Gerardo Caetano, historiador uruguayo: “Lacalle Pou parte de una situación de ventaja frente a Daniel Martínez de cara a la segunda vuelta”

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Entrevista a Gerardo Caetano, historiador y politólogo uruguayo

Por Carla Perelló, de la redacción de NODAL

El 27 de octubre se realizaron las elecciones generales en el Uruguay. Al no haber conseguido ningún partido la mayoría del 51 por ciento, necesarios para triunfar en la primera vuelta, se realizará un balotaje el 24 de noviembre. La disputa será entre Daniel Martínez, candidato oficialista por el Frente Amplio que obtuvo el 39% de los votos, y Luis Lacalle Pou, candidato opositor del Partido Nacional que consiguió el 28% de los votos en la primera vuelta.
Para analizar el panorama de cara a la segunda vuelta NODAL consultó a Gerardo Caetano, historiador, politólogo y profesor de la Universidad de La República en el Uruguay

¿Cómo se explica este resultado que lleva al Frente Amplio a una segunda vuelta y ante el cual los partidos de oposición con más votos se pronunciaron por Lacalle Pou? 

El que el Frente Amplio no obtuviera mayoría legislativa y que votara por debajo de sus resultados anteriores era el escenario más previsible para los analistas. Incluso el porcentaje finalmente obtenido (40,6%) era una estimación que no estaba entre las más adversas que se manejaban en las encuestadoras y en la academia. Ocurrió sin embargo que, sobre todo en la capital Montevideo, hubo en octubre una arremetida final que pareció que cambiaba las tendencias y que repetía lo ocurrido en 2014 y en 2009. Ello finalmente no ocurrió y el FA votó por debajo de sus expectativas de cierre de campaña. De todas maneras, el resultado obtenido no puede juzgarse como malo, si uno advierte las tendencias que se perfilaban meses atrás; el FA perdió más de 7% respecto a 2014, aunque los otros partidos de la oposición (P. Nacional, Colorado y P. Independiente) también descendieron pero menos. El fenómeno nuevo (aunque no inesperado pues se venía pronosticando) fue el voto de Cabildo Abierto y la obtención por este nuevo partido fundado en febrero de 2019 de tres senadores y 11 diputados. En cuanto al respaldo de todos los partidos de la oposición a Lacalle para el ballotaje, era algo absolutamente previsible y marcó el éxito electoral aunque habrá que ver si se mantiene esa cohesión en un eventual gobierno de coalición de lo que Lacalle llamó durante toda la campaña su convocatoria a una «coalición multicolor».

¿Cómo lee el 10 por ciento de los votos para Manini Ríos?

Es el hecho político inédito y más significativo de la elección y de la campaña. Cabildo Abierto es un partido de derecha dura, con referencia militar, autoritaria, postura contraria a la agenda de derechos, muy afirmado en una postura de mano dura frente al tema de la seguridad. Tiene también referentes que lo vinculan con una postura adversa a las políticas de derechos humanos sobre las violaciones a los derechos humanos durante el período dictatorial. Que un partido de este talante obtenga más del 10% del electorado uruguayo significa que logró reunir votos de derecha y ultraderecha provenientes de diversos orígenes. También alberga sectores populares proclives a «liderazgos mesiánicos» y propuestas de «arcadias regresivas», algo frecuente en los tiempos contemporáneos. Es la expresión más evidente de que Uruguay no es una isla, que su política y su sociedad también estaban cambiando aunque en sus ritmos y formatos.

¿Cuál son los desafíos del Frente Amplio y del Partido Nacional de aquí a la segunda vuelta?

El punto de partida de ambos es diferente. El candidato del Partido Nacional confirma su estrategia de campaña en el sentido de liderar lo que ha llamado una «coalición multicolor» contra el oficialismo del Frente Amplio. Todos los líderes más significativos de la oposición confirmaron su adhesión a Lacalle Pou para la segunda vuelta. Algunos partidos menores han dicho que dejarán en libertad a sus adherentes pero ninguno anunció un respaldo al FA. Por eso para el Frente Amplio el desafíos es mucho mayor. Tiene que recuperar muchos descontentos, tiene que convocar y convencer a votantes de partidos que centraron sus propuestas en la crítica al gobierno, y todo esto lo tiene que hacer en cuatro semanas. No es imposible pero no es lo más probable. Lacalle Pou parte desde una situación de ventaja frente a Daniel Martínez de cara a la segunda vuelta.

¿Qué incidencia tiene el contexto regional en lo que suceda el próximo 24 de noviembre?

Pensábamos que iba a tener una mayor incidencia, en especial los últimos acontecimientos de Chile con todo su significado. No parece haber sido un tema decisivo hasta ahora. Frente al contexto regional, pese a los problemas que sin duda existen, la experiencia progresista uruguaya presentaba fortalezas en el campo económico y social que parecía que resaltarían en la comparación con el contexto regional, con la crisis absoluta en Argentina, el proceso chileno y los acontecimientos en Ecuador, Venezuela e incluso Brasil. Sin embargo, no parece haber pesado ese contexto de manera muy fuerte. Los resultados de ayer parecen explicarse desde dimensiones más locales que regionales. De todos modos, acompañan procesos y evoluciones que ya estaban en la región desde hace por lo menos un lustro.


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