Crisis institucional en Argentina: renunció Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda y encargado de las negociaciones con el FMI

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Renunció Nicolás Dujovne: «Ha sido un honor y un orgullo servir a tu Gobierno y a los argentinos»

Nicolás Dujovne dejó de ser el ministro de Hacienda. El ya exfuncionario le dejó una carta al presidente Macri en el que anunció que deja su cargo.

«En el día de hoy he decidido presentar la renuncia al cargo de Minsitro de Hacienda de la Nación, que he ejercido desde enero de 2017. lo hago convencido de que, en virtud de las circunstancias, la gestión que liderás necesita una renovación significativa en el área económica. Considero asímismo que mi renuncia es coherente con la pertenencia a un Gobierno y un espacio político que escucha a la gente, y actúa en consecuencia», comienza el texto.

En otro párrafo, agregó: «Como bien sabés, puse todo de mí, tanto personal como profesionalmente, para contribuir a la construccion de una Argentina distinta, moderna, integrada al mundo, plural y con los equilibrios macroeconómicos necesarios para un desarrollo sustentable. Hemos tenido logros en la reducción del déficit y del gasto público, en la reducción de impuestos distorcivos en las provincias, en recuperar el federalismo. También, sin duda, hemos cometido errores, que nunca dudamos en reconocer e hicimos todo lo posible por corregir».

Por último, la carta señala: «Para mí ha sido un honor y un orgullo servir a tu Gobierno y a los argentinos. Espero que nuestro querido país pueda finalmente torcer un rumbo de décadas de fracasos y alcanzar el objetivo del desarrollo económico y de eliminación de la pobreza. No tengo más que palabras de agradecimiento y respeto hacia vos tanto en lo personal, como en tu función de líder político».

En tanto, este sábado se conoció que Macri mandó a buscar a Hernán Lacunza, ministro de Hacienda bonaerense y hombre fuerte en la campaña de María Eugenia Vidal, que estaba de vacaciones en Neuquén y se especula con que sea quien reemplace a Dujovne.

InfoNews


La gestión de Nicolás Dujovne en números: dólar, inflación, déficit y actividad

Nicolás Dujovne tomó el mando del sillón principal del equipo económico en 2017, tras la renuncia de Alfonso Prat Gay y cuando la economía comenzaba a recuperarse tras la recesión de 2016, con una inflación de 1,3% mensual y un dólar apenas por encima de los $16. Luego de 31 meses, la mayoría de las variables económicas mostraron un retroceso, incluyendo la actividad económica, que atravesó otra fuerte caída a lo largo de 2018, un pico de suba de precios récord desde 1991 y una divisa cerca de los $60.

El saliente ministro de Hacienda fue el custodio de los dos acuerdos firmados por el Gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional, en junio y en septiembre de 2018, con el objetivo de frenar las crisis cambiarias que sacudieron a la economía. Ese programa de asistencia del FMI incluyó un ítem central que Dujovne venía cumpliendo mes a mes: la reducción del gasto público para llegar a fin de año al déficit cero.

La magnitud del recorte de gastos que se propuso realizar en las cuentas del Estado lo llevó en su momento a afirmar que «nunca se hizo un ajuste de esta magnitud sin que caiga el Gobierno».

Dólar

Cuando inició su mandato, Dujovne recibió un dólar apenas por encima de los $16. La moneda estadounidense había tenido un gran salto a finales de 2015 tras la salida del cepo cambiario, pero mantuvo su estabilidad durante todo 2016 e incluso durante 2017 gracias al ingreso de dólares en la economía por inversiones extranjeras pero también por las emisiones de deuda que realizó el Estado en el mercado internacional.

Las dos crisis cambiarias de 2018 -a fines de abril y de agosto- provocaron saltos en la cotización de la moneda. La salida rápida de inversores de los activos argentinos provocó esas escaladas cambiarias que forzaron al Gobierno a pedir la asistencia del FMI.

En 2019, luego de cierta inestabilidad del dólar a fines de marzo, desde abril y hasta mediados de julio el tipo de cambio se mantuvo controlado, e incluso a la baja. Pero con el resultado negativo para el oficialismo en las elecciones primarias, la divisa volvió a mostrar una fuerte suba que la llevó, la semana pasada, a un techo de $63. El viernes, tras la última rueda cambiaria antes de la renuncia de Dujovne, el billete verde cerró a $58,12. Esto representa durante su gestión una suba del dólar de 263%.

Inflación

Hacia enero de 2017 la inflación mensual rondaba el 1,3%, aunque en los tres meses siguientes promedió un 2,5% por los ajustes de tarifas de servicios públicos. Hasta diciembre de ese año el Índice de Precios al Consumidor se mantuvo siempre por debajo de 2%, pero en el último mes del año pegó un salto hasta 3,1%. Esto vino acompañado de una suba del tipo de cambio en la parte final del año que puso más presión hacia el nivel general de precios.

El 2018 fue el año en que la expectativa de metas de inflación que tenía el Gobierno terminó por desaparecer. El objetivo que perseguía el Banco Central era originalmente de 15% para todo el año, pero las dos abruptas corridas cambiarias de ese año empujaron al dólar y, como consecuencia, al ritmo de suba de precios.

De esa forma, la inflación de todo 2018 terminó siendo de 47,6%, una cifra inédita desde 1991, cuando la economía salía de la hiperinflación. El IPC incluso llegó a tener un pico de 6,5% mensual en septiembre del año pasado. La suba de precios acumulada durante su mandato fue de 84,8%.

Actividad económica

La recesión que sufrió la economía en 2016 por la suba del dólar tras el desarme del cepo cambiario y el descongelamiento de las tarifas amainó a fines de 2016, por lo que en los primeros meses de 2017 la economía ya mostraba sus primeros números positivos. Salvo en febrero, en el resto de los meses la medición interanual de la actividad que publica el Indec reflejó avances.

Pero en 2018 los sucesivos aumentos del dólar y un rebrote inflacionario hundieron a la economía nuevamente en una depresión. Los números rojos en el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) aparecieron de forma ininterrumpida desde abril de 2018 hasta mayo de este año.

El peor momento para la economía tuvo lugar en los últimos meses del año pasado, cuando tuvo derrumbes interanuales de 7,5% en noviembre y de 7% en diciembre. A lo largo de su gestión, Dujovne terminó con 15 meses con economía en crecimiento y 14 con caídas.

Déficit fiscal

Los acuerdos firmados con el FMI tuvieron como uno de sus puntos decisivos la condición de ajuste de las cuentas del Estado. De esa manera, el Fondo Monetario buscaba reducir la necesidad de toma de deuda del país para cubrir esa brecha fiscal. La meta para este año era llevar ese déficit a cero.

Dujovne llevó adelante esa tarea al recortar distintas ramas del gasto público, principalmente subsidios, transferencias a provincias y obra pública. Hace poco más de un mes, incluso, anunció que en la primera mitad del año Hacienda había sobrecumplido su objetivo fiscal, ya que había sido «la primera vez en ocho años que el sector público nacional no financiero tiene un primer semestre con superávit primario».

El último dato fiscal de su mandato, entonces, reflejó un superávit de $30.000 millones para los primeros seis meses del año. De todas formas, la batería de medidas que anunció en la última semana el Gobierno nacional para mitigar las consecuencias del salto cambiario pondrán presión a ese camino de ajuste en las cuentas que había iniciado Dujovne, ya que según cálculos privados, implicará un gasto de unos $100.000 millones.

Pobreza y desocupación

Por el lado de los indicadores sociales, los últimos dos años y medio, durante la gestión de Dujovne al frente del Palacio de Hacienda, mostraron retrocesos. Respecto a la pobreza, hacia fines de 2016 los índices oficiales marcaban un 30,3% de pobres en todo el país. Durante 2017 el indicador bajó hasta 25,7%.

Pero según el último dato oficial, hacia fines de 2018 volvió a pegar un salto hasta 32%. Estimaciones privadas hablan de un 35% hacia el primer trimestre de este año, aunque como las mediciones de pobreza son semestrales, la cifra de los primeros seis meses de 2019 se conocerá en septiembre.

Respecto al desempleo, en el primer trimestre de 2017 la medición dio un resultado de 9,2% promedio en todo el país. Dos años después, con los datos de los primeros tres meses de 2019, ese porcentaje había aumentado a 10,1%. De esa forma, la desocupación alcanzó las dos cifras por primera vez desde 2006.

Todo Noticias


Macri agradeció a Dujovne y dijo que Lacunza es el «indicado»

El presidente Mauricio Macri destacó el desempeño de Hernán Lacunza como ministro de Economía bonaerense y reveló que su trabajo lo llevó a nombrarlo como reemplazante de Nicolás Dujovne en el Palacio de Hacienda.

«Convoqué a Hernán Lacunza para dirigir el Ministerio de Hacienda. Hasta hoy se desempeñaba como ministro en la provincia de Buenos Aires, donde hizo un gran trabajo. Su capacidad y trayectoria son reconocidas ampliamente. Confío en que es la persona indicada para esta nueva etapa», sostuvo Macri en su cuenta de Twitter, a la medianoche del sábado.

Lacunza sustituirá a Dujovne como ministro de Economía de la Nación, mientras que en la provincia de Buenos Aires su reemplazante será Damián Bonari, actual número dos de esa cartera.

En referencia al ministro saliente, el Presidente reconoció en Twitter su tarea al señalar: «Mi agradecimiento a @NicoDujovne por haber sido parte del equipo y poner su compromiso, capacidad y honestidad al servicio de la transformación de nuestro querido país».

Dujovne presentó su renuncia el sábado al cargo que ocupa desde enero de 2017 y envió una carta al presidente Mauricio Macri en la que le expresa que su gestión «necesita una renovación significativa en el área económica».

n el transcurso de la tarde, antes de que se confirmara la renuncia de Dujovne, trascendió que Macri llamó a Lacunza, quien estaba de vacaciones con su familia en la provincia de Neuquén y se embarcó de inmediato a Buenos Aires para reunirse con el mandatario.

Luego de que se diera a conocer la carta del ahora ex ministro al Presidente terminó de confirmarse su reemplazo por el actual ministro de Economía de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal.

El Cronista


Quién es Hernán Lacunza, el nuevo ministro de Hacienda

Hernán Lacunza no tiene los títulos académicos en el exterior de esos con los que al PRO le gustaba pavonearse para exhibir a los suyos como «el mejor equipo de los últimos…» treinta, cincuenta o doscientos años. Tampoco es de uno de esos «prestigiosos» gurúes mimados por el establishment, que suelen llenar salas de lujosos hoteles para decirles a los CEOs que conforman la concurrencia, ni más ni menos, lo que quieren escuchar. Unos y otros, los «académicos» y los «prestigiosos» eran los que conformaban la «primera selección» de expertos en economía a los que recurrió el gobierno de Cambiemos desde diciembre de 2015 para ocupar los casilleros centrales. Lacunza, en cambio, fue al lugar al que nadie de esa cofradía hubiera aceptado ser enviado: acompañar a María Eugenia Vidal como candidato a ministro de una menos que improbable gestión como gobernadora de Buenos Aires. Más que por mérito propio, llegó por deserción del resto. A este economista de «descarte» en los momentos de gloria de Cambiemos, pero que en cuatro años se convirtió en figura clave del gobierno de Vidal (sólo equiparable a la de Federico Salvai), recurrió Mauricio Macri en su hora más aciaga. Para sentarse en el sillón que abandonó Nicolás Dujovne, cuando aquel empezó a parecerse a una silla eléctrica.

Lacunza deja una provincia gravemente endeudada, con una estructura productiva quebrada, una economía en caída libre y un desempleo que supera al del nivel nacional. Pero su tarea en el Palacio de Hacienda de Hipólito Yrigoyen 250 será mucho más modesta que los objetivos que no pudo cumplir en la provincia más rica del país: asegurar una transición pacífica, pero cruzando un puente que hoy se percibe quebrado y tembloroso. Con todo, sus cualidades le dan cierta ventaja sobre el renunciante Dujovne, incapaz de entablar la más modesta negociación política con sectores de la oposición, ni cumplir otra tarea que no fuera responder al mandato e instrucciones enviados desde el Fondo Monetario Internacional.

En la semana más traumática desde el inicio de su gestión, tanto para el gobierno de Mauricio Macri como para el de María Eugenia Vidal, el nuevo ministro de uno y ex ministro de otra se encontraba de vacaciones en Neuquén. Casi un signo de identidad de Cambiemos. También lo identifican con el modelo imperante desde diciembre de 2015 algunos resultados de su gestión: los datos bonaerenses del primer trimestre del corriente año muestran una caída del 6,1 por ciento en el nivel de actividad provincial, pese a una cosecha récord que permitió un aumento de la producción agropecuaria del 12 por ciento, pero con un retroceso industrial del 14 por ciento en el último año. Otras señales de esa gestión son una pérdida de 60 mil puestos de trabajo en la producción, la reducción de 16.200 millones de pesos en los recursos destinados a la salud con respecto al año anterior, menos dinero para seguridad (20.400 millones) y el retroceso de la atención educativa (290 establecimientos menos).

La reasignación de recursos tuvo un destino muy claramente marcado: el pago de intereses de la deuda externa creció cerca de un 99 por ciento en el primer trimestre de este año con respecto al año anterior. Durante su gestión, Lacunza no sólo aumentó el volumen de la deuda provincial, sino que además acortó el plazo promedio de vencimientos en casi dos años, creció la participación de la deuda en moneda extranjera sobre el total y se elevó la relación entre deuda y recursos de la provincia (en un 25,4 por ciento) y la proporción de deuda y producto provincial. Es decir, que cayó la capacidad de pago. Y será peor cuando se vuelva a calcular tras la reciente megadevaluación.

Lacunza tiene en el actual presidente del Banco Central, Guido Sandleris, a un viejo conocido. Fue su primer subsecretario de Finanzas en la provincia y, como tal, principal co-responsable en la primera y más intensa etapa de endeudamiento bonaerense. También tiene una antigua e intensa relación con otra figura que recuperó relevancia en los últimos días, justamente en relación a la actual gestión del Banco Central: Martín Redrado. Lacunza fue miembro de la Fundación Capital, que presidía Redrado. Cuando el «golden boy» (así bautizado en los años de la dictadura cívico militar) fue a Cancillería como secretario de Relaciones Económicas Internacionales (año 2002, con Carlos Ruckauf como canciller, y Eduardo Duhalde como presidente provisional), lo ubicó a Lacunza como director del Centro de Economía Internacional. Dos años después, Redrado era designado presidente del Banco Central por Néstor Kirchner, y pocos meses después de asumir ubicaba a Lacunza como gerente general (reemplazando a Carlos Pérez, otro ex Fundación Capital, ascendido a director).

Tras la salida de ambos, Redrado y Lacunza, del Banco Central luego de chocar con el kirchnerismo por el rechazo de ambos a utilizar las reservas para el pago de vencimientos de la deuda, el último comienza su acercamiento al PRO. Primero forma una consultora de efímera existencia, Empiria, para pocos meses después saltar al puesto de Gerente General del Banco Ciudad, ya siendo Mauricio Macri jefe de gobierno porteño. Allí estuvo hasta diciembre de 2015, cuando es nombrado ministro de hacienda de la flamante gobernadora Vidal.

Quienes lo conocen bien, afirman que su alejamiento de Redrado, en 2010, marcó un distanciamiento definitivo. Y también aseguran que mientras Redrado hoy busca una postura de alta confrontación con el gobierno (denunció que Macri alimentó el salto del dólar el lunes para «castigar» a los electores), ven a Lacunza en una postura más conciliadora. «Hernán no aceptaría que lo convocaran para incendiar la pradera y dejarle al próximo gobierno la tierra arrasada», sugieren. Lo ven como un conciliador, alguien con mayor capacidad (que Dujovne) para entender que su misión es administrar una «transición», en la que tendrá que mantener buenas relaciones con referentes de la actual oposición. Incluso recuerdan su vínculo con una economista que hoy ocupa un lugar clave junto a Alberto Fernández: Cecilia Todesca. Con ella, aseguran, negoció su salida (su indemnización) del Banco Central tras el alejamiento de Redrado y cuando ya había desembarcado Mercedes Marcó del Pont, con Todesca como integrante de su equipo.

La persona de mayor peso en el entorno de Lacunza es, desde hace años, Pedro Rabasa, que lo acompañó desde un cargo menor en la provincia de Buenos Aires pero participando de cada decisión importante que tuvo que asumir. Seguramente volverá a estar a su lado en la etapa que hoy inicia. Lacunza, además, es un viejo conocido de Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI. El hasta ahora ministro de Hacienda bonaerense viajó frecuentemente a Washington formando parte de la delegación argentina a las reuniones del Fondo, y Werner a su vez conoce en detalle la situación de la provincia de Buenos Aires y su deuda. Este será el nexo principal que deberá atender Lacunza para superar su primera prueba de fuego: lograr que el FMI no se baje del desembolso por 5400 millones de dólares comprometidos para la primera quincena de septiembre, aunque Argentina esté lejos de haber cumplido las metas del programa económico fijadas para esta última etapa.

Página 12


Fernández: «Dujovne dejó al país envuelto en una gran crisis»

El candidato a presidente por el Frente de Todos, Alberto Fernández, aseguró que si resulta electo en octubre no hablará de «la herencia» ni le echará «la culpa a nadie», y le pidió al presidente Mauricio Macri que «explique al FMI por qué no cumplió» lo acordado, en pos de renegociar el acuerdo firmado por el actual gobierno.

Sobre la renuncia de Nicolás Dujovne como ministro de Hacienda, Fernández cuestionó duramente su gestión económica. «Fue un gran fracaso, termina dejando al país envuelto en una crisis», manifestó el candidato presidencial aunque evitó pronunciarse sobre Hernán Lacunza, el reemplazante del exfuncionario.

En diferentes entrevistas que concedió a diarios porteños, Fernández también dijo que lo que se necesitaba es que «la grieta se termine» porque «no se puede vivir en una sociedad de los unos contra los otros».

Asimismo, reiteró lo que le dijo durante la semana al presidente Macri en una conversación telefónica que mantuvieron, respecto a la necesidad de ser «responsable» y resolver «si va a ser candidato o si va a ser presidente», ya que «si (el mandatario) va a actuar como candidato nos va a meter en muchos problemas»

«Ya lo veo venir. Ya las primeras medidas que tomó son muy complejas. Y ahí está actuando como candidato, no está actuando como presidente», advirtió el candidato peronista.

Asumió que «el gran problema que tiene la Argentina hoy es la economía y lo que los argentinos padecen es una caída de la calidad de vida» y criticó el argumento del gobierno de atribuir esa situación «al pasado», es decir a la administración kirchnerista.

«El pasado son los cuatro años inmediatamente para atrás. Es muy difícil esa retórica, la podés aplicar cuando sos es una expectativa. Pero Macri no es una expectativa. Es un hecho verificado, y tiene que explicar lo que hizo y ahí es donde todo se le hace muy difícil», interpretó.

En ese sentido, prometió a los argentinos que no va «a hablar de la herencia», ni le va a «perder un minuto en echarle la culpa a nadie».

Sostuvo también que «el problema central que tuvo Macri fue una mala lectura de cómo combatir la inflación», porque afectó «el consumo y la producción» y, por lo tanto, «el empleo», con la consecuencia inmediata de «empujar a gente a la pobreza», por lo que adelantó que si fuera electo presidente, vendrán «cuatro años de mucho esfuerzo».

Dijo también que esperaba que el presidente «preste atención a las recomendaciones del Banco Central de tratar de preservar las reservas» porque, afirmó, «es lo único que nos queda después de todo el daño que se ha hecho», al tiempo que advirtió: «Si el lunes hubieran puesto todas las reservas del país, no hubieran parado el precio del dólar».

Respecto al acuerdo firmado por el gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI), consideró que el presidente Macri y su gobierno deben explicar al organismo internacional por qué no se cumplió con lo acordado y renegociar.

«Si vos acordaste todo esto y no cumpliste, te pido que te hagas cargo de explicar por qué no cumpliste y de renegociar esto», dijo y dejó clara su «disposición» para «hablar con el Fondo y buscar mejores condiciones» luego que el gobierno, que fue el que firmó el acuerdo, haga su parte y asuma que no cumplió, en referencia a «las metas de inflación, de crecimiento y las metas fiscales».

Rosario 3


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