Argentina: miles de enfermeras y enfermeros marcharon contra una polémica ley

Foto: Eduardo Sarapura
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“Basta de ninguneo, nuestro trabajo de enfermería es una garantía para el derecho a la salud”

Miles de licenciados en enfermería, en bioimágenes y en instrumentación quirúrgica pararon este miércoles, marcharon desde el Congreso a Plaza de Mayo y se movilizaron en plazas de todo el país, con un reclamo renovado: “Somos profesionales”, y para expresar su repudio a la ley votada por el macrismo y sus aliados en la Legislatura porteña que los excluye de la carrera profesional, considerándolos mero personal administrativo.

En el Día de la Enfermería, que se conmemora en la Argentina cada 21 de noviembre, la medida de fuerza y la impresionante movilización de los enfermeros fue acompañada por trabajadores de la salud de hospitales públicos en varias provincias, y en la Ciudad tuvo el apoyo de los profesionales de los 34 hospitales porteños.

La indignación que generó al interior de los centros de salud la exclusión de esas licenciaturas de la Carrera Profesional, sancionada hace dos semanas en la Legislatura, tuvo un fuerte efecto en la calle. Grupos de enfermeros de los diferentes centros de salud pública de la Ciudad, pero también de clínicas privadas, coparon el centro porteño, concentrándose desde las 10 frente al Congreso, marchando luego hacia Plaza de Mayo y manifestándose, por fin, en la esquina de Diagonal Sur y Perú, en la esquina de una Legislatura vallada, no sólo por la presencia de los enfermeros sino también por las protestas de estudiantes y docentes ante la inminente votación –el oficialismo quiere que sea este jueves– de la polémica UniCABA.

Para enfermeros, instrumentadores quirúrgicos y especialistas en bioimágenes con varios años de formación, esta ley significa la precarización de sus salarios y la falta de acceso a beneficios que sí tienen los profesionales, como jornadas de 6 horas y 10 días de licencia por estrés, entre otros.

“Enfermería se levanta y hace honor a su día no callándose más”, comenzó el comunicado leído por referentes de la Asociación de Enfermeros de la Capital al llegar a la Plaza. “Venimos a exigir una Ley de Carrera de Profesionales de la Salud con todos los trabajadores y las trabajadoras de la salud dentro. Para que todo el arco político tome nota, sabemos que esta movilización es histórica. Basta de ninguneo. No lo toleraremos más. Porque hemos aprendido que nuestro trabajo es una garantía para el derecho a la salud, a una atención digna, a un cuidado humanizado, tenemos el deber de denunciarlo”.

El comunicado apuntó a los “sindicatos entregadores” y las “nefastas asociaciones municipales”, en referencia a SUTECBA (Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires) y la Asociación de Médicos Municipales, que dieron su venia a los legisladores del oficialismo para avanzar con la polémica ley que opera modificaciones sustanciales en el régimen laboral que regula las relaciones entre el Estado porteño y sus Profesionales de la Salud, derogando la Ordenanza N°41.455, que regía desde 1986.

La exclusión de estas profesiones clave, aseguraron los referentes de las licenciaturas relegada, “no es inocente o errónea. No significa otra cosa que llevar adelante un mecanismo de ajuste y precarización laboral”. A días del G20, agregaron, “invitamos a la dirigencia política del gobierno actual, que tanto quiere emular a las naciones del norte, que investigue cómo están catalogados los profesionales de enfermería en esos sistemas de salud. Es inentendible como la CABA va a contramano de las tendencias del mundo, incluso desoyendo las recomendaciones de las asociaciones profesionales sanitarias nacionales e internacionales”.

«Nos dicen que somos la columna vertebral del sistema de salud, pero no somos reconocidos como tales», expresó Alejandro Miranda, presidente de la Asociación de Enfermería porteña. «De los más de 9000 trabajadores que cumplen tareas de enfermería en los hospitales públicos porteños, hay 3200 licenciados en Enfermería, y otros tantos que con mucho esfuerzo cursan, mientras trabajan, el tramo profesional», explicó. Ese histórico reclamo de reconocimiento del carácter profesional de una actividad «que cubre el 80% de todos los servicios de salud que se prestan a los pacientes, sobre todo en terapia intensiva y alta complejidad», quedó postergado por el oficialismo.

Tiempo Argentino

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