EEUU reduce a un año la estadía de sus diplomáticos en Cuba por los supuestos “ataques sónicos’’

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El Departamento de Estado redujo a apenas un año la duración de la misión de sus diplomáticos en Cuba, un lapso atípico que solo se aplica a puestos en guerra o muy peligrosos.

La medida, de acuerdo con información obtenida por el sitio Politico, está relacionada con los supuestos incidentes de salud del personal diplomático norteamericano en La Habana.

Sin embargo, un año y medio de investigaciones, tanto cubanas como estadounidenses, no han arrojado una sola evidencia que demuestre los hechos alegados y mucho menos que apunte a una participación cubana.

El cambio del tiempo de estadía, que antes era de 24 meses, equipara a Cuba con naciones tan violentas como Iraq, Afganistán y Sudán del Sur, a pesar de que la mayor de las Antillas es uno de los países más seguros de la región para sus nacionales y para los más de cuatro millones de visitantes extranjeros que recibe cada año.

La medida es la última de una serie de acciones unilaterales que afectan el normal funcionamiento de los vínculos.

Estados Unidos retiró en septiembre del año pasado a la mayoría del personal de su Embajada en La Habana y mantiene paralizados desde entonces los servicios consulares para los cubanos, lo cual afecta a miles de familias en uno y otro lado del Estrecho de la Florida.

Asimismo, la capital cubana está declarada por el Departamento de Estado como un puesto sin acompañante, lo cual impide que la familia de los diplomáticos permanezca junto a ellos durante la misión.

El cable obtenido por Politico asegura que La Habana es un puesto donde “se experimentan circunstancias extraordinarias”, pero no especifica a qué circunstancias se refiere.

El comunicado del Departamento de Estado vuelve a utilizar la palabra “ataque” para referirse a los incidentes que alega ocurrieron en Cuba, pero de los cuales no existen evidencias concretas.

El director general de Estados Unidos del ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío, denunció recientemente el empleo de ese término.

“Miente quien usa el término ataque para referirse a los síntomas reportados por diplomáticos de EEUU. Lo hace conscientemente, con una agenda política bien definida y una carga de oportunismo”, señaló Cossío en la red social Twitter.

“El Departamento de Estado no puede ocultar la manipulación política de dolencias reportadas por sus funcionarios”, refirió Cossío tras destacar que la “supuesta preocupación por salud y seguridad de sus diplomáticos se usa con oportunismo político”.

Sin respaldo alguno

La nueva acción de Washington contra Cuba llega pocas horas después de que una prestigiosa publicación estadounidense difundiera cartas de 10 científicos que cuestionan un estudio según el cual diplomáticos norteamericanos sufrieron en Cuba misteriosas lesiones cerebrales.

En las misivas enviadas a la Revista de la Asociación Médica Estadounidense (JAMA, por sus siglas en inglés), los expertos manifestaron que los autores de un reporte publicado en febrero en ese mismo medio no incluyeron la histeria colectiva como una de las posibles causas de los síntomas reportados por los funcionarios.

Tales “brotes psicológicos masivos” generalmente ocurren en ambientes de alto estrés, y todos los involucrados comienzan a exhibir los síntomas físicos reales similares, expresaron los autores de las cartas, citados por el portal digital Buzz Feed.

Los estadounidenses Robert Bartholomew, sociólogo médico que trabaja en el Botany Downs Secondary College de Nueva Zelanda, y Robert Shura, neuropsicólogo del centro médico de veteranos de Salisbury, en Carolina del Norte, estuvieron entre quienes consideraron que hubo una mala interpretación de los resultados de las pruebas.

De acuerdo con ellos y los otros expertos, el equipo de la universidad pasó por alto trastornos comunes que podrían haber enfermado a los trabajadores, o descartó las explicaciones psicológicas de sus síntomas.

Cuba Debate


¿Qué afectó a los diplomáticos de EEUU en Cuba? Diez científicos cuestionan los ‘ataques’

Diez científicos cuestionaron este martes los resultados de un informe publicado en marzo en el que se afirmaba que el personal de la embajada estadounidense en La Habana había sufrido daños similares a una conmoción cerebral, como consecuencia de unos misteriosos «ataques sónicos», reporta EFE.

Neurólogos y médicos de Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, cuestionaron las conclusiones del informe en cuatro cartas publicadas por la revista Journal of the American Medical Association (JAMA), empleada por la Asociación Médica Estadounidense para divulgar sus descubrimientos.

El informe fue difundido en su día por JAMA y supuso la primera prueba científica que respaldaba la versión de Estados Unidos sobre los daños que habían sufrido 21 de sus diplomáticos, una cifra que en los últimos meses fue elevada a 26 por el Departamento de Estado.

Los expertos defienden en sus misivas que los autores del estudio de marzo —tres médicos de la Universidad de Pensilvania— pudieron haber malinterpretado el resultado de las pruebas médicas o ignorado trastornos que provocan síntomas entre un amplio grupo de personas, como factores psicológicos.

Uno de los científicos que cuestionan el informe es el sociólogo estadounidense Robert Bartholomew, quien atribuye los síntomas que sufrieron los diplomáticos a un fenómeno de «histeria colectiva», una enfermedad psicológica que puede causar daños cerebrales y que se desarrolla lentamente, según explica.

El incidente de los «ataques» deterioró las ya delicadas relaciones entre los gobiernos de Estados Unidos y Cuba. Washington acusó a La Habana de saber quién los perpetró, y de no haber protegido adecuadamente a los funcionarios de su embajada y sus familiares.

El Gobierno cubano rechazó toda responsabilidad.

Debido a los problemas de salud que presentaron los funcionarios, Washington ordenó la salida del personal no esencial de su legación en Cuba, es decir, un 60% del total.

Estados Unidos también ha detectado problemas de salud similares en su personal diplomático en el consulado de Guangzhou (China).

Diario de Cuba


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