Tecnología laser permite hallar una ciudad maya bajo la selva guatemalteca

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Tecnología para descifrar la selva maya

La selva del Petén es impresionante de ver desde el aire. Hasta donde alcanza la vista, los árboles cubren el suelo y forman un manto con verdes de todos los matices y todas las formas. Abajo, se intuye, están los vestigios de las ciudades mayas que poblaron la zona a lo largo del primer milenio de esta era. Pero sus restos están ocultos bajo el dosel, bajo los troncos, bajo las raíces. Las únicas pistas de su existencia son las elevaciones del suelo y el trabajo que los arqueólogos hacen en tierra y de forma meticulosa para no dañar el patrimonio natural que estos territorios conforman. No obstante, las nuevas tecnologías también tienen algo que aportar. En ese grupo está el proyecto LiDAR, una iniciativa de Pacunam para explorar el suelo de forma no invasiva. Los resultados de sus primeras etapas se presentaron ayer y los avances son prometedores.

La presentación de los hallazgos se realizó durante una conferencia de prensa en el Palacio Nacional de la Cultura. Estuvieron presentes el Ministro de Cultura, el director del Inguat y un directivo de la cadena Fox, debido a que varios de los resultados de la investigación forman parte de un documental que estrenará la cadena National Geographic (Tesoros perdidos de los mayas, el domingo 11 de febrero, a las 20:00 horas). No obstante, el peso de la información a revelar recayó sobre Marcello Canuto y Francisco Estrada, investigadores a cargo de los resultados. En su intervención, Canuto fue contundente: “Estamos a punto de cambiar muchas de nuestras teorías sobre los mayas gracias a este trabajo”, dijo.

El estudio de Pacunam (Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya) se basa en la tecnología LiDAR (Light Detection And Ranging). Es un proceso que se ejecuta desde el aire y que emite un láser al suelo. Este penetra en el dosel de la selva y permite mapear la superficie. Los investigadores rastrearon antiguas estructuras a lo largo de 2 mil 100 kilómetros cuadrados. El resultado es, visualmente, impresionante. Cuando se comparan dos mapas de la misma área, antes y después del estudio, el resultado salta a la vista sin esfuerzo: espacios que antes estaban “en blanco” aparecen luego poblados con cientos de pequeños puntos. Cada uno representa una estructura artificial. La tecnología “logra penetrar el dosel de la selva y delinear el suelo”, explica Canuto. “Debajo hay ciudades, casas, calzadas”, puntualiza.

Lo más novedoso del estudio es la interpretación de los datos. Los mapas de interpretación pueden ir en muchas vías. Es el caso del área de Holmul, en donde luego del estudio “la misma franja (vacía) se llenó de gente”. Además, también pueden hacerse mapas de calor con la densidad de las estructuras para reconocer los centros urbanos más poblados –como el caso de El Perú-Waka’, que resultó ser el más denso a pesar de ser el sitio más pequeño de los estudiados.

Otros hallazgos son el descubrimiento de nuevas estructuras. Según Estrada, en la zona han podido identificar “canales de riego, muros, sistemas defensivos” y otras formas artificiales. Para el estudio de la agricultura esto es vital, ya que hasta ahora “en Petén no había evidencias de agricultura intensiva, canales de riego, terrazas”, explicó Estrada. Además de sistemas de urbanismo, también nuevos sitios fueron identificados. Según Canuto, por lo menos tres sitios nuevos aparecen ahora en el mapa: Xmakabatun, Kunal y Kanalná. Por ahora, el estudio solo se realizó en determinadas zonas, como Tikal, El Zotz y el norte de Petén. Esperan que pueda llegar a cubrir toda la región y explicar de mejor forma el patrón urbano maya: “Podemos hacer un estudio del terreno para saber porqué los mayas vivían donde vivían”.

El Periódico


Hallan ruinas de ‘megalópolis’ maya ocultas en la espesa selva de Guatemala

Arqueólogos informaron hoy en Guatemala que lograron revelar con tecnología láser LiDAr la extensión de las antiguas ciudades de las tierras bajas mayas, con la identificación de hasta 60 mil estructuras individuales que permiten calcular en unos 10 millones el número de personas que las habitaron.

Los resultados de este proyecto fueron dados a conocer por los investigadores Marcello Canuto y Francisco Estrada-Belli, gracias a los hallazgos realizados en el departamento de Petén, en el norte de Guatemala, con la iniciativa Pacunam LiDAr y revelan la gran dimensión de sitios arqueológicos mayas.

Los arqueólogos usaron dicha técnica de teledetección óptica, que utiliza la luz de láser para obtener una muestra de la superficie de la Tierra con mediciones exactas, lo que, según los expertos, ha revolucionado la arqueología en el país centroamericano y evidencia que hubo unos 10 millones de habitantes en las tierras bajas mayas.

Esta técnica -Ligth Detection And Ranging, que penetra el manto forestal- revela por primera vez decenas de antiguas ciudades mayas en la selva de Petén, permitiendo mejorar la visión del urbanismo, la agricultura y la guerra de esa civilización.

Es así, como los expertos descubrieron en las áreas de El Zotz, La Corona-Achiotal, Holmul, Naachtum, Uaxactun, Xultun-San Bartolo, Tikal, El Perú-Waka y El Tintal, unos centros urbanos desconocidos con «grandes plazas y pirámides» que llevaron años de construcción teniendo en cuenta los métodos tradicionales.

«Vistas como un todo, terrazas y campos de cultivos con canales de riego, aguadas, sitios fortificados y grandes calzadas revelan modificaciones al paisaje natural hechos por los Mayas en una escala previamente inimaginable», detalló Estrada-Belli.

Las mediciones y elaboraciones de mapas se hicieron en nueve sitios arqueológicos y sus alrededores, estudiados por la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya (PACUNAM), una entidad financiada por la iniciativa privada en Guatemala y donantes extranjeros.

En este mismo sentido se pronunció su colega Canuto, quien dijo que ahora «parece claro» que los mayas «transformaron su medioambiente a gran escala con el fin de hacerlo más productivo para su agricultura», lo que evidencia que el área estuvo más poblada de lo que pensaba, con unos 10 millones de personas.

​Entre los hallazgos se cuentan nuevos centros urbanos con calzadas, casas, terrazas, centros ceremoniales, canales de riego y fortificaciones, entre otros, detalló Canuto, arqueólogo de la estadounidense Universidad de Tulane.

Esta estimación demográfica, que había vivido en las épocas preclásica (1.000 a.C – 3.000 a.C) y clásica (300-900 d.C), tenía unos campos de cultivos extensos, alrededor del 95 por ciento de la tierra disponible, con amplias áreas de humedales convertidas en campos de cultivo gracias a unos ingeniosos y evolucionados canales de drenaje.

Más de 60 mil estructuras individuales se han identificado hasta el momento, entre las que hay viviendas, grandes palacios de la realeza y pirámides, además de cuatro grandes centros ceremoniales, lo que evidenciaría que el sitio arqueológico de Tikal fue una ciudad más grande de lo que se pensaba.

En todo este proceso analizado por el equipo de arqueólogos, de instituciones guatemaltecas, estadounidenses y europeas que vigilan un total de 2 mil100 kilómetros cuadrados en la Reserva de la Biosfera Maya, se demuestra además que los conflictos tuvieron un factor determinante en la evolución de la antigua cultura maya.

«Probablemente configuraron el surgimiento y desarrollo de algunas de las ciudades más grandiosas», aseguraron los expertos, que corroboraron la existencia de un «sistema masivo de calzadas» en toda la región de tierras bajas, canales para guiar el agua de lluvia y un sistema de fortificaciones en el Zotz, ciudad vecina a Tikal, con múltiples murallas y torres de avistamiento.

Una de las revelaciones del estudio fue la localización de una nueva pirámide de 30 metros de altura que había sido identificada como un cerro natural en Tikal, el principal sitio arqueológico del país centroamericano. También se ubicó un sistema de foso y muralla de 14 kilómetros en el mismo lugar.

«Ahora no se necesita cortar la selva para ver qué hay debajo», expresó Canuto, al calificar la investigación como una «revolución en la arqueología maya».

De acuerdo con el experto, el sistema LiDAR permitió detectar en un corto plazo hallazgos que habrían requerido décadas con la arqueología tradicional.

Los avances encontrados hasta el momento se darán a conocer por primera vez en el documental «Tesoros Perdidos de los Mayas», un reportaje especial que se emitirá pro primera vez el 11 de febrero en National Geographic.

La cultura maya tuvo su esplendor en el llamado período clásico hasta que entró en una etapa de decadencia en el posclásico, entre los años 900 y 1200 d.C.

Esta rica cultura se expandió por los territorios que abarcan actualmente Guatemala, México, Belice, El Salvador y Honduras.

El Universal

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