Colombia: Duque confirma la muerte del líder de las disidencias de la FARC «Guacho» por parte de los militares

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«A alias Guacho se le acabó la guachafita»: Duque confirma muerte de disidente de las Farc

El hombre más buscado por Colombia y Ecuador, Wálter Patricio Arizala, más conocido como Guacho, murió en enfrentamientos con hombres de la Fuerza Pública. El jefe de una de las disidencias de las Farc, conocida como frente Óliver Sinisterra, era buscado en la frontera entre ambos países por su responsabilidad, entre otras cosas, en el asesinato de tres periodistas ecuatorianos del diario El Comercio.

La noticia la confirmó la noche de este viernes el presidente Iván Duque, tras sostener un consejo de seguridad en Medellín. «A alias Guacho se le acabó la guachafita, en una operación heorica conjunta del Ejército, de la Policía, con apoyo del CTI, podemos confirmar que alias Guacho cayó en una operación y que ha sido abatido por los héroes de Colombia. No vamos a dar un paso atrás en la convicción de defender la legaldiad, la vida y la honra de los colombianos», dijo el primer mandatario.

El jefe de Estado, acompañado del fiscal general, Néstor Humberto Martínez; del ministro de Defensa, Guillermo Botero; y de los alcaldes de Medellín y Bogotá, Federico Gutiérrez y Enrique Peñalosa, recordó que uno de sus compromisos sería el de ser implacable con quienes no se hubieran acogido al Acuerdo de Paz y siguieran en la ilegalidad. «El 10 de agosto, desde Tumaco, dije que todo aquel que quisiera regresar a las actividades criminales y que estuviera cumpliendo un proceso de reincorporación recibiría todo el peso de la justicia. El que la hace la paga», enfatizó el primer mandatario.

Alias Guacho es considerado el responsable del secuestro y posterior homicidio de un equipo periodístico del diario ecuatoriano El Comercio. Tras varios días de incertidumbre sobre el paradero del periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas, y el conductor Efraín Segarra, sus cuerpos fueron encontrados con tiros de gracia. El grupo del periódico había viajado a la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, para hacer seguimiento a la inseguridad creciente en la zona cuando cayó en manos del grupo disidente, en marzo de este año.

«Le dije al pueblo ecuatoriano que el crimen de los tres periodistas no quedaría en la impunidad. Le dije, también, a todos los colombianos, que estaríamos obrando en todo el territorio para que se acabe esa horrible noche del terrorismo, de las disidencias, de los clanes. Hoy muchas comunidades de Colombia van a dormir tranquilas porque ha caído uno de los más horrendos criminales que haya conocido nuestro país. Creo que este logro es un logro de todo un país que rechaza la violencia, que rechaza el terrorismo y que cree en la legalidad como principal herramienta para construir la paz», añadió el jefe de Estado.

En abril pasado, esa disidencia también secuestró en la misma región a Óscar Efrén Villacís Gómez y Katty Vanessa Velasco Pinargote, una pareja de comerciantes a la que también asesinó. Los cadáveres de los cinco ecuatorianos fueron hallados semanas después, enterrados en la zona selvática de Tumaco y devueltos a sus familiares. Esta situación condujo a que el presidente de Ecuador, Lenín Moreno, abandonara su papel como garante en la mesa de diálogos de paz con el Eln, cuya instalación tuvo lugar en el vecino país.

No obstante, hace algunas semanas, el presidente Duque realizó la primera visita oficial a Ecuador y, tras un diálogo con su homólogo ecuatoriano en el marco del VII Gabinete Binacional, se acordaron medidas conjuntas de cooperación para fortalecer la seguridad en la frontera.

demás de estos hechos, el frente Óliver Sinisterra estaría detrás del asesinato de tres agentes del CTI, quienes fueron asesinados el pasado 11 de julio, en la vía que conduce del municipio de Tumaco a Pasto (Nariño). Se trata de Douglas Dimitry Guerrero, Willington Montenegro Martínez y Yair Alonso Montenegro. Con su muerte, el llamado a reemplazarlo como líder de este grupo de disidencias sería alias Piquiña, el segundo al mando de la estructura armado.

El Espectador


Tras 8 meses de seguimiento, Fuerza Pública dio con “Guacho”

Los disparos de dos tiradores de alta precisión de las Fuerzas Especiales del Ejército terminaron con la vida de Walter Patricio Arizala, alias Guacho, el disidente de las Farc más buscado en todo el país, y de alias “Pitufín”, el segundo al mando de la estructura que comandaba Arizala: el frente Oliver Sinisterra.

La operación, liderada por el Comando Conjunto de Operaciones Especiales, Ccoes, en coordinación con la Inteligencia del Ejército y del CTI de la Fiscalía, se dio en la vereda Azúcar, corregimiento de Llorente, en Tumaco (Nariño). Allí, desde hace ocho días, los comandos se infiltraron y poco a poco se acercaron al objetivo.

Ayer, cuando los francotiradores tenían en la mira a los dos cabecillas, recibieron luz verde para disparar y lograron su objetivo, a partir de ese momento el resto de comandos entraron para asegurar la zona y recuperar los cuerpos de los delincuentes.

Desde las 3:00 p.m. los segundos se hicieron eternos para que se pudiera confirmar la noticia, y aunque desde el Ccoes estaban seguros de lo que había pasado, solo hasta las 8:50 de la noche de ayer, el presidente Iván Duque, confirmó la muerte de “Guacho”.

“Quiero dejar claro que a alias ‘Guacho’ se le acabó la ‘guachafita’. El día de hoy, en una heroica operación conjunta del Ejército y la Policía, con el apoyo del CTI de la Fiscalía, y luego de haber hablado con el alto mando en la zona, con el personal de la Fiscalía, podemos confirmar que alias ‘Guacho’ cayó en una operación y que ha sido abatido por los héroes de Colombia”, afirmó el jefe de Estado.

Para Duque, este es un mensaje: “No se va a dar un paso atrás en la convicción de defender la legalidad, la vida, la honra y los bienes de los colombianos. Vamos a seguir obrando con contundencia, con determinación en defensa del pueblo colombiano. Le dije también al pueblo ecuatoriano que el crimen de los tres periodistas no quedaría en la impunidad”.

Por su parte, el ministro de la Defensa, Guillermo Botero, destacó el trabajo realizado por las Fuerzas Armadas y de Policía en la operación que terminó con la vida del disidente de las Farc más buscado.

“Felicitaciones Fuerzas Especiales, ejemplo de persistencia. El parte de victoria que damos en el operativo contra alias Guacho en Nariño, nos permite cerrar el año con rotundo éxito. El crimen no tiene cabida en Colombia”, dijo el jefe de cartera en Twitter.

Otra de las reacciones que tuvo la muerte de Walter Patricio Arizala, fue la del director para las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco: “Felicitaciones al presidente Iván Duque. Como conversamos en nuestra última reunión, los residentes de Tumaco que han sufrido años y años de abusos cometidos por múltiples actores necesitan mucho más que la baja de Guacho para que no se recicle la violencia”.

De mando medio a cabecilla
El país conoció de Walter Patricio Arizala luego de la masacre de ocho campesinos en la vereda El Tandíl de Tumaco ocurrida, el 5 de octubre de 2017. En un principio, las autoridades responsabilizaron del hecho a los integrantes del frente Oliver Sinisterra de las disidencias de las Farc comandado por Arizala. A partir de ahí el Estado enfocó todos sus esfuerzos para buscar y dar con el paradero del exintegrante de las Farc.

Días después el propio Guacho dio la cara y en una entrevista con Noticias RCN, negó su responsabilidad por lo ocurrido en Tumaco (la investigación de la Fiscalía apunta a disparos de la misma Fuerza Pública) y afirmó que luego de 10 años en las Farc, donde llegó a ser mando medio, decidió dejar a un lado el proceso de paz y comandar su propio grupo al que llamó frente Oliver Sinisterra.

“Este frente cuenta con unas 250 unidades armadas más las milicias que tenemos por fuera”, dijo “Guacho” en el momento de la entrevista.

En enero de 2018, un carro-bomba estalló al frente del comando de la Policía de San Lorenzo, departamento de Esmeraldas, Ecuador. El ataque dejó 13 policías heridos y cuantiosas pérdidas materiales y el grupo liderado por Guacho fue señalado por las autoridades de ambos países como los responsables del ataque.

Dos meses después, el frente Oliver Sinisterra volvió a atacar a la Fuerza Pública de Ecuador y con un explosivo que fue detonado al paso de una patrulla de la Infantería de Marina cerca al poblado de Mataje, a pocos minutos de San Lorenzo. El atentado dejó tres marinos sin vida y les causó heridas a otros siete.

Pocos días pasaron para que “Guacho” y su gente quedaran en los capítulos más negativos de Colombia, luego del secuestro y posterior asesinato de Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, integrantes del equipo periodístico del diario El Comercio de Ecuador, quienes se encontraban en zona de frontera realizando un reportaje sobre la seguridad en esa región.

A partir de ese momento Ecuador y Colombia tuvieron un enemigo en común y unieron fuerzas para combatirlo.

En total fueron ocho meses en los que se realizaron cientos de operaciones, capturas, muertes e incautaciones al frente Oliver Sinisterra. Ese cerco, que implicó la movilización de más de 10 mil soldados al departamento de Nariño, al final dio el resultado que exigían desde el alto Gobierno y las víctimas del accionar delictivo de un guerrillero que no le apostó a la paz.

El Colombiano


“Guacho”: responsable del asesinato de tres periodistas ecuatorianos

Walter Patricio Arizala Vernaza, alias “Guacho”, fue abatido por el ejército en el departamento del Nariño, cerca la frontera con el Ecuador, una zona y un país que lo recuerdan dolorosamente por el hecho que enlutó al periodismo y a las sociedades de ambas naciones.

El secuestro y posterior asesinato de tres periodistas ecuatorianos del medio El Comercio de ese país fue la cruel carta de presentación internacional de este hombre, que nunca acompañó las negociaciones de las Farc con el gobierno Santos y que, desmovilizada la guerrilla, se convirtió en el lider de su disidencia en esa zona del país.

Acá un recuento de dicha tragedia:

El secuestro

El periodista Javier Ortega, el fotógrafo Paúl Rivas y el conductor Efraín Segarra fueron secuestrados el pasado 26 de marzo de 2018. Trabajaban para el diario El Comercio como enviados especiales en la zona de Mataje, en la provincia de Esmeraldas, cerca de la frontera con Colombia.

El hecho fue confirmado por ambos gobiernos y posteriormente el mismo “Guacho”, lider del Frente Oliver Sinisterra, afirmó tener a los comunicadores en su poder.

El 3 de abril se hizo pública la primera prueba de supervivencia. Se trató de un video de 22 segundos donde los tres hombres expresaban a los gobiernos de Colombia y Ecuador lo que serían las condiciones que deberían cumplir para que “Guacho” los liberara.

La más importaba petición giraba alrededor de establecer un “canje” entre ellos y tres guerrilleros capturados por las fuerzas de seguridad del Ecuador.

El asesinato

Pese a a los intentos de ambos Estados a nivel militar y negociador para lograr la liberación de los tres raptados, su muerte comenzó a ser una probabilidad la segunda semana de abril.

El 12 de abril se conoció una carta firmada por el Frente Oliver Sinisterra donde se anunciaba la muerte de los tres periodistas por una supuesta “falta de voluntad negociadora” de los gobiernos de Ecuador y Colombia.

Esa misma noche el Gobierno de Ecuador, en cabeza del presidente Lenin Moreno, estableció un plazo de 12 horas para que los captores enviaran pruebas de vida de los secuestrados. El ultimátum se cumplió a las 10:50 del siguiente día.

“Con profundo pesar lamento informar que se confirma el asesinato de nuestros compatriotas. He dispuesto acciones inmediatas. El país está de luto. Sepamos respetar el dolor de nuestros hermanos. Ahora es tiempo de estar unidos. #UnidosPorLaPaz”, señaló el presidente Moreno, en su cuenta de Twitter.

Reacciones

El mandatario ecuatoriano ofreció una recompensa de 100.000 dólares por información que diera con la captura de “Guacho”, quien se volvió el hombre más buscado de ese país.

Además declaró “zona de seguridad” el área de la frontera con Colombia en la que ocurrió el secuestro y ordenó que sus fuerzas militares, en coordinación con el Ministerio de Defensa colombiano, iniciaran una ofensiva contra la disidencia de las Farc.

En Colombia y el mundo se levantó una ola de solidaridad en la que presidentes y gobiernos del mundo expresaron su rechazo al delito. Medios de comunicación y periodistas del mundo hicieron suya la frase “#NosFaltanTres.

El Colombiano


Comunicado de familiares de periodistas asesinados en la frontera


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