El gobierno colombiano insiste en extraditar a los jefes del ELN pese a que viola los protocolos del diálogo

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Advierten cinco mentiras del gobierno sobre los protocolos con el ELN

Como Integrante de la comisión de paz y ex asesora del diálogo con las Farc en Cuba la congresista de la Alianza Verde advirtió al menos cinco equivocaciones del gobierno en la justificación del porqué se deben extraditar los jefes del ELN.

1. No es cierto que el Gobierno Duque no hubiera retomado el diálogo con el ELN.

Entre agosto y septiembre hubo por lo menos 7 conversaciones telefónicas entre Ceballos, el Alto Comisionado para la Paz, y representantes del ELN.

Ceballos se reunió por lo menos 5 veces en su despacho con Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez gestores de paz del ELN.

2. No es cierto que los acuerdos (y los protocolos) solo vinculen al gobierno que los firmó.

La sentencia C-379/16, mencionada por el Alto Comisionado para la Paz en su discurso, no dice que la política de paz solo sea política de gobierno. En cambio la C-630/17 dice que es política de Estado

3. No es cierto que la ONU obligue al Gobierno y a los garantes a desconocer los protocolos.

La ONU, que ha mediado en muchos procesos de paz en el mundo, sabe que sin este tipo de mecanismos de retorno nadie iría a un proceso de negociación.

El Consejo de Seguridad de la ONU no criticó los protocolos, ni siquiera se refirió a ellos.

4. No es cierto que los protocolos “perdonen” los actos terroristas del ELN.

Ellos deben responder ante la justicia por estos y todos los otros crímenes cometidos durante la guerra por los que, además, ya han sido condenados por la justicia ordinaria.

No hay ninguna referencia ni a indultos, ni a amnistías ni a ningún tratamiento penal especial de sus delitos.

5. No es cierto que no sea “ni ético ni válido” pactar protocolos de retorno a la finalización de un proceso de paz.

El propio Presidente Uribe aplicó uno de estos protocolos para retornar al ELN a Colombia en 2007 cuando fracasó la negociación en Venezuela.

La congresista relaciona ademas cuales fueron los protocolos pactados en otros procesos de paz y como se aplicaron por parte de los gobiernos de Gaviria, Pastrana y el propio Álvaro Uribe.

Estos son los protocolos de Gaviria, Pastrana y Uribe:

*Negociación Gobierno Cesar Gaviria – Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar (CGSB)-1991-1992 (Caracas y Tlaxcala)*

Luego de un proceso de mediación y sin encontrar salidas, el proceso se suspende y a través de un proceso acordado con los comandantes de las CGSB (Farc, ELN, EPL), estos son devueltos a Colombia en compañía de garantes internacionales y funcionarios del Gobierno colombiano, en junio de 1992.

*Negociación Gobierno Andrés Pastrana – FARC-EP – 1998-2002 (San Vicente del Caguán)*

Luego del secuestro del avión de un avión comercial donde iba un Senador de la República el Presidente Pastrana anuncia el 20 de febrero de 2002 la terminación de la zona de distensión y el fin del proceso de paz.

El acuerdo establecido entre ambas partes era que ante cualquier eventualidad y finalización del proceso las FARC tendrían 48 horas para salir de la Zona de Distensión. Es decir existió y se cumplió dicho acuerdo. § Nota: en enero de 2002 hubo una crisis anterior y se activó dicho acuerdo. En febrero el Presidente dijo: “Yo le ofrecí y le cumplí con el plazo de las 48 horas, pero usted, y su grupo, no han hecho otra cosa que burlarse del país.

*Negociación Gobierno de Álvaro Uribe – ELN -2005-2007 (La Habana, Cuba y Caracas, Venezuela)*

A mediados de 2007 los diálogos se trasladan a Venezuela y el traslado de los guerrilleros se realiza a través de un protocolo en compañía de los países facilitadores (Cuba y Venezuela). A finales de noviembre de 2007 el presidente Uribe suspendió la autorización que le había dado tanto al entonces presidente Chávez como a Piedad Córdoba para mediar en la liberación de los secuestrados de las FARC y eso terminó también con la posibilidad de reactivar el proceso con el ELN.

Luego de eso los comandantes del ELN son regresados a Colombia a través de un protocolo previamente acordado.

Caracol


«Cuba está en la obligación de capturar a jefes del Eln»: Canciller

El canciller Carlos Holmes Trujillo reiteró en la mañana de este lunes desde la Casa de Nariño, tras una reunión con el presidente Iván Duque, que Cuba tiene la obligación de entregar a los jefes de la guerrilla del Eln que están en su territorio.

Según el Canciller Cuba debe hacer efectivas las capturas de los jefes guerrilleros, de acuerdo a los compromisos internacionales de ese Gobierno. No obstante, el jefe de la cartera de Relaciones Exteriores resaltó que la intención del presidente Duque es que ambas naciones trabajen juntos en la lucha contra el terrorismo.

Para ello, Colombia cita un comunicado del Consejo de Seguridad de Naciones Unidos en el cual el organismo rechazó el atentado y pidió que responsables sean llevados a la justicia.

«Los miembros del Consejo de Seguridad subrayan la necesidad de llevar ante la justicia a los autores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos condenables actos de terrorismo e instan a todos los Estados a que, de conformidad con sus obligaciones, en virtud del derecho internacional y de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad, cooperen activamente con el Gobierno de Colombia y con todas las demás autoridades competentes a este respecto”, se lee en misiva de la ONU.

Por eso, aseveró Holmes Trujillo, lo que busca Colombia es “la acción conjunta de dos estados que tienen compromisos internacionales contra el terrorismo”. Además, ambos estados tienen un convenio de extradición.

Agregó que ante la respuesta de Cuba sobre la activación de los protocolos de terminación de los diálogos, pactados con el anterior Gobierno, Holmes Trujillo explicó que dichos protocolos no aplican en esta situación, pues se está hablando de un “atentado terrorista”. Explicó que el gobierno del presidente Duque desconoce dichos protocolos pactados cuando se inició la mesa de negociación en la isla.

«Los protocolos mencionados en la nota verbal número 148, los cuales fueron suscritos por el gobierno anterior, no son aplicables en las actuales circunstancias y los presentes supuestos de hecho, sino que no tienen efecto alguno frente al Estado colombiano una vez revocada la resolución 147 de 2016”, dice la nota enviada a Cuba, que de igual forma fue compartida con los países garantes del proceso de paz con el Eln.

Por otra parte, el Canciller resaltó que los países miembros de Naciones Unidas tienen la obligación de llevar ante la justicia a los autores, financiadores y patrocinadores de atentados terroristas. “Le estamos pidiendo al gobierno que Cuba que cumpla con esto. Es un despropósito creer que vamos a traer a Colombia para que eludan la justicia”, dijo el Canciller.

El Tiempo


«No pueden pedir que nos amarremos los brazos si nos atacan»: Beltrán

Para el Eln, el ataque contra una la Escuela de Cadetes General Santander, en Bogotá, que dejó 20 muertos es una respuesta a las acciones del gobierno. Pese a ello, su jefe negociador en La Habana, Pablo Beltrán, dice que no han renunciado a un acuerdo de paz.

En la siguiente entrevista, Beltrán se refiere al fin de la mesa de diálogo decretada por el presidente Iván Duque y a los pedidos de este para que Cuba los entregue a la justicia.

¿Por qué el Eln comete un acto de esta naturaleza mientras pregona un diálogo?

Hemos esperado seis meses. Hicimos liberaciones de soldados y policías. A fines de año hicimos un cese al fuego unilateral y en esa tregua recibimos ataques, bombardeos y, al terminar la tregua han venido habiendo combates, ataques, y dentro de esos hechos militares ocurre el que usted me dice. (…) Ojalá el diálogo (con Duque) se pueda hacer en medio de un cese bilateral para crear confianza.

¿Hay acaso espacio para que el diálogo continúe?

En Colombia pasan cosas terribles todos los días. La agenda de diálogo dice que el objetivo uno es ponerle fin al conflicto armado interno. Ese objetivo hay que mantenerlo. Mientras que se logra por supuesto que habrán combates.

¿Por qué atacar una escuela de alumnos de la policía?

En cualquier país del mundo la policía es un cuerpo de orden interno. Pero en Colombia existe una policía militarizada. La población no la quiere. Eso es algo común, es una parte más del plan contrainsurgente y es un objetivo.

¿El comité central y la comisión de diálogos del Eln tenían información de que ese ataque iba a ocurrir?

No, por supuesto. Nosotros estamos en Cuba desde hace ocho meses.

En Colombia se habla de un sector del Eln descontento con las negociaciones de paz, responsable del ataque. ¿Hay disidencias?

No. Los acuerdos que hemos firmado en esta mesa, ejemplo, los acuerdos de cese (al fuego), han sido totalmente cumplidos por todos los frentes del Eln.

Este ha sido un ataque kamikaze, algo que no se veía en América Latina. ¿Lo planearon así o fue un accidente?

Pienso que estas cosas son irrepetibles. Esa no es la política del Eln, ni ese tipo de modalidades y, si ocurre una vez, me imagino que tendrá alguna explicación operativa que no conozco.

¿Cómo se producirá su retiro?

En 2016 se firmó el protocolo en caso de ruptura (…) Se estipularon garantías para que el Eln vuelva a sus zonas y hay estados que avalan eso y esperamos que el gobierno dé las garantías para el retorno.

Duque ha dicho que ese protocolo fue firmado por otro gobierno y que no puede respetarse después del atentado. Además le han pedido a Cuba que los entregue.

La paz para que funcione tiene que ser una política de Estado. Lo que avanza un gobierno debe tener continuidad con el otro. Nosotros firmamos con el Estado y le exigimos a ese Estado que cumpla ese protocolo de retorno del Eln.

Pero tiene a una ciudadanía marchando en contra del Eln…

Vemos que muchos sectores en Colombia critican esta acción militar del
Eln, pero exigen que se le de continuidad al proceso de paz. Esa es la realidad política hoy de Colombia (…) Con ese criterio de que lo que firmó Santos no vale para Duque, dónde van a quedar los acuerdos firmados con las Farc.

Cuba, anfitriona, condenó el ataque pero queda en una posición complicada tras confiar en ustedes…

El gobierno cubano fue explícito en decir que con mucho gusto brindaba el territorio para ser sede de la mesa pero nos pidieron que no se proyecte de aquí ningún tipo de actividades aparte de las del proceso de paz. Hemos cumplido eso y lo que haga el
Eln en territorio colombiano no tiene por qué afectar a un gobierno amigo de la paz.

¿Cuba les ha pedido que se retiren?

El protocolo dice que hay 15 días para el retorno de la delegación (vence el 2 de febrero) y vamos a actuar dentro de ese protocolo.

¿Han evaluado pedir asilo en otro lugar, entonces?

Descartamos cualquier posibilidad de asilo y vamos a mantener el retorno dentro de los 15 días contemplados en el protocolo.

Colombia ha pedido a Cuba que los entregue…

La Cancillería cubana ha dicho que va a aplicar el protocolo y nos atenemos a eso.

Después de lo ocurrido, qué le diría a los colombianos que lloran la muerte de 20 estudiantes de la escuela policial por un atentado del Eln…

Pese a los ambientes bélicos y ataques que haya, la decisión del Eln es no apartarse de un camino de solución política. Y si en este momento hay una situación más tirante, tenemos la disposición a esperar y a crear condiciones para una reanudación de las conversaciones.

Ante lo ocurrido, la imagen del Eln en la comunidad internacional ha perdido credibilidad…

Es posible (…) Tenemos que persistir en el diálogo. En Colombia hay respuestas que no dependen de esta delegación. Nadie nos puede pedir que si nos atacan nos amarremos los brazos atrás. Aspiro a que ese ambiente se distensione y que se puedan reanudar las conversaciones.

El Tiempo


Este es el protocolo que firmaron Colombia, Eln y los países garantes en caso de la ruptura de los diálogos

El 5 de abril de 2016, un mes después de iniciados los diálogos entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la dirigencia del Eln, las partes y los países garantes firmaron un documento en el que fijaron las reglas de juego para garantizar la seguridad de la delegación del Eln en caso de ruptura de las negociaciones.

Los firmantes fueron Frank Pearl, como jefe de la delegación del gobierno, y Antonio García, como jefe de la delegación del Eln.

El protocolo prevé que las partes se tomarán 15 días para planear y concretar el retorno a Colombia de la delegación del Eln. El documento con los detalles debe ser firmado también por los países garantes, pero en todo caso debe guardar similitud con los procedimientos que se siguieron para la salida de los jefes guerrilleros del país con miras a la iniciación de estos diálogos. (Ver facsímil).

Estos son los apartes más importantes del protocolo, firmado por Frank Pearl, entonces jefe de la delegación del Gobierno, y Antonio García, de la delegación del ELN. Alrededor del documento están las firmas de los países garantes y acompañantes de dicha negociación que terminó en La Habana (Cuba). 

“En caso de ser necesaria inserciones en territorio colombiano de la delegación del Eln, las operaciones militares cesarán durante 72 horas en áreas cuya extensión está por definir. Las coordenadas del cuadrante de dichas áreas serán entregadas por el ELN a los países garantes y al gobierno colombiano con 48 horas de antelación al cese de operaciones militares”, dice el punto 4 del documento.

Incluso, señala el punto seis, que «los helicopteros están en tierra durante una hora después del aterrizaje y desembarco de la delegación del Eln». (Ver facsímil).

El protocolo de 11 puntos también habla de que, en caso de ser necesario el tránsito por territorio venezolano, “se contará con el acompañamiento de los representantes de los gobiernos de Venezuela, y al menos dos países garantes hasta el aeropuerto definido en Venezuela. Dentro del territorio venezolano, la delegación del Eln se trasladará bajo la responsabilidad del gobierno de dicho país”.

Al momento de la firma de este documento, las partes empezaban las discusiones preliminares que permitieran instalar formalmente la mesa, como de hecho ocurrió en octubre de ese mismo año en Caracas, Venezuela.

Como siempre, en cada proceso de paz que han iniciado los gobiernos colombianos con los grupos insurgentes, los protocolos de protección de los delegados guerrilleros es uno de los primeros puntos que se acuerdan. Así sucedió en anteriores procesos de negociación con el mismo Eln y con las Farc.

Este es el documento completo, firmado el 5 de abril de 2016.

La controversia

Tras la confirmación de la guerrilla del Eln de su autoria en el ataque con carro bomba a la Escuela de Cadetes de la Policía en Bogotá, lo cual ocurrió en la madrugada de este lunes, el Gobierno colombiano en cabeza del alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, dijo que desconocerá este protocolo: “Aquellos que hablan de esos protocolos no tienen idea de su contenido y se manifiesta en esa falta de conocimiento cuando afirman que estaban destinados a unos procedimientos logísticos una vez se rompieran esos diálogos, diálogos que nosotros jamás continuamos y por supuesto, esos protocolos, de ninguna manera fueron reconocidos”, dijo el funcionario en entrevista con Blu Radio.

La controversia está servida por cuenta de que el canciller Carlos Holmes Trujillo solicitó al Gobierno de Cuba la extradición de los 16 delegados de la guerrilla del Eln, encabezados por Antonio García y Pablo Beltrán. Según el canciller, no hay protocolo que justifique el ataque en el que murieron 20 estudiantes de la Escuela de la Policía e insiste en que sean entregados a la justicia colombiana.

No obstante, expertos en el derecho internacional insisten en que el gobierno de Iván Duque debe cumplir con este protocolo, porque fue firmado a nombre del Estado colombiano. «Los compromisos internacionales siempre se adquieren en condición de Estado y no de gobierno. El respeto a esos protocolos es fundamental para mantener la confianza de la comunidad internacional en el estado colombiano. Si no fuera así, no existiría derecho internacional», escribió la politóloga Sandra Borda en su cuenta de Twitter.

El Espectador


“Los protocolos hay que respetarlos”: Frank Pearl sobre el rompimiento con el ELN

SEMANA: Este lunes el país se sorprendió con el comunicado del ELN, que en un lenguaje muy desafiante reconoce su responsabilidad en el atentado. Usted es una de las personas que mejor conoce a ese grupo guerrillero. ¿Le pareció normal esa respuesta?

Frank Pearl: Yo leí ese comunicado y me dio mucha rabia. Me dio mucha indignación. Pensé en las víctimas y en lo que hizo el ELN, que no tiene absolutamente ninguna justificación. Además, porque en el comunicado pretenden justificar este acto dentro del marco del DIH (Derecho Internacional Humanitario) y están mintiendo. Ellos atacaron una institución que es la Policía y en Colombia la Policía no hace parte de las fuerzas militares. Los policías son civiles. Ellos atacaron a unos jóvenes que estaban en un proceso de formación. Pretender decir que el ELN puede hacer este tipo de hechos porque hay un conflicto y enmarcarlo como parte del DIH es dar una bofetada a todos los colombianos. No vamos a aceptar eso.

SEMANA: ¿Qué significa ese reconocimiento de la responsabilidad del atentado? ¿Cree que con ese comunicado se puede probar la responsabilidad de los líderes de esa guerrilla que estaban negociando en Cuba?

F.P.: Significa la responsabilidad de toda la cúpula del ELN y obviamente de quienes en particular diseñaron, planearon y ejecutaron el atentado. Porque ellos hacen parte de una organización que ahora reivindica ese hecho.

SEMANA: El presidente Iván Duque le puso fin el viernes pasado a las negociaciones con esa guerrilla. Ese mismo día aseguró que el gobierno desconoce los protocolos que se habían escrito frente a un rompimiento como el que se vive ahora. ¿Cuál es su posición frente a esto?

F.P.: Cuando uno ha trabajado tantos años en los temas de paz y en las negociaciones, entiende lo difícil y complejo que es todo. Lo primero que yo tengo es un enorme respeto por el presidente, por los miembros del gobierno, específicamente por las personas que están a cargo de estos temas. Y cada cual toma las decisiones de acuerdo al contexto, al momento político y a los eventos que se suceden. Por eso, lo primero que hay que hacer es respetar la posición del presidente de terminar los diálogos con el ELN y apoyarlo.

SEMANA: Pero hablemos de ese protocolo, que precisamente firma usted con Antonio García ¿Cuál es la historia de ese documento?

F.P.: Nosotros firmamos ese protocolo cuando estábamos finalizando la construcción de la agenda de negociación con el ELN y en ese entonces, estábamos preparando lo que iba a ser la fase pública. Y en todos los procesos de paz (el proceso de Tlaxcala en México, el del Caguán y en el proceso que hubo con el ELN en el gobierno del expresidente Álvaro Uribe en Cuba) se definieron unos protocolos en caso de ruptura. Y esos protocolos no están condicionados a la razón de la ruptura. Pretenden dar una garantía a los miembros del grupo, que no son miembros de la delegación del gobierno, de que regresen a Colombia en unas condiciones de seguridad, durante un periodo de tiempo mínimo. De lo contrario sería imposible sentarse cara a cara con un enemigo a negociar.

Nosotros nos sentamos a redactar los puntos de unos protocolos de regreso como ha sucedido en todos los procesos de paz en Colombia desde hace más de 28 años y como suceden en todos los procesos de paz, serios, del mundo.

SEMANA: ¿Cuáles eran los puntos que dejaban claros esos protocolos?

F.P.: Dejan claro varias cosas. Primero que los miembros de la delegación del ELN tienen un plazo de máximo 15 días para regresar a Colombia. Segundo que se definirán unas zonas para ese traslado. Tercero, que el gobierno tiene que aprobar con apoyo de los países garantes los temas de logística y transporte. Y, cuarto, que en un periodo de setenta y dos horas, ellos no son objeto de órdenes de captura ni de acciones militares. A partir de setenta y dos horas el gobierno tiene la capacidad y la obligación –y eso es lo que esperamos los colombianos- de activar las órdenes de captura, nacionales e internacionales y de que la fuerza pública actúe en contra de estas personas. Hay que decir también que ese documento se establece en cualquier caso y no condiciona cuál sea la razón del rompimiento.

SEMANA: En este momento hay una discusión jurídica alrededor de qué tan vinculantes son esos protocolos. El presidente Iván Duque dice que no son obligatorios para el gobierno, pues él nunca se sentó a la mesa. ¿Qué piensa de ese argumento? ¿Cree que se deben cumplir esos protocolos?

F.P.: Yo opino que debemos estar todos unidos para luchar contra el terrorismo del ELN y en eso, estoy absolutamente de acuerdo con el gobierno. Es posible que ellos tengan una interpretación jurídica diferente. Lo que sucede es que no negociaron unos protocolos distintos, ni levantaron la mesa. Entonces, también cabe la interpretación de que este es el protocolo que está vigente. Yo respeto profundamente la decisión del presidente de levantar la mesa. Era lo que había que hacer. Otra cosa son los protocolos. Los protocolos hay que respetarlos. Los protocolos son para cumplirlos.

SEMANA: ¿Qué pasa si Cuba accede al pedido del presidente Duque de capturar a los líderes del ELN?

F.P.: No me gusta hablar sobre escenarios hipotéticos, pero si Cuba accediera a esa petición ellos serían capturados, serían extraditados a Colombia y tendrían que ser juzgados aquí, o quienes ya tienen condena, deberían pagar sus condenas. Llegarían directamente a una cárcel.

SEMANA: Usted conoce muy bien cómo funciona Cuba en estas negociaciones, pues no solo fue el líder de la del ELN, sino que estuvo en la mesa en los diálogos con las Farc. ¿Ve eso posible?

F.P.: Es muy difícil especular. Aquí no estamos hablando de tratados internacionales, pero sí estamos hablando de acuerdos entre Estados. Yo creo que es muy improbable que Cuba acceda a la solicitud del gobierno colombiano. Cuba tiene la obligación de cumplir ese protocolo.

SEMANA: En esos protocolos los países garantes (Cuba, Noruega y Chile) tienen un papel fundamental. De alguna manera su presencia es esencial para la confianza que se pueda generar en la negociación ¿Qué rol podrían jugar estos países en este momento?

F.P.: Yo creo que el rol de los países garantes es ayudar a resolver esto de la mejor manera posible y el reto nuestro, como colombianos, es definir cómo vamos a enfrentar esta amenaza que tenemos y a pesar de las diferencias que tenemos en términos de políticas. O de inclusive, cuál podría ser la solución a este tema particular. Unirnos para que esto en Colombia no vuelva a pasar. Eso es lo más importante.

SEMANA: Usted suena bastante escéptico de que se pueda reanudar de nuevo la mesa. ¿Le ve a esa escenario alguna posibilidad?

F.P.: En este momento no, pero nadie sabe qué puede pasar en algunos años. En este momento no tiene ningún sentido.

SEMANA: El ELN es una guerrilla muy fragmentada y muy urbana ¿Qué tan difícil será combatirla militarmente, ahora que se convirtieron en una especie de enemigo común?

F.P.: Los tenemos como un enemigo común hace más de 50 años, pero el ELN es muy distinto a las Farc. Las Farc eran una organización cuyo poder estaba dado por el número de hombres en armas, porque querían derrotar militarmente a la fuerza pública. No pudieron hacerlo. La fuerza del ELN no está en eso, ellos tienen miles de integrantes que están desarmados, que hacen parte de células y redes y cuya estrategia es ser invisibles. Entonces son un movimiento mucho más difícil de acabar porque la solución pasa por tener inteligencia, saber quiénes son, dónde están y qué pretenden hacer. En segundo lugar, una solución parte de que tengamos una justicia efectiva, y sabemos los problemas que tiene nuestro sistema de justicia. En tercer lugar, un tema de inversión efectiva en esas regiones donde el discurso de ellos “cala” porque les llegan a personas que están viviendo en condiciones que son inaceptables. Eso no justifica la violencia, pero entonces el tema de inteligencia, justicia e inversión social efectiva es una combinación y eso toma mucho tiempo. Por eso tenemos que unirnos todos. Poner todos los recursos que tengamos el sector empresarial, gobierno, organizaciones civiles; para cambiar la realidad de estas regiones y evitar que estas organizaciones tengan juego entre los colombianos.

SEMANA: Ya que habla de las Farc, este fin de semana, Rodrigo Londoño le escribió una carta al presidente Duque, en el que él le dice que la paz es mucho mejor que emprender una guerra con el ELN. ¿Cuál fue su interpretación, al ver ahora, años después, ese rol que está cumpliendo Timochenko?

F.P.: Lo que refleja esa carta es fruto de un proceso de reflexión. Uno derivado del proceso de paz y de la realidad que ellos están viendo en este momento del país. Pues claro, todos preferimos la paz a la guerra, lo que pasa es que hay momentos donde los gobiernos tienen que tomar decisiones como la que tomó el presidente Duque. Es muy difícil calificar esa decisión y mucho más difícil decir que está equivocado. Hay contexto, una situación, hay un hecho tan abominable como este. El presidente Duque también quiere la paz, pero ante todo tiene que garantizar que hay unas normas mínimas que se cumplen en el país.Entonces creo que cada decisión tiene su momento y que el momento de esa decisión fue único. ¿Qué vendrá después? no sabemos.

SEMANA: ¿Usted cree que incumplir este protocolo puede enviar, de alguna manera, un mal mensaje a las Farc que en este momento están cumpliendo la palabra empeñada del gobierno Santos?

F.P.: No creo que esto sea un mal mensaje para las Farc porque con ellos los protocolos de seguridad ya se cumplieron para eventos distintos. Yo creo que este tema es independiente.

SEMANA:Este fin de semana miles de colombianos salieron a las calles a rechazar el acto del ELN. Vimos una diversidad de fuerzas políticas que confluyeron ese domingo, con todo y las críticas que existieron, y vemos que horas después se produce este comunicado del ELN. ¿Usted qué cree que va influir ese clamor popular en lo que va a venir más adelante?

F.P.: Yo creo que los colombianos estamos unidos en contra del terrorismo. Y, que el ELN no se equivoque, nosotros estamos indignados y tenemos rabia, pero miedo no les tenemos. Colombia es un país muy sólido y muy fuerte. Los colombianos unidos podemos lograr cualquier cosa. Entonces me parece que en medio de esta enorme tragedia, porque a uno le duelen las víctimas, lo que ha pasado es bueno en el sentido de que nosotros sabemos quiénes somos y tenemos con qué y no nos vamos a dejar.

SEMANA: Usted ve ahora este proceso desde la barrera, ¿qué les recomendaría a las personas que hoy tienen el rol que usted desempeñó en el pasado?

F.P.: Yo creo que las personas toman las decisiones con toda información. Sopesando los diferentes aspectos. Desde adentro las cosas son distintas y es tan difícil estar ahí que me parece que, si quiera, hacer un tipo de recomendación, sería como no valorar ese esfuerzo y ese trabajo que hagan. A pesar que en aspectos puntuales, como en la aplicación de este protocolo, uno pueda tener una opinión distinta.

*Directora de Semana.com. Con la colaboración de Sophia Gómez.

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