno dirá hicimos esto, hicimos esto otro. Pero las tres grandes reformas han perjudicado y deteriorado la calidad de vida de los chilenos. ¡Cómo va ser eso algo de lo cual podamos sentirnos orgullosos!

Usted no logró lo continuidad de su gobierno en 2013. La candidata presidencial de su sector sacó el 25% de los votos en primera vuelta y el 38% en la segunda. ¿Como ve ese rechazo de la ciudadanía a su legado?
Es cierto, no ganamos la elección presidencial de 2013, creo que por dos razones. Primero, porque la entonces candidata Michelle Bachelet era una formidable candidata. Y segundo, porque cometimos muchos errores. Tuvimos cuatro candidatos presidenciales en los últimos cuatro meses de campaña. Pero cuando vamos a la evaluación, el apoyo que tenía el gobierno y el Presidente era de más del 50%. Por algo hoy día la ciudadanía nos está dando un tremendo respaldo, porque sabe que esta elección es muy importante. Esta elección presidencial es la más importante desde que recuperamos la democracia, y hay dos caminos: uno es insistir en un camino equivocado, que ha generado frustración y estancamiento en muchas áreas. El otro camino, que lo representamos nosotros, es corregir los errores, poner a Chile de pie, en marcha.

Su historia y la de Bachelet han estado ligadas en los últimos 15 años. ¿Cómo ve la relación política que hay entre ustedes?
Yo la respeto, la conozco hace muchos años, de mucho antes de que ella fuera política. No pongo en duda sus buenas intenciones. Yo creo que las tiene. Creo que todos queremos lo mejor para Chile. Lo que yo digo, con respeto, pero con franqueza, es que ha hecho un muy mal gobierno y lo digo con antecedentes cuando las tres principales reformas (tributaria, laboral y educacional) tienen el rechazo de la mayoría de los chilenos. Se partió de un diagnóstico equivocado: creer que todo lo que juntos habíamos hecho desde que recuperamos la democracia había que pasarle una retroexcavadora y eliminarlo desde las raíces fue un error. La ideología de creer que el Estado tiene que ser el gran protagonista y que las personas y la sociedad civil tienen que subordinarse al Estado es otro gran error. La falta de capacidad para implementar buenas políticas… El camino al infierno está pavimentado de buenas intenciones. Chile se merece un gobierno mejor.

Cuando hay cuatro candidatos que se disputan ser el heredero político de Bachelet da la impresión de que esta elección es una nueva disyuntiva entre usted y Bachelet…
No sé qué candidatos se disputan ser los herederos de este gobierno, porque ninguno dice que repetiría todo lo que se ha hecho, y si ellos creen que seguir por un camino equivocado es el buen camino para Chile, creo que están alejados de la realidad. La candidata no es Michelle Bachelet. Usted no me ha escuchado nunca descalificar a la Presidenta, ni descalificar a ningún otro candidato, porque son mis adversarios, pero no mis enemigos. Mis enemigos son la pobreza, la delincuencia, la falta de oportunidades, por eso me desilusionó ver el comunicado del comando de Alejandro Guillier, porque está lleno de falsedades, de odiosidad.

Ahí se asegura que su gobierno sería un riesgo para Chile…
Decía mucho más. Decía que ellos eran los que representaban a la gente, no sólo a las minorías. Ellos eran los buenos, nosotros los malos; que ellos gobernaban para los que más lo necesitaban y nosotros para los que menos necesitaban, puras falsedades, yo esperaba que hubiera habido más ideas, propuesta, nobleza, no había nada de eso. En segundo lugar, refleja un error conceptual de la izquierda, la izquierda piensa que ellos son los únicos que tienen legitimidad para gobernar y eso no solamente es profundamente antidemocrático, es una falta de respeto a los ciudadanos chilenos; son los ciudadanos los que van a decidir quién es el próximo Presidente y no los encargados de comunicaciones del comando de Guillier.

La Presidenta es muy valorada en el extranjero, de hecho, va a asumir un rol nuevamente en la ONU. ¿Cómo interpreta eso?
La Presidenta tiene una alta valoración y de eso me alegro, pero pienso que la Presidenta -de repente-, y lo dijo Eugenio Tironi, está gobernando para la élite de las Naciones Unidas y no está gobernando para los chilenos. Cuando la mayoría de los chilenos le dicen las reformas son malas, hay que corregirlas, ¿qué haría un buen Presidente? Escuchar a la gente. ¿Qué hace la Presidenta? Insiste en un camino equivocado.

Si tiene la convicción de que existen otras prioridades, ¿por qué no retroceder en la gratuidad universal en educación superior?
Por una razón muy simple, porque uno va avanzando de acuerdo a lo que han hecho los gobiernos anteriores, por eso hemos dicho que no le vamos a quitar la gratuidad a nadie, pero vamos a establecer un sistema mucho más justo y eficaz para asegurarnos que todos los niños y jóvenes van a acceder a educación de calidad y que van a pagar no las familias, porque las familias no pueden pagar hoy día -de clase media-, van a pagar cuando estén trabajando en la medida en que tengan altos ingresos. Siempre he dicho que vamos a respetar lo que tenemos hoy día, pero hacia el futuro vamos a dedicar los escasos recursos que tenemos, porque este gobierno nos está dejando una mochila en materia de déficit fiscal y deuda pública, lo vamos a dedicar a las prioridades de verdad. A los niños, a los enfermos, a la seguridad ciudadana, a los pensionados.

¿Y ese criterio de respetar lo que se ha aprobado por ley no opera en el caso de la despenalización del aborto, donde ha anunciado que va a hacer correcciones?
He dicho que vamos a perfeccionar y fortalecer el mecanismo de acompañamiento de las mujeres que enfrentan embarazos vulnerables, porque hoy día ese sistema de acompañamiento es muy débil. Solamente hay financiamiento si lo hace el Estado, yo creo que en una sociedad libre, cada mujer tiene derecho a elegir quién del Estado o de la sociedad civil va a cumplir esa labor de ayudarla, acompañarla y apoyarla, eso lo vamos a perfeccionar. En muchos casos los países van tomando decisiones y un Presidente no puede venir a cambiarlo todo, pero sí tiene que decir a partir de lo que recibimos hacia adelante vamos a enmendar el rumbo para poner las prioridades de la gente en el corazón de las prioridades del gobierno y no en las prioridades de un eventual legado o de los expertos de las Naciones Unidas.

Recordaba una minuta del comando de Alejandro Guillier. Usted lo conoció, fue su jefe, ¿es muy distinto el Guillier candidato de la persona que trabajó con usted?
Conozco a Alejandro Guillier, también conozco a Beatriz Sánchez, y les tengo respeto, pero sigo con un firme propósito de no porque sean contendores vamos a caer en la guerra sucia. Y a Alejandro Guillier lo conocí, lo conozco y trabajamos juntos. Teníamos una muy buena relación, le tengo aprecio, obviamente que como estamos compitiendo se generan los típicos roces, pero ojalá mantengamos un límite y el límite es no caer en las bajezas y en las falsedades.

Menciona la situación de José Antonio Kast, ¿cómo se convoca ese electorado? ¿Cómo va a buscar a ese electorado que ha sido tan crítico de su figura?
Nadie es dueño de los votos. Los candidatos que creen que son dueños de sus votos se equivocan. Vamos a buscar los votos de todos los chilenos que quieren un cambio y vamos a hacerlo con ciertos principios básicos: buscar la unidad entre los chilenos, recuperar la capacidad de diálogo y acuerdos, entender que Chile nos pertenece a todos y que todos somos chilenos, por tanto, en nuestro gobierno va a haber un espacio para que todos aporten, pero también nos vamos a preocupar de que todos los chilenos reciban lo que les corresponde en justicia.

Kast ha logrado movilizar a un electorado muy particular, a buena parte de éste se le conoce como el mundo militar que se ha mostrado decepcionado con usted… ¿Hasta qué punto está disponible a ceder para convocar una vez más a ese voto?
La familia militar no tiene dueño, así que los que creen que representan, interpretan o son los portavoces de la familia militar están apropiándose de algo que no les pertenece.

¿Qué le parece la propuesta de Kast sobre la tenencia de armas?
En Chile es legítimo que una persona tenga armas si las tiene registradas y dentro de la ley, pero pensar o insinuar que cada uno tiene que asumir su propia defensa… ¿Cuántos chilenos tienen la posibilidad de tener armas y saber utilizarlas para defenderse? No creo en un país en que cada uno tenga que tomarse la ley y la justicia en sus manos y preocuparse de su seguridad.

Se trata, sin embargo, de un discurso que es bastante efectista. ¿Cree que este tipo de propuestas o la militarización de La Araucanía, que también propone Kast, responden a una convicción personal o son medidas más bien de corte populista?
No, no quiero juzgar intenciones. Pero mire el problema de la lucha contra el terrorismo no es de músculo. Carabineros tiene la capacidad suficiente para controlar a 100, 150 o 200 personas que están actuando y cometiendo actos terroristas. Lo que falta es inteligencia. Chile está siendo muy ingenuo en la forma en que ingresan los delincuentes. En nuestro gobierno vamos a poner filtros más exigentes. Por ejemplo, vamos a controlar los antecedentes penales y las personas que han cometido delitos en sus países, que son prófugos de la justicia, no los vamos a dejar entrar. Sí vamos a dejar entrar a los que vengan legalmente a iniciar una nueva vida, a aportar al desarrollo de nuestro país, a integrarse, pero no a los que vienen solamente a causar daños. Les vamos a cerrar la puerta en la medida de lo posible, pero vamos a tener la voluntad y la decisión para hacerlo.

¿Qué propuestas va a recoger para convencer a los partidarios de Kast de votar por usted en segunda vuelta, aunque su llamado es a que no voten por él en primera vuelta?
Pido que votemos en forma reflexiva, madura, es demasiado lo que está en juego en esta elección. Y muy simple: les digo a las personas si usted cree que Chile va por mal camino, si quiere un cambio, vote por la persona que mejor representa y que más posibilidades tiene de implementar ese cambio en primera y en segunda vuelta. Eso es lo que digo, es sentido común.

¿Hay puntos de encuentro entre lo que usted representa y lo que representa Kast hoy día?
Hay puntos de encuentro, pero también hay diferencias. Quiero interpretar a una mayoría de chilenos. No soy un candidato de nicho que busca ubicarse en pequeños nichos. Quiero ser el Presidente de todos los chilenos y para eso tengo que tener una visión más comprensiva y representar a una mayoría. Por eso que la diferencia entre los candidatos que saben que no van a ganar, que pueden decir cualquier cosa, y los candidatos que creemos que vamos a ganar. Creo que me he ganado el derecho a que los chilenos sepan que prometemos lo que creemos que vamos a cumplir y no voladores de luces ni vender humo y que vamos a hacer lo mejor y entregar lo mejor por cumplir los compromisos que asumimos .

En segunda vuelta usted va a tener una disyuntiva: convocar a esta derecha dura que se está aglutinando en torno a Kast o a un electorado de centro que probablemente va a quedar sin candidato. ¿Cuál electorado es más consistente con sus ideas de gobierno?
Uno busca convocar a todos los ciudadanos que compartan valores y principios. Pero yo no soy una persona de extrema derecha, me considero una persona de centroderecha, soy una persona que siempre ha buscado los acuerdos, el diálogo, la unidad. Detesto los extremos, porque los extremos conducen a grandes fatalidades.

Se transluce una cierta nostalgia por este viejo anhelo suyo de gobernar con la DC…
Usted sabe que yo tengo respeto por muchos personajes de la DC, tuve el privilegio de ser amigo del Presidente Aylwin, de Gabriel Valdés…

¿Va a convocar a la DC a un gobierno nuevo?
Más que convocar a las cúpulas, porque a veces las cúpulas están demasiado amarradas, pero naturalmente que a los ciudadanos… Ahora que tenemos un apoyo de 45% en la encuesta Cadem, en eso también hay mucha gente de centro, que en el pasado votaba por la DC, que se dio cuenta de que la DC se metió en un camino equivocado.

¿Usted se siente más cercano de las ideas que representa Goic que a lo que representa Kast?
Me siento como un hombre de centroderecha que no busca los extremos, que no busca agudizar las diferencias, que entiende que un buen Presidente tiene que ser de todos los chilenos. Desde ese punto de vista, insisto, nunca he sido extremista y siempre he creído en la unidad, el diálogo y los acuerdos. Voy a buscar la unidad y el diálogo y acuerdos con todos los que crean en ellos.

Una de las críticas recurrentes a su gobierno es la cantidad de ex funcionarios que se han visto envueltos en casos de corrupción. Usted ha defendido la presunción de inocencia, pero ¿ha pensado si esa gente va a estar convocada a su equipo o va a elevar el estándar?
Nosotros hicimos un esfuerzo grande la primera vez de analizar muy bien los antecedentes, la historia, de los colaboradores del gobierno. Obviamente, es imposible que esos filtros sean perfectos, y probablemente algunos no estuvieron a la altura de sus deberes.

¿Se atreve a dar los nombres?
Me parece muy bien que la fiscalía investigue y que los casos sean llevados a la justicia. Eso lo apoyo y creo que es necesario para una sociedad más sana. Pero también es cierto que existe la presunción de inocencia, no soy la persona indicada para estar diciendo quién es culpable y quién no lo es. Para eso están los tribunales. He aprendido que cuando tengamos el fallo de la justicia, que es la que tiene la responsabilidad de determinar la responsabilidad penal, la responsabilidad política la determinan los ciudadanos que van a tener que votar, y la responsabilidad moral la determina cada uno en su conciencia y ante Dios.

Usted mismo ha señalado que siente que algunos de sus ex colaboradores no estuvieron a la altura de las circunstancias. Y como es enemigo de la generalización, le pedimos que precise.
Por ejemplo, le pedí la renuncia al subsecretario Pablo Wagner, porque no estuve de acuerdo en la forma en que había cumplido su labor. Y, por lo tanto, sin duda que un Presidente nunca va a estar libre de que se cometan errores o delitos.

¿Hace una distinción respecto de la situación de Pablo Longueira, que fue ministro suyo?
En el caso de Longueira, su caso está siendo investigado y está bien que sea investigado. No me opongo a que se investigue y, por tanto, no hago defensas corporativas, pero sí creo y respeto la presunción de inocencia. Por tanto, cuando la investigación termine, vamos a poder tener un juicio con todos los elementos de información arriba de la mesa para no anticiparnos y no prejuzgar, que se ha transformado en un deporte nacional.

¿Pero va a establecer un estándar distinto en la nominación de sus colaboradores?
Naturalmente que uno aprende. No hay mejor escuela para ser Presidente que haber estado cuatro años en La Moneda. Es ahí donde más uno aprende a ser Presidente, porque en ninguna parte lo enseñan. Por eso, yo siento que la experiencia que adquirí, el aprendizaje que obtuve, me va a permitir ser un mejor Presidente si la gente decide darme esa responsabilidad.

La Tercera


Alejandro Guillier: «Este sistema jerárquico, autoritario y centralista está reventando por todos lados»

El Sur


Beatriz Sánchez, candidata presidencial del Frente Amplio: “No vengo de la política tradicional y en ese sentido no represento lo mismo”

Por tercera vez la candidata presidencial del Frente Amplio, la periodista Beatriz Sánchez Muñoz, llegó a Punta Arenas, y es que en la región, está uno de los representantes más potentes que tiene el conglomerado, el diputado y candidato a la reelección, Gabriel Boric.

La presidenciable reconoce que una de sus fortalezas es el “no venir de la política tradicional, porque en ese sentido no representa lo mismo”, pero también cree que algunos lo pueden tomar como un defecto “al ser su discurso distinto al que habitualmente los chilenos estamos acostumbrados”.

A pocos días de la elección, Sánchez dice no perderse, y es que asegura, que muy al contrario de los otros conglomerados y candidatos, ella no está preocupada de la segunda vuelta, y menos va a adelantar una discusión al respecto.

“Sebastián Piñera y Alejandro Guillier no son lo mismo, y ahí no me pierdo, pero hoy las banderas que levanta Alejandro están en la nebulosa, no tengo muy claro qué es lo que plantea, pero no está proponiendo lo que formulamos nosotros, eso está bastante claro, y ahí hay una distancia”.

– ¿Cómo evalúa las últimas encuestas Cadem y Cep?

– “Yo miro todas las encuestas, y hay resultados bien diversos. Me preocupo en lo que queda de aquí al 19 de noviembre, que la elección es una y las encuestas son otras, porque hay voto voluntario. De repente en la interpretación de muchos medios pareciera que la elección terminó y no, lo digo por lo siguiente, y un ejemplo claro es lo que ocurrió en Valparaíso con Jorge Sharp, en ese entonces decían que iba a llegar tercero y fue primero, y con harta diferencia. No digo que las encuestas no valgan, pero puede haber diferencias bien sustanciosas, entre lo que marca una encuesta y lo que es el resultado de la elección por el voto voluntario, entonces nosotros lo que estamos haciendo es mirar a las encuestas pero seguimos trabajando con miras al 19 de noviembre”.

– ¿Qué ha visto en el recorrido de su campaña por Chile? ¿Qué espera la gente del próximo gobierno?

– “La gente tiene bien claras sus prioridades y lo que se repite una y otra vez en la calle es: salud, pensiones y el endeudamiento por el Cae, es una constante en todos los lugares de Chile. Cuando se repiten esas temáticas uno entiende que hay un problema latente que es justo donde nosotros decimos: saquemos el negocio de pensiones, de educación, de la salud, que básicamente es lo que estamos proponiendo”.

– Algunos indican que Sebastián Piñera sería ganable si se lleva a más personas a votar, esto producto de que las encuestas indican que hay varios indecisos y probablemente que habrá una alta abstención… ¿No habría que concentrar el esfuerzo en llevar a la gente a votar?

– “Hemos puesto un énfasis en eso. Creo que la franja y partir con ‘que no te pase lo de Emilio Riquelme’, ese corto que provocó algo, incluso estuvo en redes, en los medios de comunicación reconocido como una pieza que buscaba incentivar el voto, porque esto no es un me gusta, te sigo en twitter, esto es ir a votar, no hay nada que reemplace, y yo ahí reconozco que lo que nos pasa es eso, es que tenemos que lograr que esta adhesión que vemos que es real, que es bien concreta, que se siente, se convierta en voto, y en eso hemos estado trabajando todo este tiempo”.

“No es fácil cuando tenemos un país donde hay personas que nunca han votado y que no son jóvenes universitarios necesariamente, hay gente de 40 años que nunca ha votado. Además que Chile no ayuda a eso, hoy no hay una campaña grande para ir a votar, la que debiese estar en manos del Estado, que debiera tener interés en que la gente vaya a votar, que participe, y tampoco hay movilización gratuita ese día, en ciudades grandes, donde para la gente es complejo acercarse al local de votación, o simplemente gasta plata en ir a votar, entonces hay varios factores que hacen que esto sea más complejo todavía, pero creo que no podemos seguir escondiendo la cabeza y no haciéndonos cargo del tema”.

– ¿Crees que falta difusión del tema por parte del gobierno?

– “Creo que hoy falta. El gobierno ha llamado a votar, hay algo de publicidad, pero es muy baja, debiera ser mucho más intensa, y para qué decir la experiencia de primarias, donde hubo prácticamente nula publicidad, y la gente no sabía ni cómo se votaba en la elección”.

– ¿Cuál será el acento en estos últimos días de campaña?

– “Estuve en dos programas televisivos, viene el debate de Anatel que es de lo más visto, estoy en varias radios, donde uno tiene una hora de programa para plantear temas, que es lo que me pasa en el programa de ayer, que es súper bueno porque tienes la posibilidad de hablar de distintos temas, darle más profundidad de lo que te permite un debate con ocho candidatos. Lo mejor son estas otras instancias que todas se concentran en estas tres semanas, estamos mirando todo eso. La franja es muy importante, la salida en todos los programas donde uno puede estar y las entrevistas en los medios de regiones, y eso se junta con las salidas a terreno, y estar en los lugares donde se concentra la gente, estamos haciendo mucha calle”.

Fortalezas y debilidades

– ¿Cuáles han sido sus fortalezas y debilidades de acuerdo a lo que ha visto en su recorrido por Chile?

– “Creo que hay una fortaleza y debilidad en lo mismo, que es que yo no vengo de la política tradicional, creo que eso es una fortaleza en muchos sentidos, porque hoy día hay una mirada bien de desesperanza y de desconfianza de la política tradicional, y yo en ese sentido no represento lo mismo, y creo que hay una fortaleza, pero al mismo tiempo puede ser un defecto en el sentido que mi discurso es distinto al que habitualmente estamos acostumbrados. Chile es un país que mira harto la institucionalidad, yo escapo de la imagen a lo mejor de un liderazgo político que estamos acostumbrados a que sean principalmente hombres, me gustaría pensar que es una fortaleza tratar de cambiar o de que haya más diversidad en nuestros liderazgos políticos de hombres y mujeres. Creo que ha sido un momento de gran aprendizaje, creo que también el que seamos un conglomerado joven como Frente Amplio nos ha traído costos, porque no teníamos resuelto como enfrentar y superar conflictos, pagamos hartos noviciados, pero uno aprende de esa manera y a mí lo que me parece es que vamos a seguir pagando noviciados en varias cosas pero hay que hacerlo de manera transparente, yo no creo en otra cosa, siempre que sea de cara a las personas”.

– ¿Cómo ve la segunda vuelta?

– “Creo que hay una suerte de ansiedad en los otros conglomerados y candidatos por la segunda vuelta, no sé si es por los mismos efectos de las encuestas que pareciera que se cerró la elección, cuando es el 19 de noviembre y yo no quiero adelantar las discusiones. Para mí Piñera sería un retroceso tremendo, pero él y el candidato Alejandro Guillier no son lo mismo, y ahí no me pierdo. Sin embargo, hoy las banderas que levanta Alejandro están en la nebulosa, no tengo muy claro qué es lo que plantea, pero no está proponiendo lo que expresamos nosotros, eso está bastante claro, ahí hay una distancia. En mi trayectoria personal voté muchos años por la Concertación, y me hubiese encantado que la Concertación levante las banderas que levantamos nosotros en el Frente Amplio. Aquí hay un compromiso, y cualquier cosa que hagamos lo vamos hacer de cara a la gente, yo no me voy a encerrar en una salita pequeña con una calculadora en la mano a repartir cargos, y a negociar ese tipo de cosas, porque además yo no me siento dueña de los votos de nadie”.

La Prensa Austral


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