Eleonora Forenza, activista italiana y diputada del Parlamento Europeo: «El TLC Mercosur-UE atenta contra la equidad de género, en favor de las grandes corporaciones»

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Por Jorge Marchini.

Eleonora Forenza, eurodiputada italiana del Grupo GUE/NGL, la izquierda en el parlamento europeo, quien en marzo fue coponente de un informe sobre la equidad de género en los tratados de libre comercio (TLCs) de la Unión Europea, respondió a algunas preguntas sobre las negociaciones del TLC entre la Unión Europea y el Mercosur

– ¿Cúal es su opinión sobre la alternativa que se concrete inmediatamente el acuerdo de liberalización Mercosur- Unión Europea?

-Creemos que negociar con un gobierno ilegítimo como el de Brasil, que es el resultado de un golpe parlamentario contra la presidenta legítima de Brasil, Dilma Rousseff, es un error político de la Unión Europea. Brasil es el país más importante en el Mercosur, y su gobierno se encuentra violando derechos humanos, sociales y políticos. Estos tratados de libre comercio tienen como objetivo favorecer solo a las grandes multinacionales.

Se espera que el Tratado de Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea traiga la muerte de miles de pequeños y medianos granjeros en los países de Europa y el Mercosur para que los grandes agronegocios y corporaciones transnacionales se beneficien.

La Comisión Europea ignora el análisis de impacto que se realizó hace una década que mostraba como este acuerdo dañaría la biodiversidad, amenazaría a las comunidades indígenas y destruiría cerca de 50 millones de hectáreas de la selva amazónica. La alternativa es crear un acuerdo de comercio internacional basado en el respeto a los derechos humanos, sociales y ambientales, y no en los deseos de las grandes compañías.

– ¿Cuál es el impacto de los acuerdos comerciales en la inequidad de género?

-El comercio no es ‘género-neutral’ y las políticas comerciales tienen efectos ‘género-específicos’, pero estos efectos se basan en una inequidad estructural, que es la base de nuestra sociedad. Los Informes del Parlamento Europeo “sobre la aplicación de las recomendaciones del Parlamento del año 2010, relativas a los estándares sociales y medioambientales, los derechos humanos y la responsabilidad civil de las empresas” (2015/2038(INI)), de los cuales he sido ponente, resaltaron la mayor parte de las cuestiones de género involucradas en la política comercial, y el nuevo informe “sobre la igualdad de género en los acuerdos comerciales de la Unión” (2017/2015(INI)) refuerza el pedido a la Comisión y el Consejo Europeo por parte del Parlamento, que es la institución más democrática de la Unión Europea.

Los servicios de interés general y los servicios de interés económico, incluyendo pero no limitados a, el agua, servicios sociales, sistemas de seguridad social, educación, manejo de residuos, transporte público y salud, por ejemplo, tienen un impacto en la inequidad de género, y por ello subrayamos que deben mantenerse exceptuados del alcance de las negociaciones comerciales y caen bajo la competencia de los gobierno.

En la opinión del Parlamento Europeo, la Unión Europea tiene que asegurar que los tratados comerciales y de inversión no desemboquen en la privatización de los servicios públicos, lo cual impactaría en las mujeres, tanto como proveedoras de servicios y utilizadoras de servicio, y aumentaría la inequidad de género. El acceso universal y gratuito a los servicios esenciales de salud, incluyendo los derechos y la salud sexual y reproductiva, pueden verse limitados por los acuerdos comerciales, y ello es inaceptable. Sería una violación de derechos humanos.

– En base al informe recientemente adoptado por el Parlamento Europeo sobre la equidad de género y acuerdos comerciales, del cual has sido una de las ponentes, ¿qué cláusulas debería tener un tratado de libre comercio para impulsar la equidad de género?

-A través de este informe, el Parlamento Europeo llama a la Comisión y al Consejo a promover y apoyar la inclusión de un capítulo específico de Género en todos los tratados comerciales y de inversión de la Unión Europea, sobre la base de ejemplos ya existentes tales como el TLC Chile-Uruguay y el TLC Chile-Canadá, que específicamente prevén el compromiso de promover la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres. Esto es, de seguro, un cambio de curso en la política comercial de la Unión Europea, la cual fue definida hace tan solo unos años como ‘género-ciega’.

Subrayamos la mayor parte de las cuestiones y campos que afectan a las mujeres en la política comercial, y así abrimos una nueva perspectiva en la política comercial. Una perspectiva ‘género-sensible’.

– ¿Piensas que dichas recomendaciones están siendo consideradas en las negociaciones del tratado de libre comercio entre la UE y el Mercosur?

-Hasta el momento, no, porque ello no fue autorizado en el anterior mandato de negociación. Pero luego de la aprobación de este informe, considero que la comisión debe seguir las indicaciones que provienen del Parlamento, y debe trabajar para incluir un capítulo de género y comercio en el TLC EU-Mercosur.


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