El Gobierno argentino advirtió que el acuerdo con el FMI «no va a ser una solución mágica»

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El jefe de Gabinete, Marcos Peña, atribuyó el salto del dólar de las últimas semanas a que el país está «en un escalón menor de confianza», lo que derivó en «más volatilidad en la moneda», y agregó que el Fondo Monetario Internacional (FMI) «no va a ser una solución mágica», porque esa solución «depende de los argentinos».

«Lo que pasó fue una combinación de factores, de cambios en el contexto internacional y de señales que hemos dado en la Argentina que generaron que hoy tengamos un escalón menor de confianza que la que pudimos construir en los primeros dos años y medio», diagnosticó Peña en diálogo con FM Blue.

«Eso ha generado más volatilidad en la moneda, porque hay un poco más de incertidumbre y dudas sobre el compromiso que la Argentina tiene en ir hacia ese rumbo de equilibrio y ordenar sus cuentas», completó.

El ministro coordinador dijo que, ante esa situación que describió, «el Gobierno tomó decisiones», y resaltó: «Hay herramientas, estamos infinitamente mejor que hace dos años y medio. Hemos tomado decisiones, entre ellas la de recurrir al Fondo Monetario no por una situación de crisis, sino justamente para evitarla».

«La solución a nuestros problemas depende de los argentinos. Ni el Fondo Monetario va a ser una solución mágica, ni nos va a complicar las cosas, depende de nosotros», sostuvo.

«Eso nos tiene que dar tranquilidad. Tenemos una oportunidad clara, no estamos lejos de llegar a ese lugar de equilibrio que nos permita salir de la vulnerabilidad que hemos acumulado», agregó el funcionario nacional.

Ante la consulta sobre qué condicionamientos impondrá a la Argentina el FMI, Peña negó que el organismo internacional de crédito vaya a definir un diagrama económico para el país.

«No es que le estamos yendo a pedir un programa económico al Fondo Monetario. Hace un mes, definió que estamos en el rumbo correcto, como también lo han dicho los principales países del mundo. El problema no es el Fondo, es qué vamos a hacer los argentinos para hacer una economía más sólida y seguir creciendo», consideró.

En el mismo sentido, añadió que «cuando uno tiene que pedir plata, lo primero que te piden es demostrar que vas a poder pagar. No es una cuestión de imposición, del Fondo definiendo una política económica para la Argentina».

El Gobierno, según declaró el jefe de Gabinete, tiene «claro el camino para dónde ir».

Para transitar ese camino, consideró: «Tenemos que convocar a todos, es lo que el Presidente ha hecho en los últimos días. Solos no podemos, hay un camino de responsabilidad compartida».

Este viernes, Macri se reunió con dirigentes empresarios; anteriormente, lo había hecho con gobernadores peronistas. Esos encuentros se produjeron después del anuncio presidencial de que el país iba a recurrir a un préstamo del FMI.

En tanto, el ministro coordinador relativizó la gravedad del escenario económico, al compararlo con el inicio del gobierno de Macri.

«Algunos dicen que estamos en el peor momento económico. No. Nos estamos olvidando de los primeros tres o cuatro meses de nuestro Gobierno, cuando tuvimos que poner de pie a una Argentina que estaba en una situación muy complicada y de mucha incertidumbre», consideró.

«Comprendemos y registramos la angustia y la preocupación, el miedo, no estamos alejados de esa percepción. Tengan la tranquilidad de que estamos por el único camino posible, y que vamos a decir la verdad y trabajar para tener todas las herramientas que podamos y convocar a los argentinos para solucionar los problemas que arrastramos desde hace mucho. Este esfuerzo va a tener su rédito», concluyó Peña.

Ámbito Financiero


Dólar sin freno: por qué el martes será un día clave para la economía argentina

El martes de la semana próxima será un día clave para la economía argentina. Marcado en rojo en el calendario, el Banco Central enfrentará el 15 de mayo un megavencimiento de letras en pesos que pondrá a prueba la confianza del mercado y las expectativas de los inversores con respecto al rumbo económico.

Los números de la operación son contundentes. En un solo día deben renovarse Lebacs por $671.875 millones, una cifra que equivale a US$28.313 millones al tipo de cambio actual. Se trata, además, del 52,5% del stock total de estas letras emitidas por el Central, que superan el $1,16 billón (más de un millón de millones).

Según los analistas, la licitación representa un desafío en medio de la actual corrida contra el peso, que solo esta semana se depreció un 6,5%, porque su resultado puede impactar directamente sobre el mercado cambiario por una mayor demanda de dólares de inversores que decidan abandonar estas letras. El efecto directo de un movimiento de ese tipo sería una mayor depreciación.

«Es el peor de los mundos para la licitación del martes, porque parecería que no hubiera tasa que desaliente la dolarización», dijo a LA NACION Diego Martínez Burzaco, director de MB Inversiones. «En este momento hay muchos individuos y empresas que desarman posiciones en FCI (fondos comunes de inversión) y van al dólar, obligando a los FCI a vender Lebac a estas tasas y presionando a la divisa», añade.

En este sentido, el cambio de estrategia del BCRA, que desde el 27 de abril dispuso tres subas en la tasa de interés de referencia (pasó del 27,25% al 40% actual) y convalidó retornos superiores al 45% para las letras más cortas en el mercado secundario buscan fortalecer la demanda de pesos y hacer más tentador el premio de mantener inversiones en moneda local, en un escenario en el cual la demanda de dólares por parte de ahorristas minoristas, empresas e inversores institucionales no cede.

«El riesgo es, claramente, que no sea así, que la renovación sea muy baja y se inyecte una cantidad de pesos importante al sistema que pueda ir a dólar», explica el analista.

En este escenario, fuentes que siguen de cerca las operaciones financieras en la plaza local especulan con la posibilidad de que el Gobierno y el BCRA, anticipando los riesgos que implicaría una renovación parcial del stock, abran diálogos con inversores institucionales (bancos, fondos de inversión, aseguradoras, mutuales, etcétera) para instarlos a permanecer en pesos. «Podrían ser invitados ‘cordialmente’ a renovar», explica un experimentado analista financiero, desde el off the record.

El BCRA, a su vez, se mostró activo en los últimos días, recomprando en el secundario Lebacs de próximo vencimiento (mayo y junio), por montos que rondarían los $30.000 millones, para intentar reducir los montos a renovar.

Según Martín Kalos, economista de EPyCA consultores, el resultado de la licitación de Lebacs está atada a la debilitada credibilidad del plan económico del Gobierno: «En estos dos años y medio, se puso la inflación en el centro de la política económica, a la política monetaria en el centro de la política antiinflacionaria y a las Lebac en el centro de ese esquema, y lo que estamos viendo en estos días es una crisis de credibilidad».

«Al día de hoy, muchos de los inversores que estaban colocados en pesos hace algunas semanas ya se fueron», añade el economista sobre una sangría que se disparó, entre otros factores, por la entrada en vigencia a fines de abril de la renta financiera para residentes extranjeros, que a su vez motivó la venta de reservas récord por parte del BCRA para evitar, sin éxito, un salto en el tipo de cambio.

«Las tasas que hay en el secundario hoy deberían ser las tasas a las cuales quienes hoy están en pesos se mantengan, si consideran que la perspectiva es que el Gobierno podrá estabilizar la situación. Si quien está en pesos no renueva, significa que no hay confianza en la capacidad de contener la corrida cambiaria y sería grave, porque sabemos que las crisis de confianza suelen convertirse en profecías autocumplidas», añadió.

La evolución de las tasas, a su vez, condicionará la evolución de la actividad económica, en tanto que de mantenerse altas, se encarece el crédito y el costo del financiamiento para empresas. «Este nivel de tasas claramente es insostenible para el BCRA en su meta de sanear el balance en el mediano plazo. Lo que tenía que hacer es cortar la sangría del dólar con nuevas medidas, para traer cierta paz cambiaria el lunes y martes y pasar la licitación de manera más confortable», concluyó Martínez Burzaco.

La Nación


Regreso a Washington con un escenario que cambió drásticamente en 20 días

Christine Lagarde recibió a Nicolás Dujovne con un apretón de manos y doble beso, como se acostumbra en Francia , y luego saludó, uno por uno, al resto de los funcionarios que lo acompañaban. Al notar que eran todos hombres, Lagarde le marcó a Dujovne que el equipo estaba «corto» de mujeres. La reacción tardó unos segundos: «Ah, sí, sí… Vamos a mejorar», prometió el ministro, riendo, algo incómodo.

Ese recibimiento, captado en un video del Fondo Monetario Internacional (FMI) de casi un minuto, ofreció un vistazo que quebró el hermetismo de la misión de Dujovne durante dos días en Washington, que marcó el regreso de la Argentina al Fondo en busca de fondos frescos después de casi 15 años.

La delegación acató al pie de la letra la orden de evitar el contacto con la prensa. Toda la información llegó a través de comunicados. «Son negociaciones complejas», justificó Hacienda. Nadie quiso hacer declaraciones, y Dujovne y los siete funcionarios que lo acompañaron pasaron la mayor parte del tiempo entre cuatro paredes. En Buenos Aires, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Finanzas, Luis Caputo , dieron conferencias de prensa y entrevistas. Aquí, la misión argentina se movió con sigilo y en silencio.

La Nación

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