Argentina: el candidato presidencial Alberto Fernández exige la libertad de Lula y afirma que Bolsonaro es «racista, misógino y violento»

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Alberto Fernández dijo que Jair Bolsonaro es «racista, misógino y violento «

Alberto Fernández criticó al presidente brasileño, Jair Bolsonaro, a quien calificó de «racista, misógino y violento».

Las declaraciones llegaron horas después de que el ultraderechista Bolsonaro dijera que en Brasil podría haber una ola de inmigrantes que huyen desde la Argentina si el Frente de Todos gana las elecciones de octubre.

«Con Brasil nos vamos a llevar espléndido. Brasil va a ser siempre nuestro principal socio. Bolsonaro es una coyuntura en la vida de Brasil como Macri es una coyuntura en la vida de Argentina», dijo Fernández en una entrevista con el programa «Corea del Centro», que se emite por Net TV.

«Ahora, en términos políticos, yo no tengo nada que ver con Bolsonaro. Celebro enormemente que hable mal de mí. Es un racista, un misógino, un violento (…) Lo que le pediría al presidente Bolsonaro es que lo deje a Lula libre y que se someta a elecciones con Lula en libertad», agregó, en referencia al encarcelado expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Sobre Trump

En la entrevista, Fernández también apuntó contra el presidente estadounidense, Donald Trump, de quien dijo que era un buen líder para su país, pero no para el mundo.

Fernández, además, habló sobre Roberto Lavagna, de quien deslizó que podría llegar a formar parte de su gabinete. «Lavagna y yo pensamos parecido (…) ¿A qué presidente no le gustaría tener a Lavagna como ministro de economía? Lo he dicho siempre, Lavagna es de los hombres más virtuosos que he conocido», dijo.

«Pero no sé qué quiere hacer Lavagna (…) Él ahora está en otra empresa, que es su campaña presidencial», agregó sobre la postulación del candidato que quedó en tercer lugar en las primarias del domingo, muy detrás de Fernández y Macri.

Fernández era jefe de gabinete de Néstor Kirchner cuando Lavagna era ministro de Economía.

Fernández, por último, se desentendió de la responsabilidad por la volatilidad de los mercados. «El diálogo está abierto, pero yo no les quiero mentir a los argentinos: ¿qué puedo hacer yo? Soy solo un candidato, mi lapicera no firma decretos», concluyó.

La Nación


La respuesta de Alberto a Bolsonaro: “Le pido que deje libre a Lula”

El candidato a presidente Alberto Fernández exigió que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, libere al ex jefe de Estado Lula Da Silva y se someta a elecciones: «que deje de tener presos políticos».

Luego de que el mandatario brasileño respaldara a Mauricio Macri y advirtiera que un triunfo del Frente de Todos provocará una migración de argentinos a su país, Fernández consideró “un disparate” los dichos y adelantó que se llevará “espléndido” con el país vecino si es finalmente electo presidente.

“Con Brasil nos vamos a llevar espléndido. Brasil va a ser siempre nuestro principal socio. Bolsonaro es una coyuntura en la vida de Brasil como Macri es una coyuntura en la vida de Argentina“, afirmó Fernández en el programa “Corea del Centro“, del canal Net TV (Perfil), y agregó: “Ahora, en términos políticos, yo no tengo nada que ver con Bolsonaro. Celebro enormemente que hable mal de mí. Es un racista, un misógino, un violento”.

“Lo que le pediría al presidente Bolsonaro es que lo deje a Lula libre y que se someta a elecciones con Lula en libertad“, afirmó acerca del ex presidente de Brasil a quien fue a visitar durante la campaña presidencial. Lula Da Silva era el candidato de Brasil que tenía la mayor intención de voto, sin embargo no le permitieron presentarse a elecciones.

«Que se someta a elecciones con Lula en libertad», reclamó.

Tiempo Argentino


Bolsonaro y Alberto Fernández cruzan ataques y anticipan una relación complicada

La victoria del candidato por el Frente de Todos, Alberto Fernández, provocó que el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, y el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva se pronunciaran y salieran a felicitar o repudiar su victoria en las elecciones primarias, anticipadas, simultáneas y obligatorias (PASO).

Con el 47,65% de los votos, frente al 32,08% que obtuvo la fórmula que encabeza el actual mandatario Mauricio Macri, el kichernista ganó las PASO por 15 puntos de diferencia, una cantidad difícil de revertir en las elecciones generales de octubre por parte del oficialismo de Juntos por el Cambio.

“La elección en octubre va a ser una buena oportunidad de mostrar que el cambio continúa. Vamos a hacer una buena elección para ir a la segunda vuelta”, dijo el actual mandatario en conferencia de prensa. Macri se encontraba acompañado de su candidato a la vicepresidencia, Miguel Ángel Pichetto, quien también se pronunció sobre las elecciones generales: “Vamos a revertir la elección”.

El mandatario ultraderechista brasileño, Jair Bolsonaro, acostumbrado a no callar su repudio a la izquierda política, expresó en un acto en Río Grande do Sul que un eventual triunfo en las elecciones generales de octubre en Argentina del candidato peronista Fernández, que tiene como compañera de fórmula a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, podría provocar un éxodo de ciudadanos argentinos. Bolsonaro lo relacionó al “éxodo” que ocurre en Venezuela, a raíz de la crisis política y humanitaria que vive el país caribeño.

El presidente brasileño además alertó que «la pandilla de Cristina Kirchner» es la misma que la de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff; del actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro; y de los fallecidos gobernantes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro, respectivamente. «¡Pueblo gaúcho! Si esa izquierda vuelve a Argentina, podemos tener sí, en Río Grande do Sul, un nuevo estado de Roraima (ubicado en el norte de Brasil y fronterizo con Venezuela) y no queremos eso, hermanos argentinos huyendo para aquí», expresó Bolsonaro.

El mandatario ultraderechista hizo alusión a la dramática situación que vive el estado de Roraima, uno de los lugares más pobres de Brasil y puerta de entrada en los últimos años de miles de venezolanos que han huido de la crisis económica, política y social que atraviesa la nación petrolera bajo el gobierno del socialista Nicolás Maduro.

En mayo, durante una de sus transmisiones en directo de los jueves a través de las redes sociales, Bolsonaro ya se había pronunciado sobre esta posible situación: «Con la vuelta de Cristina Kirchner -pido a Dios que no suceda- nuestra querida Argentina se convertirá en una Venezuela”.

Por su parte, el exmandatario brasileño Lula Da Silva, quien enfrenta una condena de más de 8 años por corrupción tras un polémico proceso judicial conocido como Lava Jato, felicitó a Alberto Fernández por su victoria electoral en las PASO. El expresidente brasileño destacó el «significativo resultado» que consiguió el argentino, cuya candidata a la vicepresidencia para los comicios del próximo 27 de octubre es la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), a quien también incluyó en la felicitación.

El candidato presidencial del Frente de Todos respondió, a través de su cuenta de Twitter, el mensaje de su colega de izquierda y le dio el agradecimiento al exmandatario brasileño. «Muchas gracias, querido amigo Lula. Como bien decís, debemos darle esperanza a nuestro pueblo y cuidar de quienes más lo necesitan. Te mando un fuerte abrazo que espero poder darte pronto», escribió Fernández como respuesta al mensaje previo del exjefe de Estado de Brasil.

Fernández ratificó las palabras de Lula de que hay que cuidar «de quien más lo necesita», y el brasileño destacó que es necesario «traer días mejores».

El ganador de las PASO también se refirió a Bolsonaro, a quien tildó de «misógino», «racista» y «violento» y estimó que el presidente brasileño es simplemente una «coyuntura en la vida de Brasil» como también lo es, según él, el actual mandatario, Mauricio Macri, en Argentina. «Con Bolsonaro no tengo problema en tener problemas», replicó Fernández a los dichos del brasileño en una entrevista en televisión.

«Celebro que Bolsonaro hable mal de mí. Es un misógino, un racista y violento», indicó Fernández al solicitar al brasileño «que deje a Lula (da Silva) en libertad» y que se someta a elecciones con el exmandatario libre. «Con Brasil nos vamos a llevar espléndido, Brasil va a ser siempre nuestro principal socio, Bolsonaro es una coyuntura en la vida de Brasil como Macri es una coyuntura en la vida de Argentina», añadió el líder de Frente de Todos.

El mandatario boliviano Evo Morales también se pronunció por el revés electoral del presidente de Argentina frente al kirchnerismo. Es una «rebelión» contra el modelo económico del FMI, estimó preocupado por las repercusiones sobre la economía de su país. «Yo puedo entender que es una rebelión del pueblo argentino contra el modelo económico del Fondo Monetario Internacional», señaló en rueda de prensa el gobernante boliviano, estrecho aliado de los exmandatarios Néstor y Cristina Kirchner.

El jefe de Estado de Bolivia ha sido reiteradamente crítico a los acuerdos de la administración de Macri con el FMI para salir de una recesión desde 2018, traducido en un préstamo de emergencia de más de US$ 56.000 millones, a cambio de un plan de austeridad. Morales, aliado de Cuba y Venezuela, puso en diversas ocasiones como ejemplo que su país logra estabilidad y crecimiento económico, sin pactos con el FMI.

«El dolar subió lo que subió y eso demuestra que el mundo no le confía al kirchnerismo lo que van a hacer», dijo Macri en conferencia de prensa luego de perder las PASO.

«Lamentablemente hemos tenido un día muy malo. Estamos más pobres que antes de las PASO. El dólar de vuelta volvió a subir y sabemos lo que eso significa», agregó. El mandatario insistió que «la duda que vino es porque ellos (los kichernistas) no despiertan confianza». A su vez, dijo que le pidió al equipo económico que preparen medidas para que «el proceso electoral no castigue a todos los argentinos». Pichetto agregó que no le echan «la culpa a la gente de cómo ha votado, pero sin duda son interesantes los efectos y consecuencias de ese voto».

El Observador


Fernández-Bolsonaro, una polarización que podría complicar al Mercosur

Alberto Fernández y Jair Bolsonaro multiplicaron los choques desde la victoria del peronista en las primarias de Argentina, creando preocupación sobre el impacto que una mala relación entre los dos países podría tener en la región y en el flamante acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea (UE).

Menos de 24 horas después de la aplastante victoria de Fernández -en fórmula con la exmandataria Cristina Kirchner- sobre el neoliberal Mauricio Macri, Bolsonaro dijo temer una oleada de refugiados similar a la que Brasil enfrenta en su frontera con Venezuela si «esos izquierdosos» ganan las elecciones de octubre en Argentina.

Fernández no tardó en responder: «Celebro que Bolsonaro hable mal de mí. Es un misógino, un racista y violento. Con Bolsonaro no tengo problema en tener problemas».

Pidió además a Bolsonaro que «libere» al expresidente Luiz Inácio Lula de Silva, que denuncia una conspiración en la condena de casi nueve años de cárcel que cumple por corrupción. El mes pasado, Fernández visitó a Lula en su celda de Curitiba (sur).

Bolsonaro, que basó su campaña en el odio a Lula, proclamó en varias ocasiones su apoyo a Macri y expresó su preocupación por la posibilidad de que Cristina Kirchner vuelva al poder.

«Todo apunta a que la relación entre ambos, si gana Fernández, será dura, pero un estado de tensión prolongado no le interesa a ninguno de los dos», dijo a la AFP Vinicius Vieira, profesor de relaciones internacionales de la Universidad de Sao Paulo.

De todas formas, para Fernández tanto Bolsonaro como Macri son figuras pasajeras de la historia. «Con Brasil nos vamos a llevar espléndido, Brasil va a ser siempre nuestro principal socio, Bolsonaro es una coyuntura en la vida de Brasil como Macri es una coyuntura en la vida de Argentina».

Brasil es el principal socio comercial de Argentina, y Argentina es el tercero de Brasil (después de China y Estados Unidos).

– «¿Repensar el Mercosur?»

Los observadores estarán atentos sobre todo al impacto que un cambio de gobierno en Argentina y las tensiones entre los principales socios del Mercosur podrían tener en el acuerdo de libre comercio alcanzado en junio entre el bloque sudamericano (formado también por Paraguay y Uruguay) y la Unión Europea.

Ya en su visita a Lula, Fernández afirmó que el acuerdo fue «anunciado precipitadamente» para beneficiar electoralmente a Macri y que lo revisaría si llega al poder.

Fernández «está dando señales, más que las necesarias, concretas, de que no se quiere alinearse con lo que en su momento nos alineamos con Macri, con Marito [el presidente paraguayo, Mario Abdo] y con el presidente de Uruguay», dijo Bolsonaro el lunes.

Según Patricia Krause, economista para América Latina de la aseguradora francesa de créditos Coface, «en caso de que el nuevo congreso argentino cree barreras para la aprobación [del acuerdo], el gobierno brasileño podría repensar el Mercosur».

Comentaristas en Brasil expresaron además su temor de que el retorno en Argentina de políticas que los mercados descalifican como «populistas» provoquen una evaluación internacional negativa de Brasil.

Krause afirma que ese impacto será a lo sumo «de corto plazo», dado que Brasil «vive un momento económico más favorable que Argentina».

Los mercados parecen darle la razón. La Bolsa de Sao Paulo, que perdió el lunes 2% (impactada también por la guerra comercial entre China y Estados Unidos) ganaba este lunes 1,58% una hora antes del cierre. Y el dólar, que el lunes había pasado la barrera de los 4 reales por primera vez desde mayo, se negociaba el martes a 3,96 reales.

– «Injerencia» sin precedentes de Brasil –

Según Vinicius Vieira, «la injerencia de Bolsonaro en las elecciones argentinas es algo sin precedentes y va contra la política exterior brasileña», tradicionalmente equidistante en los comicios de los otros países.

¿A quién beneficia esa injerencia?

«Sin duda a Fernández», opina el profesor de la Universidad de Sao Paulo.

Bolsonaro tiene una imagen negativa entre el electorado argentino. Es un nostálgico declarado de las dictaduras latinoamericanas de los años 70 y 80 y además está aplicando, por ahora sin frutos, un programa neoliberal que en la Argentina de Macri ha terminado en desastre.

«Bolsonaro, con su apoyo ostensivo a Macri, parece que le ha dado un tiro en el pie al propio Macri y a su ambición de formar un bloque de derechas en Sudamérica», apuntó Vieira.

swissinfo


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