Diez claves de la Venezuela actual – Por Luis Wainer

791

Desde 1999, los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro han optado por combinar organización popular, movilización social permanente y ampliación democrática, buscando dotar al país de una nueva institucionalidad. Ese debía ser el marco necesario para pasar a discutir los grandes condicionantes en materia económica.

El tablero actual se dirime, a consideración del autor, a partir de los siguientes elementos:

1. Luego de la convocatoria a un nuevo proceso constituyente (entre el 1 de mayo y el 30 de julio pasado), y de las amplias victorias en las elecciones a gobernadores y alcaldes -15 de octubre y 10 de diciembre respectivamente-, se concluyó con cuatro meses de asedio de calles.

2. Lo que la ciudadanía expresó fue su deseo de poner fin a la violencia como condición necesaria para discutir los grandes temas pendientes, fundamentalmente los de la economía. Además, sentenciar que la oposición, que venía incentivando los escenarios de violencia, no contaba con capacidad para brindar soluciones.

3. Un sector de la oposición, recogió rápidamente aquella lectura. Fundamentalmente para las elecciones de octubre. Sin embargo, cuando parecía que el mismo se reconfiguraba a partir de su capacidad de negociación (principalmente Acción Democrática), nuevamente las elecciones de fin de año mostraron el dato de esta época: gobierno y oposición carecen de posibilidades de coincidir en resolver la crisis.

4. Muchos de los espacios que componen al chavismo han otorgado crédito a la ANC a condición de seguir de cerca el modo en que esta construye nueva institucionalidad, busca promocionar nuevos dirigentes políticos que logren representar los distintos sectores de la economía y, que, en consecuencia, revitalice la vida política venezolana.

5. 2018 se inició con los debates en torno a la economía, en tres ejes: romper la dependencia del dólar, solucionar la escasez de alimentos y medicamentos y dotar de inversiones extranjeras a una PDVSA que debe alcanzar mejoras en su producción, en un clima de descrédito y denuncias de corrupción.

6. Sabido era que la discusión en torno a las empresas mixtas, la búsqueda de una ley de inversiones extranjeras y el modo de resolver la salida de la dependencia de la moneda estadounidense, profundizarían la existencia de un chavismo crítico, que necesariamente iba a poner en tensión próximas construcciones políticas.

7. En continuidad con el Decreto sancionatorio de Obama de 2015, mientras se iniciaba la discusión económica, se puso en marcha la orden ejecutiva propuesta por Donald Trump en agosto pasado: prohibición de refinanciar los bonos de la deuda contraída con el país del norte, un conjunto de sanciones a las transacciones privadas con el Estado venezolano o con PDVSA, al mismo tiempo que a navíos que transporten alimentos al país sudamericano. Esto sumado al embargo de armas por parte de la Unión Europea.

8. Junto a las sanciones a los principales funcionarios nacionales por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (el “lawfare” en Venezuela se resignifica como sanciones extranjeras),se inició una fase de estrangulamiento financiero reflejado en la capacidad de compra de alimentos e insumos básicos, cierres unilaterales de cuentas del Estado en el exterior, cancelación de pagos, depósitos y contratos; detención de contenedores cargados de insumos básicos y congelamiento de fondos para la importación de medicamentos. Todo ello marcó el tono de un tiempo de “guerra económica” devenido en bloqueo financiero.

9. La reciente convocatoria a las elecciones presidenciales, es consecuencia de la imbricación de estos elementos: aprovechar la “racha” electoral al mismo tiempo que la descomposición del antichavismo; resolver tensiones al interior de un amplio espectro chavista que no ofrece lugares críticos en medio de una polarización -que además posee rasgos internacionales; trazar el tempo de las negociaciones entre chavismo y oposición en República Dominicana tanto hacia adentro como hacia afuera de Venezuela (EE.UU, España, Grupo de Lima).

10. En simultáneo se busca ganar tiempo para perfilar los elementos económicos, a sabiendas que estos dependen de afianzar relaciones con China y Rusia en materia monetaria, de importaciones, infraestructura y militar y; esperar que la derecha latinoamericana fracase en sus intentos de recomposición neo-colonial.

(*) Sociólogo argentino y Magister en Estudios Latinoamericanos UNSAM. Coordindor del Área de Estudios Nuestroamericanos del Centro Cultural de la Cooperación.


VOLVER

Más notas sobre el tema