Chile: Piñera retira proyecto de reparación a víctimas de la dictadura

918

Retiro de proyecto de ley de reparación a víctimas en día de marcha estudiantil: ¿Estrategia o error?

Eran miles los que se congregaban en Plaza Italia este jueves a las 11:00 horas para protagonizar la primera marcha estudiantil del año, y sobre todo la primera en tener lugar dentro de la segunda administración del Presidente Sebastián Piñera.

Por lo que implicó la influencia del movimiento estudiantil en 2011 durante su primer gobierno —que pasó de marchar por las calles a desencadenar la elección de cuatro de sus dirigentes en el Congreso— todos los ojos estaban puestos en la masa de estudiantes que se congregaba.

Pero el Gobierno quiso un escenario distinto. A la misma hora en que empezaba la movilización, desde el Congreso llegaba la noticia de que el diputado UDI Ignacio Urrutia había tratado a las víctimas de prisión política y tortura como «terroristas con aguinaldo».

Los polémicos dichos surgieron del anuncio que realizó el Gobierno —y que la oposición criticó no haber conocido antes— sobre el retiro del proyecto de ley ingresado por Michelle Bachelet cinco días antes del fin de su mandato, y que había sido aprobado por la Comisión de Derechos Humanos a comienzos de mes, por razones presupuestarias.

Las declaraciones del diputado y el posterior altercado con su par humanista, Pamela Jiles, terminaron por repercutir más en la opinión pública que el anuncio mismo, aunque el hecho de que haya ocurrido durante la primera marcha levantó una serie de sospechas.

¿Se trató de una estrategia premeditada del Gobierno para mover la brújula política de aquello que ha sido históricamente su «talón de Aquiles» o de un tropiezo que denota falta de experiencia política?

En conversación con Emol, cuatro analistas políticos ahondan en la situación:

Una estrategia que «abre otro frente»

«Yo no podría afirma que eso fue hecho premeditadamente y en una lógica de quitar protagonismo al tema de la movilización de los estudiantes, pero lo cierto es que yo creo que abrió otros flancos», dice el académico de la U. de Chile, Ernesto Águila.

Para él, «si bien fue una estrategia, creo que se abrió otro frente». «Este es un gallito de largo plazo entre los estudiantes y el ministro de Educación, así que más que eso (cambiar el foco de interés), creo que dejó dos frentes distintos abiertos».

«No me atrevería a decir que hubo una jugada premeditada», asegura el analista, al tiempo que admite que, en caso de que lo haya sido y que haya tenido como objetivo «tapar a los estudiantes», «en realidad el remedio que se quiso usar es igual o peor que la enfermedad o lo que se quiso tapar».

«Más bien fue una descoordinación», se inclina Águila.

«Equilibrar conflictos»

Para el director del Centro de Análisis Político de la U. de Talca, Mauricio Morales, también es difícil inclinarse por una postura, aunque comenta que «el retiro del proyecto por sí solo no generaba un efecto tan significativo». A su juicio, la intervención del diputado Urrutia fue lo que «torció la agenda».

A partir de eso, considera que «el Gobierno sabía que el tema sería polémico y creo que hubo una virtud en detectar eso, porque hizo posible equilibrar el conflicto estudiantil con el conflicto en el legislativo», opina el analista.

Sin embargo, cree que «el nivel de escándalo que se suscitó termina por perjudicar a su propia coalición».

«Permite que la oposición se una»

Con él concuerda el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker, que considera que el foco de interés se trasladó hacia Urrutia, a pesar de que los argumentos utilizados por el Gobierno —que la ley costaría diez veces el proyecto que aumenta las subvenciones del Sename y cuatro veces el que extiende la gratuidad en los CFT— eran, por sí solos, menos polémicos

«Si solamente estamos hablando de plata, supone un acuerdo en que las víctimas merecen una reparación. Pero cuestionarse que existan víctimas es llevarlo a otro nivel, claramente cambia todo el foco del argumento. Esto es algo que va a calar muy profundo y que permite que la oposición se una en torno a un tema que crispa mucho y es sensible», resume.

A su juicio, el Gobierno no debería entregar motivos para facilitar la unión de una oposición que, tras las elecciones, quedó naturalmente divida en muchos flancos.

Falta de «pericia política»

Para Marco Moreno, decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, la decisión es muestra de «una descoordinación que comienza a ser constante en el accionar del Gobierno y de La Moneda en relación a algunos proyectos emblemáticos».

«Anunciar el retiro del proyecto justo en el momento en que hay una movilización estudiantil tiene que ver con la falta de pericia política y denota, de parte del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, un déficit de entendimiento de los tiempos políticos», afirma el académico.

También considera que, si lo que buscaba el Gobierno era desviar la atención de lo que ocurriera con la marcha, hecho que también pone en duda, «provocó el efecto absolutamente contrario porque hacen perder el control de la agenda».

«Puede que haya generado un cambio en el foco de interés desde el movimiento estudiantil hacia esto, pero el costo que significa generar una tensión con la oposición sin contar con las mayorías para gobernar es demasiado alto. Si fuera la explicación, también demostraría una falta de talento político», concluye Moreno.

EMOL


Pamela Jiles acusa que recibió «manotazos» tras encarar a Ignacio Urrutia por sus dichos sobre los exiliados

El Congreso casi se convirtió en un ring este jueves. Así al menos lo indicó la diputada Pamela Jiles (Partido Humanista), quien acusó recibir manotazos y agresiones verbales de parte de parlamentarios UDI, tras intentar encarar al diputado Ignacio Urrutia -de esa misma colectividad- por las descalificaciones que hizo a exiliados al llamarlos «terroristas».

«Intenté encarar al diputado Urrutia lo cual fue impedido por otros cuatro parlamentarios que parece que consideran que tengo una fuerza física impactante, porque se tiraron a detenerme y a tirar manotazos, a proteger a este señor que parece que necesita protección», indicó Jiles. Pero, ¿por qué casi se fueron a las manos?

Todo comenzó tras el rechazo de la Cámara de Diputados a un proyecto que pretendía entregar montos de reparación a víctimas de torturas y prisión política durante la dictadura de Augusto Pinochet. Como es habitual, diputados de diferentes colores tomaron la palabra. Fue en el turno de Urrutia cuando los ánimos se encendieron.

Descalificación

«Es una excelente noticia que el Gobierno haya retirado este proyecto que es nefasto. No es la única vez que se entregan estos beneficios, es como la décima vez que se entregan estos regalitos a gente que en el fondo fueron más que exiliados, fueron más que nada terroristas en el pasado», dijo Urrutia.

Apenas dicho esto, varios parlamentarios del Frente Amplio y los Partidos Comunista, Socialistas, Por la Democracia y Radical, entre otros comenzaron a abuchear a su par.

Jiles no se quedó en eso. Bajó de su silla, caminó hasta la bancada UDI y llegó hasta el mismo lugar donde se sienta Urrutia para encararlo. Fue ahí cuando otros colegas suyo, según relata, la detuvieron a manotazos. «Tuve que decirle a viva voz lo inadmisible de su actitud y lo que recibí de vuelta fueron agresiones verbales y que se reiteraron», señaló.

Críticas y respaldo

Pese a que el reproche al diputado Urrutia fue más o menos unánime, la voz del Gobierno fue una de las más importantes a la hora de rechazar tales palabras.

«Expresamos un profundo rechazo al descriterio que una vez más hace presente en sus actuaciones el diputado Ignacio Urrutia», dijo el ministro de Justicia, Hernán Larraín, también UDI.

Pese a lo anterior, quien sí apoyó la postura de Urrutia fue el ex candidato presidencial, José Antpnio Kast. «Urrutia dice una gran verdad: hay organizaciones, dirigentes y parlamentarios que llevan años lucrando con los DDHH en Chile», sostuvo.

Comisión de Ética

Con todo esto sobre la mesa, el diputado Urrutia también tuvo su derecho a réplica. Consultado sobre la actitud de Jiles, aseguró que «se aprovechó de su género y me golpeó».

Tras el incidente, los líderes de varios partidos de oposición decidieron llevar al parlamentario a la Comisión de Ética para analizar el caso.

Publimetro


Kast respalda dichos de Urrutia contra víctimas de la dictadura: Llevan años lucrando con los DD.HH.

José Antonio Kast respaldó los dichos del diputado UDI Ignacio Urrutia, quien calificó de «terroristas» a las víctimas de la dictadura y rechazó cualquier proyecto que busque compensaciones económicas.

El excandidato presidencial afirmó que, «más allá de las formas», el parlamentario «dice una gran verdad».

«Hay organizaciones, dirigentes y parlamentarios que llevan años lucrando con los DDHH en Chile. Ellos no respetan a las víctimas de verdad; ellos no reconocen el odio de la izquierda que llevó al quiebre institucional», escribió en su cuenta de Twitter.

Kast, defensor del régimen de Augusto Pinochet (una vez dijo que «en el gobierno militar se hicieron muchas cosas por los derechos humanos de otras personas”), afirmó que la izquierda “usa el pasado como herramienta electoral».

«Chile tiene que mirar al futuro y dejar las heridas del pasado detrás. El Gobierno no puede seguir impulsando proyectos, ritos y símbolos que dividen al país», escribió.

ADN Radio


INDH rechaza retiro de proyecto de reparación para víctimas de violaciones a DDHH en dictadura y repudia dichos del diputado Urrutia

Tras conocerse ayer la decisión del Poder Ejecutivo de retirar el proyecto de ley aprobado previamente en la Cámara, a través del que se otorgaría un aporte único a las víctimas de prisión política y tortura reconocidas por el Estado de Chile, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDFH) rechaza de manera categórica el retiro de la iniciativa del parlamento.

En palabras de la directora del INDH, Consuelo Contreras: “esta medida frustra una legítima reparación, que por la edad y composición social de quienes lo recibirían, se hace fundamental para su sobrevivencia y dignidad, en atención a la obligación del Estado de brindar verdad, justicia y reparación a las víctimas de la dictadura y sus familiares”.

“Debemos recordar que muchas de estas personas estuvieron durante largos periodos encarcelados y además experimentaron las consecuencias físicas y psicológicas de la prisión política y la tortura, lo que en muchos casos desencadenó un empobrecimiento que se vería reparado -en parte- por el proyecto de ley”, agregó la directora del Instituto.

El INDH en su Informe Anual Situación de los Derechos Humanos 2017 recomendó a los poderes colegisladores “reevaluar los montos de las distintas pensiones de reparación” y revisar la “incompatibilidad entre unas y otras” por tener distinto origen. A la vez que ha señalado que una política de reparaciones debe ser integral y que el “principio de satisfacción no ha sido tomado suficientemente en consideración en materia de reparación, por ejemplo, en salud”.

Negacionismo: Dichos del diputado Urrutia

El Instituto Nacional de Derechos Humanos repudia las expresiones vertidas por el diputado Ignacio Urrutia en sesión de la Cámara de Diputados, en que calificó como “terroristas” a las víctimas de la dictadura, adjetivando como “regalitos” y “aguinaldos” las medidas reparatorias que hasta ayer se discutían en el parlamento.

Respecto de los dichos del diputado UDI, la directora del INDH Consuelo Contreras sostuvo que “dichas declaraciones incitan al odio y a la violencia y se alejan del respeto por los derechos humanos que debe existir en nuestro país”, asimismo agregó que “conductas de este tipo de carácter negacionista son contrarias al Derecho Internacional de los Derechos Humanos y sancionadas como delitos en la normativa de diversos países”.

El negacionismo recae principalmente sobre crímenes de genocidio y de lesa humanidad, es decir, de aquellos “actos inhumanos que causen intencionalmente grandes sufrimientos o atenten gravemente contra la integridad física o la salud mental o física”, como son la esclavitud, la desaparición forzada de personas, el exterminio, la tortura, entre otros. Estas negaciones adoptan múltiples manifestaciones, desde la inexistencia de los hechos hasta otras formas como es la atenuación de los hechos mediante el uso del lenguaje.

INDH

Más notas sobre el tema