Paz en Colombia: el ELN declara el cese unilateral al fuego por las presidenciales

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ELN decreta cese al fuego unilateral para primera vuelta presidencial

A través de su cuenta de twitter el Eln anunció un cese al fuego unilateral, que iniciará desde las cero horas de este viernes 25 de mayo y que iría hasta el martes 29 del mismo mes, esto se da después de cuatro días de reanudadas las negociaciones de paz que adelantan con el Gobierno nacional en la Habana, Cuba.

La guerrilla asegura toma esta decisión para aportar unas condiciones favorables dentro de las cuales los colombianos puedan expresarse libremente en las urnas, durante las elecciones presidenciales que vivirá el país el próximo domingo 27 de mayo.

https://twitter.com/ELN_Paz/status/995936754233421824

En las reuniones diplomáticas que realiza el presidente Santos por Europa, le dijo a Caracol Radio que espera esta sea la oportunidad que estaban esperando para lograr avanzar en los diálogos de paz.

Caracol


Santos no descarta firmar la paz con el ELN antes de abandonar la Presidencia

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, no descarta llegar a un acuerdo de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) antes de que abandone el cargo, el próximo 7 de agosto, si bien ha subrayado que depende de la voluntad de la guerrilla, con la que el Gobierno lleva negociando más de un año.

Las conversaciones de paz con la segunda guerrilla de Colombia comenzaron el 8 de febrero de 2017 en Quito con el objetivo de que el ELN asumiera algunas partes del acuerdo suscrito un año antes con las Farc y llegar a un pacto propio en los demás asuntos.

Santos aspiraba a alcanzar esta «paz completa» antes de salir de la Casa de Nariño. Sin embargo, el diálogo apenas ha avanzado. Su mayor logro fue una tregua bilateral que estuvo vigente entre el 1 de octubre y el 9 de enero y que al terminar dio paso a una ola de atentados que obligó a suspender las negociaciones, reanudadas esta misma semana.

«Me gustaría avanzar lo más rápido posible», ha dicho Santos en una entrevista concedida a Europa Press en el marco de su gira europea.

«Nosotros estamos listos (…) Si realmente el ELN quiere avanzar rápido, pues vamos a avanzar rápido. Inclusive no descartaría, si hay voluntad por parte de ellos, que logremos un acuerdo completo. Son tres meses, si nos lo proponemos, se puede lograr», afirmó.

No obstante, al mismo tiempo ha admitido que «no es realista» y ha señalado como principal «obstáculo» la propia estructura del ELN, un grupo armado ‘federal’ en el que hay que poner de acuerdo a todas las facciones. «Tienen una forma de tomar decisiones que es demoradora», explicó.

Además, «hay unas líneas rojas, como sucedió con las Farc». «Nosotros no vamos a renunciar a nuestro modelo de desarrollo, ni a la propiedad privada ni a nuestro sistema democrático y tampoco podemos negociar en ciertos aspectos nada diferente a lo que negociamos con las Farc, por ejemplo, en justicia transicional», indicó.

La meta, por tanto, es «avanzar lo máximo posible» y, en el plazo inmediato, pactar un nuevo alto el fuego para «salvar vidas» y facilitar el diálogo. Santos confía en que el ELN declare otra tregua, como es habitual, de cara a la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el 27 de mayo. El reto del Gobierno es conseguir que sea «permanente».

«Los acuerdos son para cumplirse»

Durante sus ochos años de Gobierno, Santos ya ha firmado la paz con las Farc. Los acuerdos cumplen su primer año de vida y lo hacen con grandes logros y cierta incertidumbre.

Las propias Farc han identificado como una grave amenaza al proceso de paz la detención de ‘Jesús Santrich’, uno de sus líderes, el pasado 10 de abril en Bogotá por presuntamente mantener el tráfico de drogas hacia Estados Unidos una vez firmado el acuerdo de paz. Los excombatientes han exigido su liberación por considerar que se trata de un montaje judicial.

Los textos de La Habana crean una justicia transicional para juzgar a los máximos responsables por los crímenes más graves del conflicto y contemplan sanciones alternativas a la cárcel para quienes confiesen o en el peor de los casos hasta 20 años de prisión. «El que delinca después de haber firmado el acuerdo se va a someter a la justicia ordinaria», recalcó Santos.

«Y eso no tiene excepciones», enfatizó, a pesar de que el caso de ‘Jesús Santrich’ ha tenido «repercusiones» por tratarse de un alto cargo de la Farc. Santos ha garantizado que se respetarán sus derechos y ha destacado que el Gobierno ha tenido un «gesto humanitario» al trasladarle a la sede de la Conferencia Episcopal en Bogotá para que se recupere de la huelga de hambre que inició para lograr su liberación.

Otra de las preocupaciones de la Farc es el asesinato de activistas, líderes sociales y ex guerrilleros que se ha producido en el último año. Los antiguos insurgentes temen que su partido político corra la misma suerte que el surgido de la guerrilla del M19 tras su disolución, que fue exterminado.

«Por ningún motivo vamos a permitir que algo ni siquiera parecido se pueda producir», aseveró. Santos ha sostenido que acabar con estos asesinatos selectivos es una de las «prioridades» del Gobierno y ha recalcado que él mismo está implicado personalmente a través de la Comisión de Garantías de Seguridad.

El escepticismo entre los colombianos juega también en contra de la paz. Santos lo achaca a «las mentiras y tergiversaciones» a las que ha estado sometido el proceso: «Que el comunismo iba a llegar a Colombia, que el ‘castro-chavismo’ se iba a tomar el país, que las Farc tenían ingentes cantidades de dinero para comprar las elecciones…».

«En la medida en que la verdad sale y la gente se da cuenta de que todos esos fantasmas eran eso, fantasmas que nada tienen que ver con la realidad, van apreciando la importancia de vivir en paz, sobre todo en las zonas que sufrieron el conflicto directamente», consideró.

El País


ELN: Unos cesan al fuego y otros no

Colombia, está pasando por un momento complejo y difícil. Se suponía que al estar en curso el más grande esfuerzo para concretar una solución política del conflicto, por fin íbamos a pasar la página de la guerra; pero no es así.

Los intereses de las grandes corporaciones del sector energético y minero, chocan día a día con las comunidades que defienden Bienes Comunes como el agua, y en este choque siguen pagando con sus vidas, los líderes que se oponen a los grandes capitales nacionales y extranjeros. Ahí está el mal ejemplo de Hidroituango -la gran represa sobre el río Cauca-, que sigue devorando líderes, en un genocidio político que inició con la masacre del Aro. ¿Cuándo van a cesar el fuego estas corporaciones?

Los candidatos presidenciales de la derecha hacen gala de un discurso de odio, paraperpetuar el ejercicio de la violencia como mecanismo de lucha política, expresiones del estado de embriaguez que tienen, basado en lo que llaman los éxitos militares del régimen. De allí les nace su propósito de no dar continuidad a los esfuerzos de paz y su postura de no cumplir la palabra empeñada en los acuerdos firmados. Ojalá más temprano que tarde, hagan un cese de estos fuegos.

Al exterminio de la insurgencia, se suma el gobierno de los Estados Unidos, esgrimiendo amenazas de extradición, atendidas solícitamente por el Fiscal general colombiano, sin que esto provoque tan siquiera un debate nacional sobre cómo estos montajes judiciales, pisotean la soberanía de Colombia.La gallardía de Santrich para enfrentar esta agresión y su llamado a una lucha por la dignidad, son una honrosa excepción ante el silencio cómplice. ¿Qué tan lejos está el día en que los EEUU cesen en sus planes de guerra imperialista?

Es más que evidente, que sigue siendo complejo y difícil lograr el propósito de “erradicar la violencia en la política”, como está escrito en Agenda de diálogo pactada entre el Gobierno de Santos y el Ejército de Liberación Nacional.

El segundo propósito acordado para esta mesa de conversaciones -que también es complejo y difícil de alcanzar-, sigue siendo “acordar transformaciones en búsqueda de una Colombia en paz y equidad”, con las que cambien las condiciones que generan el alzamiento armado; donde sea la misma sociedad colombiana la que diga cuáles son los Cambios Básicos Urgentes que necesita el país, y además que haya un compromiso de las fuerzas políticas por sacar adelante esos cambios; proceso participativo al que hemos llamado, un Gran Diálogo Nacional.

Los dos grandes propósitos del proceso de solución política con el ELN, se podrán alcanzar si y sólo si ambas partes, la insurgencia y el régimen estamos dispuestos a cambiar. Así mismo, sólo es con esfuerzo de ambas partes, que podremos lograr los objetivos inmediatos del Ciclo de conversaciones, que acabamos de reiniciar en La Habana, como son,el hacer el diseño e inicio del punto uno de la Agenda: “Participación de la sociedad en la construcción de la paz”,y pactar una segunda versión mejorada del Cese Bilateral Temporal y Nacional.

Para aportar a unas condiciones favorables que le permitan a la sociedad colombiana expresarse en las elecciones presidenciales próximas, en todas las estructuras del ELN haremos un cese de actividades militares, entre las cero horas del viernes 25 de mayo y las veinticuatro horas del martes 29 de mayo.

Es de esperar que este espíritu de conciliación del ELN, sea respondido con una conducta similar por parte las distintas fuerzas político-militares del régimen. Las clases dominantes y los gobernantes de los EEUU tienen la palabra.

ELN Voces

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