Giammattei es el ganador y Guatemala se las verá con un Jimmy 2.0 o un autoritarismo más radical – Por Joddy García

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Por Joddy García(*)

En la primera celebración del equipo de Alejandro Giammattei solo había hombres. Pasaban las siete de la noche y en un hotel del centro económico de la Ciudad de Guatemala empezaban a llegar los miembros de su recién creado partido, Vamos, y resultados que anunciaban una victoria clara sobre su rival. Entre pruebas de sonido y periodistas acomodándose en dos tarimas, el espacio se llenó de hombres con trajes oscuros y camisas blancas. Abundaron los apretones de manos, las palmadas en la espalda y las felicitaciones.

Desde que se contabilizó el 1.08% hasta el 99.6%, la tendencia fue la misma. Empezó con 56% y terminó con 57%, 1.8 millones de votos, frente a Sandra Torres (UNE), que terminó con 41% o 1.3 millones, la misma cantidad que cuando fue derrotada en segunda vuelta hace cuatro años.

En el staff de Vamos era muy raro encontrar a una mujer. En el hotel le abrieron paso al candidato entre gritos y bendiciones. En conferencia de prensa las primeras palabras de Giammattei fueron de agradecimiento para sus aliados políticos: Edmond Mulet, que compitió para la presidencia con el partido Humanista, e Isaac Farchi, candidato de Visión con Valores (Viva). Ambos pidieron a sus simpatizantes que votaran por él.

– ¿Cuál fue la clave para que ganara la presidencia en su tercer intento?
– El plan nacional de innovación y desarrollo, es el que va a marcar el rumbo del país por los próximos 15 años. Fue la diferencia, un equipo de gente de más de 400 profesionales trabajando en un plan fue lo que realmente hizo la diferencia, respondió Giammattei entre un tumulto de periodistas y guardaespaldas.

No obstante, según la encuesta de CID-Gallup para la Fundación Libertad y Desarrollo, que acertó en su pronóstico, el plan nacional de innovación y desarrollo no fue citado por ninguno de los encuestados como uno de los motivos para su victoria.

Cuando se le preguntó cómo lo ejecutaría dijo que no era el momento de discutirlo, pero que entre sus primeras acciones estaría eliminar la Secretaría Administrativos y de Seguridad de la Presidencia (SAAS), el cuerpo de seguridad presidencial en control de un grupo de militares y que ha sido fuente de escándalos porque registra las compras de productos de lujo de la Casa Presidencial.

Giorgio Bruni, secretario general de Vamos, no podía ocultar su felicidad. En el centro de cómputo del Tribunal Supremo Electoral, veía los resultados proyectados en las pantallas y abrazaba a otros miembros del partido mientras les decía “buen trabajo”.

– Le hicimos un trabajo increíble al doctor Alejandro Giammattei porque se lo merece. Es un hombre incansable que tiene principios y valores, y todo el equipo que logramos en estas elecciones. El equipo que se formó alrededor de él es gente joven, profesional, emprendedores, de todos los niveles y estratos sociales. El éxito fueron los jóvenes. El 85% de nuestro partido está liderado por jóvenes y ese yo creo que es el punto de quiebre para el doctor Alejandro Giammattei.

Con ese porcentaje de jóvenes en el partido, Bruni asegura que se demuestra que no son parte de la “vieja política”, aunque en su partido hay una colección de personajes oscuros. Como Jimmy Morales, es una combinación entre militares retirados, empresarios tradicionales y algunos técnicos.

Bruni, quien probablemente sea el Secretario Privado de la Presidencia de Giammattei desde enero de 2020, explicó que la estrategia para ganar en la segunda vuelta fue la alianza con otros políticos.

– Fue muy claro. Era abrir las puertas para que otras personas de otros partidos políticos, los mejores de los partidos nos juntamos con los líderes de los partidos. Quiero hacer mención a Isaac Farchi y Edmond Mulet: Muchas gracias por apoyarnos de frente, y a los equipos de Todos, de UCN y parte de Semilla, todos los que logramos hacer este frente común contra la corrupción y la vieja política y sobre todo de ese pasado oscuro que tuvo Guatemala.

Semilla, no obstante, se distanció de las fotografías de algunos afiliados apoyando a Giammattei y dijo en un comunicado que no llamarían al voto por ninguna de las dos candidaturas.

– ¿Cómo funcionará su gobierno si una parte del Congreso estará controlada por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE)?, le preguntó un periodista a Giammattei en otro tumulto entre comunicadores y guardaespaldas.
– La van a cancelar (al partido), dijo con una sonrisa y agregó que hay tres investigaciones contra la UNE por financiamiento electoral ilícito.

¿Cómo va la luchar contra la corrupción Alejandro Giammattei? Fue electo presidente en los últimos días del mandato de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

Al ser consultado por Nómada dijo que crearía una Comisión Nacional contra la Corrupción. Bruni amplió los detalles de ese plan.

– Hicimos los acercamientos con países amigos para que de esa forma nos puedan transferir bilateralmente, no multilateralmente, capacidades, conocimientos y tecnología.

Con Estados Unidos asegura que tienen acercamientos con el FBI, la CIA, el Departamento de Estados, además de agencias de Israel y China (Taiwán), los países con los que mejor relación tiene el actual gobierno de Jimmy Morales. Bruni dijo que dependen del Ministerio Público, al que buscan fortalecer y “proveerle de acuerdos internacionales bilaterales para que ellos se puedan fortalecer”.

Una de las claves de la CICIG del éxito fue su multilateralismo y la independencia respecto de sus donantes. Pertenecía a la ONU, era financiada por Europa y Estados Unidos –con un presupuesto anual de US$18 millones– y estaba conformada por 150 investigadores, analistas, abogados y seguridad de primer nivel; dos terceras partes eran latinoamericanos y europeos, y el resto, guatemaltecos.

Giammattei fue enfático en su campaña en oponerse a la continuidad de la CICIG, a implementar políticas de mano dura, de intolerancia con manifestaciones que bloqueen carreteras y de flexibilización del mercado laboral, con iniciativas como los salarios diferenciados para el interior.

Giammattei asegura que tiene buena relación con Estados Unidos. Los términos entre ambos gobiernos se verán reflejados en las negociaciones para resolver la crisis migratoria, que escaló con la política exterior de Donald Trump que amenaza a Guatemala con estrangularla económicamente si no se convierte en un país receptor para los miles de migrantes que buscan llegar a su frontera y solicitan asilo.

El martes 13 de agosto Giammattei nombrará a su equipo de transición, para que el miércoles se reúna con el gobierno de Jimmy Morales.

Lo hará con un detalle. Mientras una parte de Guatemala votaba, el 61% se abstuvo de hacerlo. Entre ellos, 390 familias de Cajolá, Quetzaltenango, que llevan 6 días viviendo en un plantón frente a la Casa Presidencial en el Ciudad de Guatemala. Están allí exigiendo que el gobierno cumpla con el ofrecimiento de adquirir una finca para que más de 600 personas puedan vivir. No votaron porque están a 190 kilómetros de su comunidad y porque el acceso a un lugar seguro para vivir es su prioridad. Seguirán el plantón hasta que Jimmy Morales se reúna con ellos.

Periodistas, mujeres y Dios en los discursos

Giammattei empezó el domingo electoral en el Liceo Guatemala, donde emitió su voto. Llegó acompañado de sus tres hijos y un grupo de guardaespaldas. En el lugar se mostró contento, confiado y recibido con algarabía; al final, 83% de los votantes de la Ciudad de Guatemala se decantaron por él.

Al salir del lugar, un periodista le preguntó qué esperaba del resto del día. El político dijo que quería dormir y no volver a encontrar a más periodistas. Empezó a reír y agregó que era una broma, aunque durante la campaña sus simpatizantes han sido hostiles con la prensa independiente.

La tarde la pasó con su equipo en el hotel Holliday Inn. Allí se proclamó ganador de las elecciones y celebró en la sede del partido Vamos, en la zona 9, donde lo esperaban decenas de personas con pancartas.

Antes de que llegara, un grupo de mujeres bailaba al ritmo de la Sonora Dinamita. Fueron prácticamente las únicas que subieron a la tarima.

Cuando Giammattei se subió a la escenario para celebrar su triunfo, estaba acompañado de todo su equipo. Hombre, tras hombre, tras hombre, tras hombre. El que va a gobernar, su vicepresidente, el que tomaba las fotos, el que sostenía el micrófono, el que le aplaudía, el que tomaba vídeo. Sobre la plataforma no había mujeres. En un momento su hija subió al escenario. Fue la única.

Abajo, entre el público eran las mujeres las protagonistas, las que sostenían los carteles y le gritaban presidente. En la campaña, Giammattei tuvo dos momentos con mujeres. Un discurso, en el que dijo que las mujeres guatemaltecas son ‘abnegadas’, y otro, en el que fue filmado mientras mujeres indígenas le hacían reverencia y le besaban la mano. Irma Alicia Velásquez, maya k’iché y doctora en antropología, describió la escena como grotesta.

Alejado de estos cuestionamientos, en la noche de su victoria, Giammattei continuó alardeando de su visión machista del mundo, también en sintonía con la de Jimmy Morales. En una entrevista con Emisoras Unidas, soltó estas dos frases: “Ya tengo vocera, te va a gustar mucho. Es muy guapa, inteligente y buena persona”. “Tendremos los niveles de testosterona suficientes para enfrentar al crimen organizado, la delincuencia común y el crimen organizado”.

Y mantuvo otro elemento: la religión, tan presente durante el mandato de su predecesor, Jimmy Morales. Desde la tarima Giammattei le agradeció a las bases de sus partidos y pidió un momento de silencio para hacer una oración de agradecimiento.

En el día de las elecciones que ganó con 57% de los votos, el discurso de Giammattei terminó como empezó, con el eslogan de su campaña anterior: “Dios los bendiga, pero sobre todo, que Dios bendiga a Guatemala”. Mientras lo decía, él y sus seguidores levantaban el brazo apuntando al cielo con el dedo índice.

(*) Periodista. También lectora y pintora. Trabajó dos años en Diario La Hora cubriendo el sistema de justicia. Llegó a Nómada por el futuro. @Jody_Garcia_

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