Las nuevas y las viejas FARC – El Telégrafo, Ecuador

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Los conceptos vertidos en esta sección no reflejan necesariamente la línea editorial de Nodal. Consideramos importante que se conozcan porque contribuyen a tener una visión integral de la región.

Hace una semana, Iván Márquez anunció el rearme de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Acompañado por unos 20 guerrilleros, entre ellos cuatro mujeres, el ex líder negociador señaló que la decisión de volver a la lucha armada y a la clandestinidad se debía al incumplimiento del Gobierno de turno al acuerdo de paz firmado durante la administración de Juan Manuel Santos.

Poco o nada habló sobre los millones de desplazados que dejó el conflicto armado en Colombia, miles de ellos ahora viven en Ecuador en condiciones de refugiados; o temas como pobreza o desigualdad, que motivaron a varias revoluciones el siglo pasado. En su discurso, Márquez no mencionó que uno de cada cinco colombianos vive en lo que los técnicos del país cafetero califican como “pobreza multidimensional”, es decir que tienen dificultades para que niños y jóvenes accedan a educación, falta de salud, trabajo, acceso a servicios públicos domiciliarios y condiciones de la vivienda. Según el último dato oficial, solamente en dos años, 1,1 millones de colombianos cayeron a esta categoría de “pobreza multidimensional”.

La única línea diferenciadora que lanzó entre las nuevas y las viejas FARC es que no utilizarán los secuestros como fórmula de financiamiento de su actividad. Eso sí, dejó muy en claro que el diálogo no incluirá a la “oligarquía y a las multinacionales ni a los grupos ilegales”. Analistas consideran que las nuevas FARC tienen en sus filas a unos 1.800 hombres, con presencia en 125 municipios. Esta cifra no incluye una eventual alianza con el Ejército de Liberación Nacional (ELN) ni los contactos que han establecido con las disidencias de las FARC, grupos armados como el que dirigía “Guacho”, que secuestró y mató a un equipo periodístico del diario El Comercio.

Tras el anuncio, el Gobierno de Ecuador reaccionó y envió su solidaridad al presidente colombiano Iván Duque. La ministra de Gobierno, María Paula Romo, expresó que el país mantiene las alarmas encendidas y afirmó que prosigue el patrullaje en la frontera con Colombia.

El Telégrafo

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