Crisis humanitaria en Centroamérica: una nueva caravana parte desde Honduras rumbo a EEUU

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Nueva caravana de migrantes sale de San Pedro Sula hacia la frontera con EEUU

Más de 500 migrantes hondureños empezaron la noche de este lunes a salir a pie y bajo la lluvia desde la central metropolitana de transporte de San Pedro Sula con la idea de cruzar Guatemala y llegar a Estados Unidos en busca de mejores condiciones de vida.

Pese a que estaba previsto que salieran este martes, los migrantes hondureños decidieron salir este mismo lunes desde la ciudad de San Pedro Sula, norte del país, con rumbo hacia la frontera con Guatemala, pudo constatar Efe.

Las autoridades hondureñas han pedido a los inmigrantes desistir de su pretensión de salir del país con la idea de llegar a Estados Unidos, pero no han tenido un resultado positivo.

La nueva caravana pretende cruzar Guatemala hasta llegar a la frontera entre México y Estados Unidos, indicó a periodistas Rosa Hernández, una de los integrantes de la caminata, que dijo que viajaba con un hijo y una amiga.

En redes sociales, personas anónimas convocaron en un afiche a la «Caravana migrante (el) 15 de enero» saliendo de la terminal de la segunda ciudad de Honduras.

Los inmigrantes, entre ellos niños, mujeres y adultos mayores, abandonan Honduras aduciendo la falta de trabajo e inseguridad en su país.

Esta una nueva caravana, según el presidente Donald Trump, será la mayor de todas las que han salido desde octubre.

«Yo me voy porque no se puede hacer nada aquí (…) nos vamos buscando el sueño americano», afirmó a la AFP José Ramírez, de 17 años, en la central metropolitana de transporte de San Pedro Sula, a 180 km al norte de Tegucigalpa.

«Buscamos refugio. En Honduras nos matan», decía el afiche escrito con letras rojas y negras.

De esa terminal de buses salió la primera caravana de unos 2.000 hondureños el pasado 13 de octubre y una segunda con un número menor partió cuatro días después desde la zona sur del país. Luego otras salieron de El Salvador y Guatemala.

Según la embajada de Honduras en México, de unos 2.500 hondureños que están en albergues en México, sólo el 3% tiene probabilidades de lograr asilo en Estados Unidos.

Alrededor de 13.000 hondureños han partido en estas caravanas y la cancillería estima que 7.270 han retornado a su país. Añadió que once hondureños han muerto, el último fue un joven de 23 años que se separó del grupo y fue arrollado por un tren en México.

El pasado jueves Trump, al visitar la frontera en la zona McAllen, Texas, se quejó que «Honduras Guatemala y El Salvador «no hacen nada por Estados Unidos» para impedir la migración.

«Hay otra gigantesca caravana formándose ahora mismo en Honduras, hemos intentado detenerla; pero hasta ahora es la más grande que hemos visto», aseguró Trump, quien ha amenazado con suspender la millonaria ayuda a los tres países del llamado Triángulo Norte de Centroamérica si no detienen las corrientes migratorias.

Pero los aspirantes a migrantes se muestran determinados.

«Ya no queremos seguir en esta pobreza. Mi casa es de madera. Cuando llueve se mete agua por el techo», lamentó José, originario de Olanchito, en el norcentral departamento de Yoro.

También denunció la violencia criminal: «a las cuatro de la tarde hay que estar recluido en la casa porque si uno anda en la calle lo matan los pandilleros».

José formaba parte de un grupo de ocho miembros de su familia, incluyendo un hermano y dos tías, una de ellas llevando un niño en los brazos.

Llevando mochilas, grupos de personas, hombres, mujeres y niños, estaba llegando en buses o vehículos particulares y se sentaban en el área verde de la terminal de buses de San Pedro Sula, a pasar la noche.

Algunos pintaban en cartulinas colocadas en la grama mensajes como «Dios acompaña mis pasos».

Israel Inestroza, de 57 años, lamentó que en su pueblo natal de Santa Cruz de Yojoa, norte del país, no halla trabajo como soldador y su sueño es «conseguir un trabajito» en Estados Unidos.

Las primeras caravanas se enfrentaron con una férrea oposición de las autoridades estadounidenses a permitirles el paso en la frontera y su número se ha ido reduciendo.

– Migrantes viajan con ilusiones –

El soldador de estructuras de hierro está consciente de las dificultades. «Vamos a ver si pasamos, si no retornamos de nuevo a país», afirmó el padre de ocho hijos, ya mayores de edad.

«Tenemos muchas expectativas (en la caravana), muchas ilusiones, tenemos que salir del país», expresó José Varela, de 22 años, quien se quejó que el presidente Juan Orlando Hernández ha incumplido las promesas de generar empleo y combatir la violencia.

La directora del estatal Instituto de la Niñez, Lolis Salas, advirtió en una declaración de prensa que los padres que traten de sacar a sus hijos del país en la caravana, sin permiso de ambos padres y autenticado por abogados, serán castigados con tres años de reclusión.

Las caravanas han intensificado el conflicto político en Estados Unidos en torno a la inmigración. La situación ha llegado al extremo de causar el cierre más largo del gobierno federal por la resistencia de los demócratas en el Congreso a apoyar la aprobación de 5.700 millones de dólares para construir un muro de 3.200 km en la frontera con México que Trump pide para bloquear el ingreso de los inmigrantes.

Muertos

Un total de once hondureños de la primera caravana que salió de Honduras el 13 de octubre de 2018 han muerto en su intento por llegar a Estados Unidos.

La Prensa


Unos 11 muertos y más de 1,200 enfermos deja la primera caravana, según embajador Alden Rivera

Unos 11 muertos (9 que fallecieron en el trayecto y 2 asesinados en Tijuana), más de 1,200 enfermos en Tijuana y un futuro de deportaciones deja la caravana de migrantes que en octubre salió de Honduras con intenciones de ingresar a Estados Unidos.

La primera caravana, promovida y montada por organizaciones no gubernamentales con operaciones en Honduras, El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos, salió del país el 13 de octubre de la estación de autobuses Gran Central Metropolitana de San Pedro Sula y ahora, una parte de ella, se encuentra en Tijuana esperando la autorización para ingresar a Estados Unidos.

El primer contingente, inicialmente conformado por unos mil hondureños, superó los 7,000 migrantes luego de que, durante su paso por territorio mexicano, se sumaran varios miles de salvadoreños y guatemaltecos.

En este momento, de acuerdo con información de la Embajada de Honduras en México, unos 3,000 hondureños se encuentran varados en la ciudad fronteriza de Tijuana. De esa suma, más de 1,200 sufren problemas de salud.

Pese al fracaso y a la crisis humana desatada en la frontera sur de Estados Unidos, organizaciones mexicanas, que reciben financiamiento de fundaciones internacionales, y hondureños con intereses políticos promueven desde las redes sociales la segunda caravana que, según ellas, comenzará la travesía a las 5:30 de mañana de la Gran Central Metropolitana.

“Yo le pido a todos los hondureños que han recibido esa convocatoria para iniciar una nueva caravana que analicen el comportamiento y vean los resultados de la primera caravana iniciada en octubre: 11 ciudadanos hondureños murieron (2 de ellos asesinados en Tijuana), tenemos el 50% de las personas enfermas en Tijuana”, dice Alden Rivera, embajador de Honduras en México.

Desde noviembre anterior circula a través de Facebook un afiche que dice: “Buscamos refugio, en Honduras nos matan. Caravana migrante. Enero 15. Central Metropolitana, San Pedro Sula. Hora salida: 5:00 am”.

Rivera advierte que “el primer hondureño (que ingresó a Estados Unidos de la primera caravana) será atendido por el gobierno norteamericano en el mes de marzo; 97 de cada 100 personas que soliciten asilo en Estados Unidos serán deportados a Honduras”.

“Yo le aconsejo a los hondureños que no viajen en esta otra caravana. Si piensan venir a México a trabajar tomen en cuenta que el salario mínimo de México es más bajo que el de Honduras. Vendrán a México a ganar menos dinero del que ganarían si se quedarán en Honduras”.

Nueva ola de migrantes

Mientras cuentas anónimas multiplican el afiche de la nueva caravana, dirigentes de organizaciones no gubernamentales de México, que en octubre captaron dinero por medio de en CrowdRise, anuncian que se están preparando para atender la nueva ola de emigrantes.

“No se dejen engañar por personas inescrupulosas que están recibiendo dinero por organizar estas caravanas. Esas organizaciones son responsables del dolor y la pena que han causado a miles de familias hondureñas. Son responsables de las 11 muertes que se dieron como resultado de esta convocatoria. Son responsables de la agonía que viven los hondureños en Tijuana y son responsables de otros hechos que ocurran como consecuencia de sus convocatorias.

En una entrevista telefónica con LA PRENSA, Rivera afirmó que “estas organizaciones tienen presencia en los países del Triángulo del Norte, México, Estados Unidos, y más allá de buscar el lucro, quieren desestabilizar a todos los gobiernos de la región”.

“Quienes organizan estas caravanas son personas antisistema. Son enemigos del gobierno de México. Tienen interés políticos anárquicos y son personas que hacen mucho daño”, dijo el funcionario.

La Prensa


Caravana: Honduras pide no arriesgar vida y recuerda que posibilidad de asilo es “casi nula”

El gobierno de Honduras a través de su embajada en México y la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación internacional pidió a connacionales que supuestamente emigrarán en una nueva caravana que no arriesguen su vida y recordó que las posibilidades de asilo “son casi nulas”.

En ese orden, el embajador de Honduras en México, Alden Rivera, manifestó que analicen los resultados de la primera caravana que dejó 11 ciudadanos muertos.

“Yo les pediría verdaderamente de corazón, como hermano hondureño, y lo hago sin ningún interés más que el de procurar el bienestar de los hondureños que en algún momento estén pensando en la posibilidad de venir a una convocatoria como la que se está haciendo para mañana, les pediría que analicen los resultados de la primera caravana”, declaró el diplomático hondureño.

Acto seguido, indicó que la primera caravana dejó 11 ciudadanos muertos y 50 por ciento de la población migrantes en albergues sufriendo enfermedades.

“Les pido que tomen referencia de la organización Pueblo Sin Fronteras que es quien ha estado haciendo la convocatoria, ellos aprovecharon el engaño para promover la primera caravana y les dijeron que les iban a otorgar una visa de tránsito en México y eso fue mentira”, agregó.

Acotó que, el primer hondureño anotado en el libro de solicitudes de asilo va a ser atendido hasta finales del mes de marzo y las posibilidades son casi nulas ya que solo 3 de cada 100 solicitantes logra adquirir la condición de asilo.

“No vale la pena que arriesguen la vida…yo les pido que reflexionen y que no se dejen engañar por los cantos de sirena y de personas que persiguen intereses políticos”, enfatizó el diplomático hondureño.

Por su parte, la vicecanciller para asuntos consulares y migratorios de Honduras, Nelly Jerez, enfatizó que hoy 11 familias hondureñas han enlutado a causa de la primera caravana.

“El llamado es que no se dejen engañar, tenemos más de dos mil hondureños que se encuentran en México en un albergue pero que todavía están en situación precaria a pesar de toda la ayuda humanitaria”, subrayó.

Al respecto, añadió que la mayoría de estos hondureños están a la espera de poder entrar en un proceso de asilo.

En ese sentido, informó que el primer hondureño que inició el proceso de asilo tras participar en la caravana “talvez” a finales de marzo va a poder iniciar el proceso ante las autoridades estadounidenses.

“Eso significa que van a tener una larga espera para que los hondureños puedan cruzar o entrar en un proceso de asilo si es lo que desean”, apostilló.

A renglón seguido, indicó que como autoridades tienen claro las causas estructurales que provocan los flujos migratorios desde Honduras y trabajan para atacar la raíz del problema.

“El llamado es a quedarnos en casa y que busquemos las oportunidades en este país donde Dios nos hizo nacer”, externó.

Una nueva convocatoria a caravana ha alertado a las autoridades hondureñas que instan a no emigrar de forma irregular y quedarse en el país.

La convocatoria surgió en las redes sociales y la misma insta a salir en caravana este martes 15 de enero desde la terminal de autobuses en la ciudad norteña de San Pedro Sula, mismo lugar de donde partió la primera caravana.

Proceso


Cierran el infame campo de concentración de niños migrantes en Texas

Los últimos menores que se encontraban en el mayor centro de detención para migrantes adolescentes en Estados Unidos abandonaron el viernes las instalaciones, indicó la organización sin fines de lucro que administraba el lugar.

La ciudad de carpas en Tornillo, Texas, fue cerrada y todas las tiendas y equipo serán retirados del lugar a finales de enero, dijo Krista Piferrer, portavoz de BCFS Health and Human Services, una red global que participa en programas de salud y servicios humanos.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés), que supervisa la atención de los menores migrantes, dijo que todos los que se encontraban en Tornillo fueron entregados a un tutor apropiado o enviados a otros albergues.

“Aunque Tornillo se encuentra en proceso de cierre, las instalaciones de recepción como Tornillo son necesarias”, dijo Lynn Johson, subsecretaria en el HHS, en referencia a la necesidad que enfrenta la agencia de ampliar y contratar capacidad de alojamiento dependiendo del número de chicos que crucen hacia Estados Unidos desde la frontera con México.

La instalación en Tornillo fue abierta en junio en una zona aislada del desierto de Texas y tenía cupo para 360 menores. Fue ampliada hasta un centro de detención con vigilancia que a mediados de diciembre tenía a 2.700 adolescentes, principalmente centroamericanos, alojados en hileras de carpas de lona.

Para esa fecha, la ciudad de las carpas en Tornillo tenía más personas detenidas que cualquiera de las 204 prisiones federales del país, salvo una. El centro, que sobresale sobre los campos de algodón y caminos polvorientos no muy lejos de la oscura valla que delimita la frontera entre Estados Unidos y México, tenía hileras de carpas beige y carritos de golf en los que se transportaban empleados del lugar con aparatos de intercomunicación. En la instalación podía verse a adolescentes con cortes de pelo iguales y camisas y pantalones entregados por el gobierno que caminaban en una sola fila tienda por tienda, flanqueados por empleados adelante y atrás.

Políticos y defensores de los inmigrantes y los derechos humanos protestaron en el lugar durante los siete meses que estuvo en funcionamiento. Incluso algunos de los inconformes participaron en vigilias.

“Daba escalofrío ver a miles de chicos encerrados en una prisión de carpas en el desierto. Es una gran noticia que esos menores finalmente fueron sacados de Tornillo”, dijo el senador demócrata Jeff Merkley, que en diciembre presentó la Ley Cierre de Campos Prisión para Menores.

En noviembre, las críticas llovieron sobre la ciudad de carpas debido a un informe según el cual el gobierno del presidente Donald Trump había cancelado que el FBI verificara las huellas dactilares de los 2.100 empleados que trabajaban en el lugar y permitido que BCFS contratara solo a un experto en salud mental por cada 100 menores. Los legisladores exigieron controles más estrictos de los antecedentes de los empleados, más apoyo para la salud mental y una audiencia pública para continuar investigando los problemas en Tornillo planteados en el informe de un organismo federal de control y en una investigación de The Associated Press.

Algunos legisladores se manifestaron satisfechos de enterarse del cierre del centro, pero advirtieron que continúan funcionando otros en los que hay migrantes adolescentes recluidos. Para el martes 10.944 migrantes menores continuaban en la red gubernamental de albergues, hogares de acogida y centros de detención, según información confidencial oficial obtenida y verificada por la AP.

“Se me ha quitado un peso de encima por el hecho de que los menores estén ahora con sus familiares. Si uno trata de utilizar a los chicos para arreglar un sistema de inmigración fallido, se tiene un verdadero problema”, dijo el representante republicano Will Hurd, en cuyo distrito se encuentra el campo de detención.

La Jornada

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