Assange pide ayuda a Australia ante temor a expulsión de embajada ecuatoriana

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El fundador de Wikileaks, Julian Assange, solicitó al Gobierno de Australia que interceda en su nombre ante el temor de ser expulsado de la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugia desde hace años para evitar una posible extradición, informan medios australianos.

Assange, de 47 años y nacido en la ciudad australiana de Townsville, no ha abandonado la legación diplomática desde 2012 por temor a que las autoridades británicas lo deporten a Estados Unidos, donde podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos de carácter confidencial.

La abogada de Assange en Londres, Jennifer Robinbson, dijo al portal “news.com.au” que estaba “obviamente muy preocupada” por las conjeturas acerca de la posible expulsión.

“Desde nuestro punto de vista él requiere una protección continua”, comentó la letrada al portal de noticias australiano.

Assange “es todavía un ciudadano australiano y (el Gobierno de Australia) tiene la obligación, y creo que el deber, de ejercer los derechos de protección de un ciudadano australiano”.

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, señaló el viernes en Madrid que la situación de Assange no puede prolongarse eternamente y por ello habla “permanentemente” con el Gobierno británico para resolver el caso, al precisar que lo único que quiere es garantizar que la vida del fundador de Wikileaks “no va a correr peligro”.

Asimismo, el portal de noticias “The Intercept” publicó la semana pasada que una fuente no identificada vinculada al Ministerio de Exteriores de Ecuador y al presidente Moreno dijo que Assange perdería el estatus de asilado de forma inminente, lo que supondría su expulsión inmediata de la embajada.

Robinson dijo que Australia podría ayudar a Assange a “resolver el impase” dado que el Ejecutivo de Camberra tiene buenas relaciones con el Reino Unido y Estados Unidos.

También comentó que Assange siente nostalgia por Australia y le gustaría regresar, pero que él se siente decepcionado por la inacción de los diversos gobiernos respecto a su caso, aunque la ministra de Exteriores del país oceánico, Julie Bishop, ha asegurado en varias oportunidades que le brinda asistencia consular.

Los temores sobre su expulsión se dan después de que el ministro británico de Exteriores, Jeremy Hunt, dijera que Assange afronta “serias acusaciones” policiales, aunque existe una confusión respecto a ellas, dado que el activista solo es acusado de violar su fianza, lo que se castiga con tres meses de prisión.

Assange, quien obtuvo la nacionalidad ecuatoriana en 2017, inicialmente, desde 2010, era requerido por las autoridades suecas debido a las acusaciones de dos mujeres por violación que él niega, pero Suecia archivó la causa al no poder avanzar en la investigación.

La República


Ecuador establece contacto con el asistente legal designado por Assange

Ecuador ha establecido contacto con el asistente legal designado por el fundador de Wikileaks, Julian Assange, en el proceso de búsqueda de una salida a su situación de asilado en su Embajada en Londres, reveló el 31 de julio el canciller, José Valencia.

“Nosotros preferimos ir en un ritmo adecuado de trabajo, hemos establecido ya contacto con el procurador designado y continuaremos con él haciéndole llegar nuestros planteamientos”, manifestó el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana en una entrevista con Efe.

Valencia aclaró que tras seis años de asilo en la Embajada, a lo largo de los cuales ha habido múltiples letrados que representaron a Assange, recientemente éste designó a uno particular, del que ya “hemos recibido insumos, ideas, planteamientos que, por supuesto, van a ser considerados por nuestro país”.

“Hemos manifestado que había varios representantes legales que en algún punto habían intervenido en el nombre del señor Assange en todo este caso. Son seis años, una serie de eventos y le pedimos tener una designación específica que ha sido ya comunicada”, argumentó el jefe de la diplomacia ecuatoriana.

Pese a ser una cuestión que el país considera como un asunto humanitario relevante y que despierta enorme interés internacional, en la última visita del presidente, Lenín Moreno, al Reino Unido no se analizó con las autoridades británicas, puntualizó Valencia, al asegurar que “no tenía nada que ver con las agendas de trabajo”.

Precisó, sin embargo, que continúan las conversaciones entre las tres partes involucradas que reiteró, son el Estado ecuatoriano, el Reino Unido y el propio Assange y su cuerpo de asesoría legal.

El activista era requerido desde 2010 por las autoridades suecas debido a las acusaciones de dos mujeres por violación y que el involucrado niega, pero Suecia archivó la causa al no poder avanzar en la investigación.

Aun así, sigue bajo asilo por temor a que sea arrestado por las autoridades británicas y deportado a EE.UU., donde presume que podría ser juzgado por la publicación de documentos militares y diplomáticos de carácter confidencial.

Ante eventuales propuestas de terceras partes o países para brindar asilo al activista australiano, el canciller manifestó no tener conocimiento de las mismas y fue tajante al recalcar: “No creemos que sea un asunto en el que otras partes puedan intervenir de manera directa”.

Valencia rehusó pronunciarse sobre las condiciones de salud del fundador de Wikileaks, pero dijo que “evidentemente es una preocupación de todos” el hecho de que lleve seis años “recluido e una oficina que no tiene las facilidades para ser una vivienda”.

Tampoco quiso manifestarse acerca de las gestiones realizadas por su antecesora en el cargo, María Fernanda Espinosa, próxima presidenta de la Asamblea General de la ONU, que posibilitaron la nacionalización de Assange como ecuatoriano a finales de 2017.

Ese trámite, según reconocieron las autoridades, tuvo por objetivo buscar solucionar su situación a través de un estatus diplomático, gestión que resultó infructuosa.

“Cuando se buscaba una salida se consideró esa posibilidad de la nacionalización”, dijo al subrayar que Assange no tiene un cargo diplomático en la Embajada.

El caso Assange “es un asunto complejo donde hay una serie de elementos legales, de hechos que configuran una problemática cuya resolución no es sencilla y por tanto, si queremos una buena resolución, hay que dar los pasos de manera acordada entre las partes”, concluyó.

Expreso


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